TaeHyung llegó a casa y para su desgracia no pudo evitar las lágrimas.

Los malentendidos con su alfa ya eran estúpidos, pero, ¿en serio era necesario que su esposo se metiera en esa casa, avergonzándolo y humillándolo de esa manera delante del pueblo? Era el hazmerreír.

No lo iba a permitir.

Secó sus lágrimas con rabia, ató su cabello en un moño alto, aún con sus trenzas y entró a la habitación que usaban como almacén para el invierno y comenzó a sacar las cosas de ahí, pues a partir de ese momento esa sería su habitación. Estaba tan concentrado en su tarea que no escuchó la puerta principal abrirse y unos pasos acercarse.

--¿Qué hace? --SeokJin preguntó.

El omega lo miró con rabia, pero decidió ignorarlo y continuó con lo que hacía, tomando un saco de arroz sobre su hombro. Salió de ese cuarto y el alfa atrapó su antebrazo.

--Le pregunté que qué hace.

--¿Acaso le importa? Debería estar follando con su amante. Eso es más importante. --espetó, dejando el saco en el suelo.

--Él no es mi amante.

--¿Entonces no se ha acostado con él?

SeokJin balbuceó perplejo, recordando ese maldito celo y al omega que en ese momento era su cuñado desnudo a su lado.

--Lo supuse. Ahora soy la burla de la manada, muchas gracias. --Y sí, dolía. Dolía como la mierda, pero se repondría.

--Fue... hace años.

--No necesita mentirme. Ese omega lo desea-

--Por yo a él no.

--Claro, pobrecito y usted a diario es obligado a encerrarse ahí con él en esa casa.

--No estamos solos, también está mi suegra-

--¡USTED NO TIENE SUEGRA! --rugió el omega casi hiperventilando. --Nanz alpha trout pükna... (Maldito alfa infiel)

--¿Está hablando nuestra lengua ancestral? --preguntó sorprendido e impresionado y sí, TaeHyung solía hablar el casi extinto idioma cuando estaba muy, pero muy enojado. Idioma que aprendió de su madre, la cual solo hablaba ese idioma cuando llegó a los quince años a la manada del Valle para casarse con su padre en un matrimonio concertado.

--A usted qué le importa. Mejor váyase, no lo quiero ver. Vaya con su familia, déle un cachorro a ese omega necesitado.

Pero el alfa no planeaba irse. Solo había ido a la casa Kwon para desayunar, aunque después pensó que habría sido mejor idea prepararle él el desayuno a su esposo luego de notarlo acurrucado a su espalda. Ahora la furia cubría los ojos miel del omega como si bulleran.

--Lo siento.

--No, no lo hace. --Y esta vez SeokJin con horror lo vio llorar. --No sabe lo que es dejar un pueblo que te quiere para llegar a un lugar y ser humillado y calumniado gracias a su propio esposo, ¿pero sabe? Si vuelvo a mi manada, mi padre me recibirá con los brazos abiertos y aún no siendo virgen, habrá un montón de alfas rogándome ser su esposo.

--No se irá, ¡se lo prohibo!

--¿Y cree que eso es impedimento para mi? Si me quedo, no es por usted, es por todos esos omegas que confían en mi y en mi JungKookie. Solo por ellos y sus cachorros me quedaré, pero olvídese que pasaré uno de mis celos con usted y olvídese de volver a tocarme. Ya no hay acuerdo, usted mismo lo rompió. Cor ná kil no mahnär zaj tiabiri cor né!. (¡Mi corazón se arrepiente de haberse atado al suyo!) --Y sin decir más palabras, secó sus lágrimas y se retiró y Kim SeokJin entendió cada palabra en esa lengua casi muerta.

Al salir de aquella casa, TaeHyung alzó su rostro y miró a su alrededor, porque sí habían unos cuantos ojos curiosos, pero no les daría el gusto de verlo en el suelo. Suspiró aún con pesar y tomó aire frío, todo lo que sus pulmones le permitieron, para botarlo con violencia.

Aún no era mediodía, así que fue hasta la casa del alfa Kim NamJoon, pero los gritos y gemidos escandalosos de un omega que provenían desde adentro lo obligaron a salir arrancando de ahí y llegó a dar al hogar de los Kang.

Lo recibió un muy sudoroso alfa quién lucía agotado y el día aún no acababa.

--Luna. Qué bueno verlo por aquí. Mi esposo está ayudándome con el almuerzo, no soy buen cocinero, pero le prometo que es lo único que ha hecho hoy, yo he hecho todo lo demás.

--¿No está cansado?

--¡¿Yo?! --casi chilló. --Para nada. Estas cosas domésticas no son nada para un alfa como yo. Pase, a mi esposo le agrada su compañía.

TaeHyung sonrió hasta con los ojos. Después de todo, alguien lo estimaba en ese lugar, entonces, lucharía por conservar ese cariño.

Se acercó al omega quien se giró al sentir sus pasos.

--¡Luna! Qué bueno verlo hoy. Quédese a comer, ¿sí?

--Claro, claro. Me quedaré. Huele muy bien.

--Preparé pescado. Su amigo, el alfa amable, me dijo que los pescados eran muy buenos para los gestantes.

--Sí. Ayudan mucho al cachorro. Si come de todo un poco, frutas, verduras y carnes con poca grasa tendrá un muy buen embarazo y tendrá un cachorro sano. --otorgó el rubio.

--Gracias. Por todo lo que ha hecho por nosotros. Ya no sé a quién más contarle lo bueno que ha sido conmigo.

--No es nada. Lo hago porque amo mi trabajo.

--Aún así. La señora Lee no debería tocar a ningún omega. Más tarde vendrá mi mejor amigo. Qué bueno que está aquí para que converse con él, tiene un problema serio.

Luego de haber comido TaeHyung siguió con los Kang y se divirtió al ver al alfa lavar los trastes y limpiar. Lucía agotado, pero su orgullo no le permitirían quejarse.

La puerta sonó y el alfa se acercó a abrirla.

--¡MinSeok! Qué bueno verte otra vez, amigo, ¿cómo estás?

TaeHyung vio a un omega pálido y que olía extraño. Romero era su aroma, pero además estaba algo perfumado... raro.

--Mira. Este es nuestra Luna. Él me ha estado ayudando con mi embarazo.

--¿Co-cómo está? --saludó con timidez. Era bonito. Era moreno, pelo azabache, pero sus labios eran llenos, sus pestañas largas y sus ojos grandes.

--Buenas tardes. --saludó cordial el rubio.

--Amigo, si quieres puedes entrar a mi habitación y contarle tu problema.

--Yo... yo no tengo arreglo. Eso fue lo que dijo la señora Lee.

--Podría probar conmigo, no pierde nada.

--Vamos, amigo. En serio, nuestra Luna es bueno en lo que hace.

--Está bien. --se sonrojó violentamente. --Pero pídele a tu alfa que salga.

--De todas formas debe cortar leña y alguien que le indique como hacerlo. --El omega anfitrión se puso en pie y se dirigió hasta donde estaba su esposo, caminando algo gracioso por su panza, hasta llegar donde el alfa quien seguía luchando con quitar una mancha de comida de un cuenco.

Le susurró algo al oído y ambos salieron.

--Bien. Cuénteme, soy todo oídos, ¿En qué lo puedo ayudar?

--Sé que no tengo arreglo, pero de todas maneras... --suspiró. --Me casé hace tres meses con un buen alfa. La boda fue hermosa y él fue muy atento conmigo en mi primera vez. Todo fue perfecto hasta que...

--Hasta que...

--La señora Lee hizo su revisión al siguiente día. Usted ya sabe que ella se encarga de ver si el matrimonio se consumó y si tuvimos algún desgarro al hacerlo.

--Así es. Es innecesariamente doloroso e invasivo.

--Lo es. Bueno, esa mañana ella me revisó y recuerdo que me dolio mucho, tanto que grité. Me llamó exagerado, pero en serio me dolía. Y desde ese momento nada fue igual.
Mi alfa no puede tocarme porque aún no me recupero de esa revisión y yo sufro... --el omega comenzó a llorar desesperado. Lloraba con tanta tristeza que TaeHyung comenzó a llorar con él.

--¿Solo... ella lo ha revisado? --preguntó TaeHyung, secando sus lágrimas con sus mangas de lino.

--S-sí. Mi alfa no me habla, ya no me mira. Solo pasa tiempo con los otros alfas y prefiere ignorarme. Dice que huelo mal, que le doy asco... yo me cambié de habitación y hasta he hecho un nido porque me siento muy solo. --sus sollozos conmovieron al rubio de tal manera que sus propios problemas parecían un chiste. Este omega estaba sufriendo en serio, no solo de manera física.

--Vamos. Le haré una revisión. Sospecho lo que puede ser.

El azabache se puso de pie tembloroso y se encaminó a la habitación de los dueños de casa. Se quitó los pantalones y su ropa interior con mucha vergüenza y se acostó en la cama.

TaeHyung lavó sus manos con algo de jabón y las secó.

Se acercó a la habitación y un olor nauseabundo le golpeó de lleno. Pero estaba acostumbrado, no mostró ninguna emoción.

--Bien. Abra las piernas y abrace sus rodillas. Necesito revisar bien. --al decir esto, el omega enfermo obedeció, cerrando sus ojos con fuerza y dejando caer gruesas lágrimas.

TaeHyung respiró por la boca y revisó ingresando sus dedos en el chico que lucía indefenso. Sintió mucha lástima por él.

Sacó su mano y notó un líquido algo gris. A la vez que el omega se quejó.

--¿Qué le dijo la señora Lee?

--Dijo que yo era un omega sucio y que no tenía cura.

--Esa mujer... --pensó mil palabras en su lengua ancestral que la describían, shel pükna (vieja maldita), fueron las primeras. --Usted tiene una infección en el cuello uterino. Estoy seguro que ella misma la provocó. Quiso hacerme una revisión a mi con sus manos sucias, pero menos mal mi amigo estaba ahí para impedirlo.

--Su... ¿su amigo estaba ahí?

--Sí. Él se dedica a la medicina reproductiva, como yo. Se sabe que los omegas somos delicados en esta área pues, nuestro canal es, bueno... más sucio que el de las mujeres. Por eso debemos tener cuidado. Nuestro cuello uterino es frágil, por eso solo quedamos gestando cuando estamos en celo, ya que dejamos de comer y solo bebemos agua por instinto un día antes del celo para no exponernos a enfermedades. El resto del tiempo somos infértiles debido a que no tenemos los mismos genitales que ellas y nuestro canal se cierra. Así evitamos infecciones al hacer nuestras necesidades. Aún así lubricamos y nos dilatamos para recibir a nuestro alfa. La única manera de abrirlo es forzarlo y ella lo hizo, con las manos mugrosas.

--Entiendo. ¿Puedo vestirme ya?

--Oh, sí. Y tiene cura. Debe beber té de prímula. --el omega se alejó hasta el baño y lavó sus manos con mucho jabón.

--¿Prímula? --el omega se acercó a él cojeando ligeramente, para escucharlo y prestar atención.

--Prímula. Es una planta que crece en zonas templadas, pero yo se la haré llegar hoy mismo, no se preocupe. --informó el rubio abriendo las ventanas para ventilar el lugar. --Beberá té de zanahoria y matico. Además tomará agua, mucha agua, si puede echarle aloe vera, sería ideal. Son remedios naturales. Sueño con que en el futuro todo sea más práctico, tal vez, alguna infusión sencilla o alguna cápsula diminuta como un carboncillo que contenga el remedio, pero son solo sueños. --habló TaeHyung secando sus manos. --Solo debe lavar la zona por fuera con agua. Nada de meterse en la bañera ni de perfumar la zona porque empeorará. Tampoco use jabones.

--Al menos me dio esperanza. Es mejor que nada. Acataré su tratamiento y-

--Escúcheme bien. --TaeHyung tomó las manos del omega. --Cuando mejore su condición, que lo hará, póngase hermoso, que ya lo es y hágase de rogar. No permita que su alfa lo toque así como así, no. Dele orgullo a su lobo. Si lo va a tocar que sea cuando usted se lo permita y luego deséchelo por unos días y que se arrastre como un gusano. Un buen alfa jamás le diría a su omega que le da asco y usted, amigo mío, es precioso y vale más que cualquier tesoro.

--Gra-gracias... Muchas gracias. --el azabache se lanzó a su cuello y lloró amargamente. Sus lágrimas empaparon las ropas de TaeHyung, quién lo estrechó aún más, tratando de que los trozos del corazón del omega enfermo se unieran, o tal vez quería unir los suyos propios.

--Creo que ya es hora de irme. Es tarde. --Mencionó TaeHyung, notando que el sol ya se había ocultado.

--Sí, nuestro Líder debe estar preocupado. --mencionó el omega Kang. El alfa de la casa había caído rendido en la cama y sus sonoros ronquidos podían ser escuchados por toda la habitación.

TaeHyung sonrió algo incómodo, sin embargo, no alcanzó a ser notado por el anfitrión puesto que la puerta sonó. El rubio se puso en pie y caminó hasta la entrada para abrirla.

--¡Hyung!

--JungKookie. ¿Dónde te habías metido?

--Me pregunto lo mismo, estuve buscándolo por todas partes, hasta que recordé a los Kang.

--Justo ya me iba. Muchas gracias por su hospitalidad.

--Gracias a usted por mi amigo y por mi. --el omega Kang le entregó una sonrisa llena de dulzura. Y TaeHyung no pudo evitar devolvérsela.

--No fue nada. ¡Oh! JungKookie, ¿traes contigo las infusiones?

--Sí. Ni loco las dejo en cualquier parte.

--Excelente. Omega Kang, ¿puede indicarme dónde vive su amigo?

--¿Seokie? El vive en aquella casa, la de techumbre verde por el musgo.

--Muchas gracias. Vamos Kookie. Aún queda trabajo.

Se despidieron y emprendieron camino en el cual TaeHyung le hizo un breve resumen sobre lo que padecía el omega al cual iban a visitar.

El rubio hizo la entrega a un muy agradecido omega y luego JungKook acompañó a su querido hyung a casa.

--Entonces, mañana me invitará el desayuno.

--Pues claro. Lo que mi alfa favorito quiera. --dijo, temblando un poco por el frío, pues no llevaba abrigo al haber salido temprano.

--Ya no soy su favorito y lo entiendo, su esposo es guapo.

--Siempre serás mi favorito, tu omega será el más afortunado.

--Oh, sobre eso-

--¿Así que él es su alfa favorito?

--Lo es. Siempre lo será. Buenas noches, JungKookie. Sé que tu siempre serás leal a mi.

--Siempre, hyungie. Adiós. --se despidió el plateado y corrió hasta perderse.

TaeHyung ingresó a la casa ignorando por completo el mal carácter de su esposo.

--¿No va a decirme nada?

--¿Qué quiere que le diga? --dijo TaeHyung con voz neutra mientras entraba al baño y calentaba agua para asearse.

--Tiene esposo, no debería andar todo el día con otro alfa.

--Y usted no debería permitir que lo abrace y bese otro omega, pero aún así lo hace. Al menos yo sí tengo la consciencia tranquila.

--Eran mi familia, antes de que usted llegara, ellos se habían convertido en ella, no los puedo desechar de la noche a la mañana, así como usted no desechará a su "amigo".

--Mi JungKookie y yo jamás nos hemos besado. Jamás le he gustado ni él a mi y por supuesto, jamás me he acostado con él. Si así fuera, no tendría cara para hablarle siquiera, pero supongo que ustedes no saben lo que es la vergüenza.

--TaeHyung... --susurró el alfa y la mención de su nombre hizo estremecer al rubio. El alfa tomó su brazo y el omega se apartó.

--No me toque. Me da asco que lo haga. Al contrario de usted, yo solo he estado con un alfa. No sé por dónde han pasado sus manos asquerosas, no las quiero cerca de mi piel.

--No me diga eso... por favor. --SeokJin no pudo evitar sentirse triste. Su aroma comenzaba a delatarlo. ¿Por qué su omega no entendía que los Kwon eran como su familia? No era para tanto, ¿o sí?

--A partir de mañana yo dormiré en la habitación contigua. Si esto sigue, veré la posibilidad de que nos separemos, pero seguiré trabajando para esta manada. Ahora váyase, me daré un baño y no le daré el placer de ver mi cuerpo desnudo, si a diario disfruta la compañía de un omega que no soy yo. --sentenció el omega con dureza.

Lo sacó a empujones, cerrando la cortina y sin dejar al alfa seguir explicándose.

Si no le iba a dar su lugar como esposo y Luna, él no le daría el placer de su compañía, aunque su lobo se entristeciera.

*Sí. Inventé un idioma 🤗.

*SI ME SIGUES, PUEDES TENER LA OPORTUNIDAD DE EXIGIRME SUBIR CAPÍTULOS, SERÉ TU OMEGA Y TÚ MI ALFA 🤣.

LOBIU ❤️ 💜