--Lo siento. Lo siento mucho, señor alfa Líder. Pero es importante, muy importante. --JungKook estaba más serio que en toda su vida, pero SeokJin no tenía cómo conocer ese detalle.

--Estamos... ocupados. Ven mañana.

--No lo entiende, es urgente, por favor, llame a mi hyung. ¡Hyung! ¡HYUNG! --llamó el plateado, casi ignorando al muy molesto Líder.

--¿Kookie? ¿Qué ocurre? --TaeHyung salió ya vestido al encuentro de su amigo.

--Perdone que los moleste a estas horas, pero el omega Kang está con contracciones. No son dolorosas, pero son constantes. --informó el plateado.

--Solo lleva gestando seis ciclos lunares. Si su cachorro nace hoy, morirá.

--Por eso vine. Esa viej- la señora Lee llegó al lugar y me echó. No tengo autoridad para frenarla, pero usted sí, por favor, venga. --rogó, volviendo a pasar por alto el semblante molesto del Líder.

--Está bien. Adelántate, iré tras de ti. --Ordenó y JungKook corrió de vuelta más aliviado.

Los esposos se miraron por unos segundos hasta que el alfa resopló.

--¿En serio debe ir?

El alfa frunció el ceño y se cruzó de brazos y es que, ¿acaso ese hombre no sabía que ese gesto al omega en vez de preocuparle lo provocaba? Es que Kim SeokJin, su esposo, era guapo con ganas cuando estaba molesto y su vientre ardió de deseo al notarlo.

--Eso o un cachorro morirá al nacer esta noche. Pero... --TaeHyung se acercó al alfa y rodeó su cuello con sus brazos. --Prometo volver esta noche y abrazarlo.

El alfa miró a su esposo. Le agradaba ver que su ánimo para con él había cambiado. Ya no estaba a la defensiva y se mostraba cariñoso. Su lobo batió la cola complacido por eso.

--Entonces, lo estaré esperando, esposo mío. --el alfa cerró el tedioso espacio entre ellos, atrapó las mejillas del rubio entre sus manos y selló el momento con un dulce beso.

El omega suspiró cuando fue liberado y le otorgó una última sonrisa antes de tomar su abrigo de pieles y salir a paso rápido hacia el hogar de los Kang.

--Te lo dije antes y te lo digo ahora, vas a perder a tus crías siempre, estás defectuoso, nuestra Madre Luna es sabia, ella sabe a quién darle hijos y a quién no. --sentenció la mujer.

--Por eso usted nunca pudo gestar, ¿no? --el omega se defendió.

--No seas insolente, omega inservible, tu alfa pronto buscará un omega competente con el cual procrear. --escupió la anciana con rabia.

--Así le pasó a usted, ¿no? --contraatacó el omega, a pesar de su malestar.

--¡¿Cómo te atreves?! ¡Engendro! --exclamó la alterada mujer.

--¡Basta! Señora Lee. Largo de mi casa. No le voy a permitir que trate a mi omega así. --el alfa Kang había llegado justo a tiempo para escuchar el intercambio de palabras entre su esposo y ella. Había estado esperando afuera como la mujer le había indicado para revisar al gestante hasta que comenzó a oír la discusión.

--¿Y quién más los va a ayudar cuando tu omega aborte otra vez? ¿Ese mocoso albino y el omega foráneo?

--El señor Kang no perderá a su cachorro, de eso me encargaré yo y el "mocoso" aquí presente. Y retírese ahora. Ya escuchó a los dueños de casa. --Esta vez fue TaeHyung quien habló, justo había llegado y JungKook lo había estado esperando afuera.

--Se van a arrepentir. --la mujer se colocó su abrigo indignada. --Cuando tu omega se muera en tus brazos te acordarás de mi.

--Ya váyase, señora, tómese una agüita de melisa o algo, le están saliendo arrugas en las arrugas de tantas agruras que pasa. --le soltó el mocoso de Jeon JungKook.

La mujer se retiró furiosa del lugar dando un portazo.

--Bien. --suspiró el rubio. --¡Alfa Kang! Acérquese. Su esposo necesita de usted. Abrácelo, imprégnelo de sus feromonas hasta que sus aromas se combinen. Voy a hacerle una pequeña revisión a su vientre, mientras tanto.

TaeHyung lavó sus manos y luego de secarlas se acercó a la pareja.

El alfa susurraba palabras dulces y tranquilizadoras a su esposo, quien lloraba en silencio.

--Descubra un poco su vientre. Necesito revisar qué tan constantes son sus contracciones. --el omega asintió y con algo de temor obedeció.

--Es una pancita muy bonita, ¿sabe? Aquí entre nos, es una de las más bonitas que he visto. ¿Cómo hace para que su piel luzca tan hidratada y sin marcas?

--Bue-bueno yo... utilizo aceite de rosa mosqueta. --habló el omega con voz gangosa pero halagado por el cumplido. --Mi madre trajo unas cuantas botellas de la gran ciudad cuando fue hace unos meses.

--Anótalo, Kookie. Necesito uno de esos.

--Anotado, jefecito. --el alfa extendió una taza a TaeHyung.

--Este es un té de manzanilla. --Extendió la humeante taza y el omega la recibió. --No obstante, le quiero dar un consejo. Nunca acepte tés de nadie, menos de personas en las cuales no confía. Prepárelos usted mismo siempre. Este lo preparó JungKookie, solo bébalo si confía en nosotros, no está obligado a hacerlo, pero la manzanilla es un antiespasmódico natural. Ayudará a que sus contracciones se detengan.

TaeHyung comenzó a tantear el vientre redondo del omega, mientras el omega gestante bebió del té algo nervioso.

--Mmm... Sí, está un poco rígido. Omega Kang, cuénteme, ¿qué es lo que hace durante el día? Con detalles, por favor, el día de hoy, ¿qué hizo? --siguió tanteando el vientre con el ceño fruncido, pero prestando atención.

--Esteee, yo... Por lo general me levanto al amanecer. Me aseo y peino. Luego pongo a calentar agua y preparo el desayuno para mi alfa. Cuando él se va, yo comienzo a buscar y preparar los ingredientes para el almuerzo. Hoy no había leña, así que corté un poco, me detuve porque sentí un poco de dolor. Lavé los trastes sucios, limpié la casa, cambié las sábanas y moví la cama de lugar porque a mi esposo no le gusta que le dé el sol en la cara cuando despierta. --El alfa asintió con una sonrisa en acuerdo. --Luego preparo la comida y mi esposo llega y comemos juntos. Él se va y yo lavo los trastes, luego voy al río a lavar ropa, hoy fueron las sábanas, luego las tendí afuera. Ahora que recuerdo no las he recogido...
«Después tejí un poco de ropa para el bebé y me puse a remendar la que estaba rota. Limpié los pisos, fregué el cuarto de baño y cuando estaba listo para darme un baño, comencé a sentirme mal...

--¡Y le parece poco! ¿Acaso quiere morir? --lo regañó JungKook y el omega miró a su esposo por apoyo.

--¿Se da cuenta que sus embarazos son de riesgo y aún así corta leña y va al río a lavar ropa? --añadió TaeHyung.

--Si no lo hago yo, ¿quién más lo hará?

--Pues su esposo.

--Pe-pero soy un alfa. --se defendió el aludido.

--Un alfa que pronto quedará viudo si sigue siendo así de desconsiderado. --reclamó el plateado.

--Pero... yo no puedo ir a lavar ropa como los omegas.

--Hyung, yo he ido a lavar ropa al río y también van algunos alfas. --acusó Jeon.

--No tiene excusa entonces, alfa Kang. Su omega está en riesgo, cada vez que hace esfuerzo físico su vientre se contrae. Ahora cuénteme su día, ¿qué es lo que hace usted?

--Pue-pues yo hago cosas muy importantes. Yo me levanto, me aseo y tomo el desayuno que prepara mi omega. Luego visito a un par de amigos, compartimos un poco de hidromiel. Después fumamos y conversamos cosas muy profundas. Almuerzo con mi omega, a veces lo mimo o le traigo alguna fruta o flores, le gustan mucho las flores. Una o dos veces a la semana salgo a cazar o pescar y luego vuelvo a casa, me doy un baño y voy a dormir o copulamos y luego dormimos.

--Por eso está tan gordo... --murmuró JungKook.

--¿Y llega muy cansado? --inquirió el rubio cruzándose de brazos.

--Claro que sí.

--Eso no es nada. A partir de mañana usted hará la mitad de las tareas que su omega hace. Cortará leña, lavará la ropa y los trastes. Acarreará las verduras y lavará los pisos. Eso es solo la mitad. Y cuando termine quiero que me diga si está realmente cansado o no. --determinó el rubio y el alfa Kang asintió. --¿Como se siente ahora omega Kang?

--Me siento mucho mejor, ya no estoy tenso ni adolorido. Gracias.

--Perfecto. Nos quedaremos un par de horas solo para asegurarnos que todo esté bien.

--JungKookie, despierta. Ve a casa. Todo está bien. --La voz dulce de TaeHyung despertó a su colega.

--¿Y usted?

--Yo también iré a casa. Pronto amanecerá.

--Entonces, lo acompañaré, hyung.

Caminaron en silencio, puesto que el alfa iba más dormido que despierto, hasta que ambos llegaron a la cabaña del Líder de la manada.

--Buenos noches, hyung.

--Ve con cuidado, Kookie.

TaeHyung entró al lugar y cerró la puerta tras él. Se quitó el pesado abrigo y lo colgó en la entrada. Caminó hasta el dormitorio y con un poco de dificultad por la poca luz notó que el alfa dormía. Suspiró cansado por el sueño y se quitó el calzado y su ropa, quedando solo en ropa interior.

Se metió en la cama y se acercó al alfa, abrazándolo por la espalda para prontamente dormirse.

JungKook caminó casi a tropezones al hogar de Kim Namjoon y es que el sueño era tanto que incluso cree que durmió mientras caminaba. Esperaba que esta vez si pudiera entrar a la casa pues necesitaba dormir en un lugar cómodo y no en el suelo como hace dos noches.

Llegó al lugar y para su desgracia el alfa seguía con el omega ahí dentro. No era solo que lo podía oler desde afuera, si no que además eran bastante ruidosos aún en la madrugada.

Se sentó un momento en el tronco que el alfa mantenía afuera y suspiró. Agradecía ser un lobo del Ártico, pues no sentía tanto frío, pero extrañaba su cama, no la de esa casa, si no que la que había abandonado en el Valle y que con esfuerzo había construido.

Ahora volvería a dormir en el suelo, como lo hizo cuando quedó sin hogar hace unos años.

Quiso mirar las estrellas, pero el cielo estaba cubierto de nubes pues era otoño y aunque no había llovido mucho, siempre amanecía parcialmente nublado y luego se nublaba complemente.

Otra noche sin un lugar al cual pertenecer. Aunque...

Recordó esa cabaña abandonada, esa que incluso el señor alfa guerrero le había mencionado que podían acomodar para él. Estaba más abajo, adentrada en el bosque y a algunos metros del río. ¿Qué perdía con ir a verla?

Así que caminó hacia el lugar alejándose de la ruidosa cabaña del alfa guerrero y solo iluminado por la luna a través de las nubes y un par de minutos después estaba frente a la dichosa casita que sí, lucía abandonada y deteriorada, pero tenía un techo.

Forzó la puerta y entró. No veía nada, tampoco tenía fuego para iluminarla, pero lo solucionaría durante el día. Al menos ahí dentro no corría tanto viento y si dormía en esas tablas, era mucho mejor que dormir en el musgo y la humedad.

Así que, buscó un rinconcito, se acurrucó bien y se durmió del puro cansancio.

.....

TaeHyung se removió con frío entre las mantas. La cama estaba fría a su lado. Comprendió apenas sintió la luz ingresar por una de las rendijas de la cabaña que ya era muy de día. Se desperezó y se removió entre la cama tratando de levantarse.

Finalmente y con mucho esfuerzo lo logró. Entró al baño y se aseó. Salió para vestirse y aunque sospechaba qué podía haber pasado, de todas maneras buscó a su esposo en la cabaña. Frustrado al verificar que no estaba, decidió peinarse y salir.

Caminó por el pueblo y se sintió mejor cuando varios omegas lo saludaban con una sonrisa.

Deambuló un par de minutos hasta que logró ver a su esposo salir de una de las casas y detrás de él a un omega quien atrapó su brazo y parecía rogarle algo. El alfa negaba e intentaba quitar su brazo, pero el insistente omega volvía a tomarlo y TaeHyung lo reconoció, era el omega que había besado a su esposo un día antes de su boda.

Algo extrañó se instauró en el estómago del rubio y sintió como si en vez de saliva tragara fuego.

De alguna manera el alfa sintió esa molestia a través del débil lazo y divagó con sus ojos hasta ver a su esposo a lo lejos, justo cuando el omega encimoso y sin amor propio depositaba un beso en la mejilla de SeokJin.

TaeHyung alzó las cejas y negó con la cabeza antes de volver por donde vino. Escuchó los rumores de los curiosos entre el pueblo y sus ojos se llenaron de lágrimas.

--Nanz alpha trout pükna... --murmuró con una ira que lo consumía y en una lengua casi extinta.