Hamilton siempre fue un experto simulando. Sus emociones podían ser ocultas en lo más recóndito de su alma.
Pero algo que siempre quedaba la vista en Alexander era su codicia. Nunca pareció ser satisfecho con todos sus logros, solo dos veces se le vio contento de verdad. En el momento de su muerte y... cuando lo conoció a él.

Fue algo por el destino, el lo sabía, porque si no un bello ángel con numerosas pecas llegaría gritando a su vida?
No fue de los encuentros clichés de las películas de hoy en día si no que fue un verdadero golpe de amor. Llegó explosivo e inolvidable a su vida mientras que su corazón se aceleraba al son de la extraña melodía que cantaban a Burr.

John Laurens había llegado a su vida para cambiarla radicalmente. Todo hubiera estado bien, de no ser por ese estupido orgullo suyo, por dios, cuanto se arrepiente de cuando Burr le retó con las hermanas Schuyler.

Su rivalidad con Burr era innegable pero esta vez quien arruinó su vida fue el mismo quien perdió su oportunidad de poder estar satisfecho con un verdadero amor.
Pero fue un verdadero estupido, un completo, inútil estupido por aceptar a Elizabeth en su vida.

Pero ella no era culpable de nada, de hecho era por su perfección como esposa y madre que la vida le pareció lo suficientemente emocionante para no seguir el ejemplo de su difunto primo.

También conoció a Angelica, era muy similar a su bello ruiseñor.

Pero no eran el. Sabia que las dos Schuyler le recriminaban su adición al trabajo pero era su única manera para ahogar la pena que le consumía por su necesidad de ser alguien ejemplar.

Estaba casado con una Schuyler, era una de las personas más influyentes en sus tiempos, entonces porque Porque no podía sentirse satisfecho?!
El nacimiento de Phillp solo lastimo su pbre alma todavía más, era otro distanciamiento en alguna posibilidad con Laurens.

Luego se enteró de la carta. Aquella jodida carta donde le informaban sobre como John Laurens, su pequeño ruiseñor, fue asesinado bajo las manos del enemigo.
Acaso el no merecía ser feliz?!?
Acaso no era el tipo bueno de su historia?!?

"I may not live to see our glory..."

Aquella canción que cantaron en su bar y después de su boda con Eliza vino a su mente en fuertes oleadas, le dolía, le dolía la mente, le dolía el corazón.

—Alexander... estas bien?- la voz de Elizabeth sonaba muy distante, se encontraba ahora en otro lugar, lejos de su casa, lejos de aquella maldita carta que llego a odiar más a que a cualquier enemigo.

—Tengo mucho trabajo que hacer

Desde esa carta su vida se fue en picada mientras su cerebro se hundía más en la desesperación total.
El panfleto Reynolds, Thomas Jefferson, la muerte de Phillip, todo, todo, TODO.

Acaso había hecho algo mal? La historia no lo cuenta pero verán. El pecado de ese hombre fue amar, negar, y luego llorar.
No conoció la paz hasta aquella batalla voraz. La muerte alcanzó su corazón para apretarlo sin compasión.

Podría volver a ver a su madre en el otro lado
Podria volver a ver a su hijo en el otro lado

Pero la verdad lo único que le importo fue...

Volvería a ver a John en el otro lado