extra
Habían pasado ya 7 años desdé que la flor de Jimin se marchitó, Yoongi había visitado su tumba diario durante 2 años, pero después su tiempo comenzó a escasear y fue casi imposible visitarlo diario, cuándo tenía tiempo libré no dudaba en ir a verlo y contarle sobré su día.
Hace tres años Yoongi había dejado de visitar su tumba púes sentía que el ir seguido no lo ayudaba a superar su muerte, también tenía en cuenta la promesa qué le había hecho de no cerrarse al amor y es qué hace 5 años conoció a un chico que le agradaba bastante, alto, hermoso y con una risa peculiar que le había robado el corazón.
Decidió iniciar una relación con él pero todo se fue a la basura después de unos meses púes Yoongi no podía dejar de comparar a su actual pareja con Jimin la luz de sus días oscuros.
Así que Yoongi decidió renunciar al amor, aunque constantemente se encontraban, el pelinegro no podía seguir negando que ese chico alto le robaba los suspiros y hacía latir su corazón demasiado rápido.
Un año después de haberse separado decidió Yoongi dar por cerrada la hermosa historia que vivió con Jimin, tenía que hacerlo para poder avanzar y eso no significaba que dejaría de amarlo ni mucho menos que lo olvidaría.
Hoy después de 3 años de no venir estaba parado frente a su tumba nuevamente, con un tarjeta gris y un abrigo negro que lo cubría del frío, exactamente se cumplían 7 años de su muerte Y creyó prudente venir a visitarlo de nuevo.
—hola Jiminie se que te abandone mucho tiempo y espero no estés molestó, tu sabes por qué lo hice, pero ahora qué ya estoy sanado puedo regresar a verte, también quería venir por que tengo que Contarte algunas cosas que sucedieron. Recuerdas al chico del que te hable, púes tenías razón él es el indicado y ese fue uno de los motivos por el cual no había regresado, hace dos años me case Jiminie, es un hombre magnífico y lo amo con locura, sabes que a ti siempre te tendré en mi corazón. Te extraño demasiado pero la luz con la que él me alumbra es capaz de ayudarme a levantarme y seguir adelanté.
—cariño disculpa la tardanza— se acercó a Yoongi un hermoso hombre alto de piel nívea que llevaba un abrigo rosa pastel. Yoongi lo miró con dulzura, lo tomó de la mano y le sonrió.
—Jiminie te presento a Seokjin, Min Seokjin mi esposo, amor te presento a Jiminie.— Seokjin hizo una reverencia de 90 grados hacia la lápida.
—mucho gusto Jimin, Yoongi me contó tanto de ti, me hubiera encantado conocerte y ver lo maravilloso que bailabas, te prometo que cuidaré de él y lo amare como tu lo hubieras hecho hasta que él pueda volver a reunirse contigo.
—cumplí varios sueños que teníamos, me convertí en el mejor arquitecto que corea pudiera tener, me case y forme una linda familia también, quiero presentarles a mis hijos los adoptamos hace un poco más de una año. El castañito de aquí se llama Taehyung y el pelinegro de aquí se llama Jimin en tu honor. —señaló Yoongi a los dos niños de 4 años que estaban tomados de la mano detrás de Jin.
—bueno cariño, creo que es momento de volver a despedirnos, prometo venir en cada aniversario y platicarte sobre mi vida. Espera un poco más por mi porque ahora tengo que ver por dos pequeñas personitas.
Se agacho a dejar un beso con la mano sobre la tumba de su gran amor para después tomar de la mano a su esposo, a sus hijos y salir de ahí para vivir por él y por Jimin.
—¿Yoongi?— se detuvo cuando escuchó ser nombrando encontrándose con Jungkook y Namjoon, este último traía a un pequeño de la mano un poco más grande que sus hijos.
—Jungkook que gusto volver a verte— lo abrazo para después saludar a Namjoon.
—hace mucho no sabíamos de ti, veo que has hecho una hermosa familia, te felicito es lo que Jimin hubiera querido.
—lo se— los presento y a sus pequeños también, Jungkook derramó una lágrima cuando escuchó que uno de los pequeños se llamaba Jimin
— Agradezco que me hiciera prometerle que no me cerraría al amor, porque de ser así ahora no estuviera con mi esposo y no tendría estos hermosos niños.
—me alegro por ti Yoongi, pero no les quito más el tiempo, Yoongi, por favor no desaparezcas y vengan a la casa, sabes donde vivimos.
—gracias Jungkook es un hecho, nos reuniremos para que nuestros hijos jueguen, me dio mucho gusto verte y saber que todos están bien. Cuídense.
Se volvieron a dar un abrazo y cada quien siguió su camino.
Todo había resultado bien para cada uno de ellos, eran felices y aunque aún les pesaba la muerte de Jimin ahora dolía un poco menos que antes. Porque sabían que desde Saturno Jimin los veía vivir su vida plenamente feliz como él siempre quiso que fuera. Porque él También lo era en compañía de sus dos pequeños que siempre quiso tener con Yoongi, Min Taehyung y Min Sana
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