Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

1 🪐

Cuento los días para volver a vernos, aunque en este momento todo es mejor de lejos

Hyunjin tomó un fuerte suspiro cuando las manos de Somi serpentearon por todo su pecho hasta su cuello, masajeando éste con la suavidad de sus pequeñas manos. Gruñó algo molesto, pero bien sabía que eso no sería ningín impedimento para la mujer.

—Jinnie... hoy tenemos otra cita con la doctora Shin.—Le recordó abrazándolo por la espalda, recargada en el respaldo de su silla. Su dulce olor se coló por su nariz y frunció ésta ante el ligero rechazo que le causaba, lo empalagaba.

—La maldita cita con los laboratorios.—Recordó el alfa sobando su cabeza.—Lo olvidé por completo, perdóname.

—¡Hyunjin! ¿Cómo pudo ser posible que lo olvidaras?—Se quejó ella rodeando su escritorio hasta quedar frente a él con los brazos cruzados.

—Lo siento, querida.—Se disculpó él con desgano, enfatizando con obligación el mote que pretendía ser amoroso.—He estado muy ocupado con la preparación de los contratos con los inversionistas de Tailandia y lo sabes. ¿Es necesario ir hoy? ¿No puedes cambiar la fecha y ya?

—La doctora Shin es una profesional en su trabajo, si tan sólo tuvieras una idea de cuántas parejas en nuestra misma condición acuden con ella... la agenda era tan apretada que Nayeon tuvo problemas encontrando una cita.

—Tienes que dejar de pedirle esas cosas a mi secretaria, ella está aquí para atenderme con asuntos del trabajo, no de nuestra vida personal.—Espetó exasperado, la mujer frente a él congeló la sonrisa que antes mantenía, casi segura de que su excusa terminaría por convencer a su esposo.

—Y–yo lo siento. Solo quiero saber qué pasa entre nosotros, ¿Por qué no logro quedar en cinta aún?—El semblante de Somi notoriamente decayó.—Parece como si no te importara.—Susurró desviando la mirada.

—Yo te advertí que no estoy preparado para tener hijos, te lo expliqué de todas las maneras posibles, Somi. Tú y mis padres únicamente se hicieron de oídos sordos y empezaron todo este jueguecito que ya lleva más de medio año. ¿Honestamente? No está muy arriba en mi lista de preocupaciones si no podemos tener hijos o no.

—Te veo en la noche, cariño.—Dijo ella después de limpiarse una lágrima con la sonrisa más estirada que alguna vez Hyunjin había visto.—Discúlpame con Nayeon si la molesto mucho con cosas innecesarias. Consideraré contratar a alguien que me ayude.

—Somi...—El alfa sabía lo que la omega estaba haciendo, claro que lo sabía.—No hagas esto.

—¿Qué deseas de cenar? Puedo hacerlo, o intentarlo.—Se rió ella retocando su maquillaje con polvo compacto y un fino espejo de bolsillo.—¿Sabes algo? Tal vez pueda pedir ayuda a mi hermanito esta noche, estaremos comiendo su especialidad. ¿Algún vino en especial?

—No tienes que fingir en frente de mí, Somi. Ni tus papás ni los míos están aquí para juzgarte si no te comportas como la omega ideal, deja de hacer esto todo el tiempo. No es bueno para tí.

—¿Hacer qué?

—Evitar las peleas, por Dios. Es ridículo, ya son tres veces esta semana.

—Hyunjin... yo conozco tu temperamento, eso es todo. Sé que hoy después de cenar estaremos juntos. Somos jóvenes ¿Cierto? Tenemos mucho tiempo para seguir intentándolo. Te amo, cariño.—Se despidió dejando una mancha de su labial rojo en sus mejillas al marcharse.

El alfa suspiró pesadamente antes de volver a enfocarse en el reporte mensual que necesitaba entregar, parecía más fácil hacer lo que su esposa tan bien sabía hacer, fingir.


Cuando la llamada de su hermana mayor llegó, Seungmin no pudo evitar sentir la pesadez en su corazón. Tembló cuando recogió el teléfono inalambrico de su sala para responder y obligarse a poner su mejor actitud en esto, a pesar de que sintiera su corazón martilleando.

—¿Diga?

—¡Minnie! Hoy tendrás una misión muy especial.—Anunció ella entusiasmada apenas tuvo la palabra.—¿Puedes venir? Necesito que me ayudes a hacer tu especialidad para hoy en la cena. Jinnie ha estado muy estresado los últimos días ¿Sabes? ¡Incluso olvidó que teníamos cita con la doctora hoy! Quisiera complacerlo, tú sabes, y que mejor que empezar la noche con una cena tuya. No puedes fallarme.

—Yo comprendo, Somi, pero aunque me encantaría ayudarte me parece que llamaste un poco tarde. Justo hace una hora me invitaron a salir hoy, y acepté.

El grito de su hermana al otro lado del teléfono lo hizo saltar en su lugar, ésta murmurando cosas acerca de cómo no podía creerlo y que estaba demasiado feliz por él.

—¿Y no me habías dicho nada? ¡Malo! Te vas un año entero a recorrer Europa, y ahora que regresas te olvidaste de mí por completo, tienes que presentarlo con nosotros. Anda.

—Hmh, creéme que lo haría si tuviera la seguridad de que será duradero. Lamentablemente no lo es. Solo es un chico que conocí cuando estuve en Italia, y ha venido aquí por su trabajo, se irá en cuatro meses.

—¿Un chico italiano, eh? Wow Minnie, debes aprovechar esta oportunidad. Puede ser el indicado para tí y tú no tienes una idea. ¿Cuál es su nombre?

—Dante.—Respondió Seungmin con el teléfono entre su hombro y oreja, mientras terminaba de limpiar los trastos de su fregadero con el agua fría.—Y no creo que sea algo más, es un poco... demasiado liberal. Incluso para mí.

—Desde luego, es europeo. Seungmin te lo suplico, tenemos que conocerlo. ¡Ni siquiera nos visitaste cuando llegaste! ¿Por qué no le llamas a este chico lindo tuyo y le planteas la idea de una cita doble? Seguro que a Hyunjin le encantará conocerlo también.

—¿No me dijiste que está estresado? Tal vez es algo apresurado hacerlo hoy.—Intentó evadir él suplicando a que se diera por vencida.

—Él entenderá.—Insistió ella sin embargo.—¡Vamos! ¿Acaso no quieres ver a tu hyung y a tu noona?

No. Tuvo el impulso de responder.

—Ahhh.—Suspiró pesadamente rendido cambiando su teléfono al otro lado.—Le preguntaré a Dante qué piensa acerca de esto, y entonces te diré. Te mando la ubicación en dado caso que acepte.

—Eres el mejor. Yo me haré cargo de Hyunjin. ¡Será emocionante!

—Seguro... Tengo que irme ¿Sí? Saluda a tu esposo de mi parte.

Con cuidado secó sus manos al colgar, y se dispuso a meter en un jarrón las flores que le habían sido obsequiadas por Dante horas atrás como parte de la invitación para la noche, estaba dudoso acerca de intentar preguntarle porque sabía que la propuesta sería aceptada por el europeo cuyo deseo era conocer más gente en su estadía por el país. Si quería evitar una cita doble con su hermana y el estúpido de su cuñado, lo más adecuado sería fingir una negativa definitiva por parte de su pareja.

Inconvenientemente se encontró a él mismo tecleando en su teléfono aquel mensaje con la idea de su hermana, y supo que no podría arrepentirae cuando lo vio en línea sobre la barra de estado. Él llevó las uñas a su boca con los tres puntos suspensivos que anunciaban la llegada de una respuesta.

"Hey, Seung. Claro que
no me molesta conocer a tu
hermana, suena a
un plan divertido cenar
y tal vez pasar a un club
para celebrar el
fin de semana ;)"

"En realidad ellos no
son mucho de ir a
esos lugares... tal vez
no estén con el ánimo :("

De ninguna manera alargaría su tortura en un maldito club.

"Así es la vida de
los casados, cucciolotto"

Seungmin mordió su labio reprimiendo una sonrisa satisfecha cuando vio un sticker de perrito y un signo de interrogación al lado, bloqueó su celular y decidió que necesitaría una buena cantidad de vino para aquella cita doble.

Cuando mandó la ubicación al contacto de su hermana tuvo su última oportunidad para arrepentirse de aceptar, pero fue demasiado tarde otra vez cuando antes de borrar el mensaje ella lo había llenado de stickers saltarínes demostrando la emoción por dentro de unas horas. Sería una larga noche, temió.

El timbre sonó en repetidas ocasiones, y conforme abría los ojos se iba volviendo más nítido y real, no solo una parte de sus sueños. Seungmin se incorporó al ver la noche colada en su ventana y entonces se regañó mentalmente por haberse quedado dormido, supuso quién era el que llamaba a la puerta y rápidamente salió a atenderlo. Tendría que hacerlo esperar mientras se arreglaba un poco.

—Hola Min ¿Te desperté?—Preguntó el alfa al darse cuenta de su aspecto somnoliento, el menor se ruborizó y rascó su nuca.

—Me quedé dormido después de bañarme, perdón por eso. Tendrás que esperarme unos quince minutos.—Le dijo invitándole algo de beber.

El italiano escogió agua y aseguró en que no tenía problema alguno, y antes de que Seungmin pudiera regresar a su habitación, le robó un beso. Avergonzado por segunda vez, fue hacia su pieza para vestirse rápidamente con algo que lo hiciera ver bien y sobretodo que le diera confianza suficiente, aunque dejó de intentar demasiado cuando su subconsciente le reprochó el por qué se estaba esforzando de más en una simple cena.

Al cabo de un rato salió a la sala ya listo para marcharse, con su estilo que lo caracterizaba y su pelo partido a la mitad, realmente le gustaba ese tinte castaño claro en él. Dante se volteó a mirarlo y la sonrisa en sus labios lo asechó como a una presa, sus ojos recorrieron todo su cuerpo con detenimiento.

—Eres muy hermoso, Seungmin.—Halagó él finalmente, plantando un nuevo beso en sus labios. Ya más calmado y con su confianza recuperada, el beta dio acceso a la lengua ajena para dejar que hiciera a su antojo lo que quisiera.

Abrazados sobre el sillón estuvieron en una sesión de besos que rápidamente seguiría escalando si no se detenían en ese momento, el cuello de Seungmin era atacado por el extranjero con vehemencia mientras disfrutaba de los hábiles labios.

—Yo de verdad quiero conocer a tu hermana y tu cuñado, pero eres demasiado irresistible para mi bien.—Confesó Dante volviendo a buscar sus labios mientras buscaba meter sus manos en los pantalones.

Seungmin se rió ante el comentario a sabiendas de que ambos eran demasiado activos respecto a su vida sexual, al menos de esa manera había sido en Italia. Ahora que estarían juntos por más tiempo, suponía que nada de eso tenía por qué cambiar. Dante le gustaba y le atraía demasiado, y estaba orgulloso de saber que era mutuo.

El sonido del timbre los interrumpió antes de que la ropa empezara a sobrar, y solo entonces repararon en que llevaban al menos otros quince minutos besándose. Seungmin arregló su cuello y su pelo antes de acercarse a la puerta a abrir, ahora sí que tenía prisa.

Su sorpresa fue grande cuando al abrir la pareja que menos esperaba ver estaba frente a él, su sonrisa traviesa y divertida rápidamente bajó a un semblante confundido.

—¡Seungminnie!—Su hermana se lanzó sobre él con un abrazo, haciéndolo atarantar por el hecho de que detrás de ella venía ese molesto esposo suyo. Molesto porque eternamente parecía tener una cara descompuesta por la amargura, y ese ceño fruncido era adicional esta vez al verlo por primera vez en meses.

Él sabía perfectamente por qué tenía esa cara.

—Pensé que los veríamos en el restaurante. Nosotros íbamos de salida.—Comentó Seungmin buscando con su mano la de Dante quién al verla estirada la tomó, sonrió e hizo una reverencia como había aprendido que se tenía que hacer en la cultura coreana.—Dante, ellos son mi hermana y mi cuñado Somi y Hyunjin. Somi y Hyunjin, él es Dante mi...

Paró en seco cuándo no supo con qué título era apropiado presentar a su acompañante.

—Novio.

—Amigo.

Dijeron los dos al mismo tiempo, causando una mueca confusa en la pareja de casados.

—¿N–novio?—Preguntó Seungmin casi igual de despistado.—Nunca me lo has pedido, Dan.

—Oh, eso es mi culpa entonces. Bien, de dónde yo soy no acostumbramos realmente a pedir la relación, simplemente se da y creí que tú y yo estábamos en el mismo canal. El plan era formalizarlo durante nuestra cena, pero por lo de antes supuse que ya éramos algo.

—¿Lo de antes? ¡Oh, no! No me digan que los interrumpimos por favor.—Dijo Somi con la mano en la boca totalmente apenada al notarles los labios.—Hyunie, hemos llegado en mal momento.

Hyunjin se tensó ante la llamada de aquel apodo, Seungmin únicamente desvió la mirada pretendiendo no saber de lo que hablaba su hermana.

—Es un gusto conocer a tu nuevo novio, Seungmin, esperemos que este si te dure más de un mes.

Los hermanos Kim le dedicaron una mirada ofendida al instante, su esposa reprendiéndolo por su imprudencia, y Seungmin se limitó a ignorar el comentario haciéndolo pasar como una broma de mal gusto hacia Dante.

Las parejas llegaron al restaurante en el lujoso auto de Hyunjin, el restaurante era italiano como una especie de bienvenida para el europeo. Ingresaron disfrutando de la música de fondo y pidieron una entrada con vino y vino blanco para la dama que los acompañaba, la conversación fluía por las grandes habilidades de socialización del guapo extranjero. Sus anécdotas sobre su infancia en La Toscana y los inviernos de Madrid tenían fascinada a la inpresionable Somi.

Para ser justos, era un hombre simpático con cultura a simple vista. Trabajando aquí y allá como hijo de un famoso empresario dueño de una vinatería principalmente, aunque los demás negocios familiares le habían bridando la oportunidad de recorrer casi que el mundo entero. Seungmin aquella noche casi olvidó lo incómodo que pensó que sería el ambiente de la cena, y estaba divertido con la historia de cómo una mantaraya lo había casi aniquilado en Australia antes de venir a dar a Corea.

Somi y Dante eran tan parecidos y entusiastas que gracias a ellos el beta estaba teniendo un momento agradable. Todo marchaba bien hasta la entrada del platillo principal, siendo la razón de esto el hecho de que Hyunjin se había mantenido en silencio, y aunque ni siquiera tratara de fingir que le agradaba estar ahí era ignorado por los tres restantes en la mesa.

—Y a todo esto ¿Cómo es que se conocieron ustedes dos?—Preguntó Somi pinchando un trozo de su pasta.—Nunca habíamos conocido un enamorado de Seungmin, bueno, no formalmente. ¿Cierto amor?

—Mhm...—Le dio la razón él, ahora sí con un intento de involucrarse en la platica.—Yo también tengo curiosidad de saber.

Seungmin quiso responder, pero entonces su acompañante se apresuró a contar la historia por él cuando lo vio dudando, le sonrió por eso.

—Fue en un club de hecho. Yo había llegado de visitar a mi madre en Bruselas y estuve ahí por un rato hasta que lo vi, y creo que no siempre es común conocer a un chico como Seungmin.—Halagó.—Es como un trebol de cuatro hojas.

—¿Entonces planeas algo serio con nuestro Seungminnie?~—Cuestionó un notable Hyunjin ebrio, sus ojos apagados y su boca suelta.

—Es decir... a ninguno de nosotros nos gustan los compromisos, pero yo quiero intentarlo. Solo si él está dispuesto a seguir.

—Él de seguro estará encantado. Lo hemos visto abriéndose de piernas para muchos, pero nunca es duradero como quisiéramos.

—¡Hyunjin!—Reprendió Somi sin poder creerlo.—No arruines esto.

—Eh, yo...—Dante miró el semblante del beta rápidamente decaer, no podía negar que estaba ligeramente ofendido y gravemente confundido por aquella actitud, pero no iba a dejar que trataran así a Seungmin.—Es una lástima que tengas ese concepto sobre Min, si lo conocieras mejor sabrías que es alguien que siempre se ha dado a respetar. Cucciolotto, possiamo partire quando vuoi.

—Perché partire così in fretta? Hyunjin si algo sabe hacer muy bien es arruinar las cosas. Solo... iré al baño, regreso enseguida.

Seungmin se levantó de su lugar antes de que el nudo de su garganta terminara de desgarrarla y las lágrimas que había retenido bajaran por sus mejillas. Se adentró en un cubículo sintiéndose estúpido al recordar la fría expresión con la que había sido insultado. Salió al tocador cuando pudo regresar el llanto que había estado a punto de soltar y limpió cualquier rastro de lágrimas que le delatara. Estaba sobre el lavamanos cuando sintió a otra persona entrar a los baños, y solo hasta que se posicionó tan cerca de él que su cuerpo tuvo una reacción inmediata al saber de quién se trataba.

—Largo de aquí, Hyunjin. No quiero verte.—Expresó con desgano intentando huir, pero el alfa había sido más rápido.

—Maldita sea, Seungmin. ¿Estás tan feliz con ese idiota de verdad? Míralo al tonto petulante, disponiendo de tí como si ya fueras suyo.—Se quejó mientras lo acorralaba contra la pared.—Cucciolotto, cucciolotto, cucciolotto... cachorrito lindo, tú eres sólo mío.—Dijo antes de avalanzarse sobre sus labios.

El beso fue brusco e iracundo, con mordidas de rencor que les sacaron sangre y con demasiada posesividad. Hyunjin los encerró en un cubículo antes de inclinar a Seungmin sobre la puerta y empezar a lamer su cuello y espalda, escuchando con tristeza como éste susurraba su nombre para que se detuviera. Sabía que estaban haciendo algo malo, algo muy malo, pero ellos nunca podrían detenerse.

No quiso llegar más lejos, no iban a hacerlo por primera vez en un año encerrados en el baño de un restaurante mientras sus parejas esperaban afuera.

Hwang Hyunjin nunca lloraba en voz alta, ni demostraba una mueca que reflejara su dolor, pero mientras sentía a Seungmin aferrándose a su cuerpo sintió la humedad en su mejilla izquierda bajando como una cascada en sequía.

—Te odio tanto, Hyunjin. No sabes lo mucho que te detesto...

—Yo realmente te extrañé, Minnie. Mi querido Seungmin.


woop este es el primer capítulo, la introducción a los personajes y sus personalidades.

aviso de una vez, esta historia es angsty angsty angsty angsty :^ y van a odiar a muchos personajes seguramente

no pago terapias

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro