Narradora omnisciente:

Mikasa caminaba persiguiendo a la señora Jeager por toda una tienda de zapatos.

—La primera de las normas de técnicas y tácticas para conquistar a un hombre es el aspecto— decía la mayor mientras la azabache solo veía a su alrededor aquellos hermosos zapatos de tacón que se encontraban exibiendose por todos lados —A nuestro chico le gustan las mujeres con buen gusto—

Dicho esto Mikasa fue sometida a una gran cantidad de pruebas de zapatos. En el vestidor parecían no caber más. En la tienda también había ropa, era elegante y esto facilitó que se probase los conjuntos completos.

—La segunda de las normas de técnicas y tácticas es llevar unos buenos zapatos de tacón. Sin embargo al caminar con ellos debe parecer que andas tan cómoda que como cuando usas unas deportivas— la mujer hablaba mientras la pobre Mikasa caminaba de un lado a otro con aquellos zapatos hermosos, pero muy altos e incómodos. Se tambaleaba de un lado a otro caminando por el pasillo que formaban las filas de percheros de ropa.

—Ay dios mío... Se ve que nunca has usado y sabes caminar con estos zapatos— la castaña lleva una de sus manos a su frente y la chica solo se encoge de hombros —Vamls a hacer algo, te vas a llevar estos zapatos para tu casa ¡Y los usarás día y noche! ¿Está claro?— dice con tono autoritario y la chica hace una muñeca de queja.

—¿Eh? ¡Pero son muy incómodos! ¡No puedo llevarlos todo el día!— responde quejándose, sabía que sería una pesadilla llevar aquellos tacones todo el tiempo.

—Jaja, cielito, para una mujer la belleza y la comodidad son inversamente proporcionales. ¡Mientras más incómoda, más hermosa te verás! Sonríe— dice sonriendo.

—¡Ay! ¡Me duelen mucho los pies!— dice haciendo puchero.

—¡Aay! ¡Sonríe! Debes sonreír aunque camines sobre cristales rotos. A los hombres les gusta ver a las mujeres positivas y radiantes de felicidad. Por eso sonreímos hasta que nos casamos, y es a partir de ahí cuando empezamos a poner mala cara. Jaja— dice divertida y la chica solo maldice internamente.

—¡Aaaaay! ¡Mis pies!— se queja Mikasa mientras camina en dirección a la sala de su apartamento, llevaba tacones, los usaba ya que debía acostumbrarse según la señora Jeager.

—Mikasa, ¿Por qué llevas esos zapatos?— dice un chico desde el sofá, de baja estatura, cabellos finos y negros, y unos bellos orbes grises azulados.

—¡La señora Jeager dice que debo acostumbrarme porque en el trabajo debo llevarlos! ¿Y adivina qué? ¡Es todo el día!— dice sentándose de un tirón al lado de su hermano mayor.

—Mmm, esa señora te va a consumir en dos días— sonríe de lado.

—Si ya ves— dice levantando ambas cejas y suspirando.

—Quiero que me digas todo lo que te dice— el chico ya estaba enterado del trabajo que le habían propuesto a Mikasa, después de todo era su única familia a parte de su hermana que estaba en el hospital.

—Vale, pero no sé si servirá de mucho—

—¿Por qué? ¿Crees que soy estúpido o qué?— dice mientras frunce el seño.

—No Levi, no seas tonto, es que va a ser por gusto, ni yo la entiendo— se encoge de hombros.

—Ah, vale— ríe momentáneamente.

—¿Mmm? ¿Qué haces que no estás con tus amigos o en el bar? Es extraño que estés en casa por las tardes— el hermano de Mikasa los mantenía, Mikasa solo aportaba pequeñeces ya que su salario era mínimo. Levi trabajaba como dueño de un bar, normalmente iba todas las tardes a supervisar el desempeño de los trabajadores en ese lugar, por lo que era extraño no estuviese a esas horas allí.

—Pues ha habido problemas con mi auto, mañana lo llevaré a arreglar— dice mientras acomoda el gorro negro de su cabeza.

—Ah, está bien—

—Por cierto, ¿Qué pasó con el dinero para la cirujía de—

—Ya lo tengo— dice interrumpiéndolo —Mañana mismo comenzaré a hacer los trámites para que operen a nuestra hermana— dice con la mirada entristecida.

—Oye, no te preocupes— dice mientras coloca una mano detrás de su espalda —Todo saldrá bien, ya verás—

A Mikasa le fue difícil convencer a Levi para que le permitiese aceptar la oferta, aunque ya la había aceptado quería pedirle "permiso". El chico normalmente no aprobaría ese tipo de trabajo, pero considerando la paga, sería totalmente beneficioso, por lo que decidió aceptar.

"—Mira este es Reiner, él te enseñará todo lo que necesitas saber acerca del trabajo en la empresa—"

Eso era lo que había dicho la señora Jeager antes de que Mikasa comenzase a entenderse con las computadoras siendo tutoreada por un chico rubio, de ojos azules y alta estatura.

—La señora Jeager no me cuenta nada acerca de su sobrino, no sé ni siquiera cuál es su rostro— le dice la azabache al rubio mientras paran lo que estaban haciendo.

—¿Ella no te dice nada? Pues a mí no me mires— El chico es uno de los contactos de la señora Jerger en la empresa, él es el encargado de lo que es la parte de la informática allí. Está enterado de la propuesta pero se le avisó que no debe enterarse nadie.

Hola a tod@s, sé que está cortito el cap, pero es que estoy en etapa de exámenes y estoy muy atareada con los estudios, aunque no se preocupen pronto actualizo, en cuanto tenga tiempo. Espero les esté gustando la historia ^~^