Del 1 al 10 es un +18, así que si no quieren traumarse sigan de largo.....

Subiste nuevamente a la silla para colgar el talisman. Pronto traerian un brujo poderoso y debían mantenerlo encerrado hasta el juicio ante los altos mandos.
Habías vuelto hace un día de tu última misión, la cual había sido un éxito. Tu plan era tomarte unas vacaciones de ellas mientras ayudabas en la escuela.
Frunciste el ceño al ver que ni con la silla llegabas al clavo en la pared. Debías poner todos los talismanes posibles para hacer segura la habitación ante la llegada del prisionero.
Te pusiste en puntas de pie, apoyándote en la pared intentando estirarte, cuando un brazo rodeo tus rodillas y te levanto sorpresivamente, acortando la distancia.
-es gracioso, pareces olvidar que eres hechicera de grado especial a veces-
Satoru te había cargado sobre su hombro para que pudieras colgar el talisman. Una vez que lo hiciste, te bajo directo al suelo pero no sé alejo de ti en lo más mínimo. Disfrutando el contacto de sus manos con tus piernas mientras tanto ya que tenías puesta una falda campana para su deleite.
-no todo en la vida es magia, ¿Nunca te lo han dicho? - preguntaste con la respiración entrecortada por la cercanía. Definitivamente no lo esperabas -¿Que no estabas en una misión?-
-termine antes- respondió sonriendo de lado -¿no te alegras de verme?- fingió un puchero de enojo
Sonreiste divertida viendo hasta donde llegaba el asunto
-claro que si, ahora podrás ayudarme con la habitacion- señalaste el cuarto de luces bajas y con tono rojo. ¿Era que las estrellas se habían alineado en cumplir una de tus fantasias o solo estabas teniendo un sueño húmedo?
- haré más que eso- fue lo que respondió llevando una mano a tu cuello, acariciándolo mientras acercaba tu boca a la tuya- y no habrá talisman que te salve- murmuró contra tus labios.
El tacto de su mano con la piel de tu cuello te quemaba. Podías sentir su aliento a ¿Dentrifico de frutilla? Chocar contra tu rostro.
Finamente comenzó a besarte, acorralandote contra la pared detrás de ti, haciendo que algunos talismanes se arrugaran un poco. Rompió el espacio entre ambos, llevando su otra mano hacia tu pierna, subiendo lentamente tu falda, te volvería loca.
La temperatura subió repentinamente y el aire comenzó a faltarte cuando su mano recorrió el borde de tus bragas. Llevaste tus manos a su cuello para atraerlo hacia ti, pudiste sentir su semi erección contra tu pelvis, logrando que sintieras un cosquilleo bajo tu vientre.
Pareció desesperarse un momento cuando corto levemente el beso para quitarse la venda como si le molestará y la tirará sobre el piso de la habitación. Luego volvió a arremeter, ahora sentias como te recorría con la mirada cada que podía.
Gemiste levemente al sentir sus dedos pasearse por encima de tus bragas, comenzabas a sentir esa palpitacion que lo aclamaba, esa humedad que tanto parecía facinarle.
Era lento, no podías evitar soltar suspiros y gemidos por los movimientos de su mano, la cual ahora corría tu braga para introducirse entre los labios de tu bulba mojada y masajear tu clítoris.
Por dios ibas a reventar.
-satoru- susurraste su nombre completamente exitada. Necesitabas tocarlo, que sintiera el mismo placer que sentías en ese momento.
Lo separaste bruscamente de ti, obligándolo a sentarse en la silla que anteriormente usabas, sentándote ahorcadas de el.
Desabrochaste su pantalón liberando levemente la presión que este ejercía sobre su miembro.
Y comenzaste a masajearlo.
Pudiste notar como poco a poco el comenzaba a perder el control. Mantenía ahora sus dos manos sobre tu trasero, dándote un ligero golpe en una de tus nalgas cuando aumentaste la velocidad de tus juegos.
Te detuviste un segundo para colocar el miembro contra tu vagina y rosarlo suavemente. Piel con piel. Podías sentir como el orgasmo llegaba a ti al estimularte de esa manera.
- por favor no pares- gruño el mientras te sostenía para ayudarte en el movimiento - no durare mucho más sigues haciendo eso...-
Bajaste un poco la velocidad del roce. No querías que terminara aún.
No sin que te cogiera con todas las letras.
-¿Quieres metermelo...? - preguntaste en su oído sintiendo como se estremecía ante tu voz - ¿Que esperas hechicero?-
Con un movimiento rápido, Satoru te levanto levemente mientras tú te acomodabas lista para que te penetre.
Sentir su miembro duro contra las paredes de tu interior fue lo más placentero en mucho tiempo. Era tan grande pero a la vez estabas tan mojada que sentías todo tu cuerpo llenarse de placer cada vez que lo montabas.
-¡Satoru!- gemiste fuerte sin importarte si alguien los escuchaba
- ¿Te gusta así?- gruño el con dificultad mientras llevaba una de sus manos a tus pechos, siempre que te veía con remeras reveladoras soñaba con apretarlos, y ahora estaban al alcance de su mano - ¿Te gusta fuerte?-
-AHH- Gemiste ante la estimulación de tu pezón, sentías que te vendrías dentro de poco, no querías detenerte .
Gimió mientras te sostuvo para que dejaras de moverte al tiempo que un líquido caliente salía junto con su miembro de tu vagina. Había logrado terminar.
Bueno, no todo.
Con la respiración acelerada aún, sonrió de lado satisfecho, mirándote a los ojos dejándote hipnotizada.
Sin siquiera pedírselo llevo su mano hacia tus labios y comenzó a masajear tu clítoris nuevamente, el cual se encontraba palpitante.
Tus piernas comenzaron a temblar mientras intentaba contener el placer, cerrandote contra su cadera.
Gemiste cerrando tus manos en su cabello - voy a venirme- avisaste entre suspiros mientras te retorcias de placer.
Y luego de unos segundos, lo sentiste. Incapaz de controlarte, sentiste como esa presión se liberaba, mientras un calor y la sensación del orgasmo invadía todo tu cuerpo.
Sus dedos salieron húmedos mientras intentabas recuperar tu respiración.
- acabamos de maldecir toda la habitación - murmuraste divertida mientras seguías aún encima de el. Ahora sus manos se encontraban aprisionando tu cintura ya que no quería que te bajarás de el.
-y esto recién comenza preciosa-