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Louis colgaba el teléfono cuando su socio pasa por la puerta, el omega lo admira detenidamente. Zayn sonríe —¿Qué diablos te sucede? Pareces más... ¿alegre?
—No sé a qué te refieres Zayn. —El omega avanza y se detiene repentinamente.
—¿Quién es, Tomlinson? —pregunta emocionado, sus ojos brillan.
—¿De qué hablas? —dice sin levantar la vista de los documentos que tiene en manos.
—No te hagas el idiota, es decir, eres un idiota, pero no lo pareces. —se burla, Louis bufa.
—Te digo con total sinceridad que no sé a quién diablos te refieres.
—Hueles a omega, debo decir que el aroma es muy agradable. —sonríe.
Louis toma su saco y lo lleva a su nariz y siente el olor de Harry, no se dio cuenta de que lo tenía encima.
—Oh, bueno, es por el enfermero que me inyectó. —balbucea y busca papeles que no necesita.
—Curioso… —Zayn sonríe queriendo molestarlo—. No sabía que ahora los enfermeros marcaban con su aroma.
—Malik… —riñe dándole una fuerte mirada.
—Vamos Louis, deja tu pésima actitud y cuéntame, ¿fuiste al hospital? ¿Viste a Liam?
—Literalmente tienes un enamoramiento con Payne desde hace mucho, ¿por qué no solo le hablas?
—No puedo, se dio cuenta de que fingía enfermedades para ir al hospital y verlo. —Zayn se cubrió, el rostro se sentía avergonzado.
—Eres un descarado… Estás yendo a terapia, ¿qué dice la especialista?
—Que me tome un tiempo para mí, que salga solo a una cita a disfrutar de mí mismo.
—¿Y por qué diablos no lo haces?
—Porque no salgo con putos, Tomlinson. Pero no estamos hablando de mí, sino de ti, cuéntame quién es ese omega. —Zayn se recompone y recarga su rostro sobre sus dos manos dispuesto a escuchar.
—Trabaja en el hospital de Jules —Louis dirige su vista al omega frente a él y lo señala—, si te burlas de mí, no te invitaré a la cena donde estará Payne.
—Prometido. —Zayn levanta la mano y la dirige al corazón enfatizando su promesa.
—Bien. —Louis suspira acomodando su traje—. Hace un par de días fui por mi dosis, Jules no estaba y de la nada entró Harry. —sonríe rascándose el rostro.
—¿Y? —Zayn se acomoda en el sofá interesado por la historia.
—Bueno, mi alfa se sintió extraño, no pude decir nada, su presencia me impactó, fue… No lo sé. —bufó usando sus pies para girar la silla donde se encontraba sentado.
—Eso es interesante… ¿Pero?
—Entonces como Jules siempre me inyectaba en los glúteos, yo me puse en posición cuando él se dio la vuelta para preparar todo y luego dio un pequeño grito.
—¿Qué y eso por qué?
—¿Cómo que porque? Le mostré el trasero a ese pobre omega, la dosis iba en el brazo y yo le mostré mi jodido trasero.
Zayn se burló fuerte y estrepitoso, fingió limpiarse las lágrimas. —No puedo creer que le enseñaras el culo a ese pobre chico, Louis, ¿qué diablos te sucedió?
—No tengo ni la más mínima idea, así que no molestes con eso, lo prometiste idiota.
—Sí, sí, si ya deja de ser tan quejumbroso, ¿y luego?
—Le conté a Jules y a Niall, me sugirieron ir y darle algo, le compré un café y un postre como disculpa.
—Eso estuvo muy bien, ¿pero y ahora?
—¿Ahora que de qué?
—¿Qué harás? Es evidente que a tu alfa le gusta ese omega y a ti te gustó Harry. Louis, esto es muy importante, ¿entiendes lo que digo?
—Sí, lo sé, él parece ser muy especial.
—Entonces invítalo o llega al hospital y pide que él sea quien te inyecte, aprovecha la situación y que te realicen un chequeo.
El alfa ríe —¿Así de fácil Zayn?
—Sí, tonto, déjame arreglarlo. —El omega toma el teléfono y pone un semblante profesional, llama al hospital de Jules para pedir una cita y Louis intenta retenerlo cuando pide especial atención del enfermero Harry. Zayn cuelga sonriente.
—¿Pero qué diablos te sucede? —Louis inquiere molesto.
—A mí nada —sonríe fingiendo inocencia—. Tienes una cita programada para el viernes justo cuando es necesaria la dosis, después de esta serán diarias, los verás cada día. Tienes que preocuparte un poco por ti mismo. —Zayn suspira preocupado.
—Eres un mal amigo, Zayn.
—No, Louis, nunca te vi así, pueda ser que ese omega es quien tu alfa ha estado esperando por mucho, no puedes seguir así, esta es la quinta vez que necesitas esos medicamentos. Son muy fuertes, te pueden hacer daño, tú y él podrían solo acostarse y…
—Calma, ¿sí? No sé qué ideas tengas en la cabeza, pero yo no usaré a Harry solo para llevarlo a la cama, ¿entiendes? —El aroma a café se vuelve espeso.
Zayn suspiró preocupado. La verdad era que su amigo sufría mucho, cada persona sea alfa u omega, necesita un compañero para pasar los celos. Pero el alfa de Louis no se lo permitía, fue un poco complicado, ya que su instinto empezó a rechazar a los omegas.
Existen sitios especializados y autorizados donde alfas y omegas prestan sus servicios, sirvió por un pequeño lapso de tiempo, aunque su instinto se negaba era necesario, pues era perjudicial para la salud, después rechazó a cualquiera que se le acercara, hoy por hoy solamente toleraba los aromas de Niall y Zayn cerca de él.
Al no encontrar la pareja adecuada, el instinto de Louis decae cada vez más, se ha enfermado en reiteradas ocasiones sufriendo desmayos o el dolor y la intensidad del calor se vuelven insoportables.
Jules y sus padres se encuentran preocupados constantemente, es por eso son necesarias las inyecciones para ayudar a su lobo, no enferme constantemente.
—Está bien lo siento, ¿sí? Solamente decía, Harry debe ser especial.
—Lo es, créeme lo que digo, pero tampoco me agrada la idea de usar a alguien solo para mi beneficio. Harry es lindo, y por primera vez en mi vida mandaría al carajo a mi alfa si su omega no le agrada.
—Somos uno con nuestro instinto Lou, solo acércate. Si pudieras verte, tus ojos brillan, y sonríes con mucha naturalidad, si a tu alfa no le agradara no lucirías como lo haces.
—Ya, está bien, ya hiciese lo que debías y obtuviste lo que deseabas, ahora dame el reporte de esta semana, por favor. —De inmediato, Zayn cambia su actitud, se pone en total seriedad y busca su agenda virtual para mostrarle lo que su jefe pedía.
Los días avanzaron, Louis seguía yendo al hospital por sus dosis, hablaba algunas palabras con Harry y de inmediato se dio cuenta de todo lo que Niall y Jules le contaban, realmente era apasionado y amaba su trabajo.
Fue necesario disculparse cuando unas omegas se acercaron a él intentando coquetear, inconsciente les gruñó, pues odiaba su olor. Harry se sorprendió por tal cosa y fue ahí donde comprendió lo que la doctora Jules decía, el alfa realmente odiaba muchos olores.
Pareciera que a Louis se le iluminaba la vida cuando estaba sentado esperando por él, ignoró a otras enfermeras que ofrecían atenderlo, incluso a doctores, ya era sabido que los únicos permitidos eran Jules y Harry, le irritaba que fueran a molestarlo con tontas preguntas para coquetear.
Harry sonríe con educación —Hola señor, Tomlinson, ¿qué tal su mañana?, ¿listo para su dosis?
—Más que listo.
—Sígame, por favor. —pide llevando el informe del alfa, esta vez la doctora le pidió que le hiciera un examen rápido y anotara los resultados para compararlos con los del mes anterior.
—Bien, gracias. —Louis se adelanta y abre la puerta para dejarlo pasar. Ya adentro, Harry deja el informe sobre una mesa y se pone guantes.
—¿Cómo se ha sentido?
—Bien, en realidad muy bien, gracias por preguntar.
—Me alegro mucho, la doctora Jules me pide que haga un chequeo rápido, es rutinario para comparar sus avances.
—Está bien, no te preocupes. —sonríe y Harry empieza revisando sus ojos apuntando con una luz, en determinado momento sus ojos se encontraron y el rostro del omega enrojece, a Louis le parece tierno, no desea incomodarlo, así que conversa un poco.
—¿Cómo te sientes?, ¿ha sido un buen turno?
—Estoy bien, gracias, y si ha sido un buen turno, un poco cansado, pero no me puedo quejar.
Harry pone el artefacto para tomar la presión del alfa, Louis no puede dejar de admirarlo, el cómo escribe y lo trata con cuidado. Al terminar sonríe, revisa su garganta y oídos.
—Me imagino que duermes mucho cuando llegas a casa. —Louis sonríe en el momento cuando Harry prepara el estetoscopio.
—No tanto, hay mucho que hacer, los niños en ocasiones son complicados.
Louis traga fuerte, carraspea —¿Tienes hijos?
Harry le observa —No, son mis hermanos. Pero imagino que tener cachorros puede ser complicado con el tema del desapego y todo eso.
—Lo imagino, a Jules le fue algo difícil dejar a Niall y James.
Harry se coloca el instrumento en los oídios y le pide respirar, pasando el otro extremo por su pecho.
—Respire, por favor. —pide y sonríe a medias al escuchar el corazón del alfa, su omega se pregunta que se sentirá dormir sobre él, al son de sus latidos.
Harry vuelve a ruborizarse y Louis se extraña, pasa a revisar sus pulmones y toma su peso. Anota todo y se da la vuelta para tomar la dosis.
Louis bromea haciendo un gesto de desagrado y Harry sonríe —Vamos, ya me ha demostrado que es un alfa muy valiente.
El alfa suspira y deja su brazo libre, si el tener cerca de Harry significaba ponerse muchas inyecciones aceptaría con gusto el riesgo.
—Listo —felicita sacando una paleta para regalársela. Louis niega con una enorme sonrisa.
—Gracias.
—Es un gusto.
Podría decirse que Harry se acostumbró rápidamente a la presencia del alfa en el hospital, no podía evitar sonreír cuando lo observaba entrar o percibía su aroma por los pasillos.
Harry pudo ver las malas miradas que le eran lanzadas al tener al alfa a su lado, era obvio que Louis era un alfa muy codiciado, nadie sería capaz de negar su belleza, a sus ojos Louis es el alfa más atractivo que ha visto.
Cada mañana llegaba con el rostro serio, nunca deja de ser educado, pero cuando estaba cerca sonría y era muy amable con él. Harry no se sentía temeroso o intimidado de una forma extraña junto a él.
Cabe decir que cada vez que lo veía siempre recibía algún detalle del alfa, el café nunca faltó, algunos postres, frutas, incluso almuerzos y cenas. Louis parecía hacer cada vez más preguntas sobre cosas referentes a la medicina solo para pasar algunos minutos más a su lado.
…
En el hospital era momento de quitar las decoraciones de temporada. Harry no estaba muy feliz con eso, ya que eso significaba que la Navidad vendría, todos desbordaban alegría, y claro que él estaría igual si todo lo malo sucedido en su vida no fueran por estas fechas.
—Harry encárgate de colgar las guirnaldas, por favor. —La doctora Jules llegó dándole una bolsa. Niall el omega de la alfa se acerca con una enorme sonrisa y lo saluda, él junto al pequeño James eran incluidos en las decoraciones del hospital, también había otros familiares de algunos empleados, era algo que la doctora empleaba para que no perdieran momentos tan importantes como este por el empleo.
—Bien. —acepta y empieza a sacar los adornos. Niall al notar el rostro serio de Harry, con algo de curiosidad, se acerca. Todos en el hospital gozaban de un ambiente festivo, excepto él. James fue con su madre.
—¿Estás bien? —pregunta el rubio al verlo, tiene los ojos llorosos—. Parece que estás sufriendo mucho al colgar las decoraciones, déjame ayudarte. —Le sonríe para intentar calmarlo.
—Sí, lo siento. —Harry intenta de la forma más educada salir de ahí. Desde el día anterior ha tenido este sentimiento amargo, desolador y si el omega insiste en saber de su estado teme que terminara llorando.
Harry nunca ha tenido con quién conversar o hablar, nadie sabe de sus problemas, al final lo siente mejor de esa forma y poder solucionar todo por el mismo.
Teme ser una carga para otros o ser simplemente rechazado. Y claro que hablar con sus hermanos sobre esto está totalmente descartado, no quiere hacerlos crecer con malos sentimientos y emociones podridas.
—Harry, no tienes que sentir nada, no quiero parecer entrometido, pero no luces bien, cariño. Si gustas puedes hablar conmigo, somos amigos, ¿recuerdas? —Niall pone una mano sobre su hombro, desde que llegó en la mañana notó sus grandes ojeras y su rostro pálido.
—Odio la Navidad, es todo.
—Pero, amigo, es una de las fechas más lindas, puedes compartir con tu familia y amigos.
Harry guarda silencio, sus manos tiemblan y por accidente deja caer una de las esferas que pondría en la guirnalda.
—Diablos… —maldice y se apresura a limpiar.
En el proceso de recoger los pedazos se corta la mano y al final deja caer una lágrima. Niall se mueve rápido para poder ayudarlo, le hace un par de señas a algunos de los enfermeros para que se encarguen y él lleva a Harry a curar.
—No quise presionarte, discúlpame, por mi culpa estás herido. —Ahora Niall tiene los ojos lloros.
—Estoy bien, no te preocupes, es solo que todo este ambiente me abruma.
—Solamente quiero que sepas que puedes confiar en mí, Harry. En verdad lamento todo esto.
—Ya basta, fue un incidente, no te preocupes, un poco de sangre no me va a matar. —intenta sonreír, pero se detiene al ver a Jules acercarse a toda prisa. Lo primero que hace es tomar a su omega de las mejillas y lo inspecciona.
—¿Estás bien? ¿Te sucedió algo? —pregunta al sentir el sentimiento amargo.
—No, amor, estoy bien, es Harry quien está herido y todo es mi culpa. —Sus ojos lagrimean. La alfa le da un abrazo y lo consuela, por el lazo sintió los sentimientos de su omega. Al sentir que Niall se encontraba más calmado, se dirige a Harry.
—Déjame ver esto, perdona Harry.
—Está bien, no hay de qué preocuparse, ya se lo dije a Niall, solo fue un incidente.
—¿Te duele? —Ella pregunta preocupada.
—No, estoy bien, basta los dos, no se preocupen de más, solo fue una pequeña cortada. —Le resta importancia, se pone un simple vendaje y se pone de pie como si nada—. Doctora le molestaría si voy a ejercer rondas, por favor.
—Pero… —Ella intenta protestar, pero Niall le sujeta el brazo con algo de fuerza para que lo deje ir.
—Ve con toda confianza, gracias, Harry.
—Gracias doctora. —da una pequeña reverencia a la jefa.
Niall se acerca y le da un abrazo. —Lo siento mucho, estropeé tu día.
El omega sonríe y devuelve el toque. —No, en realidad lo salvaste. —Le calma para después retirarse.
Niall pone su cabeza sobre el hombro de su alfa. —Algo le pasa, lo sé, esto no es un simple odio a la Navidad.
Jules voltea a ver desconcertada a su omega. —¿Cómo que odia la Navidad?
—Como lo escuchas, es por eso estaba tan incómodo colgando los adornos. Alfa será mejor le des su espacio, quizá algún día sepamos algo de la vida de Harry.
—Lo sé, es un excelente ser humano y persona. Es muy reservado con respecto a su vida, no sabemos nada de él.
Cuando Louis llegó al hospital y notó el vendaje en la mano del omega no pudo evitar preocuparse, Harry deja salir una pequeña carcajada al escucharlo balbucear nervioso.
—¿De qué te ríes? La herida se ve dolorosa. —Louis le toma la mano y la inspecciona, Harry siente el toque tan delicado y cuidadoso que siente algo lindo dentro de él.
—Lo siento, no quería ofenderlo, es solo que recién me dijo que me llevaría a un hospital cuando estamos en uno. —Se cubre la boca con la mano libre.
Louis niega con una gran sonrisa —Perdón, estoy exagerando, no quise invadir tu espacio. Es solo… —suelta su mano con cuidado.
—Está bien, en realidad no me molesta, gracias por preocuparse.
—¿Estás completamente seguro que te sientes bien?
—Si, todo bien.
—Podemos decirle a Jules que te dé el día, eso puede empeorar por alguna mala fuerza. Si quieres yo puedo ayudarte con algo o llevarte a casa, no sé.
Harry sonríe sintiendo cómo su corazón se hace más grande, emocionado.
—Le aseguro que estoy bien, señor Tomlinson, por favor ya no se preocupe.
Louis vuelve a tomar su mano y la acaricia verificando que el vendaje esté bien puesto.
—Si te sientes mal puedes llamarme, yo puedo venir por ti, ¿comprendes?
—Es solo una pequeña cortada —A Harry le parece sumamente tierna la forma en que lo trata, su omega se regodea, su lado humano piensa en lo buen y magnífico alfa que Louis es.
—¿Cuándo dejarás de tratarme de usted?
—No lo sé, es hora de atenderlo, el paciente es usted no yo. —sonríe y se apresura a poner la dosis correspondiente.
Louis vuelve por la noche para verificar que estuviera bien, viene con una bolsa con cremas y medicamentos.
Harry se queda en completo silencio cuando el alfa lo encamina a la sala principal para mostrarle para qué servía cada una de ellas.
—Esta es para evitar infecciones, está para el dolor, está otra para que cicatrice pronto y está para evitar que tengas una marca visible. Traje algunas marcas diferentes, pues no sabía si eras alérgico o tu piel no tolera ciertos ingredientes. Espero te sirvan.
Harry siente el corazón latir —No debía molestarse, no es correcto que yo…
—Tú estás cuidando de mí, prácticamente solo te devuelvo el favor, suplico que las tomes. —extiende la bolsa y otras más.
—Pero…
—Traje algo de café y chocolate, hace frío en una de las bolsas viene un recipiente especial para conservar las bebidas calientes, puedes poner el que quieras guardar y lo bebes luego.
Harry se queda estático, parpadea viendo el rostro de Louis —Creo que necesitaré su número de cuenta bancaria, puedo depositarle…
—Detente ahí, esto no tienes que pagarlo Harry. No, si haces eso me ofenderías mucho, solo tómalo y espero estés mejor.
—Yo… le agradezco mucho, es muy lindo, de verdad muchas gracias.
Ambos se sonríen, Louis se despide con la promesa de regresar antes de que su turno termine.
…
Para su mala suerte, casi al finalizar la semana, Louis pescó un resfriado, se sentía débil, adolorido y su cabeza dolía mucho. Lo único bueno de todo es que el siguiente día debía ir por su dosis y quizás eso ayudaría mucho en su recuperación.
No mentiía, los otros días que ha llegado al hospital lo primero que hace es en ir en búsqueda del omega. saluda cordial y trata de entablar una amena conversación preguntando cómo se encuentra y siempre llevando un vaso con café humeante en mano.
Al llegar, de inmediato, una de las omegas de recepción saludó con una reverencia. —Buen día, señor, la doctora Jules está en ronda, si usted gusta puedo informar que ya se encuentra aquí. —habla nerviosa, su olor a lavanda sale y Louis siente más fuerte el dolor de cabeza, hace mala cara y da un par de pasos alejándose.
—No, en realidad tengo una dosis con el enfermero Harry, creo que ya lo saben. —Otra de las compañeras se acerca al verlo y le sonríe.
—Buenos días, señor Tomlinson, ahora llamaré a Harry, ¿podría darme unos minutos por favor? —pregunta amable y él apenas y asiente. Su garganta se siente inflamada, tiene mucho sueño, cansancio y dolor.
—Señor, si gusta puedo traerle algo de té. —Una más ofrece, Louis no es tonto, puede ver claramente sus intenciones, la omega se acerca tomando una actitud sumisa, coqueta.
Vira los ojos y su rostro se torna febril, esa omega está coqueteándole.
—No, aléjate, por favor. —Hace mal gesto y retrocede.
—Pero, puede ser su celo, yo podría curar su mal. —Ella insiste.
—¿Cómo te atreves? Fuera de mi vista. —responde, siente algo de calor y su enojo aumenta.
La encargada se acerca de inmediato al notar la tensión creada en el ambiente, toma a la enfermera y la ubica detrás del mostrador, dando una sonrisa apenada al alfa.
—Lo siento, señor, Harry está por llegar.
—Bien, gracias. —asiente cortante. Se dirige a la sala de espera mientras ajusta la bolsa que lleva en manos, es un poco de café y algunas galletas que compró en la cafetería. Justo como el olor de Harry, galletas caseras con chispas de chocolate.
Su cuerpo se relaja de inmediato al percibir el aroma del omega, acercarse por el pasillo. Es raro sentirse, de esta forma, que la conexión entre ellos sea tan precisa y rápida.
Pero al final, es lo que es.
Con ojos brillosos busca su figura por el pasillo, intenta no ser tan obvio y sonreír al verlo, sin embargo, de inmediato frunce el ceño, al notar que Harry luce cansado y tiene enormes ojeras.
Pero ahí está ese lindo omega saludando y preocupándose por los pacientes y familiares en espera. El alfa sonríe inconsciente. Intenta pararse, pero siente desmayarse, se siente muy mal.
Harry fija sus ojos sobre él y se apresura a ayudarle. —Señor Tomlinson, ¿se encuentra bien? —pregunta posando una mano en su frente y se asusta por lo caliente que se siente la piel.
—Estoy bien, ¿tú, cómo estás?, ¿desayunaste? —pregunta y tiende la bolsa en sus manos—. Traje esto para… —No termina porque empieza una serie de estornudos.
Harry le da unas palmaditas en la espalda cuando Louis tose. El alfa se le queda viendo y da una media sonrisa. —Espero te guste, la próxima te traeré un desayuno, creo que eso no es una comida favorable…
—No debe molestarse, señor, estoy bien. —Harry le ayuda a levantarse, otras enfermeras intentan sostenerlo, pero el alfa les observa mal, sus olores son tan fuertes y hostigosos. Observan con malas miradas al ver que Louis parece querer solo Harry, así que el omega camina junto a él para dirigirse a una habitación para que reciba su dosis.
—Usted no parece estar completamente bien.
—Estoy bien, dime, ¿tú estás muy cansado? Come primero y luego me pones la inyección, no hay problema, yo esperaré. Son algunas galletas y algo de café, ¿te gusta el café, no? —inquiere nervioso, está hablando de una jodida bebida, pero ese es su aroma.
—Estoy bien, y gracias, en realidad no debería decir esto, pero el café es como agua para mí, algo necesario para vivir. —sonríe y Louis siente a su alfa rugir dentro.
—Eso es genial… —Se detiene, uno de los doctores se acerca y saluda al omega posando su mano por su espalda, nota la incomodidad de Harry, así que se apresura para interponerse alejando a Harry.
Siente el cuerpo del omega acercarse a él. El doctor da una sonrisa apretada y se aleja. Louis busca su mirada. —¿Todo bien?
—Sí, es algo intenso, pero nada del otro mundo, ahora dejemos eso atrás y deberíamos preocuparnos más por usted. Tiene mucha fiebre, sus labios están resecos y lo veo pálido. Todo indica que está resfriado. Permítame pondremos algunos paños para ayudarle.
—Gracias, eres muy amable.
—No hay nada que agradecer, ese es mi trabajo.
Louis solamente asiente, siente como el aroma de Harry llega hasta a él y suspira para tener más de su lindo olor, eso hace sonreír de inmediato al alfa de Louis, pues recuerda y se transporta a los tiempos que compartía con su abuela, ella siempre cocinaba galletas para él y su hermana, ese aroma era como estar en casa, eso lo hacía sentir feliz.
Notó a Harry moverse rápidamente por la habitación, se acercó a él y pidió permiso para quitar el fino suéter y ayudarle a descubrirse el brazo. El omega limpia el área y toma la jeringa para prepararla, Louis se siente en las nubes con el aroma del omega revoloteando por todos lados. —Respire hondo, por favor. —el enfermero pide y Louis obedece.
Segundos después, Harry suspira aliviado. —Respire de nuevo, ya terminamos. —le sonríe para calmarlo.
—Gracias, Harry.
—No es nada, señor.
—Dime Louis, no soy un señor, me haces sentir mayor.
—Lo siento, señor, es por respeto… —Louis lo observa y Harry se hace pequeño.
—Por favor… —finge un puchero.
—Bien, Louis. —El alfa sonríe y Harry se da la vuelta al sentir su rostro enrojecer.
Una serie de estornudos viene para Louis, Harry se da vuelta de inmediato cuando empieza a toser y a tener espasmos fuertes. —Louis…
—Mierda… —El alfa bufa llevando su mano donde está su corazón.
—¿Todo bien? —inquiere con genuina preocupación.
—Tengo mucho frío, Harry. —El omega se acerca y los espasmos empiezan a ser más fuertes. Harry presiona el botón para llamar a algún médico. Le sigue hablando al alfa y trata de mantenerlo sobre la cama, siente su piel arder, los ojos de Louis viran y todo se vuelve un caos.
—Señor… no, Louis. —intenta socorrerlo, siente miedo y adrenalina. Un sentimiento de temor y pánico se aloja en su pecho, Harry ha visto fallecer a muchos, también los ha visto pasar situaciones realmente difíciles, pero ahora siente que el aire le hace falta.
Justo la doctora Jules se presenta en la habitación seguida de otros enfermeros. —Maldición… —bufa, preocupada, se acerca y manda a los demás a que le apoyen para estabilizar a su hermano.
—Ayúdanos Harry, sujétalo.
—Bien… —responde aturdido.
En todo el proceso Louis se aferró a la mano de Harry, Jules se fijó en ese detalle y mandó a Harry a que le ayudara a sostenerlo mientras ellos colocaban intravenosa más algún calmante para estabilizarlo, Harry aun con una mano ocupada ayudó a ponerle oxígeno, el agarre del alfa en el omega empezó a ser débil, así que supuso el sedante estaba haciendo efecto.
—Calma. —Harry se acerca y pasa el paño por su frente—. Todo estará bien, respire.
Louis solamente fija su vista en la de Harry y siente paz, a pesar de tener el oxígeno es capaz de percibir el aroma del omega, se preocupa, pues es un poco diferente como algo quemado.
Su alfa se inquieta, tiene que calmar a su omega, no puede permitir que por su causa él este mal.
La habitación se empezó a despejar por los demás médicos y enfermeros. Jules se quedó revisando a su hermano, dio un fuerte suspiró y volteó a donde Harry estaba.
—Gracias, Harry.
—Es mi trabajo, doctora Jules.
Harry se sintió conmovido, adoraba trabajar con la doctora porque en este tipo de momentos se permitía mostrar su lado humano, ella dejó salir un par de lágrimas. Él se acerca y pone su mano sobre su hombro. —¿Necesita que llame a Niall?
—No, lo siento, esto no es profesional. Es solo que me asusté, esos ataques son cada vez más frecuentes y… —suspira viendo a su hermano en camilla.
—Todo estará bien, debe confiar. Pero si me permite, ¿cómo fue que sucedió todo esto? Él parecía estar bien cuando vino por la dosis, todo fue tan rápido.
—Lo sé, siempre es así. Es su lobo el que está enfermo, ya los verás en su historial.
—Está bien, no se preocupe, yo entiendo, sé cómo todo es todo esto.
—Su alfa está muy enfermo, cada vez que pasa esto puede ser la última y yo… —Jules suspira y se queda callada aguantando el sentimiento.
—¿Hay algo en que pueda ayudar? —pregunta temeroso, algo oprimía su pecho.
—Si Harry, necesito que te quedes pendiente de él, por suerte tenemos una par de enfermeros más y algunos internos. Así que por lo que más quieras solo cuídalo, en momentos como este debe estar en constante supervisión, no podemos dejarlo solo. Cada que pasa todo esto uno de los enfermeros es quien se encarga, aun así, debido a que soy la que está a cargo de todo esto junto a Payne no puedo dedicarme a estar por completo. Por algo Louis confió en ti para sus dosis, es por eso te lo pido.
—Bien, como usted mande, yo haré lo mejor posible. —Harry voltea a ver al alfa, suspira—. Dijo que no sintió el pinchón. —intenta no sonreír y su aroma sale calmo y acogedor. —Eso debe ser una buena señal, ¿no?
—Por supuesto que lo es y gracias. —Ella sonríe y busca el historial para dárselo, explica las dosis que se le deban administrar y le ruega que si algo llega a suceder no dude en llamarla. Cuando ella está a punto de salir, Louis abre los ojos y gime quejándose de la luz brillante. Jules se acerca de inmediato y llega junto a él.
—Louis…
—¿Qué diablos pasó?
—Fue otra recaída, hermano…
—No quiero regaños ahora, quiero irme a casa.
—No te salvarás tan fácilmente, eres muy necio.
Louis sonríe. —Tranquila, estoy bien. —parpadea intranquilo.
Harry al notar su incomodidad con la luz va a los apagadores y baja la intensidad, el alfa lo observa. —Siento mucho esto, ¿estás bien?, ¿te asusté?
—Creo que el que debía de preguntar eso soy yo, ¿necesita algo? —Se acerca y ajusta la almohada.
—Agua, por favor.
—Con gusto, aguarde unos momentos, ya vuelvo. —sonríe.
—Gracias, no te olvides que puedes hablarme en confianza.
—Claro, Louis, ahora regreso.
Jules se queda sentada de brazos cruzados, observando con curiosidad la reacción de ambos, prácticamente fue como si ella desapareciera y todo se tornara en ellos. Sale de la habitación en pleno silencio, quizá la salvación para su hermano haya llegado, únicamente es capaz de suspirar y agradecer.
Harry regresa e intenta acomodar la almohada de nuevo, observa los monitores y anota los números, vuelve a verificar el medicamento y toma el pulso del alfa, toma el termómetro y mide la temperatura, sigue igual, eso le preocupa.
—Siempre baja, créeme, he estado más de un par de veces en esta situación.
—Lo lamento, es que… es solo que debo verificar todo.
—Lo sé, no debes preocuparte —suspira y ve la bolsa de comida—, ¿comiste algo?
—No, no tengo mucha hambre.
—Yo sí, ¿crees que puedes pedir algo, por favor? En realidad tengo mucha.
—Está bien, no se preocupe. —Minutos después de que Harry pidiera algo de sopa, una de las enfermeras llega con una charola, pide informe que la doctora exigió y el omega comenta todo. Al salir, Harry se dirige junto a Louis.
El alfa le observa. —¿Serás capaz de dejar comer solo a este débil alfa? —pregunta con una mirada suave.
—Yo…
—Vamos, por favor acompáñame.
Harry se encoge. —Muy bien, supongo que sí. —Se levanta y toma lo que el alfa le había llevado, Louis intenta ocultar la sonrisa.
Ambos intentan comer aunque no tengan hambre, es solo por ver bien al otro.
Louis toma un poco de gelatina, observa al omega —¿Cuántos años tienes?
Harry siente su rostro enrojecer, traga la galleta que mastica. —Pronto cumpliré veintidós.
—Eres muy joven.
—Usted también lo es.
Louis ladea el rostro —¿Cómo sabes eso? Podría tener cuarenta, cincuenta, quién sabe.
Harry sonríe y Louis cree sufrir un paro cardiaco al notar los hoyuelos en sus mejillas, y maldición traga fuerte, el sonido de su sonrisa es lo mejor que ha escuchado después de su voz. Definitivamente, ha caído por ese omega.
—La doctora me comentó el otro día, igual no luce mayor, luce bien.
—¿Así que luzco bien, no? —Louis achica los ojos.
Ahora el que tiene algo de tos es Harry, el alfa se incorpora un poco y le toma la mano para ayudarlo. De inmediato se ven a los ojos, hay algo ahí, algo que no sabían que existía, algo cálido, como si existiera algo ya conocido, algo que estuvo desde el inicio y ahora crece cada vez más.
—Perdón, ¿te encuentras bien? —Louis inspecciona su mirada.
—Sí. —Harry parece hipnotizado por los ojos del alfa. Louis no ha quitado el agarre de su mano y sonríe al ver que no huye de su toque.
La puerta es tocada y ambos carraspean. Louis da el pase y entra la doctora junto a un omega. Harry queda impresionado por la belleza que posee. Él nunca se compara con nadie, pero ahora se siente menos lindo que nunca.
—Louis… —escucha la voz preocupada del omega y algo dentro de él duele. Intenta calmarse, no le gusta lo que sucede con su instinto.
—Tranquilo, estoy bien. —El alfa evita que se acerque, más no quiere que nada interrumpa el aroma de Harry cerca de él.
—Eres un tonto; aun así, que me preocupo por ti, ¿y me tratas de esa forma? Regáñalo Jules. —se queja.
La doctora hace alguna broma y llama a Harry, quien se acerca tímido bajo la atenta mirada del morocho en la habitación. Siente una puñalada en su corazón cuando percibe un deje del aroma de Louis en él.
Luego de dar informe el omega se acerca a él y ambos escuchan a Louis llamarlo, pero él parece no importarle. —Zayn…
—Hola. —saluda a Harry con una luz especial en los ojos.
—Hola.
—Mi nombre es Zayn, perdón no quiero ser grosero, pero eres muy lindo, tienes que ser él, tú eres Harry, no es así.
El ojiverde asiente y traga fuerte, al escuchar un chillido de emoción del omega frente a él. —Es obvio, yo sentí… claro que eres tu, tu olor está cerca y lo reconocería…
—Zayn… —Louis llama con voz baja. Pero eso no parece hacer nada, pues el omega parece parlotear y hablar mucho que deja a Harry observando como no sabiendo cómo actuar. Zayn parece que encontró a su nuevo mejor amigo.
Justo en ese momento la puerta es tocada, el alfa da el pase y al ser abierta el morocho queda en completo silencio.
—Tomlinson… —La voz de Liam, el otro dueño del hospital, se escucha. Se acerca a ver el estado de su buen amigo. Harry voltea a ver al omega al notar la risa burlona de Louis. Es entonces que se da cuenta de que Zayn está frente a la pared haciendo como que lee algo que no existe.
Luego de que Liam saluda se dirige a ellos y va donde está Zayn, al hablarle se da vuelta arrebatadamente y tira una lámpara que estaba sobre una mesa.
Harry intenta apresurarse para ayudar, pero Jules lo impide intentando suprimir una sonrisa. Louis llama al ojiverde. —No te preocupes, Zayn se vuelve algo idiota ante la presencia de Liam.
—Oh…
—Es mi asistente personal y secretario, cree que puede ser mi madre, es un tonto, pero es bueno.
—Es muy lindo, tiene un aroma agradable. Parecía muy preocupado, yo creí que él era su…
—Zayn es uno de los omegas que mi alfa tolera, no acepta solo tolera, es como un hermano, no es lo que piensas.
—Lo siento es que tenía su olor y yo…
—En la empresa un alfa intentó someterlo, me enfadé y creo que algo de mi aroma se pegó en su ropa. Es al segundo al que logro tolerar.
—Supongo que eso es genial, ¿su alfa es muy sensible con los olores? —Harry sonríe.
—Es un poco delicado, por así decirlo. No todos los aromas son de nuestro agrado.
Harry baja la mirada y se preocupa por molestar. —Yo no sabía eso, podría usar bloqueadores, algunos pacientes…
—No, ni te atrevas, tu aroma es muy bueno. Es muy tierno y dulce, me hace sentir feliz, en realidad me encanta.
Harry se sorprende y no sabe cómo reaccionar, Louis ladea una sonrisa. —Lamento si te hice sentir incómodo, pero es la verdad. No lo ocultes, por favor.
—Yo no sé qué responder… —dice al ponerse de pie y carraspea.
—Nada, no hace falta, tu olor me relaja mucho. Y por favor trátame de tú. —Harry responde con una sonrisa.
Jules se acerca y pide informe del estado de su hermano, Harry muestra todo. Al pasar algunos momentos, Liam se acerca junto a un Zayn quien al parecer tuvo un dolor de estómago y el alfa se ofreció a ayudarle.
El omega levanta las cejas en dirección a Louis, quien voltea los ojos sabiendo que finge solo para tener su atención. Ambos salen de la sala y Jules promete volver pronto.
Harry se encarga de cuidar de Louis, no fue necesario que Jules pidiera que estuviera pendiente del alfa toda la noche porque se quedó a su lado ayudando a controlar la fiebre hasta que amaneció y terminó su turno.
El ojiverde parecía pensar y pensar si era buena idea dejarlo, pero la doctora prometió estar al tanto de él, ella al acercarse percibe el aroma del omega en las cobijas que cubrían a su hermano y solamente es capaz de sonreír, Louis mejoró y se recuperó rápidamente, ahora solo dormía con mucha tranquilidad.
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Nos vemos en la siguiente parte, espero les guste ✨️
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