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Parte 2

Notita: escuchar la cancion de arriba mientras lees. 🥰


Jungkook caminaba de un lado a otro mordiéndose las uñas, evidenciando lo nervioso que se encontraba. Mientras su caminar alteraba y desconcentraba al chico que estaba en el comedor de aquel departamento mirando la computadora.

—Deja de moverte Jungkook, me pones de nervios.

—Yo también lo estoy Nam, por favor dame buenas noticias.

—¡Bingo! Lo tengo Jungkook - el moreno tomó un papel para anotar lo que recién había encontrado.

—Gracias Nam, te debo otra, prometo que te recompensare - se acercó hasta Nam para darle un beso en la mejilla haciendo que el moreno se pusiera nervioso por la acción - eres mi hacker preferido.

—Uno, soy el único hacker que conoces y dos, bien sabes como me puedes recompensar - se levantó para rodear la pequeña cintura de Jungkook con sus brazos - sal conmigo y no en plan de amigos, Kookie, sabes bien lo que siento por ti.

Las mejillas del menor se pintaron de rojo por las palabras de Namjoon, él sabía que Namjoon estaba enamorado de él y Jungkook sentía lo mismo, pero no se sentía preparado para iniciar algo y menos con la situación de Jimin.

—Prometo que tendremos una cita, lo haremos cuando Jimin se recupere y esté bien.

—Pequeño, deberías de ir haciéndote a la idea de que Jimin sólo estará con nosotros poco tiempo más, tú mismo lo dijiste cada día está peor y si no comienzas a asimilarlo desde ahora será muy difícil para ti cuando pase - Namjoon lo atrajo de nuevo hacia él y lo abrazo tan fuerte como pudo, quería que supiera que él estaría para el menor para siempre.

Jungkook no pudo retener sus lágrimas y estas salieron una tras otra. Sollozo y por primera vez en meses se permitió llorar. Siempre estuvo fuerte para Jimin, no lloró cuando lo diagnosticaron con cáncer, tampoco cuando lo veía llorar por las noches por su desdichada vida; ni cuando le dijeron que el medicamento no funcionaba y sólo debía esperar por su muerte, mucho menos a llorado frente a él por como lo ha visto extinguirse poco a poco, se aguantó las ganas de llorar cuando tuvo que rapar a Jimin por que su cabello se caía poco a poco, verlo en la situación tan deplorable en la que estaba le partía el alma, por que ya no quedaba nada del chico que era. Su luz y su vida se estaban extinguiendo.

Ahora podía llorar y liberarse un poco de la carga que tenía sobre él, lloro y lloro hasta que se sintió un poco más tranquilo. Se alejó de su hyung y limpió sus mejillas.

—Muchas gracias hyung, ¿me acompañaras a verlo? - preguntó Jungkook, al tiempo que guardaba la nota en su bolsillo.

—Lo mejor sería que yo vaya a donde Jimin y me quede con él.

—Tienes razón hyung, él no debe estar solo, cualquier cosa te llamo, deséame suerte - se acercó y depositó un beso en la mejilla del mayor para después salir en busca de cierto pelinegro.

Llegó a la dirección que Namjoon le había dado y con un poco de duda entró al edificio y subió al piso indicado. Una vez frente a la puerta correcta volvió a dudar en tocar, sus manos sudaban y no estaba seguro de lo que estaba por hacer, probablemente Jimin no se lo perdonaría pero algo de dentro de él le decía que ellos merecían otro final. Estuvo a punto de tocar pero su mano quedó con el puño en alto pues la puerta fue abierta. Se quedaron un rato mirándose ambos hasta que el mayor rompió el silencio incómodo.

—¿Te puedo ayudar en algo?

—Mmm... sí... es sólo que, no sé por dónde comenzar o qué decirte.

—Sólo di a lo que viniste y listo, no es mucha ciencia —respondió el peligro un poco molesto. Jungkook no tenía la culpa de que su relación fracasara pero le recordaba a Jimin y no quería saber nada de él porque su corazón aún dolía—

—Es que, es un tema delicado Yoongi, ¿podría pasar para poder hablar tranquilos? —preguntó el menor un poco nervioso.

—Lo siento, pero llevo prisa, sólo dí lo que tengas que decir y vete.

—Bien, Jimin está en... —fue interrumpido por el pelinegro—

—Debí adivinar que se trataba de Jimin —rodó los ojos y cerró la puerta detrás de él— no me interesa nada que tenga que ver con Jimin, por mí puede morirse y pudrirse no me interesa, dale mi mensaje —Yoongi pasó por un lado del menor y caminó hasta el elevador. Antes de que se cerraran las puertas Jungkook logró meter la mano y entró con él. Yoongi lo miró confundido y apretó el botón de la planta baja, el elevador comenzó a moverse—

Jungkook tenía los ojos llenos de lágrimas, Yoongi no sabía lo que decía y tampoco sabía que tanto le dolerían esas palabras. Pero él llegó a su departamento con un objetivo y no se iría hasta que lo consiguiera.

Tocó el botón de paro de emergencia y el elevador se detuvo de golpe asustando a Yoongi. Este lo miró con el ceño fruncido e iba a tocar el botón de nuevo pero Jungkook se lo impidió.

—Vas a escucharme quieras o no — habló Jungkook decidido y tragándose el nudo que sentía en la garganta— primero te recomiendo que cuides tus palabras por que pueden hacerse realidad, segundo Jimin se equivocó, ¿Okay?, no supo hacer las cosas y entiendo que ahora lo odies pero no hay tiempo para rencores Yoongi, él está en estos momentos en el hospital —al escuchar la palabra hospital el semblante del mayor cambió drásticamente de un molesto a uno con miedo y confusión.

—Todo lo que viste aquella tarde en su departamento fue montado por él, yo estaba ahí, él solo quería que te alejaras de él porque tiene cáncer y...—sintió las lágrimas bajar una por sus mejillas— y ya no hay nada que podamos hacer por él. Yo vine aquí porque creo que merecen un mejor final ambos, para que después no haya arrepentimientos, Jimin te ama demasiado, su madre murió de cáncer también, él sabía el infierno que se pasa al lado de una persona enferma de cáncer y no quería eso para ti. No puedo obligarte a ir a verlo pero espero puedas considerarlo por lo menos para que te despidas de él.

Jungkook volvió a presionar el botón y el ascensor se movió nuevamente, una vez se abrieron las puertas, Jungkook salió.

—Está en el hospital central.

Se dio la vuelta y desapareció por las puertas principales del edificio Yoongi no podía procesar lo que le había contado Jungkook, no entendía en qué momento sucedió todo eso, Jungkook no le había dado más detalles, y le dejó el sentimiento de que había sido un hijo de puta con el menor. Ahora se arrepentía de no haberlo dejado entrar a su casa. Su celular sonó regresándolo a la tierra y recordándole que tenía una cita importante.

Pasaron algunas semanas desde que Jungkook visitó a Yoongi y éste último no había dado ninguna señal de vida, al parecer podía más el rencor que está oportunidad de despedirse de Jimin.

Jungkook estaba sentado en el sofá mirando a su amigo dormir. El corazón se le apretujo, daría lo que fuera por ver al Jimin de antes y que su enfermedad nunca existiera. Lo veía tan mal y tenía miedo que el final se acercara porque él no estaba preparado para eso, a pesar de pasar por todo esto juntos, no lograba entender por que a su mejor amigo con tan sólo 21 años, la vida se le estaba escapando.

Unos toquecitos sonaron en la puerta y después está fue abierta, Namjoon asomó su cabeza y le hizo una seña con la mano para que saliera.

—¿Qué pasa Nam?—preguntó el menor limpiando sus ojos.

—Cuando venía hacia acá, vi a un chico muy parecido a Yoongi en la recepción.

El menor abrió los ojos sorprendido y caminó rápido hacia los elevadores, Yoongi salió de uno de ellos se acercó hasta Jungkook y rasco su nuca.

—Lamento haber tardado tanto en venir, pero no sé como explicar lo que siento en estos momentos tampoco podía asimilar lo que me dijiste tengo muchas preguntas —habló Yoongi, un poco apenado por haberse tomado tanto tiempo para meditar toda la situación—

—Jimin está dormido ahora mismo pero en lo que despierta puedo responder todas tus preguntas.

Yoongi asintió y caminaron hacia la habitación de Jimin, entonces algo hizo que Yoongi se detuviera de golpe.

—¿Qué hace este imbécil aquí? — preguntó con evidente molestia, no entendía que hacía ahí el tipo con el que lo había encontrado aquella tarde en su habitación. Se acercó a Namjoon amenazante, Jungkook logró detenerlo antes de que cometiera una locura.

—Tranquilo, Namjoon es un amigo de nosotros, recuerda que te dije que lo de esa noche había sido montado por Jimin, en realidad no estaban haciendo nada, Namjoon estaba vestido de la cintura hacia abajo, al igual que Jimin.

Yoongi se tranquilizó a duras penas y siguió al menor hasta una habitación. Cuando entró lo que vio le destrozó el corazón, él sabía que el cáncer era una enfermedad que te acababa pero nunca imaginó ver a Jimin en ese estado. Él menor dormía, su piel había perdido el color, se veía pálido, en su cabeza ya no estaba aquella hermosa mata rubia y sedosa que le encantaba tocar a Yoongi . Ahora sólo estaba un gorro de lana que tapaba su calvicie, unas ojeras bastante oscuras se veían alrededor de sus ojos, sus hermosos labios ya no tenían ese hermoso color rojizo ahora eran pálidos y estaban cuarteados, estaba bastante delgado y no pudo evitar soltar un pequeño sollozo que se le escapó, de inmediato tapó su boca para no despertar a Jimin.

Jungkook lo tomó de los hombros y lo ayudó a sentarse en el sofá, le dio tiempo a procesar la imagen, él sabía lo duro que era ver a Jimin en ese estado por que aunque él lo vio poco a poco marchitarse, le era difícil verlo así.

Una vez calmado, Jungkook le contó todos los detalles de la tragedia, Yoongi se odió a sí mismo por no insistir más y por no estar más al pendiente de Minnie. No aceptaba que la etapa en la que él estaba era la terminal, se aborreció por alejarse de él tanto tiempo, por creer en lo que vio, por no regresar y pedir una explicación, pero si era imbécil. Ahora ya no era tiempo de lamentaciones, ahora podía despedirse de Jimin y pidió estar los últimos momentos con él, podía hacerlo feliz lo que le quedaba de tiempo y él iba a aprovechar eso.

Jimin comenzó a removerse en la cama poniendo en alerta a los tres chicos que estaban en la habitación. Jungkook se acercó primero para averiguar si Jimin necesitaba algo. En efecto, necesitaba agua, de inmediato Jungkook le ayudó a beber un poco del vaso con popote.

—Minnie, tienes una visita, pero es importante que no te alteres, y le permitas estar aquí por favor —habló Jungkook, una vez terminó Jimin de beber agua, asintió ante las palabras de su amigo, no sabía quien era su visita y tampoco quería pensar mucho en eso. Jungkook le hizo una seña a Yoongi para que se acercara y así lo hizo—

Sus ojos volvían a encontrarse después de tantos meses separados, Yoongi no quería quebrarse ante Jimin pero era casi imposible mantener la postura frente a él, difícil era poco para describir la sensación que en ese momento sentía. Jimin bajo la mirada llorando de inmediato, el pelinegro se apresuró a tomarlo entre sus brazos y abrazarlo tan fuerte como le era permitido, los hombros de Jimin se sacudían por el llanto, ver a Yoongi frente a él era algo para lo que no estaba preparado, Yoongi no podía verlo en ese estado, no cuando estaba muriéndose, él debe recordarlo como era antes, sonriente, alegre, feliz. No postrado en una cama. Pero de algún modo se sentía feliz de tenerlo ahí, sentía esa calidez que sólo los brazos de Yoongi podían transmitirle, la paz y el amor que siempre sintió a su lado. Agradecía infinitamente por esta oportunidad de decirle una vez más cuando lo ama y que lo amara por siempre.

—Amor tranquilo, no llores más por favor, perdóname por ser tan imbécil, por no estar aquí contigo. Perdóname Minnie, por favor y no llores más . Seamos felices el tiempo que se nos permita —el pelinegro le hablaba a Jimin mientras lo sostenía en sus brazos, sintiéndolo sumamente frágil—

—Yo no quería que me vieras de esta manera, Yoonie —habló con dificultad Jimin por falta de aire, se escondió en el cuello del pelinegro—

—¿Por qué no, amor? Si estás precioso Jiminie, hermoso, mírame —lo tomó de sus delgadas mejillas y lo sacó de su escondite haciendo que lo mirara—

—Déjame hacerte feliz por favor, permíteme estar cerca de ti hasta tu último suspiro.

El pelinegro se acercó a la boca de su menor para darle un cariñoso beso, luego de que este asintió ante su petición.

Los días iban pasando y el estado de Jimin se iba deteriorando cada vez más rápido. Yoongi jamás se separaba de él, quería aprovechar cada segundo, aunque a estas alturas no había mucho que disfrutar pues Jimin ya no podía levantarse de la cama, él sólo abrir los ojos y sentarse era demasiado para él, sus energías se iban junto con sus sonrisas espontáneas que lograba sacarle el pelinegro, el pequeño brillo que Yoongi había visto la primera vez que llegó al hospital ya no estaba. Jungkook y Namjoon también estaban con él, pero afuera de la habitación de vez en cuando entraban a ver a Jimin, pero la mayor parte del tiempo preferían darles su espacio.

—¿Entonces me ayudaras, Kook?

—¿Pero es seguro, Yoongi?

—Por supuesto, hable con el médico y me lo autorizó, siempre y cuando Jiminie no haga esfuerzo alguno, ya está todo planeado, sólo debes ir por él al aeropuerto y traerlo.

—Está bien Min, mañana estaremos aquí a primera hora, sé que esto lo pondrá feliz.

—Lo sé, este siempre fue parte de nuestros sueños, así que quiero cumplirlo con él, antes de que se vaya.

—Tranquilo bro, no nos pongamos melancólicos aún, mañana será un gran día.

Cuando se fue Jungkook, Yoongi regresó a la habitación, se recostó a un lado de Jimin abrazándolo.

—Yoonie ¿puedo pedirte un favor? —preguntó Jimin con un poco de dificultad.

—Claro amor, con calma, ¿si?

—Prométeme que volverás a amar y que no dejarás que  mi recuerdo  te  aleje de  las personas y que no te cerraras a nuevas oportunidades —hablo entrecortado por la falta de aire—

—¿Porqué qué me dices eso cariño?

—Por qué quiero que seas feliz Yoonie que te vuelvas a enamorar y formes una linda familia.

Yoongi no quería hacer esa promesa, él sabía que una vez Jimin se hubiera ido él cerraría su corazón por completo y no volvería a amar a nadie, pues ese amor sólo le pertenecía a Jimin pero lo tuvo que hacer, por la tranquilidad de Jimin.

—Lo prometo cariño, cuando encuentre al indicado no me cerraré al amor.

—Gracias Te amo demasiado y siempre lo haré me haces inmensamente feliz en estos momentos.

—También te amo, Minnie y lo haré siempre porque tú eres el amor de mi vida cariño.

Jimin se acercó a Yoongi y lo besó, poco a poco ese beso se fue intensificando, pero pararon por la falta de aire de Jimin. Ambos se acurrucaron y se dijeron el último "Te amo".

Yoongi se durmió pensando en el gran día que tendrían al día siguiente, llevaba días planeándolo y lo emocionaba el pensar que mañana estarían legalmente casados. Haría realidad uno de los tantos sueños de Jimin porque era para lo que tenían tiempo, así que se durmió con una gran sonrisa en su rostro deseando que amaneciera pronto.

Por otro lado Jimin se sentía inmensamente feliz por tener al pelinegro con él, por que a pesar de lo que hizo para alejarlo, él estaba ahí demostrándole cuánto lo ama y eso le llenaba el alma y el corazón de alegría y dicha. No había mejor manera de irse que estando entre los brazos de la persona que más ha amado. Quería quedarse siempre ahí, en los brazos de Yoongi sintiendo la calidez de su cuerpo y con una sonrisa se durmió para jamás despertar. Se sentía pleno y listo para dejar de luchar, ya todo se había dicho y era momento de partir a reunirse con su madre que tanto extrañaba.

Yoongi despertó descansado y feliz, se removió un poco y miró la hora del reloj, ya pronto serían las ocho de la mañana, Jungkook estaba por llegar con el juez, así que se giró para despertar a su pequeño.

—Amor, despierta, hoy es un gran día, hey bebé, es hora de despertarse - lo removió pero el menor no abría los ojos.

—Vamos cariño, no seas perezoso que hoy será el mejor día de tu vida —seguía sin obtener respuesta así que le dio un ligero beso en los labios pero se estremeció al sentirlos fríos.

Le tocó las mejillas, las manos y pasó lo mismo, una ráfaga helada se coló por todo su cuerpo.

—Minnie, no me hagas esto por favor, no hoy, no ahora, despierta ¿si?, por favor bebé, por favor Jiminie, por favor —lo zarandeó para despertarlo pero el menor no lo hizo. Había dejado de tener pulso durante la madrugada cuando Yoongi dormía plácidamente entre sus brazos.

—Por favor Jiminie, despierta, carajo, despierta —sus lágrimas salieron y su vista se nublo, el nudo en la garganta que sentía ya no lo dejaba hablar así que sólo se acostó de nuevo con el menor y lo abrazó. Lo abrazo tan fuerte mientras lloraba por su partida, por que él no estaba listo para dejarlo ir—

Jungkook y Namjoon iban ingresando al piso donde estaba Jimin, esperando ya todo estuviera listo para su boda, pero al llegar a la habitación se percataron que habían varios enfermeros en la entrada murmurando y algo en él se alertó, entró tan pronto como le fue permitido y vio a Yoongi aferrado a Jimin llorando, Jimin no se movía se veía más pálido que de costumbre, el médico de Jimin le hablaba a Yoongi y este sólo negaba aferrándose más a Jimin y Jungkook lo entendió, su amigo se había ido.

Cayó de rodillas haciendo estas tronar por el golpe, el dolor era nada para lo que sentía en esos momentos, su amigo y hermano del alma se había ido para siempre, jamás regresará y eso le partió el alma. Sollozo y lloro sin contenerse.

—¡nooooo, Jimin, regresa no me dejes por favor! ¡Jimin, Jimin, Chimmy¡ ¡¿por qué te fuiste?! ¿¡por qué me dejaste!?

Namjoon fue a su lado y lo sostuvo entre sus brazos. Lo ayudó a levantarse y se acercó a Jimin para despedirse y verlo por última vez.

—Yoongi, vamos chico, tienes que dejarlo, tenemos que prepararlo.

Min negó con la cabeza, no podía hablar, el llanto se lo impedía. Él no quería alejarse de Jimin, no podía, él le prometió estar con él siempre y se negaba a aceptar que su "para siempre" terminara aquí.

Tardaron cerca de una hora para poder retirar a Yoongi del lado de Jimin, Jungkook hizo hasta lo imposible por que lo dejará; Min se terminó aferrando a Jungkook y es que él sentía que si no se sostenía de alguien no podría levantarse o poder seguir adelante por que ganas de aventarse de un puente le sobraban. Lo único que en ese momento quería era ir a alcanzar a Jimin y quedarse con él donde sea que él estuviera para siempre.


Mientras enterraban el cuerpo de Jimin recordó una conversación que tuvieron antes de que terminaran.

Jimin estaba en sus brazos, terminaban de hacer el amor y Jimin se preguntó por que no podían tener hijos los hombres, era algo injusto ya que él deseaba y anhelaba tener en su vientre un hijo de Yoongi.

—Yoonie, si nosotros no podemos tener hijos ¿a dónde crees que vayan estos? —Yoongi lo miró un poco pensativo.

—a Saturno, cariño, suena un buen lugar para que descansen nuestros retoños y cuando estemos viejitos y muramos, ahí iremos, para pasar el resto de la eternidad con nuestros hijos, con nuestra familia.

—Espérame ahí, mientras disfruta de la compañía de nuestros hijos que en algún momento yo me reuniré con ustedes. Te amo Minnie y siempre lo haré, por favor no dejes de amarme mientras llego. Prometo no tardar mucho.

Dejó una flor blanca en su tumba, miró al cielo, limpió sus lágrimas y después de recitar de nuevo un "te amo" se fue de ahí.


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