Treinta y seis: Tormenta (parte dos)
Reproduciendo: Two Feet - I feel like I'm drowning
― Jungkook...
You keep dreaming and dark scheming
Yeah, you do
JiMin no podía quitar sus ojos de los intensos orbes grises de su esposo, y él lo miraba desde arriba con cero expresión en su rostro. Jungkook estaba ahí, frente a ellos, impidiendo su salida por completo. En ese momento la tensión empezaba a ahogarlo, nadie decía nada, nadie sabía qué decir.
All my friends think you're vicious
And they say you're suspicious
Jamás pensó encontrarse en esta situación, ¡Se suponía que Jungkook llegaría por la mañana! ¿Qué se supone que haga ahora?
Los ojos de Jeon dejaron de mirar los púrpuras de JiMin, se desviaron hacia atrás, donde Taehyung tenía el teléfono en mano, viéndolo seriamente. La tensión incrementó cuando JiMin se percató que ambos hombres se veían directamente, y todo empeoró cuando una sonrisa surcó los labios de su esposo. Era obvio lo que pasaba para él.
Jungkook lame sus labios, da un paso hacia adelante generando que JiMin de uno hacia atrás. Taehyung toma con cuidado su brazo y lo atrae a su costado, quedando ambos al lado del otro. Jungkook por su parte, cierta la puerta principal con total calma.
I feel like I'm drowning
JiMin se iba a volver loco con tanto silencio y calma.
I'm drowning
― Jungkook. ― Apenas pronuncia.
You're holding me down and
El hombre continúa dándoles la espalda, pero aún así decide hablar. ― Querías escapar. ― Afirma bajo, riendo un poco. Finalmente gira cuerpo, quedando nuevamente frente al otro. ― Querías irte con él.
I feel like I'm drowning
I'm drowning
Ni había una pizca de duda o vulnerabilidad en su rostro, JiMin solo pudo identificar una sombría combinación entre la tristeza, el enojo y la locura, en su expresión y sus orbes grises.
― No puedo creerlo. ― Da un paso hacia adelante, JiMin retrocede otro y pega más el cuerpo de Seiji a su pecho como signo de protección. Taehyung por reflejo coloca una mano frente a JiMin y el bebé para protegerlo de alguna manera.
I don't know what the hell you gonna do
Jungkook alza una ceja ante esta acción, pero decide ignorarlo y centra su atención en su esposo. ― ¿En serio planeabas irte?
Su mandíbula tiembla pero decide enfrentarlo. ― Sí. ― Responde con firmeza, no se va a dejar intimidar. ― Ya estoy harto de este lugar, de la soledad, de tus mentiras. Nos estamos haciendo daño, pero TÚ no lo ves.
I feel like I'm drowning
― Estás delirando completamente. ― Niega con la cabeza, con su dura mirada fija en él.
I'm drowning
― N-no, no lo e-estoy. ― Maldice por dentro, sus emciones estaban alterando su habla, tenía que calmarse. Baja un momento la mirada y respira hondo, necesita calmarse o perdería el equilibrio.
Jungkook alza la mirada al peli rojo. Sus miradas de conectan, amenazantes, furiosas y brillantes, como un duelo. Jungkook alza su dedo índice y lo apunta bruscamente.
― Tú lo estás obligando, ¿No es así?
You're killing me slow
Taehyung arquea una ceja y ríe. No hace falta que diga nada, porque JiMin es quien responde a tal pregunta, con total determinación y cero filtro, tanto que lo sorprende.
― No me está obligando a nada porque la decisión es completamente mía. ― Entrecierra los ojos. ― El que me orilló a tomar esta decisión fuiste TÚ. ― Enfatiza la última palabra. ― Tú me estás obligando a irme por tu mierda egoísta.
My life's okay
Yeah, just when you're not around me
Jungkook relaja un momento si expresión y la reemplaza con un ligero asombro. Sin embargo, pronto es reemplazada con una expresión sombría, completamente fría.
JiMin continúa. ― Estoy harto de este tira y afloja que no nos lleva a ningún puto lado. ― Sus ojos se llenan de lágrimas. ― Pensé que Seiji nos uniría, realmente lo pensé. Pero tú no te dignas a tan siquiera visitarlo en su habitación. Dime Jungkook, ¿Acaso alguna vez lo cargaste en tus brazos o cuidaste de él?
Jeon se mantiene en silencio, JiMin ríe sin gracia ante esto. No esperaba más de todas formas, ha sido decepcionado tantas veces que contarlas sería eterno. Tampoco esperaba romperse de esa manera frente a su esposo, pero la expresión tan fría y sin rastro de emoción más que enojo de Jungkook es demasiado en ese momento. No puede resistir el llanto, es otra dolorosa decepción a su ya roto corazón.
I feel like I'm drowning
I'm drowning
― Dime... ― Cae una lágrima por su mejilla. ― ¿Tan siquiera lo quieres?
El silencio de Jungkook lo desesperaba en demasía. Su expresión rota cambió a una enfadada, y las lágrimas de dolor se transformaron en rastros de su enojo y decepción.
You're killing me slow
So slow, oh-no
Rie un poco con una expresión derrotada. ― Taehyung es mucho más padre que tú... ― Habla con verdadero dolor.
Algo en su mirada cambió drásticamente. La satisfacción llenó el cuerpo de JiMin cuando finalmente logró romper su fría expresión y causar algo en su esposo. Era enojo, era ira, un completo disgusto por haber escuchado eso salir de su boca. Dolió.
― Taehyung fue el que ha estado cuidado de mí desde hace meses, incluso después de salir del hospital ha estado pendiente, y no solo de mí si no también de nuestro hijo. ― Más lágrimas caen por su rostro.
― No quiero escuchar nada más. ― Se cierra con un bajo y ronco tono de voz.
Taehyung toma la palabra esta vez, con la intención de provocarlo, de molestarlo, de sentir satisfacción al ver el enojo en su rostro. ― ¿No sabes lidiar con la verdad, Jeon?
You're a poison and I know that it's the truth
Jungkook es impulsivo, su cordura muchas veces se pierde en situaciones estresantes, y esta es una de esas. Dio dos firmes zancadas hacia Taehyung y pronto tenía ambas manos aferradas al cuello de la camisa blanca que llevaba puesto, sin intención de soltarlo. La sonrisa altanera en el rostro del peli rojo jamás desapareció, aunque sentía la presión en su cuello por los nudillos del hombre, la situación se le hacía divertida.
Jungkook ahora le parecía un completo chiste mal contado.
― ¡CIERRA LA BOCA! ― Grita a centímetros de su rostro. Tiene la nariz arrugada y una mirada llena de ira. ― Esta es mi ÚLTIMA advertencia, mantén la boca cerrada ¿Entendiste? A menos que quieras que me encargue de ti.
You're holding me down and
Holding me down
Antes de que alguno de los dos hombres diga algo más, JiMin fue el que tomó a Jungkook del brazo con fuerza, llamando su completa atención en menos de un instante.
― Si lo lastimas te juro que no vuelves a verme, Jungkook.
I feel like I'm drowning...
El oji gris lo mira entre sorprendido, molesto e indignado. JiMin lo miraba como si fuera su enemigo mientras que defendía a Taehyung en su propia cara, como si fuera la persona más valiosa en su vida, como si lo amara. La sola idea empezó a quemar sus venas. Aflojó su agarre aún mirando a JiMin, y Taehyung aprovechó para alejarse acomodando su camisa.
― Solo mantén la maldita boca cerrada. ― Lo mira como si quisiera matarlo, y con evidente falta de paciencia hacia el hombre de cabellos rojos.
El de cabellos rizados coloca una mano en su pecho sobre la tela de su traje y lo hace retroceder, quedando ambos cara a cara y a unos pasos lejos de Taehyung, quien borró su sonrisa y permanecía en silencio, mirándolos entre la oscuridad del lugar. JiMin toma su barbilla y hace que centre sus ojos en él, para que se concentre y deje de querer asesinar a Taehyung con la mirada.
― Si tienes algo que decirme, dilo ahora, porque estoy a punto de cruzar esta puerta. ― Enfatiza. Su mensaje es fuerte y claro, sin titubeos.
Jungkook siente una gran incomodidad creciente al escucharlo. ― Querías irte de casa... ¿Cómo carajos quieres que me sienta?
Rie poco sin creerlo. ― ¿Y cómo crees tú que me siento yo? ― Se señala a si mismo. ― Yo estoy cargando con TODA la mierda que tú ocasionas, ¿Y así quieres que me quede a tu lado? ¿Enserio crees que estoy feliz de estar aquí? ― Suspira con fuerza. ― De todas formas planeaba irme solo unos días, necesito tiempo.
― ¿Cuánto tiempo? ― Se apresura a preguntar.
― El necesario para no enloquecer y mandar todo a la mierda, incluyendote a ti. ― Su mirada así como su comportamiento son confusos. Lo mira con determinación, pero hay un rastro de lágrimas que se desbordan de sus ojos, y su cuerpo tiembla como nunca. Lleno de miedo, pero también de ira y frustración, determinado a no dejarse vencer.
Un nuevo trueno resuena muy fuerte cerca suyo, alumbrando sus rostros a través de la luz que se filtra por los ventanales. Esto ocasiona que Seiji en brazos de su padre empiece a sollozaras fuerte, porque sí, hace mucho que despertó llorando por el sonido de la tormenta y todos a su alrededor discutiendo. JiMin al notar esto lo arrulla con cuidado, tratando de calmarlo.
Taehyung se acerca y coloca una mano en su hombro. ― Puedo llevarlo a su habitación si gustas. ― Se ofrece con una expresión seria, pero su tono de voz expresaba cariño y cuidado. JiMin lo mira, luego ve a su bebé y termina asintiendo. ― Así tienen... espacio para hablar.
JiMin suspira cansado, le entrega a Seiji con su mantita que lo cubría del frío. Al sentir sus brazos vacíos se abraza a sí mismo buscando protección, a la vez que mira a Taehyung subir las escaleras directo a la habitación de su hijo con este em brazos.
Finalmente queda a solas con Jungkook. Sin su hijo en brazos y contra su pecho sintiendo su suave aroma a bebé, no siente tener la valentía para verlo a los ojos, se siente cobarde. No quiere ver esa frialdad, ira y descontento tan evidentes que le erizan la piel. Sin embargo, no cree tener otra opción. Planeaba escapar sin que Jungkook se entere pero sus planes han sido frustradosrn su totalidad. Ahora tiene a Jungkook detrás suyo impidiendo su salida, al menos no sin antes hablar.
― Hablemos. ― Pide Jungkook.
No tiene otra opción, más que acceder a el pedido de su esposo. No porque quiera, si no porque no tiene otra salida.
― Hablemos en nuestra habitación.
You're so plastic and it's tragic
Just for you
I don't know what the hell you gonna do...
― Si vas a hablar, hazlo ahora. ― Forma puños con sus manos y tensa sus hombros, sentía la mirada de su aún esposo en su espalda y lo molestaba de sobre manera. Hace diez minutos atrás habían llegado a la habitación; sin embargo, Jungkook permanecía en silencio y poco a poco acaba con su paciencia.
Su poquísima paciencia. De hecho, se sorprende de mantener sus emociones bajo control, cuando realmente creyó que terminaría temblando y llorando como un mal chiste, patético y débil antes sus ojos. Esos ojos que lo debilitan tanto, que en vez de ser romántico, es simplemente absurdo.
Se tensa aún más cuando siente los pasos detrás suyo y una mano en su hombro. ― Solo dilo.
Siente a Jungkook suspirar. ― Querías irte con él, querías irte de nuestro hogar.
― Ya me lo dijiste antes. ― Baja la mirada con el ceño fruncido, realmente aburrido y enojado por la discusión que no llega a ningún lado. ― Este ya no es mi hogar, Jungkook. ― Gira sobre su posición. ― Al menos, ya no más.
No se atreve a tocarlo, hace mucho que no tiene contacto con su piel, pero siente una gran necesidad de atraerlo contra su pecho, pero no lo hace ya que no puede entender el porqué de la necesidad. Confundido, sin saber qué es lo que siente, cegado por demonios internos.
― JiMin... Todo lo hago por ti, para que tú y nuestro hijo estén a salvo. ― Repite lo que JiMin ya ha escuchado antes. Se irrita pero trata de calmarse. ― Deberías agradecerme.
En ese momento afila la mirada. ― ¿Yo? ¿Agradecerte a ti? ¿Por qué? ¿Por joderme emocionalmente estos últimos meses? ― No puede creerlo, está completamente indignado.
― No sabes todo lo que he hecho por ti, para que tú no tengas que vivir con miedo. ― Se acerca más a él, toma con cuidado sus manos con la mirada fija en ellas. JiMin quiere apartarse pero le es imposible.
― Quiero saberlo. ― Jungkook dirige su mirada hacia él. ― ¿Qué es lo que has hecho que te sientes tan orgulloso, Jungkook? ― Lo estaba desafiando.
Jungkook mantiene su mirada por minutos de completo silencio, como si tuviera una batalla dentro de su cabeza, debatiendo consigo mismo y los demonios en su cabeza sobre revelar o no los hechos acontecidos esos últimos meses, y que él con sus propias manos ocasionó.
Al final, se logró decidir.
― No tengo las manos limpias. ― Empieza diciendo. ― No soy un alma pura. ― Lo toma delicadamente de la cintura. ― He matado por ti, desde que empecé a trabajar para tu padre. Puse a mi hermano en la misma situación, me obligué a muchas cosas desde el día en que me pediste que me quedara contigo.
Sus rostros estaban muy cerca, JiMin podía sentir el olor a alcohol proveniente de Jungkook, aún es algo a lo que no se acostumbra, y sinceramente le disgusta mucho.
― Pudimos haber escapado. Pudimos crear nuestro propio hogar lejos de todo esto, pero fuiste egoísta y me quisiste a tu lado sin importar nada. ― Rie un poco con la voz ronca. ― Quizás te tengo un rencor muy dentro mío, porque me dejé llevar por ti. Era joven e inexperto, tú sabías como era la mafia y aún así me arrastraste contigo.
― Lo siento, ¿Contento? Lo siento por joderte la vida. ― Dice de mala gana.
― No quiero tus disculpas, han pasado más de diez años, cariño. ― Sonríe de lado. ― A pesar de todo, yo decidí quedarme a tu lado.
Acuna su mejilla derecha y la acaricia con su pulgar, calentando las mejillas de JiMin, aunque aún tenía presente su expresión de molestia.
― Maté a tantas personas, he desmantelado a tanta competencia cuando tu padre me lo pedía, y todo para mantenerte a salvo. Pero...
― ¿Pero qué? ― Gruñe colocando sus manos en sus hombros, para mantener un mínimo de distancia. Podía sentir su calmada respiración contra su rostro.
― Jamás llegué tan lejos para protegerte. Al menos no hasta hace unos meses.
― Solo dilo, Jungkook. De todas formas Taehyung me contó sobre ese plan tuyo. ― Frunce el ceño cuando Jungkook ríe por sus palabras. ― ¿De qué te ríes? ― Inquiere indignado.
― Hay mucho que no sabes, JiMin. No pensaba decírtelo, muy aparte de las amenazas de tu padre, no lo hice para mantenerte a salvo y evitar que te involucres. Pero ahora que lo pienso a sido absurdo, a estas alturas aún más... Así que te lo diré todo. No quiero que lo escuches de boca ajena.
― Entonces, te escucho. ― Responde ya no tan seguro como antes, pues esa mirada en los luceros de su aún esposo eran una señal de peligro.
Jungkook suelta su cintura, JiMin cae sentado sobre el borde de la cama y lo mira confundido. Jeon camina con elegancia hacia la cómoda en la pared detrás suyo. Sus ojos púrpuras lo ven a espaldas sirviéndose algún tipo de bebida alcohólica en alguna copa que encontró en el lugar.
― Mi plan era simple: Acabar con la mafia que ponía en riesgo a tu familia y a nosotros. Me quedó muy en claro desde las amenazas a tu padre y al bombardeo de nuestra antigua casa. Habían aspectos personales y de poder de por medio. ― Toma una pequeña pausa, pensando como empezar el relato para ser lo más claeo y conciso posible. ― Como sea. Empecé al infiltrarme en la mafia de los Manoban, con la identidad de un idiota que logramos capturar. Eso facilitó muchas cosas. ― Escucha el agua caer dentro de la copa mientras él habla.
¿Desde cuando Jungkook tomaba tanto? Se preguntó. Sabía que su esposo fumaba y tomana, incluso creía que se drogaba, pero realmente se da cuenta que es raro para él verlo caminar por la casa sin una copa llena de alguna bebida alcohólica en la mano.
― Al principio sería algo simple, infiltrarme, sacar información e irme. Pero las cosas se hicieron interesante y pronto era la mano derecha de los jefes. ― Sonríe con orgullo, aún dándole la espalda a su esposo. ― Todo ese tiempo trabajaba para tu padre, pero también estaba aliado a NamJoon, la otra mafia rival de los Manoban. Mi objetivo era claro, tenía que matarlos.
JiMin se mantiene cauteloso hacia cualquiera de sus movimientos. No le tenía miedo, pero por alguna razón se mantenía alerta. Quizás por el rumbo que estaban tomando sus palabras, tenía miedo a saber dónde acabarían. Finalmente Jungkook da la cara con la copa llena en mano.
― Pero eso tomaría tiempo. Hasta entonces seguía mandando información, y tu padre estaba feliz con eso. ― Esa parte JiMin ya la sabía, Taehyung se lo había comentado. ― Logré matar al esposo de la heredera de la mafia, y eso fue un GRAN logro. ― Enfatiza.
JiMin abre grande los ojos.
No le sorprendía escuchar de la boca de su marido que asesinó a alguien. No, porque Jungkook siempre fue un sicario despiadado, pero había algo que lo inquietó al instante. Jungkook matana peones, jamás mataba jefes, eso era un nivel mucho más peligroso y hasta podría considerar estúpido.
Pasa saliva. ― ¿Mi padre te pidió que lo hicieras...?
― No explícitamente. Se puede decir que fue idea mía, pero sí que ayudaron, tanto él como NamJoon. ― Le da un sorbo a su bebida hasta casi la mitad de la copa rápidamente. ― Gracias a eso me acerqué más a su esposa, la cabecilla de la mafia. ― Sonríe sin poder evitarlo, pero rápidamente quita su sonrisa, no quiere ser TAN evidente.
― Quiero su nombre. ― Y no es una pregunta, es una orden.
Jungkook asiente. ― Lalisa Manoban. ― Responde sin problemas. ― Me hice su mano derecha, y empecé a tener el doble de trabajo también encargandome de su seguridad.
― Así que estabas tan ocupado trabajando para mi padre que te ibas por días fuera de casa. ― Se cruza de brazos y sonríe tristemente. ― ¿Te recuerdo que también te perdiste del nacimiento de tu hijo...?
― He cometido errores, lo admito completamente. Prometo recompensar mi ausencia aquel día tan importante para ti, cuando todo esto termine. Tenlo por seguro.
Jungkook lo dice mirando el contenido de su copa, pero no hay sentimiento puro en su voz. JiMin no siente que haya un verdadero arrepentimiento en sus palabras. Su tristeza y mal humor resurgieron con el mero pensamiento de que su esposo trataba esa falta tan grande a su matrimonio, como si fuera una simole deuda que luego pagaría con un par de billetes.
Pasa una mano por sus cabellos. ― También aclaro que para ese entonces dejé de brindarle información a tu padre. Tuvimos unos percances. ― Rie un poco ante la palabra que usó.
JiMin no sabe y no sabrá sobre la discusión que él y su padre tuvieron, como él lo enfrentó y terminaron distanciándose y rompiendo sus tratos. JiMin estaría profundamente molesto con él no solo por desafiar a su padre, también por actuar de manera tan precipitada.
― Sé que mi padre estuvo implicado en todo esto, y de hecho me siento muy herido por saber qué me ha estado ocultando todos estos meses. ― Suspira.
Realmente trataba con todas sus fuerzas de retener la rabia y las lágrimas que querían salir de su cuerpo. Dolía saber que los hombres más importantes en su vida le ocultaron tantas cosas; como si fuera un niño pequeño, estúpido e inexperto que no podría lidiar con ello. Pero luego se encargará de hablar con su padre.
Alza la mirada y se abraza a si mismo para reconfortarse. ― ¿Y ahora cuál es tu objetivo? ― Jungkook lo mira un momento con expresión neutra, y JiMin siente que debe especificar. ― Me refiero, ya acabaste con ese hombre, y ya tienes información... ¿Qué planeas hacer? ¿Matarás a Lalisa?
Jungkook se mantiene callado, eso inquieta a JiMin que entierra sus uñas en la tela que cubre sus brazos, abrazándose con más fuerza.
― Según NamJoon debo matarla...
― ¿Y porqué no lo haces? ― Pregunta cauteloso.
El rubio mantiene su mirada contectada a la de su esposo, y sin quitarla recuerda todas esas noches donde tuvo a la mujer de labios negros bajo su cuerpo, la manera en la que se unían al otro y se reclamaban en la oscuridad de sus intenciones. Podría matarla. Pero no lo hará, no porque la amara, eso jamás. Solo dejaría de ser entretenido.
― Es simple...
Aún quería lograr más, tocar sus propios límites, el dinero que gana es demasiado y el poder en sus manos se siente tan bien, mucho mejor que enterrar su cuchillo en el pecho de algún peón por dinero, o de disparar directo a la cabeza a algún obstáculo.
Había algo dentro suyo, que le decía...
Sonríe cínicamente hacia su esposo. ― Aún no estoy satisfecho.
Jeon Jungkook jamás estaría satisfecho. Mate a quien mate o tenga el dinero que tenga. Incluso el poder dejaba de ser suficiente, ahora que lo ha probado, le encanta dar órdenes, le encanta ser tratado como el jefe, como el que tiene el completo control.
― Jungkook... ― JiMin no sabe que hacer más que pronunicar su nombre, como si delicadamente llamara a la razón de su esposo, aquella razón que se ahoga entre sus demonios.
No puede entenderlo. No entiende a qué se refiere. Tiene tantas dudas, pero tanto miedo de preguntar de más. El hombre frente suyo no es aquel que amó, es un extraño que le robó sus ojos dulces, su porte elegante y su sonrisa preciosa. Era un hombre de lo más distinto.
― Tu no quieres terminar este plan tuyo... ― Suaviza su mirada con tristeza.
Es la única explicación que encuentra. JiMin no entendía porqué no terminaba el trabajo de una vez, si tanto dice queter protegerlo, ¿Porqué no termina el trabajo de una maldita vez? ¿Qué es lo que está esperando?
― ¿Qué es lo que te impide terminar con esto de una vez para que podamos volver a ser lo que éramos? ― Con cuidado y algo tembloroso levanta su cuerpo de la cama. ― Si tanto dices hacerlo por mí, ya lo habrías terminado, habrías acabado con esa maldita mafia y habríamos ganado poder y territorio...
La sonrisa en Jungkook desapareció para ese momento. Solo se mantenía en silencio.
― Ya veo... ― Rie un poco con la cabeza gacha. ― Te sientes cómodo de esta manera. ― Extiende ambos brazos hacia él para señalarlo. ― Te gusta ser como eres ahora, tan diferente al hombre que me enamoró, tan destructivo, tan... insatisfecho. ¿Acaso nuestra vida juntos antes de tu plan era tan mala?
Jungkook deja sobre la cómoda su copa ya vacía. Camina en silencio hasta él y cuando está cerca suyo toma con cuidado sus mejillas, viéndose a los ojos. Puede notar lágrimas en los luceros púrpuras de su esposo.
― Te gusta el poder, te gusta ya no trabajar para mi padre. Te gusta perder el control... Puedo leerte tan bien, te conozco como nadie. ― Forma una mueca de disgusto. ― Y ahora que sé tantos detalles, puedo entender tantas cosas. ― Aparta sus manos de sus mejillas de manera brusca y se aparta dando un paso hacia atrás.
Jungkook alza una ceja. ― ¿En qué estás pensando?
― Ya no es por mí, deja de engañarme y deja de engañarte. Lo haces por ti, tal vez siempre fue por ti y me tomaste como excusa... ― Coloca una mano en su pecho plano. ― Creo que es mi culpa. El rencor que sientes dentro tuyo, hacia mí, tiene todo el sentido de ser.
― JiMin... Ya te lo conté todo, ¿Qué más quieres? ― No había más aquel cálido sentimiento que le transmitía con su voz. Y eso dolía mucho para JiMin. ― Pensé que con esto recuperarías un poco tu confianza en mí.
― No, Jungkook. Esto no arregla mi confianza hacia ti mágicamente... solo me da el cierre que necesitaba, para que deje de pasar noches sin dormir, pensando en dónde estás, en qué haces, si estás bien, si estás en peligro, si hice algo malo... ― Limpia con sus manos las lágrimas calientes que bajaban por su rostro. ― Ahora sé que lo haces por tus propios intereses.
Coloca una mano en el pecho del más alto para apartarlo y crear distancia.
― Por lo que veo ya no funcionamos como antes, Jungkook. ― Dice con la mirada fija en sus ojos. ― No estamos en la misma página. Tú quieres poder, quieres emoción, tal cual tu abuelo... ― Jungkook abrió los ojos ante sus palabras. ― Y yo quiero vivir para proteger a mi hijo. Ahora veo lo diferentes que somos, nos hemos convertido en personas diferentes en estos meses.
Se dirige entonces hacia la salida de la habitación, sin decir nada más y dejando a Jungkook de pie con la mente hecha un caos. Realmente no era así como el rubio esperaba que resultara... Pensó que JiMin realmente confiaría más en él, que le daría una nueva oportunidad y se quedaría en casa a esperarlo. Tal cual ha estado haciendo estos últimos meses. Pero no resultó como esperaba.
― Adiós, Jungkook.
JiMin por su parte ya no quería seguir más en esta casa, estaba cansado, tenía el corazón en la garganta.
Jungkook sentía una creciente ansiedad dentro suyo. No entendía qué estaba haciendo mal, estaba tan cegado por su ambición de poder que apenas y se da cuenta de la gravedad detrás de sus palabras. Era como si tuviera un momento de lucidez.
¿En qué momento sus "te amo" se reemplazaron por despedidas amargas?
― Mora...
Detiene sus pasos bajo el umbral de la puerta cuando aquel apodo cariñoso sale de los labios de Jungkook, quien realmente no sabe porqué tan de repente lo llamaba de esa manera. JiMin hace mucho no escuchaba esa palabra de sus labios. Se escucha tan diferente que le parte un poco más el corazón.
― No funcionará. ― Dice con voz inestable, dándole la espalda a su aún esposo. ― Me iré unos días fuera de la ciudad con Taehyung y nuestro hijo. Espero que respetes mi decisión. ― Es lo único que pide.
Jungkook pasa saliva, estira su mano hacia él pero la coloca sobre su propia pecho y no entiendo esa ansiedad tan viva en su interior. Miles de voces gritándole que lo detenga, que deje su actitud de mierda y que enfrente las cosas como debería.
Pero se queda estático en su lugar, viéndolo marcharse.
JiMin se dirigió hacia Taehyung para pedirle que se fueran, a lo que el hombre no se negó, es más, no preguntó nada más, solo obedeció. JiMin tomó a Seiji, el peli rojo se encargó de las maletas y subieron su automóvil para conducir hacia el bosque, como habían planeado en un principio, antes de que Jungkook llegara a la casa.
JiMin lloraba todo el trayecto, con Seiji pegado a su pecho y su cabeza apoyada en la ventana, con la preocupada mirada de Taehyung sobre él. Mientras, Jungkook seguía de pie en medio de su solitaria habitación. Donde vivió tantos momentos íntimos con su pareja, y ahora vivía una despedida...
No me maten porfa, no lo hago con mala intención, se los juro deveritas deveritas *escapa como jimin* ahr.
Cualquier falta de ortografía o coherencia háganmelo saber, ha sido un capítulo de 4 mil palabras y puede que algún error se haya escapado.
Ahora, disfruten su semana y capaz nos veamos para este fin de semana. Por cierto, si desean vayan a apoyar mi nueva historia, apenas va empezando <3
- Mgg.
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