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Cuarenta y uno: Oportunidad.

― ¿Creíste que no me enteraría?

Gguk se queda callado, extendiendo el silencio que él mismo se impuso desde que llegaron a la oficina de Woong luego de haber sido atrapado con Jane. Todo pasó muy rápido, en un momento estaba abrazando a su novia y planeando un futuro con ella, y al otro estaba Woong echándolo de la habitación y ordenandole seguirlo hasta su oficina, sin importale las quejas de su esposa y las suplicas de su hija.

Y aquí están, Woong tiene un vaso de whisky en la mano que aprieta con más fuerza de la debida, apoyado en su escritorio de madera, viéndolo fijamente, como si fuera un cazador y él la indefensa presa. Por otro lado, la característica sonrisa burlona de Gguk no adorna su rostro ahora mismo, se borró al igual que el buen humor que gozaba minutos atrás, ahora está a total merced del extraño juicio de Woong, quien parece querer arrancarle la cabeza del cuerpo pero se abstiene.

― ¿Cómo los descubrí? Fácil, mi Sunhye los escuchó planeando un escape juntos, como pareja, se lo contó a su madre, no debía enterarme pero al parecer tienes mala suerte, o yo muy buena. ― Ríe un poco antes de negar con la cabeza y darle el último trago a su bebida.

Abruptamente lanza el vaso de vidrio contra la pared más cercana y este estalla en pequeños pedazos que se pierden en la costosa alfombra que adorna el suelo. Gguk pega un salto en su lugar, finalmente alzando la mirada hacia Woong. Se arrepiente, porque la intensidad de sus ojos le indica peligro.

Woong enojado es un total ataque a los nervios. Impredecible, agresivo, severo.

― ¿¡Crees que puedes llevarte a mi hija lejos de su familia!? ― Arruga la nariz y da pasos firmes hacia el frente, totalmente amenazante. Gguk se queda quieto en su lugar viéndolo acercarse, no lo tiene miedo, pero definitivamente debe tener cuidado. ― Habla, imbécil. ― Espeta mirándolo desde arriba.

Pasa saliva instintivamente, debe tener cuidado con sus palabras desde ahora. En algún momento los Park se enterarían de su relación secreta, ya no tiene caso negarlo o esconderlo, es mejor enfrentarlo y tratar de salvar la situación, porque de lo contrario Woong es capaz de mandarlo al otro lado del país para alejarlo lo suficiente de su hija.

― ¿Qué quieres conseguir de mi hija, Jeon? ― Su mirada destroza los nervios del menor.

Nadie debe meterse con las hijas de Woong sin que él lo apruebe, son sus tesoros, y si alguien se atreve a desafiarlo sabría las consecuencias. Y Gguk no quiere desafiarlo.

― Es cierto. Estamos juntos. ― Lo mira fijamente. ― Sé que no lo apruebas, no quieres que otro de tus hijos se involucre con un Jeon, así como JiMin se casó con mi hermano, eso lo sé bien... ― Junta las cejas y se coloca de pie para mirar a Woong desde el mismo nivel. ― Pero no pudimos evitar enamorarnos.

Woong cree que es un mal chiste y tuerce una sonrisa en su rostro, dándose la vuelta para reír sin gracia mientras pasa una mano por sus cabellos canosos.

Debe estar bromeando.

― Quiero que te alejes de ella. ― Gguk niega rápidamente pero es inútil, Woong no lo ve, camina dándole la espalda hasta rodear su escritorio y tomar asiento en su sillón de cuero. ― Escucha, suficiente tengo con que JiMin haya salido herido por culpa de tu hermano, los Jeon no son de fiar... Nunca debí incolucrarme con tu familia. ― Dice en un tono más bajo tu última oración, con un sabor agridulce al oírlo.

Gguk entrecierra los ojos, caminando hasta él. ― No olvides que tu hijo fue herido por mi hermano por culpa tuya, tú lo guiaste a una misión suicida sabiendo lo inestable que era. Tú generaste todo esto... ― Estampa sus manos contra la madera del escritorio, pero esto no hace ni pestañear al mayor. ― No puedes echarnos la culpa ahora y decir que no somos de fiar cuando tú eres quien nos involucró en su mafia, trabajamos para ti.

― Tal vez tengas razón. ― Es lo único que dice antes de inclinarse hacia adelante y cruzar sus propias manos sobre el escritorio. ― ¿Sabes? La única razón por la que los mantuve bajo mi cuidado, fue porque tu hermano también quiso escapar con JiMin, y eso yo jamás lo permitiría, y dejé que se queda, y tu también. Les di trabajo, techo, comida y protección, pero lo único que han hecho es decepcionarme.

― Entonces nunca debiste confiar en nosotros. Tal vez debiste dejar que JiMin se fuera con Jungkook, hubieran sido más felices lejos de tu mafia, no estaría pasando todo esto. ― Prometió no desafiarlo, pero no pudo controlar las palabras que salían de su boca, era verdad tras verdad en la cara de Woong, quien no se veía afectado en lo más mínimo por sus palabras.

Al menos por fuera.

Un silencio se extiende por la habitación, y la tensión que había tocado puntos críticos parece disolverse. Gguk retira sus manos de la superficie de madera y vuelve a su asiento con los codos en sus piernas abiertas.

Finalmente el silencio es interrumpido por la voz del mayor. ― Debo proteger a mi familia a toda costa, por lo cual, no puedo dejar que separes a mi familia... Quiero que te alejes de ella lo más pronto posible. Ya hablaré con Jane, ella entenderá.

― Woong-

― Confíe en tu hermano, y mira cómo resultó. Fue mi error confiar en él, fue muy estúpido de mi parte, lo acepto... Pero mi error principal fue no haber alejado a mi hijo de tu hermano. No volveré a cometer el mismo error dos veces, Gguk.

Aprieta sus manos en puños y siente la desesperación correr por sus venas, una conocida picazón en sus manos y un revoltijo en su estómago. Ese mal presentimiento otra vez. Algo le dice que no puede aceptar lo que Woong le exige, simplemente no puede alejarse de Jane, no puede alejarse de la mujer que más ama.

― Así que no lo volveré a repetir. Aléjate de mi hija. ― Trata de mantener la poca paciencia que puede retener su anciano cuerpo. Pero Gguk parece no rendirse.

― Si me dieras una oportunidad... ― Sube sus ojos grises hacia Woong, quien tiene una mirada desinteresada hacia su persona. ― No soy como mi hermano, sabes que somos diferentes, sabes que no dañaría a Jane, jamás... ― Woong niega con la cabeza, Gguk parece perder la paciencia, se coloca de pie. ― ¿Qué más quieres escuchar? ¡No nos iremos! No escaparemos, desecharemos esa idea por completo, pero no nos separes... Por favor.

Jamás le había suplicado algo... Hasta ahora.

― ¿Qué es lo que quieres, Gguk? ― Pregunta seriamente.

― Una oportunidad, es lo único que pido. ― Responde con firmeza. ― Te demostraré que puedo ser de confianza, sabes que soy bueno en los negocios, podría ayudarte a resolver los negocios difíciles que estás teniendo con los Kim. Puedo manejarlo.

― ¿Como sabes sobre el problema con los Kim? ― Frunce el ceño.

― Es lo que Jungkook me contó en mi última visita. ― Suspira, pasando una mano por su rostro. ― Mira, sé que NamJoon está molesto con Jungkook porque aún no ha matado a la jefa de los Manoban, se sienten traicionados, y es probable que nos den la espalda o nos traicionen, es mejor resolverlo en un trato, para evotar inconvenientes.

Arregla el cuello de su camisa. ― Como dices, es probable que nos quieran traicionar por venganza. Jungkook usó mucha ayuda de NamJoon, armas, escoltas, y sigue sin hacer su parte del trato... ― Se arrepiente de haberle dado el contacto de Kim a Jeon. ― Pero por más peligrosa que sea la situación, no dejaré que te involucres.

― ¿Por qué no? Puedo hacerlo, sabes que puedo manejarlo, he trabajo en negociaciones más peligrosas que esta.

― No, Gguk. Es demasiado arriesgado, no serviría de nada, ¿Y si te tienden una trampa? ― Suspira. ― Esto se arreglará con el tiempo, no podemos hacer mucho, Jungkook es quien debe hacer su parte del trato, no nosotros.

― Escucha, déjame intentarlo, haré un buen trabajo. ― Insiste.

Pwro nuevamente, recibe una rotunda negativa. ― Cómo te dije, no pienso cometer el mismo error dos veces.

No piensa mandar a un Jeon a otra misión suicida.

― Sé que no eres como Jungkook, y precisamente por eso es aún más peligroso para ti. Tu hermano es un maldito desquiciado que puede lidiar con este tipo de cosas, ¿Pero tú? ― Niega con la cabeza y le apunta la puerta. ― No me arriesgaré nuevamente... Ya sabes dónde queda la salida.

Gguk no puede hacer nada más, sale por esa puerta con la cabeza hecha un lío y las manos hechas puños en sus bolsillos. Frustrado. Completamente frustrado.

Sus manos arrugan el sobre entre sus manos... Estaba vacío. El sobre que Woong le dio hace meses atrás estaba completamente vacío, ¿Era acaso una broma de mal gusto?

Recurrió a aquel sobre para tratar de encontrar algún tipo de ayuda como Jungkook cuando recibió los contactos de amigos de Woong, pero contrario a lo que esperaba, no encontró absolutamente nada. Sentía que Woong ae estaba burlando en su propia cara.

Lo toma con ambas manos dr la parte superior y lo rasga hasta partirlo en dos, cae hasta sus pies y se toma la cabeza con frustración. Han pasado cinco días desde el problema con Woong, desde entonces no ha podido estar en contacto con su novia, la extrañaba, quería verla, y sabía que ella estaba preocupada por él.

El sonido de una llamada entrante en su celular lo saca de sus pensamientos, toma el aparato de su bolsillo y contedta al número desconocido.

― ¿Quién habla?

¡Gguk! ― Es Jane. Una sonrisa surca sus labios y la esperanza se refleja en su rostro al escuchar su bonita voz. ― Qué bueno escucharte, ¿Cómo estás?

― Estoy bien, linda. ― Pasa su mano por sus cabellos negros. ― Estuve tratando de contactarte todos estos días, ¿Está todo bien? ¿Cómo lograste contactarme?

Logré hacer que mamá me ayudara a recuperar mi teléfono, papá me lo había quitado pero logré rescatarlo de su oficina. ― Suspira. ― ¿Cuál es la necesidad de hacer todo esto? ― No logra entender a su padre y el porqué de lo que hace.

― Al parecer tu padre cree que te protege de mí y mi linaje maldito. No quiere que termine siendo como mi hermano y te lastime. ― Niega con la cabeza por lo ilógico que es.

Eso es absurdo...

― Lo es, ¿Pero quién haría cambiar de parecer a tu padre? En estas circunstancias ni JiMin podría convencerlo de que nos deje en paz.

Tienes razón, pero debería haber algo que podamos hacer... Esto es demasiado injusto, tú no eres Jungkook, yo no soy JiMin. No somos como ellos.

Cierra los ojos y drja escapar el aire de sus pulmones. Daría todo de sí para poder estar a su lado y calmarla para ya no escucharla tan afligida.

― Desearía que Woong me diera una oportunidad para demostrarle que no soy como Jungkook, pero se niega. No quiere darme ni una sola oportunidad.

Medita sus palabras un momento. ― ¿No hay manera de hacerlo cambiar de parecer, verdad?

Por otro lado, Jane se recuesta en su cama y abraza su almohada para consolar el vacío que siente al saber que quizás no haya manera de solucionarlo.

― Encontraremos la manera, solo dejame pensar qué puedo hacer...

Hagas lo que hagas tienes mi apoyo, confío en que harás las cosas bien. Te amo. ― Sonríe ligeramente, pegando su mejilla a la almohada entre sus brazos.

― Te amo...

De un momento a otro escucha ruido del otro lado de la línea

¡Espera, papá!

― ¿Jane? ¡Jane!

Aleja el celular de su oído y ve en la pantalla que la llamada finalizó. Seguramente el padre de la chica le había quitado el móvil. Aún así no se rinde y vuelve a marcar su número pero lo lleva directamente al correo de voz. Eso significa una sola cosa: Woong bloqueó su número.

― Qué hijo de puta. ― Lanza su celular detrás suyo sin importarle realmente donde caiga.

Dejó caer su espalda contra el colchón y cubrió su rostro con las palmas de sus manos, completamente frustrado, pensando en cómo arreglar esta situación. Sabe que Jane confía en él, ella no puede hacer mucho estando encerrada y bajo la vigilancia de Woong, pero él tiene la libertad suficiente para poder hacer algo al respecto.

Y sabe perfectamente qué hacer.

Toma su celular y marca el número de NamJoon, lo había robado de la oficina de su hermano cuando este estaba dormido por ingerir tanto alcohol, días atrás.

Se coloca de pie con el aparato en la oreja, observa a través del ventanal en su habitación y puede ver el aterceder contornear la silueta de los edificios en el centro de la ciudad. Su boca se mueve por si sola, siendo un hombre experto en los negocios no le es difícil llegar a un acuerdo con NamJoon.

Finaliza la llamada con una sonrisa, teniendo fecha y hora para un encuentro, con la promesa de hacer negocios que los beneficien a ambos, así él pueda dejar en paz a los Park y él se encargaría de que su hermano cumpla su parte del trato. Simple, eficaz, no puede fallar.

Por ello, días después ahí está, con una mano sujetando un maletín y la otra en el bolsillo de su saco, donde tenía escondida una pistola, porque está preparado para lo que venga. Sus lentes oscuros ocultan su mirada gris, y una expresión seria se refleja en su rostro. El viento al lado del mar mueve su cabellera negra, se encuentra en un puerto completamente desolado esta madrugada.

El sonido de las olas es interrumpido por el sonido de autos acercándose, a lo lejos divisa dos carros polarizados acercarse a su lugar. Recargado sobre su automóvil negro decide apartarse y colocarse de pie correctamente.

Era todo o nada.

Ambos autos se detienen a unos metros frente suyo y NamJoon junto a cuatro de sus hombres bajan del auto al mismo tiempo, y se acercan a él.

― Así que tú eres el hermano mayor de Jungkook. ― Sonríe de lado. ― El parecido con tu hermano es increíble.

― No es la primera vez que lo oigo. ― Sonríe retirando sus gafas. ― Un placer conocernos al fin. ― Extiende el maletín hacia Kim, quien hace una seña hacia sus guardias. ― Tal como prometí, 4 millones de wones. ― Uno de los guardias se acerca a tomar el maletín y revisar su interior, encontrando una buena cantidad de billetes en fajos bien organizados.

NamJoon sonríe al verificarlo y extiende toma su mano hacia Gguk quien la acepta dando un apretón firme. ― Ahora tienes mi atención, Jeon. ― Retiran sus manos.

Alza la comisura de sus labios. ― Estoy aquí para arreglar el problema en el que Jungkook nos metió, al no cumplir su parte del acuerdo entre ustedes dos.

― Y no parece tener intenciones de hacerlo. ― Su sonrisa se borra por completo. ― Arriesgué mucho por nuestro acuerdo, y hasta ahora solo me entregó la cabeza de Nichkun.

― Eso se puede arreglar. Me aseguraré de que mi hermano cumpla su parte del trato, y como garantía tienes ese maletín en tus manos para saber que hablo completamente enserio.

― ¿Y qué pedirías a cambio?

― Tiempo, nada más que un poco más de tiempo.

― "Tiempo". ― Repite en una risa ligera.

El ambiente queda en silencio, el sonido de las olas a lo lejos llenan el lugar. Gguk no entiende que pasa hasta que NamJoon mete una de sus manos a su bolsillo izquierdo y de este saca un arma, Gguk no se jace esperar y se coloca alerta, sacando su arma también, pero los guardias de Kim rápidamente lo apuntan directamente a la cabeza.

― Alza las manos, y no intentes moverte demasiado, o ellos no dudarán en matarte.

Gguk obedece. Sudor frío cae por su sien alzando ambas manos al aire

― ¿Enserio creíste que soy tan estúpido para querer hacer un trato contigo o con Woong? Eres más estúpido que tu hermano. ― Ríe por lo bajo. ― Es obvio que él y tú están confabulado con Woong para joderme el negocio, quieren arruinarme y quedarse con mis territorios... Pero yo jamás permitiré eso, Jeon.

Gguk siente su corazón pararse un segundo, aturdido por su respuesta. La sangre en sus venas corre más rápido de lo normal y trata de mantener la postura.

― No hay porqué desconfiar, estoy aquí para buscar una maldita solución.

― El problema es... ― Sonríe de lado. ― Que no pienso creerle a otro Jeon.

Por más que Gguk lo niegue, él y Jungkook tienen más en común de lo que cree... Se confían demasiado.

Un ardor en su pecho lo paraliza, baja la mirada lentamente, sintiendo húmeda la camisa que lleva dentro del saco, por lo que lleva sus dedos a la zona, y al apartarla puede ver sus dedos manchados de su propia sangre. Alza la mirada hacia NamJoon, quien tenía su arma en mano.

Le había disparado.

Estaba sangrando.

Había caído en su trampa.

Cae al suelo desangrándose. Kim le entrega su arma a uno de sus escoltas y se acerca al cuerpo de Gguk, moviendolo con su pie, viéndolo completamente inmóvil sobre su propio charco de sangre.

― Llamenla, díganle que el trabajo está hecho, y recojan su cuerpo, aún lo necesitamos.

― Si, jefe.

Un capítulo dedicado a Gguk, ya entenderán a dónde va todo esto, estén atentos.

¿Teorías hasta ahora? Los leo.

- Mgg.

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