🍪✨️☕️
Tal y como lo dijo Louis estaba cerca de la casa de Harry, lo esperaba con una enorme sonrisa, solo rogaba no caer desmayado. El alfa lucia perfecto en el atuendo que llevaba puesto, pantalones grises, camisa de cuello alto y un abrigo que llegaba a sus rodillas.
—Buenos días, Harry.
—Hola, Louis, ¿cómo estás?
—Muy bien, gracias. —camina abriendo la puerta del copiloto para que Harry suba. El omega agradece y espera a que el cinturón le sea ajustado, ambos cruzan miradas y sonríen.
Cuando Louis se encuentra en su asiento, toma una bolsa de papel marrón y la tiende al omega que ha empezado a negar. —No es cosa del otro mundo, no te mortifiques.
—Pero…
—Nada de peros.
—Pues que bueno que lo dices porque yo también tengo algo para ti. —busca en su bolso un recipiente un poco más grande que el anterior—. Son waffles con miel y algunas galletas.
Louis se lleva una mano al pecho y suspira. —Eso es muy lindo, gracias, me siento cortejado —se burla del sonrojo de Harry.
—Espero te gusten, Timy me ayudó.
—¿Timy? ¿Acaso me estás engañando, omega? —Louis sonríe al ver de nuevo el rostro sonrojado de Harry.
—No, digo… hablo de mi hermano Timy.
—Eso es dulce, ¿es muy parecido a ti?
—No, bueno, quizá en el cabello, es un lindo y muy tierno alfa. Le gusta cocinar… perdona si te aburro.
—Claro que no, tú cuéntame todo, me gusta escucharte.
—Está bien —sonríe—, siento que le caerías bien. Es muy tímido y apegado a mí, quiero presentarlos algún día.
—¿Es un alfa celoso?
—Para nada, él parece ser muy… sensible y sumiso, al principio creí que todo era culpa mia por criarlo de esa forma. Pero después me hicieron entender que era su personalidad.
Louis guarda silencio, recuerda que el omega le mencionó que sus padres no estaban-¿Son solo ustedes? Recuerdo que tienes hermanas gemelas.
—Así es, están las gemelas, ellas me siguen, una alfa, Zoe y Eli que es omega.
—¿Y cómo llevas todo en casa?
—Es una locura, me duele dejarlos, pero es necesario. Anteriormente, los trabajos que tenía era para estar en casa a las cuatro o cinco de la tarde máximo. No me quejo, de verdad que no, pero ahora los dejo un día completo y en ocasiones siento que estoy haciendo mal.
—Sabes que no es así, me imagino que te adoran. No quiero ser invasivo y si te sientes incómodo no respondas, pero… ¿tus padres?
—Está bien, todo bien. He superado el tema con el tiempo. Mi madre nos dejó cuando tenía diez años, las gemelas tenían cinco años más o menos, Timy apenas era un recién nacido. Mi padre cayó como en un tipo de depresión por abandono y al final fuimos solo los cuatro.
Louis siente mucha más admiración por Harry, sus manos toman con fuerza el volante al pensar en Harry pasando por algo tan fuerte siendo tan pequeño. —¿Solamente tú los has criado desde que tenías diez? Eras solo un niño.
—Sí, pero fue lindo, claro, en ocasiones quería irme llorando de casa, pero pude tolerar.
—No imagino lo difícil que fue. —Louis se siente inquieto.
—Lo fue… Harry frunce el ceño, había más tráfico de lo usual—. Pero estamos bien, eso es lo que cuenta.
Louis saca su teléfono y teclea, no había problema, pues estaban estancados. —Envié un mensaje a Jules, no te preocupes.
—Gracias. espero no tener problemas —dice nervioso.
—No los tendrás. Ella viene tras de nosotros.
—Bien.
—¿Vives solo con tus hermanos?
—No, papá aún existe, realmente casi nunca lo vemos. —hace un gesto para restarle importancia.
—Eres muy bueno Harry, sé que no pudo ser nada fácil, te admiro, realmente lo hago. —sonríe.
—Está bien, supongo. Creo que las cosas más duras pasaron. —Harry suspira al ver que la fila avanza—. Aunque no te mentiré, en ocasiones siento que soy malo por dejarlos un día entero. Las chicas están por ser mayores e ir a la universidad, pero, aun así, siento que no es suficiente. Que ellos merecen más.
Louis deja salir su aroma, Harry parece tranquilizarse —Haces mucho, eres un gran hermano. Estás haciendo lo que a tus padres les correspondía. Lamento que hayas tenido que vivir algo así desde pequeño. Si necesitas ayuda algún día sabes que puedes contar conmigo.
—Gracias, aprecio eso.
—¿Y qué más te gusta? Cuéntame.
Harry parece pensarlo un poco, su ceño se frunce analizando lo que dirá. En realidad nunca ha sabido que es lo que realmente le gusta, además del sueño que tenía de trabajar en medicina. No tiene muchos recuerdos buenos sobre su infancia. Y la verdad nunca hubo tiempo para desear o querer algo más que no sea que sus hermanos estuvieran bien.
—Antes me gustaba leer, me gusta mucho el café, comer helado cuando hace frío. No sé…
Louis sonríe —¿Helado cuando hace frío?
—Sí, sabe muy bien, Timy y yo los preparamos siempre que podemos, ¿a ti que te gusta?
—Salir a correr, ir a tomar algo cuando deseo hacerlo, me gusta la música, dormir, comer, pasar el tiempo con la familia de Jules.
—Debes tener un buen círculo social.
—Algo, ¿y tú?
—No, para nada. Creo que mi único amigo es Niall. —sonríe orgulloso.
—Eso es lindo, Niall es una buena persona, aunque puede ser una espinilla en el trasero cuando lo quiere.
Harry niega y se siente aliviado cuando llega al hospital. Louis baja y abre su puerta para ayudarlo a salir. Como siempre el omega camina para dejar su abrigo y cosas en el lugar correspondiente, va a por los informes del turno anterior para después ir a poner la inyección al alfa.
Louis se despide y asegura regresar para el almuerzo. Harry sonríe y empieza su jornada de la mejor manera posible. Con el aroma de Louis rondando a su rededor.
Se sonroja un poco cuando una anciana le dice que ha visto a su alfa venir por el que es muy guapo y que huele muy bien.
Pasan las horas y tal y como lo prometió, Louis llega para el almuerzo para compartirlo. Ambos están felices y Jules suspira al verlos. Hace un intento de ir a compartir con ellos, pero la mirada de su hermano la hizo apartarse.
Ella vira los ojos y se aleja. Harry no se da cuenta, pues admira el pequeño broche de una flor en sus manos. Uno de sus pacientes omegas de mayor edad se lo obsequió. Louis sonríe y siente bonito al ver lo linda persona que es Harry y como es que los pacientes lo adoran.
Pasado el rato después de una breve charla, Louis se despide y promete hablar por mensaje sabiendo que el horario de comida del omega termina pronto.
En un abrir y cerrar de ojos llega la noche y madrugada. El tiempo pasó muy rápido y Harry se sentía muy cansado. Fue un turno difícil gracias a una intoxicación en una fiesta, un incidente de tránsito, y algunos pacientes con gripa gracias a las bajas temperaturas.
Harry sonríe al percibir el aroma de Louis cerca, suspira llenando sus pulmones, necesitaba tanto un poco de café, pero ni para eso ha tenido tiempo con tanto que hacer.
Louis se aparece sonriente y guapo como siempre, con la bolsa de comida en manos y un café en la otra. —Buenos días. —saluda y Harry se sentía idiota, solamente deseaba abrazar al alfa y enterrar su rostro en su cuello para llenarse de su aroma.
—Hola. —responde recibiendo el café y la bolsa—. Deja de tomarte tantas molestias, Louis, me haces sentir mal.
—Nada de eso, ya te lo repetí muchas veces. No es ninguna molestia.
—Gracias, ya veré como compensarte. —Louis sonríe y lo sigue por el pasillo, el aroma de Harry lo abraza.
El omega pone la inyección y le da la paleta. Louis agradece. —¿No olvidaste nuestro desayuno, verdad?
—No, claro que no. —Harry levanta la vista después de poner un parche con un pequeño auto azul, la baja de inmediato al encontrarse con la potente mirada del alfa—. Solamente llevaré a los chicos a la escuela. ¿tú no tienes problemas en el trabajo?
—No, yo pongo mis horarios.
—Bien. —suspira sonriente, haciendo a un lado sus rizos.
Ambos salen, Louis suplica ir y llevarlo a casa, pero Harry se niega rotundamente. Toma el autobús y llega a casa.
Abre la puerta y se queda de pie, sumamente extrañado. Su padre está en la cocina, luciendo terrible, pero limpio, está peinado y sus ojos miel parecen tener algo de vida de nuevo. Harry siente una punzada al recordar cómo era todo hace años, esa era la mirada que le daba cuando era tan solo un niño.
Él carraspea incómodo. —Buenos días. Hay café.
—Bien, supongo que gracias. —Harry responde sin saber que más decir. Es extraño y confuso. No lo juzguen, pero hay algo que le hace sentir intranquilo. Anteriormente, le rogó ir a terapia, ir con un especialista. Le rogó por ayuda con sus hermanos y él simplemente lo regañaba o ignoraba.
—Traje pan y algo de jamón. —rasca su mentón recién afeitado, se ve apenado, incómodo.
—Gracias. —Harry atina a decir. En realidad no tiene la mínima idea de cómo actuar.
Los chicos vienen sonrientes. Zoe y Timy van directo a sus brazos para saludar.
—¿Cómo te fue Harry? —el pequeño alfa se aferra a su torso. Su padre se les queda viendo y el omega teme que haga una escena.
—Bien, cariño. ¿Y ustedes, cómo están?
—Excelente, papá le enseñó a Zoe a preparar huevos sin que se quemaran. —sonríe feliz, Harry eleva la vista y su padre se da la vuelta para lavar la taza que estaba usando.
—Eso es genial, ¿ya desayunaron? —pregunta en dirección de la alfa.
—Sí, Harry, gracias. Papá nos trajo pan y algunas cosas. —ella también tenía una expresión de extrañeza. El día anterior, en su turno, Zoe le mandó mensaje diciendo que su padre estaba actuando extraño. Él se asustó preguntando si le hizo algo y ella respondió que no, que había llegado diciendo si querían algo de cenar, él lo haría.
Harry realmente se preocupó, desde que era muy pequeño nunca se preocupó por ellos. Es por eso que Harry se esmeraba en que ellas tuvieran lo necesario para que no enfermaran. Los primeros años él los llevaba a regañadientes al médico. Siempre se quedaba lejos y Harry se hacía cargo.
—¡Oh! Bien, ¿dieron las gracias? —inquiere, no sabía ni que decir, los chicos en especial Timy nunca habían recibido algún tipo de muestra.
—Sí, estuvo muy rico. —Timy esboza una sonrisa.
—Perfecto, solo iré a cambiarme y los llevaré a la escuela.
—Yo… —su padre interrumpe—. Quédate yo los llevaré, Eli me lo pidió.
—Pero…
Eli se acerca con mirada exasperada. —Solo aprovecha el tiempo, papá dijo que nos llevaría, listo.
Su padre rasca su cabeza e intenta sonreír. Por dios Harry se volverá loco. No confía, pero ve la mirada de sus hermanos. Al final ellos siempre han añorado que su padre actúe como lo que es.
Asiente, rogando con la mirada a Zoe que avise cualquier cosa. Ella lo tranquiliza y sonríe. Harry sube de inmediato y se cambia. Irá detrás de ellos, él siempre lo ha hecho y se siente sumamente inquieto que su padre ahora se interese.
¿Se habrá acordado que ellos existían después de tanto tiempo?
Sale a toda prisa, busca su celular por si Louis envía un mensaje. Camina lejos de ellos, puede ver que Timy va de la mano de Zoe y Eli conversa con su padre. Al final siente ¿empatía, lástima? No lo sabe, pero verlo así de vulnerable le causa un revoltijo, al final es su padre, ¿no?
Al llegar a la escuela, los tres se detienen, es Eli quien se acerca y abraza al alfa, él se queda estático por unos segundos y luego termina de devolverle el abrazo. Zoe le da un pequeño golpe cariñoso en el brazo y Timy solamente alza la mano para decir adiós.
Harry espera a que ellos entren y regresa, su padre sigue otro camino que no es para regresar a casa.
Cuando pasa de nuevo por la puerta se dirige al baño y toma una relajante ducha, frota sus ojos y todo en su cabeza da vueltas. Al terminar ve los mensajes del alfa quien le pregunta si puede pasar por él.
Harry suspira nervioso, a decir verdad hasta este momento no se ha puesto a pensar que es lo que Louis espera. Quizá solamente quiere ser un buen amigo, no lo sabe, es tonto por qué siente la chispa en ellos. Y se siente nervioso. Busca entre sus prendas las más lindas. Por la luna tiene tanto en que pensar… ahora como desearía tener un lindo conjunto, uno de esos que siempre deseó.
Toma lo mejor que hay, recordando las palabras de su abuela. “no importa como lo llevas, importa como lo luces”.
Su abuela únicamente tuvo a su madre, no conocía a más familia. Su padre la aprecia como una madre y en el momento que ella falleció fue cuando la omega empezó a cambiar.
Al salir encuentra a Louis con un abrigo largo, está de manos y pies cruzados, se apoya en el auto. Harry suspira.
Louis es realmente guapo.
El alfa lo recibe con una enorme sonrisa. Y camina para abrir la puerta. —Hola de nuevo.
—Hola, gracias. —dice después que ajusta su cinturón. Louis da la vuelta y se acomoda en su asiento arrancando para poder marchar.
—¿Te gustan los waffles? —inquiere el alfa.
—Sí, ¿a dónde iremos?
—A un café que está cerca. No tendrás que preocuparte por el tiempo.
—Gracias. ¿cómo ha ido tu día?
—Bien, cerré un par de tratos y Zayn se quedó a cargo. Las cosas están tranquilas.
—Me alegro, ¿estás seguro de que esto no interfiere en tu horario, ¿verdad?
—Completamente, no te preocupes. Fui yo quien te invitó, ¿recuerdas?
—Tú me llevas yo invito, te debo mucho.
—No creo que sea de esa manera, pero bueno… —estaciona y sonríe—. Antes de bajar tengo esto para ti.
Harry se sonroja —Louis, no, deja de darme cosas.
—¿Por qué? Me gusta hacerlo.
Harry traga fuerte, se siente extraño, en realidad lo único que ha recibido son aquellos presentes que sus lindos hermanos le dieron con mucho esfuerzo. Se siente raro que alguien como Louis le esté dando tantas cosas. Su mente trabaja en pensamientos de merecer o no merecer, ¿querrá algo a cambio?
Louis carraspea al notar su vista perdida. —Noté que tu cabello en ocasiones te estorba.
—Sí, no lo quiero cortar, me gusta cómo está.
—Es muy lindo y es por eso mi regalo. Observa. —Harry obedece y sonríe al ver los prendedores, ligas y bandanas de diferentes colores para sujetar su cabello.
—Son muy bellos, yo no tengo nada para ti…
—Basta, esto te lo doy porque quiero, no espero nada a cambio, ¿entiendes? Eres muy lindo, me agradas, no sufro cuando tengo que ir a inyectarme. Me gusta estar contigo. Eso es todo.
Un fuerte sonrojo cubre el rostro del omega. —No me conoces bien. —intenta bromear.
—Eso es verdad, ¿no eres un asesino, o sí?
Harry sonríe en grande. —Sí, más vale que cuides tu espalda.
Louis resopla divertido. —Mi alfa falló, mi intuición también, no puede ser que alguien con el rostro tan angelical sea como tú lo dices.
—Es de quienes más te debes cuidar, alfa.
Los ojos de Louis brillan, se queda en completo silencio, Harry, en cambio, desea que la tierra lo trague ante el silencio del alfa, se preocupa y se hace pequeño en su lugar.
—Lo siento, perdona, no sé qué me sucedió… —dice, llamar alfa u omega a alguna persona es porque tenían una relación o una conexión de pareja.
Louis se da vuelta a su dirección sonríe. —No te avergüences, por favor. Eso fue lindo. Quiero ser sincero, pero temo que pienses que estoy demente.
—No creo que seas un demente.
—Bien, me alegra mucho escucharlo porque me agradas mucho Harry, me gustas y me encantaría que me permitas conocerte en todas las formas posibles.
Harry se sorprende, sus ojos se abren, se siente nervioso y al parecer por primera vez experimente esa sensación de revoloteo en su estómago. Louis suspira y continua-: Soy un poco delicado con respecto a omegas, mi alfa puede ser un cabrón cuando lo desea. Pero en algo estamos completamente de acuerdo y es que nos gustas mucho. No debes responder, respetaré lo que tú digas, pero deseaba que supieras cuáles son mis intenciones.
Harry cierra los ojos, su omega esta panza arriba esperando que su alfa lo acaricie. —Tú también me agradas, me gustas…
Louis sonríe en grande. —Eso es genial, por la luna, ¿puedo darte un abrazo?
Harry asiente recostando su rostro sobre el pecho de Louis, siente cómo el alfa besa su cabello y por fin siente el palpitar de su corazón.
Ambos suspiran cuando se separan,
Louis se apresura a abrirle la puerta, Harry ya no es capaz de ocultar su enorme sonrisa. El alfa llega a su lado y ofrece su mano. —¿Vamos? —Harry acepta y caminan.
Entran a la cafetería y Louis se asegura de dejar su tarjeta antes que Harry pueda verlo. Se sientan y ambos ordenan. El alfa termina por pedir unas crepes rellenas de fruta y caramelo, mientras Harry opta por waffles.
El omega se da cuenta cómo el alfa observa su platillo, toma el cuchillo y el tenedor para cortar una ración y la pone en el plato de Louis. El ojiazul hace lo mismo y ambos sonríen.
Comen y hablan de sus vidas, Harry comenta algo de su infancia y se sorprende mucho por la facilidad que tiene ante el alfa para comentar cosas que él llevaba guardadas desde hace mucho. Claro que no dice todo, pero sí habla de su abuela, de cómo fueron sus estudios, entre otras.
Louis también le comenta de su vida, su familia y trabajo. Harry queda encantando en la forma que el alfa sonríe, es fácil perderse en su forma de hablar. Comparten sonrisas y todo es tan fácil que se olvida de todo.
Terminan y Louis lleva a Harry a casa por petición de él mismo. Tenía algo de pena el tiempo y además los chicos saldrían pronto.
Así pasan los días, entre encuentros y comidas fugaces. Harry prepara comida para el alfa, pues, le asegura que ha visto que su dieta no es muy saludable.
Louis no deja de llevarle café, traerlo y llevarlo.
Por su parte, las cosas en casa han sido sumamente extrañas. Su padre está mucho más al pendiente, no sabe qué sucedió, pero ahora sonríe. Habla con las gemelas y Timy dijo que ofreció ayudarlo con su tarea. El alfa no ha intentado acercarse a Harry. Ahora hay más comida en casa, ha visto que tienen nuevas mudas, ropa de almacén, no de segunda, lo que él solía comprarles porque es lo único a lo que alcanzaba.
Eli es la primera en terminar, lava su plato, Harry por lo menos se siente mejor, ella ya no suele ser tan problemática, aunque esos encuentros que Zoe comenta con el alfa no son de su agrado. No se siente tranquilo, tiene un pequeño presentimiento. Y cuando se lo hizo saber de una forma sutil pidiendo que debiese ser cuidadosa y que si necesitaba algo se lo digiera, ella simplemente explotó.
Pasaron un par de días para que ella volviera a responderle cuando le hablaba.
—Voy a quedarme en casa de una amiga. Necesito hacer tarea. —informa la omega.
Harry frunce el ceño. —No lo sé, si gustas puedo ir por ti cuando termines.
Ella le da una mala mirada. —¿Ya vas a empezar? No estoy pidiendo permiso, Harry estoy avisando.
—No hagamos de esto algo grande, es solo que me preocupa, ¿sabes si son buenas personas? ¿Los padres de tu compañera están de acuerdo?
—Por la luna Harry eres una gran molestia…
—Solamente soy precavido, podrías darme el número de sus padres, así puedo estar tranquilo y asegurarme que todo irá bien.
—Carajo, no haré eso. Ya te he dicho que no eres mi madre. Ya pedí permiso a papá y él me dijo que estaba bien.
Harry traga fuerte, su padre llega a donde ellos están.
—Deja que vaya, yo conozco a los padres de su amiga. Yo me encargo. —dice y camina a la puerta esperando a los chicos. Zoe y Timy abrazan con fuerza al omega.
Timy se para de puntas y Harry se agacha un poco para recibir el beso. —Te quiero Harry, te veo después.
—Yo también, amor. Te veo más tarde.
Todos salen y Harry suspira. Su celular vibra y nota el nombre de Louis en la pantalla. Responde mientras sube las gradas.
—Hola. —responde.
—Hola, Harry, ¿todo bien? —Louis inquiere, la voz de Harry sonaba algo apagada.
—Sí, todo bien, no hay de qué preocuparse.
—Cariño, no suenas bien, puedes decirme que sucede.
Harry suspira, se siente frustrado, solo quisiera algo de café. A Louis.
—Es mi padre, no lo sé. Todo se siente raro. Él parece diferente, quizá sea cosa mia es extraño, aunque mis hermanos parecen estar más felices y eso es lo que importa.
—Claro que importa, pero no olvides que tú también importas, tienes que darte tu lugar, Harry.
El omega sonríe. Y se acuesta en su cama. Amaba hablar con Louis, podía entenderlo tan bien. han desarrollado una gran confianza, tienen buena comunicación y Harry no comprende que hizo de bien para merecerlo.
Lastimosamente, ese día no podrían salir, ya que el alfa tenía algunas juntas importantes. Después de algunas palabras más y de Harry desearle buena suerte. Se mete a bañar, sale y pone algo de crema y loción. Fueron regalo de Louis. Él ha tenido un poco de dinero sobrante ahora que su padre ha llevado cosas a casa, pero Harry es precavido y trata de ahorrar por alguna emergencia o si su padre vuelve a caer.
Esa es otra cosa, no lo ha visto beber, es confuso porque parece que intenta rescatar algo con sus hermanos. Pero con él no hay más que buenos días y miradas extrañas. como si el pasado viniera y lo atormentara.
Al estar listo baja y ordena un poco. Sabe que su padre sigue trabajando, a diferencia que ahora el dinero se invierte en comida o ropa para los chicos, anteriormente era en alcohol o cigarrillos.
El timbre suena y él frunce el ceño. Al abrir encuentra a un repartidor. Con una bolsa de comida y un regalo.
—¿Señor Styles?
—Sí.
—Esto es para usted.
—Lo siento, yo no pedí nada.
—No se preocupe, señor, lo han enviado. Solamente debe firmar aquí. —dice mostrando la hoja y el lapicero.
El joven agradece y Harry puede sentir el aroma de la comida toma la nota y lee.
“Presiento que no has comido aún, espero te guste el obsequio. Que tengas linda mañana, omega. Con cariño, Louis”
Harry sonríe y su estómago hace ruido al percibir el olor. Abre la envoltura del empaque y puede ver un libro, su corazón martilla fuerte. Sus ojos se llenan de lágrimas. Louis puso atención en lo que él decía.
Abraza el libro fuerte contra su pecho, luego lo deja a un lado para poder comer y no mancharlo. Antes de todo envía un mensaje a Louis, se siente tonto, pero abre la cámara y sonríe capturando el momento en que tiene el libro cerca de su rostro.
Louis al ver la imagen siente felicidad. Harry es tan bello que parece irreal.
Responde y deja el celular a un lado para continuar con su labor. A pesar de estar sumamente ocupado al minino rato libre, aprovecha para responder a Harry.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro