Parte penultima
Comentario: Holos, espero disfruten éste cap ^3^ estamos llegando al punto culmine del fic :>
les deje una imagen toda gay en este capitulo porque yolo <3
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Satanick notó la sonrisa dulce que le ofrecía Ivlis y suspiró, le encantaba por lo que le abrazó por la cintura y le susurró en el oído – me encantas – el diablo de ese mundo se puso rojo, soltando la caja con chocolates y mirando de reojo al que tenía atrás – ¿q...que?- el más alto solo se rio y le dio un beso en la nuca – me quiero quedar contigo esta noche –
-Ha...Haz lo que quieras... diablo tonto... - dijo sonrosado Ivlis, recogiendo los chocolates que se habían esparcido por la cama, Satanick por su parte se sentó en esta y se rascó el trasero – voy a buscar la ropa que se nos quedó en tu oficina y vuelvo, aunque me encanta verte así, tal como te trajeron al mundo-
-Me crearon con ropa- dijo seco
-... No sabía que las cucarachas nacían con ropa fufufufuf, bueno me voy –dicho esto le dio un beso en la nuca y desapareció-
-Sí, sí, está bien, anda– dijo aun con vergüenza y sin mirar al más alto, una vez este se fue, miró el lugar, se sentó como pudo en la cama y se desordenó el pelo, su corazón latía a mil por hora –¿que...que mierda fue todo eso?... fue... fue tan distinto de otras veces... - le dolía un poco el corazón ¿realmente se sentía feliz? ¿Que era ese sentimiento? estaba preocupado ¿estaría enfermo acaso? Suspiró entonces mirando por la ventana, luego miró su cuerpo y volvió a suspirar formando una sonrisa – así que le gustan los licorice... quizás ... quizás le compre algunos...- dijo rojo como tomate. En otro lugar Satanick se había vestido con su ropa rápidamente y apareció delante de Emalf quien chilló de miedo al ver a tal sujeto amenazante delante de él – ¿¡vi...vienes a ... a matarme cierto!? – Dijo más que asustado, tiritaba, sudaba frio, sus ojos derramaban lágrimas de puro miedo y sus dientes le sonaban, fue cuando Satanick sonrió y le tomó del mentón – ¿supongo que aprecias mucho tu vida verdad pequeño renacuajo? ¿Que se supone que hacías espiando a mi querida cucaracha a esas horas? ¿No estarás interesado en él verdad? Porque como sabrás él es de mi pertenencia y no me gusta que otras sabandijas como tú lo miren -
-No...No señor, yo... yo no estoy interesado en el señor Ivlis, no... no es de mis gustos para nada, es decir, no es que sea feo-
-¡Ah! ¿Entonces lo encuentras atractivo? ¿¡eh!?- dijo mientras lo tomaba de la polera y lo elevaba por los aires mirándolo con una cara enfermiza y sonriente –qui...quiero decir que es... es atractivo pero... -
-¿Pero? creo que no aprecias mucho tu vida–
-Pero... ¡pero a mí me gusta Yosafire!... – dijo sonrojado a mas no poder, entonces Satanick volvió a sonreírle – ¿y que me interesa quien te guste? perfectamente puedes cogerte a otra persona sin que te guste, así que te lo diré, no te acerques a mi juguete ¿entendiste? –
-Si señor...- dijo en voz baja casi orinándose de miedo –no te escuche maldita escoria~ –
-¡SI SEÑOR!- gritó Emalf y fue soltado, cayendo al piso donde se puso a llorar, se sentía tan violentado, los ojos de ese diablo daban mucho miedo, en lo que pensó que ya estaba a salvo vio a Satanick quien volvió a acercársele, lo tomó de la camisa y lo acercó a su rostro – ninguna palabra de esto y de lo que viste a nadie, a menos que realmente quieras sufrir una muerte lenta y dolorosa- dicho esto Emalf asintió nervioso, fue soltado y Satanick sonrió feliz- me alegro, porque si por tu culpa no puedo volver a metérselo de esa manera tan linda como lo estamos haciendo con Ivlis, juro que no dejare rastros de tu cuerpo a puros golpes que te daré –dicho esto desapareció, Emalf abrió unos ojos enormes y se puso a llorar de miedo.
De esta escena pasaron dos meses, Reficul venia seguido a ver como andaban las cosas con su linda mascota, Satanick la vigilaba a toda hora que no intentara hacerle nada extraño –oye imbécil, me vas a dejar pasear tranquila con mi perro ¿o qué? Ya deja de supervisarme, te dije claramente que no me acostaré con el imbécil – Ivlis escuchó lo que dijo Reficul, es decir que Satanick había hablado con ella para que parara sus abusos, ahora entendía porque hace unos meses que la mujer no intentaba abusar sexualmente de él, miró a Satanick y se puso rojo, formando una sonrisa en su rostro mientras miraba hacia abajo, la mujer notó el gesto que realizó Ivlis, como le disgustaba esta situación, tal y como ella predijo ese estúpido de Satanick cada vez le quitaba más espacio con su mascota, le fastidiaba – ya déjame en paz, lo traeré de vuelta en tres horas –
-En tres horas es suficiente para cogértelo... es mucho tiempo, no permitiré que te alejes con el sin mi presencia – dijo Satanick malhumorado , Reficul lo miró furiosa y tiró al suelo con rabia el cordel del collar de perro que estaba usando el de cachos rojos, para estar desocupada y lanzarse a golpear a Satanick quien recibió un golpe en la cara y por lo tanto chocó contra una pared y quedó botando sangre del labio, a pesar del dolor se levantó con su típica sonrisa, haciéndose tronar las manos, Ivlis solo miraba expectante y tiritaba, si estos dos se ponían a pelear en su castillo lo más probable es que destruyeran todo y además no se sentía muy bien para detener esta situación – Satanick... tranquilo... no pasará nada... solo pasearemos, no rompan mi castillo- el diablo más alto miró serio a Ivlis y chasqueó la lengua, has lo que quieras, pero si Reficul se atreve a tocarte no esperes mi ayuda, dijo más que celoso y desapareció enojado, Ivlis se extrañó por esa actitud tan infantil del mayor así que miró a Reficul algo nervioso, la diabla fastidiada, se agachó a recoger la cuerda y lo tiro brusco – vamos rata, hace mucho tiempo que no te saco a caminar, seguramente tus piernas ya se acostumbraron a estar en cama porque ese puto es para lo único que te quiere ¿verdad? –
-No... Satanick se ha portado muy bien últimamente – dijo algo tímido y notó el disgusto en la cara de la de pelo blanco- ja, tan bien que te tiene todo desgastado ¿cuantos kilos has bajado? Estas demasiado delgado, mira esas horribles ojeras que tienes, además tu tono de piel está más blanco de lo de costumbre... a quien engañas basura, ese tipo solo te está desgastando y utilizándote para su satisfacción – Ivlis bajó la mirada porque realmente no lo creía así, desde hace dos meses que Nick había tenido un cambio demasiado notorio, no lo maltrataba, lo sacaba a pasear, hacían el amor constantemente, pero ya no lo hacía forzado, era como si ahora le gustara participar de este encuentro, su corazón latía de una manera extraña, ya no sabía que pensar de esta situación, pero era cierto que lo hacían muy seguido y estaba cansado, se sentía bastante mal últimamente –¿cuantas veces a la semana lo hacen? Realmente te vez desgastado... ese tipo no te cuida-
-... Lo hacemos todos los días...-dijo bastante rojo, él sabía muy bien que habían días que hasta lo llegaban a hacer dos o tres veces, era como si estuviesen de luna de miel, sin embargo era algo que ya no le molestaba al contrario sentía como una necesidad de formar parte del otro, ya se desconocía a el mismo – iuuuugh, pero qué asco ¿cómo te puedes acostar con alguien como Satanick?... es asqueroso- Ivlis desvió la mirada hacia otro lugar muerto en vergüenza, jamás rebelaría que le encantaba la espalda de ese diablo y que para su percepción Satanick era bastante bien parecido, que sus besos sabían a gloria y menos diría que le encantaba su desempeño en la cama, no es como que tenga mucha experiencia con otras personas, sin embargo se podía notar que el mayor era un maestro en esos temas, se puso aún más rojo por pensar eso, Reficul lo notó de inmediato – tsk... pero que fastidio, ya no me entretiene la idea de que Satanick abuse de ti, antes era bastante divertido porque lo odiabas – jaló de la cuerda apurando el paso de Ivlis mientras caminaban por el pueblo, muchos demonios del lugar veían a su diablo venir amarrado al cuello, algunos cuchicheaban que se trataba de algún tipo de fetiche o cosas así, fue cuando Ivlis se desbalanceo y casi se cae, Reficul pudo notar el movimiento y miró de reojo al más alto – ¿qué mierda te pasa? camina bien estúpido-
-Si...ama –dijo sin ánimos de pelear, mientras sentía que todo el mundo comenzaba a girar y girar, hasta que las piernas le tiritaban y sin darse cuenta se fue al suelo y perdió el conocimiento – ¿pero que mierda? ¡te dije que caminaras bien, tarado!- se dio vuelta para castigar a su mascota cuando lo vio desmallado en el suelo y abrió grande los ojos, en todos los años que conocía a Ivlis jamás lo había visto enfermo, así que se asustó bastante, todos los demonios se asustaron al ver a su señor desmayado, se acercaron rápido para ayudar, Reficul se estresó por la situación no conocía mucho de enfermedades, pero conocía a alguien muy especial para ella que si sabía cuidar a enfermos, por lo que cargó a Ivlis –apártense – dijo seria a los demonios que se acercaban y lo llevó hasta su mundo para que su linda esposa lo atendiera – Sin, el perro se desmayó... no sé qué le pasa ¿conoces a algún veterinario que pueda atenderlo? –
-Oh... querida –se acercó serpenteando Sin para atender al diablo desmayado, se ve bastante mal, quizás le haga falta dormir, tiene unas ojeras enormes ¿porque no lo dejas en su mundo para que duerma unas horas? –
-Está bien, eso haré –se acercó a su esposa y le dio un dulce beso- te amo – dicho esto se fue al mundo de Ivlis con él en brazos y lo recostó en su cama, lo tapó y quedó mirándolo unos minutos, no sabía que tenía ese estúpido diablo pero le enfurecía saber que Satanick era el único que lo podía tocar, realmente se había divertido mucho con él, además últimamente se veía mucho más lindo que antes, como si hubiese algo extraño en él, fue cuando llegó el diablo más alto y pervertidos de todos y notó que Ivlis estaba inconsciente, que Reficul lo miraba ¿quería aprovecharse de él mientras estuviese inconsciente?
-¿! Qué mierda le haces a Ivlis, puta!?- Reficul se dio rápidamente vuelta enojada por lo último que le había dicho Nick – ¿!Qué, qué hago yo!? ¡Cuidando a este idiota porque una mierda estúpida llamada Satanick solo lo ocupa como un agujero en el cual meter su pene y por culpa de eso mi perro se desmayó¡ ¡Eso es lo que hago!–
-E...Espera... ¿¡se desmayó!?-
-Claro imbécil... si no le das descanso es obvio que debe estar muy cansado, mira lo delgado que está, no tiene color en el rostro y mi perro siempre tiene las mejillas rojas... que esté enfermo es tu puta culpa- el más alto abrió los ojos y se acercó al menor sentándose a su lado sintiéndose algo culpable por el estado del de cachos rojos, lo miró un instante y tragó saliva, no podía creer que podía desgastar tanto al otro sin siquiera haberlo golpeado, debía ser más paciente desde ahora en adelante y tratar de cuidar más de Ivlis, en eso miró a Reficul que aún le otorgaba una mirada de odio – Espero que desde ahora lo sepas cuidar mejor estúpido, cualquier cosa que le pase a mi mascota será tu culpa –dicho esto se retiró a su mundo, Satanick suspiró y miró al menor de nuevo, sabía que debía cuidarlo, pero ¿Cómo se cuida de alguien enfermo? Cuando su hijo lo estaba prefería la ayuda de Envy o de Medouco antes que la suya, es más, siempre lo echaba de la pieza cuando el intentaba acercarse, nunca confió en el como padre así que su desempeño como tal no era muy bueno ¿y ahora que podía hacer? el solía gozar de una excelente salud por lo que tampoco debía cuidar mucho de él ¿a quien le podría preguntar?... ¿a Fumus? No, seguro lo echará a patadas de su oficina, quizás a Envy, si, él era su más fiel subordinado, entonces dejó al de cachos rojos acostado y fue a su mundo para hablar con el de pelo gris, lo busco por el castillo mientras caminaba a saltos moviendo sus manos de un lugar a otro, como una adorable niña pequeña, sin embargo no estaba en ninguno de sus lugares habituales ¿dónde podría estar ese demonio? Caminó de una forma normal buscándolo, fue cuando abrió una puerta y encontró a Glasses con Kiku en el living del castillo intentando besarse y sonrió de oreja a oreja – WOOOOOHOOOOOOO ¿¡después de esto van a follar cierto!? Glasses ¿tienes condones? Si gustas puedo ir a comprártelos, soy cliente frecuente de las farmacias, espera... hace tiempo que no compro condones... quizás ya no me hagan descuento... mmmh ese es un gran problema, pero no importa, yo te los compro- estaba todo animado hablando cuando le llegó una lámpara directo a la cabeza y luego Glasses y Kiku se fueron del lugar –auch... -dijo quejándose el diablo de Pitch Black, colocándose de pie por que la lámpara lo hizo caer, se sobó la cabeza y suspiró, no era tan malo como en otras ocasiones, Glasses realmente se controlaba cuando estaba con su adorable novia trol cerca, bueno mientras seguiría buscando a Envy.
En el mundo de las flamas Rieta llegó corriendo a la habitación de su señor, le habían informado que se había desmayado en mitad de la ciudad, le revisó la frente para ver si tenía fiebre, pero no, se veía que ahora dormía profundamente, quizás tenía un cansancio horrible, después de todo ese maldito puto no lo dejaba en paz, pero ella estaría ahí para cuidarlo, ese era su deber hasta los confines de los tiempos, ella jamás abandonaría a su señor, entonces corrió a pedir a los empleados que preparan algo reponedor para el diablo porque estaba enfermo. Pasada una hora Satanick volvió al mundo de Ivlis, no encontró a Envy pero se puso a investigar en internet como cuidar de un demonio enfermo, anotó todo en un papel, así que venía con algunos remedios caseros para dárselos al de ojos ámbar, sin embargo cuando entró a su habitación encontró a Rieta quien le estaba dando de comer al diablo y hablaba amistosamente con él, Ivlis se veía mucho más repuesto, se veía realmente alegre mientras charlaba con esa demonio, suspiró, no podía negar que se moría de celos, esa mujer realmente era un fastidio, sin embargo él tenía algo que ella no tenia y era la oportunidad de poseer a Ivlis bajo su consentimiento cuando quisiera, aunque ahora no era tiempo de pensar en eso, así que sin más entró a la habitación, ambos demonios llama lo miraron, uno con cara seria y otro con cara de odio ¿Por qué, porque a él lo miraba de esa manera tan monótona, mientras que con ella sonríe? Era lo que se preguntaba sin parar Satanick molesto, pero como siempre lo supo sobrellevar bien con su enorme sonrisa – te traje estas cosas basura, para que te sanes luego y podamos follar – no era lo que realmente quería decir, pero necesitaba demostrar los beneficios que solo él tenía delante de la de garras enormes, la mujer solo se fastidio e Ivlis miró desganado hacia otra parte –me...me siento mal para hacer eso Satanick –dijo sin más y el diablo más alto solo siguió sonriendo – si quieres yo termino de darte de comer –
-No, así estoy bien gracias – Ivlis estaba distante por alguna razón, intentaba desviar la mirada pero se le notaba que algo lo hacía ruborizarse, Rieta miró con odio al de cachos prominentes –él está perfectamente atendido por mí, así que solo ándate...- el de ojos morados se rio un poco y se acercó algo encorvado y le acaricio el pelo al diablo llama quien abrió los ojos, saliendo de su seriedad esbozando una tierna sonrisa que no duró más de un segundo, como sospechaba era esa la razón de porqué lo ignoraba – bueno, entonces me voy- dijo el más alto sonriendo y mirando a Ivlis de reojo – ¡no! espera...- saltó el que estaba en cama, Rieta se molestó bastante – ...- el enfermo desvió la mirada mientras sujetaba fuerte la cubrecama y se le prendían las puntas del pelo por la vergüenza que tenía, Rieta se molestó aún mas – tsk... aggh como te odio – le dijo a Satanick antes de salir de la habitación, retirando el plato de sopa que ya estaba vacío, entonces fue cuando Satanick se acercó al más pequeño y sonrió gentil mientras el otro se ruborizó un poco más y no lograba quitar su mirada seria y sonrojada de la pared – ¿así que te desmayaste?- dijo un cariñoso Satanick sentándose al lado del de cachos rojos abrazándolo por la cintura y colocando su frente en el hombro del otro – Reficul dijo que era mi culpa-
-C...Claro que es tu culpa imbécil...- dijo en modo reproche, el más alto rio y lo acercó más a su cuerpo – al parecer debo cuidarte más porque eres muy frágil, mi lindo microbio – dicho esto le dio un beso en la nuca y sonrió, el de cachos rojos se ruborizó totalmente y un espasmo recorrió su cuerpo – desde hoy en adelante te cuidare muy bien así que no te vuelvas a desmayar, porque ... me preocupo por ti...- lo último lo dijo en una voz más suave y temerosa, porque hasta Satanick se ruborizó al decir esto, su corazón latía intenso y abrió los ojos al sentir el calor en sus pómulos, vaya que era extraño esto del amor, se reía de sí mismo en el interior de su mente, por lo que suspiró pesado, en eso llegó Poemi a la habitación de Ivlis –¡papi ¡PAPI! – paró de correr cuando vio a ese diablo abrazando tiernamente a su padre, lo miró desconfiada y se acercó lentamente mirando al mayor con recelo y luego mirar a Ivlis quien era su prioridad ahora, ignorando por completo a Satanick – ¿estás bien papi?-
-Tranquila Poemi, está todo bien-.
Pasó una semana donde el de cachos encorvados cuidó muy bien de Ivlis, lo alimentaba mejor, lo hacia descansar bastante y por esa semana se mantuvo en abstinencia sexual solo para cuidar de su diablo amante, fue un periodo de tiempo bastante agradable, incluso se podría decir que lo mimó mucho, Ivlis por su parte se sentía extraño, era como si le estuviesen cuidando ¿es como si le estuviesen entregando cariño? en fin él no se negaría, al contrario se sentía extrañamente feliz, ya no le molestaba salir a caminar de la mano con Satanick en esas estúpidos paseos que solían dar por el mundo Pitch Black, era obvio que en su mundo no lo haría, tenía una imagen que mantener como diablo, fue entonces cuando Reficul volvió a visitarlo, notó de inmediato que su perro estaba recompuesto e incluso hasta había ganado peso, era impresionante como en una semana había cambiado tanto, se alegró de verlo bien, ahora podría bañarlo como lo hacía una vez cada dos meses, Sin la estaba esperando en su casa para hacerlo en familia como siempre, aunque a Mors le daba vergüenza ayudar a bañar a ese tipo –bien, bien Satanick esta vez cuidaste bien de mi perro, te felicito, aunque tú te vez angustiado ¿acaso te tienen sin sexo? – se mofó un tanto la mujer acercándose al de bufanda – ven idiota, es hora de tu baño – dicho esto abrió sus ojos grandes cuando notó que el diablo llamas iba a atacar, por lo que saltó hacia atrás cuando notó que lava salía de la boca de su mascota – ¿¡pero que mierda!?... ¿!acaso crees que puedes enfrentarme maldita escoria!? ven para a... - lo quedó mirando detenidamente, al parecer la intención de Ivlis no era atacarla, sino vomitar, salió corriendo como pudo hasta una ventana y comenzó a vomitar un pequeño rio de lava ardiente, Satanick y Reficul se extrañaron, algo estaba afectando al menor de los tres ¿tendría alguna enfermedad? - pensé que lo estabas cuidando imbécil –
-Claro que lo hago y con todo mi amor –
-Tsk deja de decir idioteces... bueno, después que termine de vomitar me lo llevaré-
-¿Que mierda estas diciendo? ¡Claro que no! así no, por hoy se quedará en cama, es un demonio llama, si lo mojas mucho se va a resfriar-
-Ugghh ¿acaso eres su madre?... puto Satanick eres un fastidio... no soportaré mucho más tu estupidez e intromisión en mis asuntos- dicho esto se retiró a su mundo, estaba muy molesta, ya no podía hacer nada con Ivlis, no solo por su estado enfermo sino que más que nada porque Satanick lo sobreprotege, no es más que un maldito estorbo entre ella y su mascota familiar – esto no se quedará así –
Satanick comenzó a sobar la espalda de Ivlis quien seguía vomitando – fufufuf es entretenido verte así, ahora me pregunto si los ríos de lava que hay en tu mundo realmente es tu vomito fufufuf – Ivlis solo lo miró de reojo algo molesto, el más alto notó de inmediato el fastidio del otro porque su pelo se tornó algo más rojizo – HAHAHAHA–
De esto pasaron tres semanas, Ivlis volvió a ganar un poco más de peso, Satanick pensaba realmente que algo extraño le estaba pasando a Ivlis, este demonio nunca había sido gordo, al contrario, siempre había sido bastante delgado, pero ahora estaba bastante rellenito ¿le estaría trayendo demasiados chocolates? Pareciera que su estómago se hubiese inflado un poco de la nada, en fin rellenito o no se veía bastante adorable, le gustaba verlo así, lo otro extraño es que se desmayaba constantemente, andaba mareado, a veces no comía, otras comía demasiado, sus cambios de humor estaban algo más notorios que de costumbre y solía vomitar mucho, lo bueno es que por una extraña razón Ivlis andaba bastante cariñoso con él, se le pegaba mucho, si antes él era el pegote, ahora Ivlis al parecer deseaba más estar en su presencia, Poemi estaba bastante celosa porque su papi pasaba demasiado tiempo con el diablo feo, Rieta estaba histérica ya no sabía qué hacer, repudiaba lo que estaba pasando sospechaba que su señor estaba infectado con algún virus extraño, era imposible que de por si él estuviese actuando de esa manera tan extraña, por parte de Emalf, el trataba de evitar lo más posible al señor de las flamas, más que nada por la amenaza que le había hecho el diablo de Pitch Black por lo que poco sabia de lo que le estaba pasando.
Dos días pasaron, Ivlis había salido temprano, nadie tenía la más mínima idea a donde se había dirigido, Rieta estaba preocupada, aunque por otra parte puede que se haya dirigido hacia los volcanes, siempre lo hacía cuando se sentía mal, aunque no lo había visto triste hace bastante tiempo, Satanick llegó como todos los días a visitar a su querido diablo de cachos rojos, traía una caja de chocolates y ya no traía flores ya que sabía que Ivlis no las apreciaba mucho –diablo feo... ¿dónde está papá?- preguntó Poemi preocupada porque su padre no estaba a modo de reproche –¿no está acá?- la menor negó con la cabeza -pensé que estaba contigo porque siempre salen juntos, te robas todo el tiempo de mi papí ¡te odio!- dijo la más pequeña antes de salir corriendo, el de cachos encorvados solo se rio y esperó a que Ivlis regresara de donde quisiera que estuviese, entonces comenzó a imaginar posibilidades de que le pudo haber ocurrido ¿y si Reficul se lo había llevado? así que fue directo a la casa de la diabla, está se encontraba tomando té con su familia -¿qué mierda haces aquí Satanick? –
-Vengo por mi futura esposa- dijo contento
-Te equivocaste de mundo idiota... ahora lárgate-
-¿No está acá?-
-¿Y lo preguntas? Casi no tengo tiempo de ir a ver a mi perro, espero lo estés cuidando bien, no te perdonaré si le llega a ocurrir algo por tus descuidos –
-Tsk, ya cállate y no le digas perro, solo yo puedo insultarlo...- Reficul se estaba enojando, se paró de la mesa agresivamente a lo que Sin intercedió abrazando a su esposa – tranquila amor asustas a Mors, Satanick mejor vete -sonrió adorable y cortes la mujer serpiente, el diablo de ojos morados suspiró y volvió a su mundo resignado ¿dónde andaría su linda flamita? suspiró con una sonrisa, se veía algo idiota caminando por el pasillo.
-¿Papá?... ¿qué te pasa? Te vez más idiota de lo común-
-¡Glasses! –Gritó corriendo a los brazos de su hijo y sonreírle - tu querido padre se enamoró -
-¿Y quién sería ese tal querido padre del que hablas?-
-No seas cruel~... -dijo mientras abrazaba a su hijo y frotaba su mejilla con la del otro y además besaba unas cuantas veces por toda la cara –¡Ya! ¡Ya!... ¡YA BASTA ESTUPIDO DIABLO!- dijo de una vez empujándolo lejos acomodándose la chaqueta y salir enojado, Satanick sonrió y comenzó a caminar a saltitos por el palacio dirigiéndose a su habitación, tenía ganas de masturbarse, la emoción de pensar en Ivlis lo había excitado y fue cuando entró a su habitación que lo encontró sentado esperándolo –¿dónde estabas? –
-i¿!Ivlis!? amor ~~~ - gritó feliz el diablo más alto abrazando al otro quien se veía algo molesto- ya...ya suéltame me molestas....- tras unos cuantos besos y abrazos de Satanick pudo zafarse y sonreír- te traje algo... me costó conseguirlo pero aquí lo tengo – el más alto tomó la bolsa que traía consigo Ivlis y la abrió, se veían unas tiras largas algo extrañas, el menor por su parte se puso de pie y caminó rápido hasta la salida de la habitación con la cara encendida de vergüenza –son... son ¡licorice! –Sonrió más aun Satanick, estiró un brazo de sombra capturando por completo a Ivlis atrayéndolo hasta su cuerpo para abrazarlo y darle un dulce beso en la frente – ¿desde cuándo se ha visto que las cucarachas alimentan a los diablos? ¿ah? Dime... -lo beso en la boca y luego junto ambas frentes, Ivlis solo desvió la mirada y se le coloraron las mejillas, logró esbozar una ligera sonrisa aunque se le fue cuando el mayor acercó más su cuerpo abrazándolo por la cintura y llevándolo a la cama, fue entonces que Ivlis se mareó bastante y se sintió bastante mal -Satanick... no... no ahora, no... no me siento bien –
-Shhhh- lo hizo callar con un dedo – tranquilo, puedo esperar a que se te pase el mareo, pero mi pene desea estar dentro de ti ahora –comenzó a besarlo y desvestirlo lentamente –será algo rápido así que no te preocupes ¿sí? solo relájate – dijo con un tono sensual en su voz para luego volver a besarlo sacándole su preciada bufanda para luego desabotonar su traje militar, posando su mano en el vientre de Ivlis, no pudo evitar notar que estaba más gordito y sonrió por eso – te he cuidado bien, mira – dijo mientras sonreía y le palpaba la zona, el otro se enojó bastante ¿lo estaba llamando gordo? Sabía que había subido bastante de peso, pero aun así no le gustaba que lo llamaran gordo, por otro lado al mirar a Satanick sentía un extraño sentimiento de felicidad, tenía tantos sentimientos juntos, ya no sabía que estaba sintiendo, sin importar que fuese, hace siglos que no era tan feliz.
Pasado unos minutos se encontraba desnudo montando a Satanick, se movía de arriba hacia abajo sujetándose del abdomen del otro, le tiritaban un poco las piernas sin embargo no estaba disfrutando totalmente de la acción, estaba tan mareado, Satanick por su parte estaba encantado mirando desde su posición a Ivlis, aunque lo notaba extraño, no era como otras veces, se veía algo pálido e ido –vamos lindo ¿qué pasa? ¿No le vas a dar a Nick tus hermosas caras orgásmicas que siempre me das cuando te la meto? vamos lo necesito o al menos ven y bésame – dijo mientras se acercaba al menor para besarlo, entonces Ivlis paró en seco el movimiento y comenzó con arcadas, Satanick advirtió de inmediato peligro en esa acción, levantó a Ivlis con sus brazos de sombra y salió de él para saltar hacia un lado justo a tiempo antes que un poco de lava cayera arriba de la cama, esto era malo, su mundo no tenía la misma capacidad que el de Ivlis para soportar tanto calor por lo que lo dejó vomitando por la ventana –tsk... hay que revisar de una vez que tienes, has estado con esos síntomas todos estos días, ya ni siquiera puedo hacerte el amor tranquilo y ese es un gran problema... pronto tendré frustración sexual y será por tu culpa- dijo dramatizando, mientras se escuchaba al menor vomitar ¿pero que rayos le pasa? ¿Realmente será algo malo?
En un lugar muy lejano, se mantenía una conversación muy importante en ese mismo momento -Y dime ¿tú no estabas enamorada de ese estúpido?-
-...-
-¿Piensas dejar que te lo quite ese puto?
-...-
-Espera ¿realmente se lo vas a dejar tan fácil? Ese estúpido ya está casado, tiene un hijo y realmente es un puto ¿crees que realmente lo haga feliz? ¿No crees que tú lo harías mucho más feliz? eres leal a él y mírate eres hermosa-
-Pero... jamás podría hacer algo que lastimase a mi señor –
-¿Y por qué lastimarías a ese idiota?-
-Por...Porque él quiere a ese... tipo... -dijo suspirando la demonio de pelo anaranjado.
-Ya veo, así que ese tipo por fin consiguió lo que se propuso ¿entonces no puedo contar contigo para separar a esos dos?... espera... ¿realmente crees que tu diablo está enamorado de esa bestia? –
-Lo conozco hace siglos... sé que siente algo por ese tipo, aunque ni él se dé cuenta-
-Tsk esto es más malo de lo que creía, aunque manipular a Ivlis es fácil, el problema es ese maldito puto-
-¿Por qué insistes tanto en separarlos? ¿Y a que se refiere con que el problema es Satanick?-
-Ese imbécil es difícil de predecir, no sé si solo tiene calentura por Ivlis o realmente lo quiere y eso me molesta- lo que realmente le molestaba es que no sabía si Satanick seguía en su actuación para conseguir su propósito de enamorar a Ivlis o realmente estaba enamorado y por eso aún no había podido interferir.
-Tsk... - la demonio sin cachos desvió la mirada, estaba tan molesta, demasiado molesta porque su señor prefería a ese puto, no sabía si realmente se arrepentiría de lo que hacía ya que no sabía que intenciones tenia Reficul y menos que clase de cosas haría si le daba esa información, sin embargo era tanta la presión que tenía, deseaba que Satanick se fuera para siempre, que dejara en paz a su señor, que lo dejara libre ¿que lo dejara libre para ella? se enojó y simplemente lo dijo – ese estúpido diablo está enamorado del señor Ivlis, me lo confesó mi señor una vez, esa bestia le dijo que lo quería, además ya casi no lo insulta, generalmente lo trata bastante bien... aggh me molesta tanto esta situación, muchas veces lo he visto llamarlo fla...flamita.
-... Tsk....graaaaaaaaagh- Reficul se molestó más de lo previsto rompiendo unas cuantas cosas a su paso, estaba decidida, ahora si ya estaba decidida a terminar esto de una vez por todas, si dejaba que esos dos se siguieran enamorando podría ser bastante peligroso, Satanick realmente era un baboso cuando se enamoraba, se dejaba utilizar fácilmente, mientras le den afecto y sexo él complacería todos los deseos de Ivlis y ese cabeza hueca la odiaba, era más que seguro que más de algún enfrentamiento contra los dos iba a tener, si Ivlis se sublevaba iba ser difícil controlarlo y no podría vencer a ambos juntos y además perdería su diversión, que era su mascota, realmente no le agradaba la idea, esto debía terminar lo más pronto posible y ojalá no dejar rastros de lo que pasó durante estos meses.
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comentario: el ultimo cap se viene con todo :) no pregunten que pasará porque no contestaré eso :P
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