16. Furioso
El alfa aún estaba algo mareado cuando llegó a su casa. Estaba molesto por lo que había pasado en casa de los Kwon. Definitivamente, no volvería a pisar esa casa.
Se acercó a la puerta y la abrió con dificultad. Entró y cayó casi de bruces en la entrada. Agitó su cabeza, aún estaba mareado.
Llamó a su esposo, pero nadie le contestó, solo podía olfatear el aroma a flores algo amargo y el delicioso aroma de un estofado.
Se puso en pie con dificultad y caminó hacia la salida.
--Ya no llore, hyungie. Tome algo de sopa, le quedó delicioso.
--Yo preparé esto con tanto cariño. Creí que el idiota ese había cambiado, pükna alpha, pükna. --se lamentó, mientras las lágrimas caían en su cuenco de estofado de cerdo.
--No me gusta verlo así. Hace mucho tiempo que no lo veía llorar, excepto la vez que creyó que había asesinado un gestante, cosa que no fue y-
Unos golpes se sintieron en la puerta. JungKook alzó la vista y olfateó el aire.
--Es su esposo.
--¡No le abras!
--Mejor le diré que no quiere recibirlo. --JungKook se acercó a la puerta y la entreabrió. --¿Qué necesita?
El alfa le devolvió la mirada, pero sentía la lengua enredada, no podía hablar de manera congruente. Se tambaleó y cayó de rodillas frente al plateado.
--¡Señor alfa Líder! --exclamó JungKook al verlo en el suelo. --¡Hyung! ¡Venga!
--JungKookie, ya te dije que no le abrieras la... ¡Madre Luna!
--TaeHyung... --murmuró el alfa, sonriendo débilmente al verlo.
--¡Alfa! ¿Qué fue lo que pasó? --preguntó secándose las lágrimas y tomándolo del brazo, mientras JungKook lo tomaba del otro y lo metían a la casa recién remodelada, sentándolo en una silla.
--Me... dierooon algo. Sientooo que... no es primera vez queeee ellos... Mierda... --Lograba explicar entre balbuceos y murmullos y alargando graciosamente algunas vocales... --Nooo... siento mis...
--Malditos. Pero ese omega arrastrado me va a oír. ¡Nadie se mete con mi alfa! --amenazó el rubio. Tomó las mejillas de su esposo y le dio unas palmaditas.
--Sí... usted es... hermosooo. --expresó casi totalmente dopado el azabache. --¿Qué come... para ser... taaan hermoso?
JungKook río por la forma de hablar del Líder y este le dedicó una mirada seria.
--¡Vámonos! --dijo de repente el alfa mirando a su esposo, tratando de ponerse en pie y fallando miserablemente.
--Apenas puede caminar. Debieron darle la dosis para un caballo o algo así. Es un alfa puro. --Comentó el plateado.
--Prepárale un té cargado de jengibre con un poco de miel, no mucha. --ordenó el omega a la vez el alfa rodeaba con sus brazos al omega.
--¿Por qué... huele... taaan bien? Usted... usted nació sooolo para... provocarme... Es lo más bonitooo y tentador queeee... Aish, malditos Kwon... Tae- TaeHyung... deme un besito. --pidió el azabache con un puchero.
TaeHyung quiso reírse, pero se contuvo. La situación en sí no era divertida.
--Aquí está el té, hyung.
--Bien. Bébalo, alfa.
--Si me da... un besitooo...
--No hasta que esté sobrio.
--Sooolo uno.
--Dije que no. Apesta a esa zorra asquerosa.
--Está... celocito. Jiji. Nooo lo esté. Yo sooolo lo quiero a us-usted... --expresó para luego comenzar a beber el té.
Luego de unos cuantos minutos y ya cuando el alfa sintió que recuperaba un poco la consciencia y la movilidad de su cuerpo el azabache comenzó a quejarse de dolor de cabeza.
--¿Está mejor?
--Estoy más... lúcido. Pero me duele la cabeza. --el alfa atrapó su cabeza entre sus manos y se quejó.
--¿Qué fue lo que pasó? --preguntó el omega ya impaciente por saber la verdad.
--Yo... les dije que ya no los visitaría más, que me quedaría con usted en casa. --comenzó. --Al principio creí que se lo habían tomado bien, pero luego insistieron en que debía volver a comer con ellos otra vez. No querían que me fuera y me ofrecieron un té. Todavía no atardecía siquiera. Después de eso no recuerdo mucho.
«Cuando desperté, WooYong estaba sobre mi... desnudo, lo oí molestarse porque... porque... --el alfa jugueteó nervioso con sus dedos nervioso, mientras molía su labio inferior entre sus dientes.
--¿Porque usted no reaccionó? --Ayudó Jeon.
--S-sí. Mi... --Trató de decir, mirando su entrepierna. --No quiso... --el alfa suspiró frustrado.
--No se avergüence, alfa. Usted y yo no tuvimos ese problema la noche de nuestra boda. Usted supo satisfacerme bien, antes durante y después de cada encuentro sexual. Usted simplemente no funciona si el omega frente a usted no es de su gusto o si se siente intimidado, amenazado e incómodo y eso está perfectamente bien y es válido.
--A mi me pasa igual, señor alfa Líder, soy alfa de un solo omega, no cualquiera me atrae. --agregó JungKook con simpleza.
El alfa asintió, aún sin atreverse a mirar a la pareja de amigos. --Yo lo empujé aún débil y me vestí como pude. Salí a... tropezones del lugar y llegué a casa, pero usted no ya estaba... allí.
--Estaba aquí, llorando por usted. --terminó Jeon. TaeHyung lo miró feo y el plateado se encogió de hombros. --Es verdad, hyung. Mire, señor alfa Líder. Necesita poner sus prioridades en orden. Aléjese de esas personas, para empezar. No les debe nada, al contrario, han atentado contra su integridad, poniendo en riesgo su matrimonio. Además usted mencionó que probablemente no es primera vez que lo hacen.
El azabache asintió en acuerdo. --No volveré a esa casa.
--Exijo un castigo. --Demandó TaeHyung.
--Si hace eso, me pondrá en evidencia, hablarán de mi y de mi hombría.
--Que lo hagan. Yo sé que usted es un alfa hecho y derecho. Incluso JungKook, la señora Lee y yo podemos corroborarlo y somos testigos.
--TaeHyung, no. Por favor. --rogó el azabache. El rubio lo miró un momento, pero no comprendió su posición.
--Vámonos a casa.
JungKook tuvo que ayudar a su hyung a llevar al alfa. Aún se tambaleaba al caminar por sí solo, por ende entre los dos lo llevaron hasta dejarlo en su cama.
--Gracias, JungKookie, te debo una.
--No se preocupe, hyung. Nos vemos mañana.
--¿Puede ser luego de la hora de almuerzo? No creo que me levante muy temprano mañana, tengo cosas que solucionar primero.
--Sí, no hay problema, hyung. Adiós.
--Adiós.
TaeHyung miró a su esposo, quien aún seguía algo somnoliento. Le quitó la ropa y lo tapó con las mantas. Y se dispuso a salir para ir a su habitación.
--No se vaya... no me deje, por favor. --el alfa aún seguía despierto y temía que eso ocurriera.
--Está bien. Pero aún estoy molesto con usted.
--Lo sé. No debí permitir que esto avanzara, debí frenarlo apenas ví de qué se trataba todo.
--¿Por qué es así? ¿Por qué les permite que lo pasen a llevar tanto?
--Yo... No lo sé. Soy muy conciliador, tal vez. Quiero ser un buen Líder y trato de evitar los conflictos a pesar de mí.
--Enfermará si sigue así. Mejor duerma. --el alfa lo miró con desespero. --Me quedaré. Cuidaré de usted. Es mi esposo y no le mentí cuando le dije que lo quiero. Lo hago, pero también me quiero a mí mismo lo suficiente como para determinar cuando debo irme si me pasan a llevar, recuerde eso.
Aún no era el mediodía, pero se lograba escuchar perfectamente a los lobofoguinos comenzando sus quehaceres del hogar afuera, aún a pesar de la nieve. Hacía frío, pero no dentro de esa cama, con esas sábanas y pieles que lo cubrían y con esos brazos fuertes que lo envolvían por el torso.
TaeHyung no quería otro día desastrozo. No quería que terminara mal otra vez. Escuchó que la puerta sonó y decidió vestirse rápido, abrigarse y salir antes de que despertaran a su alfa.
Abrió la puerta y al ver quien era frunció los labios.
--¿Qué hace aquí?
--Solo quiero hablar con SeokJin, explicarle-
--¿Explicarle qué? ¿Que usted es una zorra que busca atención de un alfa casado?
El omega lo miró sorprendido, parpadeó un par de veces y observó a su alrededor constatando para su desgracia que un buen par de aldeanos ya les estaba escuchando.
--N-no sé de qué habla.
--Drogó a su Líder, al Líder de la manada. Lo drogó y quiso aprovecharse de él. Quiso hacerlo con él drogado, porque sabe que sobrio jamás le prestaría atención.
--¿Usted qué sabe de mi? ¿De nosotros? ¡SeokJin y yo tenemos historia! --replicó el azabache al sentirse atacado.
--¡Una historia que solo ocurre en su cabeza! ¿O le parece normal involucrarse con un alfa que ya tiene omega?
El pueblo comenzó a arremolinarse en el lugar, los murmullos dieron inicio.
--¡Yo estaba primero! Primero que mi hermano, primero que usted.
--Ay, qué bruto, en serio. Comprenda, a mi alfa usted no le gusta. Jamás lo hizo. ¿Por qué insiste? Quiérase un poco y busque uno soltero.
--Tiene razón. Me buscaré uno. Uno que de verdad funcione a la hora de intimar-
TaeHyung ni siquiera abofeteaba la mejilla del contrario, no. Él eligió darle un puñetazo, rompiendo el labio del omega azabache.
--Pükna!
--¿Qué ocurre aquí? --preguntó uno de los ancianos.
--Este omega drogó a mi alfa anoche y estoy seguro que fue más de una vez.
--¡Él iba voluntariamente a mi casa, jamás fue obligado!
TaeHyung no tenía como rebatir eso. Más gente comenzó a agolparse en el sitio.
--¿Eso quiere decir que si voy a su casa usted se sentirá con el derecho a drogarme? --preguntó JungKook apareciendo de repente y tratando de defender a su hyung.
--Usted no se meta. Además, este omega fue el que empezó. Estábamos bien antes de que él llegara.
TaeHyung quería acabar con él. Quería arrancarle cada cabello y volarle cada diente de su engreído rostro.
--Además no pudimos concretar. Nuestro Líder no funciona sexualmente, por eso mi hermano nunca gestó.
Eso había sido la gota que rebalsó el vaso. El rubio se lanzó cual lobo feroz a su presa y arrojó al suelo al contrario agarrando entre sus manos la estúpida y brillante cabellera azabache del omega, desarmándole sus trenzas en el proceso.
--No hablarás así de mi alfa, bürske kam ari! Pükna!, pükna ilki harè! (¡Puta de mierda! ¡maldito! ¡mil veces maldito!) --gritó desaforado el rubio. Algunos de los mechones del azabache eran arrancados por el salvaje ataque.
Un par de betas tuvieron la valentía de separarlo del omega Kwon, quien tenía rasguños en la cara, le sangraba el labio y su cabello estaba hecho un desastre. TaeHyung resoplaba furioso.
--Su acusación es muy grave, omega Kwon, además atentó contra la integridad de nuestro Líder. --Mencionó el anciano Woo, mirando de soslayo al omega rubio.
--Hablo... lo que he constatado... --confesó entre jadeos. --El alfa Líder es impotente.
--¡Eso es una calumnia! --exclamó TaeHyung. --Fui revisado por la señora Lee e incluso Jeon JungKook estuvo ahí.
--¿La Señora Lee? --el anciano miró a su alrededor buscando a la testigo. --¡Señora Lee!
La mujer apareció sonriendo tontamente --Bueno, la verdad es que se me dificultó hacer bien mi trabajo y no pude realizarlo bien. Nuestro Líder me echó de su casa.
--Yo solo le pedí que se lavara las manos, vieja puerca. Usted revisa a los omegas sin hacerlo. --escupió JungKook apuntándola con el dedo y varios omegas asintieron. --Además mi hyung estuvo sin poder caminar durante dos días después de su noche de bodas.
TaeHyung enrojeció de vergüenza.
--No hubo sangrado. --agregó la señora Lee, logrando que más murmullos se agregaran.
--No lo hubo porque traté bien a mi omega. --reparó la voz del mismísimo Líder. SeokJin aún estaba algo mareado pero su aura expresaba su enojo. Justamente era eso lo que no quería que ocurriera.
--Esposo... --susurró TaeHyung con algo de temor.
--Omega Kwon, usted no me provoca nada, nunca lo ha hecho, nunca lo hará. Su aroma me desagrada y le desagrada a mi lobo. --Mencionó el alfa con desprecio. --Jamás tendría pensamientos lujuriosos por usted. Con su hermano me pasó algo similar, pero aún así respondí a sus celos, porque ese era mi deber como alfa. También me enteré que mi difunto esposo recurrió a otros alfas para asegurarse de quedar encinta y jamás ocurrió. Creo que aunque todos querían creer que mi antiguo matrimonio era perfecto, era un secreto a voces que no lo era. Nunca amé a Kwon WooJin.
Silencio. Las miradas del pueblo iban dirigidas a SeokJin, al omega rubio y a WooYong.
--Y a ese omega --rompió el silencio WooYong apuntando a TaeHyung. --¿Sí lo quiere?
--Sí. --respondió simplemente.
WooYong se puso en pie rápidamente sacando una cuchilla de su muslo y corriendo hacia TaeHyung y clavándola en el antebrazo del mismísimo Jeon JungKook, quien corrió para defenderlo apenas presintió el ataque.
--¡Aaah! Joder. Sí duele... Hyung. Duele... --se quejó el peliplata, sosteniendo su brazo, aún con la pequeña cuchilla incrustada en él de manera superficial.
El omega azabache ya estaba siendo contenido por dos alfas mientras chillaba incoherencias, uno de ellos siendo Kim NamJoon.
TaeHyung aún no se sobreponía al ataque, había retrocedido un par de pasos.
--Enciérrenlo. --ordenó el Lider mirándo con profundo desprecio al omega Kwon --¡Esto no lo pasaré por alto! No me importa si me hacen daño a mi, pero el que se atreva a lastimar a mi esposo, yo mismo le sacaré las entrañas por la boca. --bramó SeokJin. Todo el pueblo agachó la cabeza en sumisión y algunos omegas chillaron por la voz rugiente y profunda del alfa.
--¡Hyung! Me-me duele... Escucho borroso, métame en arroz... --susurró Jeon antes de caer al suelo desmayado. TaeHyung sabía que la herida no era grave ni profunda, tal vez sí algo dolorosa. Lo gracioso era que Jeon tenía sangre guerrera y aún así le tenía pánico a las espinas y cortaduras.
--¡Beta Jung! Encárguese del alfa.
--Sí señor.
--¡Y vuelvan a sus labores! --demandó el Líder y luego miró a su esposo con suma seriedad. --Usted y yo vamos a hablar seriamente. ¡Entre!
A TaeHyung le tembló hasta el pelo. Agachó su cabeza y entró a la cabaña en total sumisión.
--Señora Lee, le daré un consejo. Aunque sé que no me lo pidió --dijo por lo bajo el anciano Woo. --Tenga cuidado con el omega Kim TaeHyung.
--¿Ese mocoso? Por favor, Woo, ¿Qué me podría hacer ese chiquillo?
--Ese chiquillo habla el idioma de nuestros ancestros. Tiene el favor de nuestra Sagrada Madre Luna. No digas que no te lo advertí. --comentó el sabio, antes de emprender camino a su hogar, dejando a la mujer atónita.
**Al fin, he cumplido.
Esta historia, no me gusta. ¡Me encanta! La amo. En mi cabeza es perfecta 😍.
Se vienen cositas, eso no más les diré. Besitos para ti, que me sigues, comentas y votas 😘
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