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Harry se encontraba saliendo del hospital, Louis va y lo abraza para llevarlo a casa. Después del incidente anterior con sus hermanos, solamente ha podido verlos en la entrada de la escuela. 

Zoe y Timy se ven bien, tranquilos como siempre. Eli es la que le preocupa, no ha podido hablar directamente con ella, pero su hermana dice que todo marcha igual con la omega.

Van de camino, Louis le sonríe —¿Cómo estuvo el turno?

—Cansado, ayer fue día de partos, lindo, pero caótico. 

—Me imagino… —Louis parpadea recordando el de Niall y todos se volvieron locos—. ¿Pero tú como te sientes?

—Con mucho sueño y necesito algo de café. —Harry comenta como si nada, Louis deja salir su aroma notando a su omega suspirar. 

—Preparé algunos emparedados y avena para desayunar, luego del trabajo quiero llevarte al cine como una cita y después cenaremos algo delicioso. 

Harry esboza una pequeña sonrisa. —Eso es lindo, gracias. 

—No es nada, bebé. 

Harry pasa algunas buenas horas de la mañana durmiendo, no era consciente de lo cansado que se encontraba hasta ahora que no tiene que preocuparse por limpiar la casa, ordenar y estar al pendiente de todo lo relacionado con su familia. Ser un tipo amo de casa era realmente agotador. Harry admira a los alfas y omegas que se dedican por completo a casa. 

Despierta a eso de las doce y lo amerita a que el aroma de Louis estaba impregnado en las cobijas. Con mucho esfuerzo se levanta de la cama y va a la ducha. Sonríe con lágrimas en los ojos, ve los productos que Louis ha llevado para el para que se sienta bien y tranquilo.

Y no va a mentir, es lindo recibir este tipo de cariño y atención, Louis es muy cariñoso, atento y protector. Realmente pensó que nunca tener una relación o tan siquiera suponer y desear formar una familia. 

Harry temía repetir la historia de sus padres, de no ser suficiente, no poseer lo necesario ni merecer algo lindo. 

Pero con Louis las cosas han cambiado desde que empezaron a acercarse. Ese alfa le hace desear formar su propio hogar, quizá algunos cachorros y que estos tengan ojos azules, no le gustaría nada más que eso. 

Pero ahora que se pone a pensar tiene más de un mes de conocer a este alfa, ¿estará volviéndose loco? Ahora está en su casa. Y puede ser extraño, de muchas formas, algo tonto o inusual, pero para ellos es familiar, tan sencillo de llevar.

Acomoda las cobijas en la cama y deja listo su uniforme. Harry nos se preocupa por hacer nada, Louis ordenó estrictamente que no se atreviera a hacer algo. Le dijo que era como un invitado especial.

La pareja que está a cargo de cuidar la casa sienten un cariño hacia Harry, Louis les comentó lo necesario. La omega llamada Dulce le sonríe cuando lo ve bajar de las gradas —Señor, Harry, ¿durmió bien?, ¿necesita algo? —pregunta ella con una mirada tierna. 

—Estoy bien, gracias, muy amable por preguntar. —Harry lleva jeans y un sudadero algo grande. Ella es una persona realmente dulce, no es de balde su nombre, se acerca y abraza a Harry sonriendo con cariño. 

—No es nada, pero tiene que comer algo, tengo unas uvas y sandia, ¿quiere? —pregunta tomándolo de la mano para sentarlo en el comedor. 

Harry siente algo lindo en el pecho —No me trates de usted, por favor. —Harry le sonríe escondiendo sus manos dentro de las mangas de su sudadera. 

—Bien, como tú lo desees. —La omega se mueve y pone frutas y jugo en la mesa.

Harry suspira observando como ella se esmera para hacerlo sentir bien, bienvenido. —Muchas gracias por preocuparte tanto por mí, se siente bonito. 

Ella se acerca y pone sus manos en sus mejillas —Eres muy lindo, Harry, muy lindo, me hubiera encantado tener un cachorro como tú. —Los ojos de Harry se cristalizan, ella se preocupa.

—¿Dije algo que te incomodara? Lo siento, cariño. No fue mi intención.

Harry niega una lágrima, escapa y se acerca a ella para abrazarla. La omega acaricia su espalda, el aroma a rosas de ella lo envuelve. —No es eso, créeme que no. —Por primera vez vuelve a recordar el cariño y lo reconfortante que es ser abrazado por alguien como ella, recordó a su abuela.

—Bien, no hay de qué preocuparse, puedes contar con nosotros, me transmites algo lindo. 

Después de que ella seque sus lágrimas, Harry se sienta y la invita a comer junto a él, Dulce se niega, pero el omega insiste y logra que converse un poco. Minutos después, Louis aparece por la puerta. 

Dulce de inmediato se incorpora con un leve sonrojo. —Señor, Louis. 

El alfa sonríe. —Hola, Dulce, no te preocupes, gracias por cuidar de mi omega ¿Cuántas veces debo repetir que me digas solamente Louis?

—Lo lamento, señor, es algo que me es difícil dejar. —Ella asiente y sale de la cocina. Louis observa a Harry luce muy lindo. Él deja el recipiente con la fruta y sacude sus manos, tienes las mejillas rojas, tenía más de dos uvas verdes en la boca. 

—¿Te gustan? —pregunta caminado a él.

—Son mis favoritas, ¿quieres? —Harry ofrece. 

—Por supuesto… —Louis responde; sin embargo, Harry no esperaba el movimiento del alfa. Él estaba por tomar una y dársela, pero el ojiazul lo toma de la mandíbula y lo besa. Harry parpadea desconcertado. De inmediato se deja llevar por el toque y la ternura de Louis.

Terminando el beso ambos se abrazan. —Gracias, estuvo delicioso. —Louis susurra ceca de su oído. 

—Eso fue trampa… 

Louis besa su mejilla. —Es posible, pero te aseguro que sabe mejor. —ríe al ver el sonrojo de Harry—. ¿Estás listo?

—Sí. —Harry se pone de pie, deja el recipiente en el refrigerador—. Necesito ir al supermercado, ¿podrías llevarme?

—Claro, bebé, ¿qué necesitas?

—Necesito comprar algo para tu casa, ¿qué es lo que más te gusta?

—La verdad es que me gusta que estés aquí, no hay necesidad que compres algo, si hace falta me avisas y yo me encargo de tenerlo para nuestra casa. 

—Pero, Louis…

—Apresurémonos que se nos hace tarde. —El alfa lo toma de la mano y lo lleva al auto. En primer lugar, fueron a almorzar algo, Louis descubrió que a Harry le gusta la pasta, mucho.

Al terminar fueron por una película, Louis insistía en que fueran por una comedia, acción o algo romántico, pero Harry sentía curiosidad por una de terror.

Así que entraron a la sala. Al principio todo iba bien, pero a medida que la película avanzaba Harry parecía estar más y más asustado, llegó un punto donde tiró las palomitas de maíz llevándose la mano al pecho dando un fuerte grito. Louis se burló un poco de la situación y le dio la mano para consolarlo.

Y Harry pasó todo el resto de la película enganchado al brazo del alfa, escondiéndose y apretujándolo. Al terminar suspira y dice. —Es un alivio que pueda tener con quién dormir en la noche. —Louis acuna sus mejillas y le da un par de besos. Salen del centro y se dirigen a un restaurante. 

Entran y Harry se sorprende al ver la estancia vacía, de fondo se escucha una suave melodía de violín y la encargada sale a recibirlos y llevarlos a su mesa. 

Harry sonríe sorprendido, halagado, feliz, se siente importante. —¿Tú planeaste todo esto?

—Sí. —Louis permite que les sirvan una pequeña cantidad de vino, agradece al mesero y alza la copa—. Por ti, por mí, por nosotros.

Harry se sonroja —Salud —dice dando un pequeño sorbo. 

Comen en la calidez a la luz de la vela sobre la mesa y con la suave melodía de fondo. Al terminar ya con el postre sobre la mesa el alfa suspira, viendo a la encargada acercarse con algunos bolsos. Toma la mano de Harry luego de asentir en torno a la mujer. 

—Necesitaba un momento a solas donde tú y yo disfrutemos de algunos momentos juntos. Los días contigo han sido de los mejores de mi vida, me preguntaba si me concedes el honor de ser llamado tu novio. —saca una cajita con un collar, se pone de pie tomando de la mano a Harry. 

El omega tiene lágrimas en los ojos, sonríe con dulzura, Louis le besa la comisura de los labios —Si aceptas este presente me aceptas como alfa, como persona, como tu pareja y con seguridad iniciaré un cortejo formal. Deseo con todo mi corazón ser tu alfa y que tú seas mi omega, cariño. Pero si ahora no te sientes seguro yo… —Harry se lanza y lo besa, ambos sonríen en medio del acto. 

—¿Sí? —pregunta Louis con una luz muy linda en sus ojos. 

—Por supuesto que sí, Lou. —Harry deja salir lágrimas y se abraza a su alfa. 

—Gracias, cariño, me haces muy feliz. 

—Y tú a mí. —Louis le da otros obsequios, como promesa de lo que él desea ser para Harry. Un abrigo, una pañoleta de seda blanca, que simboliza la paz. Una flor en un envase de cristal, para tratarlo con amor y la ternura que se merece. Una pulsera con dijes de sus aromas. Café y galletas. 

Harry sonríe —Esto parece el inicio de un cortejo, es más, desde el primer café se sintió así. 

Louis lo abraza. —He esperado mucho tiempo de mi vida añorando tu llegada, y maldición Harry puedo sentir en cada jodido poro de mi cuerpo que eres mi destino. Podría esperar mil vidas de sufrimiento sabiendo que en cualquier momento llegaras tú para hacerme sentir mejor con tu sonrisa. 

—Nunca creí encontrar a alguien como tú, supuse que los príncipes solo existían en los cuentos que leía de niño, pero veo que no es así. Gracias por darme tu cariño, Louis, eres de las mejores cosas que esta vida me ha dado. —Se abraza con fuerza al alfa. 

...

Harry bajaba las gradas, escucha a Dulce y a su alfa hablar.

—No, este año el señor Tomlinson me pidió no adornar.

—Es lamentable, pero tendrá sus razones, compré estos nuevos adornos hace algún tiempo, podremos usarlos el otro año.

Harry termina por bajar, ambos lo observan con una linda sonrisa —Hola. —Les saluda cortés.

Ellos hacen una pequeña reverencia, Harry camina hasta estar frente al alfa, están en short con un sudadero grande y calcetines indaga en las decoraciones.

Sonríe con emoción, Louis pensó en él al evitar que adornaran la casa —Él pidió eso por mí, si no les molesta me gustaría darle una sorpresa, ¿serían tan amables y ayudarme?

La pareja asiente con emoción, Harry toma los adornos y empieza a colocarlos, suspira nostálgico. Pone algunas guirnaldas y muérdago bajo las puertas. Harry está bajando de una escalera cuando Louis entra.

Se queda paralizado al ver las luces y adornos, en la esquina está el árbol, pero faltan algunas cosas.

Harry sonríe poniendo su cabello detrás de su oreja —¿Omega?

Harry se siente tímido, Louis se apresura para ayudarle a bajar de las escaleras.

—¿Qué sucede?

—Hicimos esto para ti, así que sorpresa… ¿Te gusta?

—Quedó espectacular, pero amor… —acaricia su mandíbula temiendo que le afecte todo su rededor.

—Yo quise, luce lindo, había olvidado lo divertido que es. Dulce y su alfa son los mejores. Dejamos el árbol para cuando tú llegaras, ¿quieres que lo hagamos tú y yo?

—¿Te sientes completamente cómodo con todo esto?

—Sí, no tengo problema.

—Bien. —Louis sonríe.

Harry se emociona, le ayuda a dejar sus cosas, le trae las pantuflas y Louis lo besa.

No se dan cuenta de que la pareja los deja solos, pasan un buen rato colocando esferas, bastones de dulce y algunas pequeñas figuras.

Para el final Louis carga a Harry, lo eleva con facilidad, su omega deja la estrella y aplaude emocionado.

Louis lo baja y quedan frente a frente —Gracias, me alegra mucho que dispusieran hacer todo esto.

Harry pasa sus manos por sus hombros para abrazarlo —No es nada, quería hacerlo.

Louis sonríe y termina besándolo con mucho cariño.

Los días avanzan eran mediados de diciembre, Harry, no podía sentirse mejor, un par de descansos atrás pasó un rato con sus hermanos, les comentó que estaba en una relación con Louis, ambos se alegraron y las lágrimas no faltaron. Harry les calmó cuando ellos se sintieron culpables de no estar juntos y celebrar como su hermano merecía. 

Lo único que le preocupó de nuevo fueron los comentarios que sus hermanos hicieron respecto a Eli. Estaba saliendo mucho, sus padres dejaban que entrara a altas horas de la noche y otras cosas más. 

Pueda ser que ellos pensaban que así ganarían más puntos con ella, Harry estaba de turno cuando recibe una llamada responde al ver el número de Zoe en la pantalla, eso significaba problemas. 

—Bueno…

—Hola, Harry, mira, yo sé que Eli y tú no tienen una relación tan cercana, ¿pero la has visto?

—No, ¿qué sucede Zoe?

—No lo sé, siento algo raro, no llegó anoche a casa se fue desde la tarde, ¿recuerdas que te conté?

—Sí, ¿qué están haciendo Daren y Ellen?

—Dicen que quizá está en casa de una amiga, no se tengo miedo, no responde el celular, ya casi pasó un día… 

—¿Qué? Como es eso posible, porque no me dijiste nada, espera lo siento, deja que pida permiso e iré contigo, podemos hacer algo ir a la policía o algo.

—Lo siento, Harry, tengo miedo. 

—Respira, tranquila, ¿sí? Todo estará bien. —Harry se apresura a ir y hablar con Jules, en todo el tiempo que tiene en el hospital nunca ha faltado y sin dudar ella le concede el permiso. 

Harry sale llamando a Louis, se disculpa por interrumpirlo y le comenta todo lo que sucede. El alfa no tarda en llegar. Lo abraza y trata de consolar, Harry piensa en mil escenarios posibles. Intenta llamar a su hermana, pero no responde. 

Ambos se dirigen a la estación dando un reporte, ellos dicen harán lo mejor posible y los mandan a casa. Harry le pide al alfa llevarlo por las calles donde sabía que Eli frecuentaba con sus amigos. 

Pero nada. Pasan un par de horas recorriendo algunas avenidas y cafés. El omega logra localizar a unos de sus amigos y ellos dicen que a la salida del día anterior estuvo con uno de sus amigos alfas.

Harry intenta no pensar en nada negativo ya no saben qué hacer, van de regreso a casa cuando recibe una llamada de Zoe. 

—Está aquí —dice con voz rasposa, como si hubiese llorado—. No sé qué hacer, solo estamos Timy y yo y este alfa…

—Espera, ¿cómo qué alfa? 

—Ella… mejor apresúrate, por favor. 

Un par de minutos después están frente a la casa. Harry se sorprende, está tan cambiada que parece otra. La vieja fachada no existe más. 

Louis lo toma de la mano y ambos entran. Harry se queda en completo silencio. Ve a Eli sentada en las piernas de un alfa que parece ser un poco mayor que él. Ella luce extraña, Harry la escudriña y entonces ve su cuello. 

Eli tiene una mordida. Zoe está con los ojos rojos y Timy sale a su encuentro abrazándose a él. 

—¿Qué diablos sucede aquí? —La voz de Harry rompe el silencio. 

El alfa se levanta riendo ladino. —Vaya, mi omega no dijo que tenía un hermano tan hermoso. —Louis se pone al frente, el aroma del otro estaba un poco fuera de lugar. 

Eli llega junto al alfa Jasón, —Es mi alfa, punto, nada que explicar, vine por mis cosas, pero Zoe está siendo inmadura y no me deja pasar. 

Harry tiene deseos de llorar. —Eli…

Ella voltea a verlo. —No quiero dramas, Jasón estaba en celo y le ayudé.

—Pero tienes una marca —dicta y no sabe cómo es que sigue de pie—. ¿Te obligó a algo? Es mayor que tú, puedes confiar en mí, sabes… Eli.

—Basta Harry, ya detente. Tengo alfa no es la gran cosa, por la luna, ¿con qué cara me vienes a reclamar?, tú te revolcabas con los de tu trabajo y nadie dijo nada. —Timy sale empujando a su hermana.

Sabe que Harry odia la violencia y siempre les inculcó el respeto entre ellos, pero ya no podía más. —No, la que debe detenerse eres tu Eli. Eres mala con Harry y él solo se preocupa por ti. Te queremos; sin embargo, nos desesperas con tu forma de ser.

Ella está por responder, la puerta de la entrada se abre, sus padres entran y observan a todos. Daren camina imponente viendo los ojos llorosos de Eli. Ve a Harry —¿Qué le hiciste?

Harry suspira, Louis se posiciona de inmediato a su lado. —¿Qué fue lo que hiciste tú? Porque te aseguro que no fui yo quien le puso esa marca en el cuello. 

El alfa voltea hacia la omega —¿De qué diablos habla, donde estabas hija?

—Me fui a la casa de mi amigo, estoy saliendo con su hermano, Jasón. Ahora es mi alfa. 

Ella ladea el rostro mostrando su marca. Tanto Daren como Ellen se acercan, los llevan a la cocina para tener privacidad. Hablan algunas cosas con la pareja. Harry se queda con Timy en sus piernas. El pequeño se resguarda en su cuello. Zoe permanece sentada con la cabeza recostada en las piernas de su hermano.

—Debí controlarla más. —Zoe deja escapar un par de lágrimas. 

Harry acaricia su cabello. —No querida, no pienses que fue tu culpa. 

—Estoy segura de que si tú hubieses seguido con nosotros no esto no estaría pasando. Por la luna Harry, ¿qué pasará ahora? Eli es menor y ese alfa no me da buena espina. 

—Lo sé, esperemos, ya veremos que dicen. 

Se quedan unos minutos así hasta todos regresan. Daren tiene el rostro con una expresión extraña y Ellen viene abrazando a Eli.

—Creo que todos estamos felices por Eli y su enlace, ¿verdad, chicos? —Ellen pregunta con una sonrisa. 

Zoe y Harry se ven el rostro, la alfa se levanta. —No, a decir verdad, no estoy de acuerdo.

—Amor, es tu hermana, debes respetar sus decisiones. 

—Decisiones estúpidas. —Zoe habla por lo bajo—. No sabes nada de él, ¿en qué mierdas estabas pensando Eli? Iríamos juntas a la universidad maldición. 

La omega mayor suspira besando el cabello de Eli. —Ella sabe lo que hace, Jasón es un buen alfa, tiene un trabajo prometedor. Estamos seguros de que le irá muy bien. 

—¿Y ahora qué? —Harry inquiere.

Ellen carraspea, la incomodidad entre ellos es muy fuerte —Ella irá a vivir con su alfa, no pueden estar lejos del otro y menos con un enlace reciente. 

—Si los de años casi matan, imagínate que podría pasar con ellos. —Harry comenta. Louis sigue junto a él. Daren viene bajando las gradas. 

—Cuida como hablas Harry, respeta mi casa. 

El omega sonríe amargo y niega. Louis le da un apretón en el hombro. —Ya tengo bastante claro que es tu casa, mira que lindo lo que ha pasado en tu casa, Eli está enlazada porque tú estuviste permitiendo hacer e ir a donde ella quisiera sin por lo menos preocuparte por saber dónde está. 

—No me hables de esa forma.

—Por la luna, mírala, es tu pequeña omega con una marca en el cuello, tiene diecisiete años, ¿le preguntaste si estaba bien o si fue consciente de todo lo que sucedió? Entiende mi punto por dios…

El alfa interrumpe. —Bien podría ser tu culpa, si de ponerle la soga al cuello a alguno de nosotros se trata todo esto, entonces tú serias el primero en sufrir las consecuencias. Tanto que dices que tú estuviste solo con ellos desde los diez, pueda ser que hiciste algo mal y es por eso que hoy estamos aquí. 

Harry niega. —No puedo contigo, lo juro. ¿Cómo pretendes seguir haciendo creer que tu perfecto hogar ahora sí funciona? Si no estas, nunca estas no ves las cosas, no escuchas. 

—¿De qué diablos hablas Harry? Siempre estuve, los oí, yo estaba. 

—Estuviste presente, pero ausente, oías y a pesar de todo, nunca escuchabas. Notas las diferencia. Dime exagerado y todo lo que quieras, pero a pesar de todo yo sí me preocupo por Eli. ¿Sabes a donde la lleva? ¿La trata bien?, ¿ella se siente cómoda?, ¿qué harás si él no es un buen alfa? ¿Sugeriste llevarla a un médico para verificar como se encuentra?

Ellen se acerca abraza a su alfa. —Jasón es de buena familia, si ellos se aman no podemos hacer nada. 

A Harry se le escapan un par de lágrimas, niega con decepción —Es que no lo entienden, ¿verdad? No lo hacen. 

Se da la vuelta y va frete a su hermana, ella parece estar tranquila y dócil. —Si llegas a necesitar ayuda, llámame no importa la hora, el día o circunstancia estaré ahí. Llama si necesitas algo, Eli, promételo. 

La omega permanece callada, Harry aprieta más su agarre —Promételo. —demanda. 

—Lo juro, pero estoy bien, no te preocupes. 

Harry siente el corazón romperse una vez más, no desea seguir hablando o llorará de nuevo. —Ya no te preocupes por mi Harry, estaré bien, lo juro. Los padres de Jasón son buenos. 

—¿Y él? —Harry observa con enojo al alfa.

—Me trata bien, lo juro, ahora estarán mejor, ya no habrá que preocuparse por mí, estoy feliz, sean felices por mí.

Zoe bufa —vaya forma de contribuir con la causa. 

Ellen dice que hará algo de comer, que todos pueden quedarse, pero Harry no lo desea. Abraza fuerte a Zoe y A Timy llevando un manojo de culpabilidad. 

Louis lo sujeta posesivamente de la cintura, se despide de los chicos y da un asentimiento a los mayores. Llegan al auto, el omega no dice nada, su alfa lo toma y lo abraza intentando calmar todos sus sentimientos con ese abrazo. 

—¿Cómo te sientes?

—No lo sé, tengo algo de culpa, pero a la vez no. Ellos están bien con todo, no lo sé Louis.

—Tranquilo, vamos a casa, no has comido, hablaremos cuando londesees. Llamaré a Dulce para que prepare tu comida favorita, ¿qué dices?

—Está bien. Gracias, Louis.

Se marchan y llegan a la casa del alfa. Dulce empieza a trabajar en lo que manda el alfa. Louis y Harry van arriba, el omega necesita cambiarse. No puede dejar de pensar en Eli. Manda mensaje a Zoe para saber cómo se encuentran la alfa, de inmediato responde que están poniendo la mesa y que todo parece ir bien, que Eli está sonriente. 

Louis entra a la habitación con el celular en mano. —Cariño, Jules pregunta cómo estas, te manda saludos y te vuelve a decir que si necesitas algún día lo tomes.

Harry se limpia las lágrimas en sus ojos. —Estoy bien. —dice, el alfa se quita el abrigo y llega a él acomodándose en la cama, toma a Harry para dejarlo sobre su pecho. 

Él peina su cabello enrollando sus dedos para formar sus cortos rizos. 

Harry se acurruca más cerca, siente a su omega hacer lo mismo con el alfa de Louis, estar con Louis se siente bien, es como un respiro de alivio, su aroma lo calma y él no puede estar más feliz que compartir estos momentos con su alfa.

—Todo estará bien. Tranquilo, si vemos algo extraño iremos por ella, podrías sugerirle que vaya a terapia, yo puedo ayudarte, amor.

—Gracias, alfa.

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