Parte 7
Ese día pasó rápido para el diablo del mundo de las flamas, después de todo se encontraba recuperándose en la habitación del hijo de su torturador, una vez despertó era de noche, se podía notar por la luna que brillaba y se observaba por la ventana, tenía un hambre increíble y aunque él no pudiese creerlo no le dolía nada en el cuerpo, es más sentía como sus energías habían vuelto y su ánimo también. ¿Qué habían hecho con él para sentirse tan bien? Esperen ¿Qué día es? Quizás había pasado varios días durmiendo y por eso estaba tan recuperado y hambriento, miró el lugar en el que se encontraba era una habitación oscura y distinta a la que estaba antes, se dispuso a recorrer el castillo cuando sintió que alguien entraba, era Glasses el hijo de Satanick.
-¿Tu qué haces en mi pieza?-
-Eso mismo me gustaría saber a mi... ¿porque estoy aquí?-
-Que voy a saber -lo observó un buen rato con desprecio y le habló duro- ni creas que te aceptaré como mamá nueva- a Ivlis no le gustó para nada lo que dijo el menor y se le coloró el pelo de inmediato respondiendo agresivamente -¿¡Eres idiota!? ¡No estoy aquí porque quiera ser tu mamá ni mucho menos por que acepte a ese estúpido de Satanick!... ¡maldición!...-
-¿Si no estás aquí porque eres el amante de mi estúpido papá... entonces porque estas aquí?... - tras un profundo silencio el más joven entendió - aaaaah~ ya veo... estas siendo extorsionado y te acuestas con mi papá para que te trate bien ¿no es así?- Ivlis volvió a ponerse rojísimo - con que eso... pero que lastima me das diablo, pensé que los diablos eran más inteligentes, pero veo que eres tan despreciable como mi padre- el de cachos rojos se enfureció y se lanzó a atacar a Glasses, lo tenía levantado y pegado a la pared listo para golpearlo cuando entró Satanick de la nada a buscarlo y se encontró con la escena -¿Qué está pasando aquí?... oh~ ¿se estaban divirtiendo? Yo también me quiero divertir -dijo tomando al diablo en su hombro y llevándoselo rápidamente de la habitación de su hijo, pero antes darle un beso en la frente al menor y unas cuantas palmaditas en la cabeza feliz y luego cambiando rotundamente su semblante cuando salió del lugar - ¡¿que se supone que le estabas haciendo a Glasses maldita asquerosa e inepta cucaracha?!...-
-...- Ivlis solo se quedó callado amurrado por su mal despertar, el diablo más alto lo soltó provocando que el otro se cayera de boca al suelo pegándose fuerte en la cara - ¡aaghh!~~ ¡al menos avísame cuando me sueltes!- el más alto colocó uno de sus pies arriba de la espalda del otro y lo aplastó fuerte contra el piso-oh~ que raro, pensé que las cucarachas morían si se les aplastaba con el pie... quizás no lo estoy haciendo bien y deba hacerlo más fuerte -
-¡Aaaghh! ¡Ya... para... me duele!-
-Ooh sigue gritando, eso quiere decir que aún no está muerta, quizás deba hacerlo más fuerte para que esa asquerosa, inepta y maldita cucaracha aprenda a no hacer lo que no debe ya que es tan estúpida que no aprende con palabras-
-¡Ya!... ¡ya entendí! No... ¡no soy idiota maldita basura!- gritó Ivlis adolorido y con lágrimas en los ojos, Satanick sonrió y lo puso de pie tomándolo de un cacho -eso me gusta, buen chico, cada día me sorprendes más cabeza hueca, no sabía que eras capaz de aprender con palabras, déjame darte un premio -le pegó un golpe en el estómago que le quitó todo el aire al que tiene cola, cayendo al piso para toser -cofcofcofcof -
-¿Y?... ¿te gustó mi premio maldito engendro subnormal?, espero que con eso recuerdes que Glasses es mi querido hijo y que soy el único que lo puede molestar ¿entendiste? ¿O necesitas que te lo vuelva a recordar?- Ivlis asintió y luego sintió como el otro se agachaba para hacerle cariño en el pelo -buen chico, Reficul te ha criado bien- el más pequeño se sentía mal por lo que el otro le decía, ¿pero que más podía hacer? Estaba preso en su castillo, en eso se acordó que no tenía idea que día era y preguntó sumiso al mayor - ¿qué día es hoy? -dijo eso mientras su estómago comenzó a sonar y se avergonzó - ¿hay algo de comer?- Satanick lo volvió a levantar de los cachos recordando que debía ser amable así que tras mirarlo a los ojos, sonrió y lo abrazó, no alcanzó a contestar las preguntas del otro ya que Ivlis se extrañó por la acción del más alto ¿Qué era lo que estaba haciendo? Y lo empujo rápidamente para luego salió corriendo por los pasillos, se sentía demasiado confundido, no le gustaba cuando Satanick lo trataba con esa amabilidad, y no es que fuese masoquista para no dejar que le traten bien, es solo que no quería encariñarse con nadie, no valía la pena gastar sentimientos por nadie, y menos por un ser tan despreciable como ese sujeto. En lo que corría llegó a un lugar que no había visto nunca en el castillo, era una habitación donde había un gran cuadro de un retrato de una mujer de cabellera rosada y un hermoso vestido negro de alas de murciélagos ¿Quién rayos seria ella? Miró para todas partes cuando en un rincón vio a la misma mujer sacando algunas cosas de un closet y se dio vuelta rápidamente cuando escuchó que se abría la puerta -oh... pero que tenemos aquí- dijo la mujer sonriendo coquetamente -pero que lindo demonio-
-Soy un diablo - dijo en seco levantando una ceja mientras la mujer se reía y guardaba ropa en una maleta - oh~~ interesante, pues entonces eres un muy lindo diablo -se acercó y lo rodeo para sonreírle coqueta guiñándole un ojo - ¿y se puede saber qué hace un diablo tan lindo en nuestro mundo? -Le recorrió el torso con un dedo e Ivlis ya empezó a sudar frio - yo... emm nada... solo vine por acá a mirar.... Deja de hacer eso ¿quieres? - dijo serio e incómodo, la mujer sonrió enternecida y se alejó a buscar su maleta - veo que eres tímido, jeje, me gusta eso de ti y también lo muy lindo que eres, estoy segura que te llevas muy bien con Satanick ¿no es así? bueno debo irme, si puedes dale un mensaje de mi parte a Nick - el diablo solo miraba a la mujer quien volvía a acercarse, suponía que le diría el recado que quería que le diera a su torturador, la quedó mirando cuando sintió las manos de la mujer en sus mejillas, y que pronto le acercaban su cara a la de la otra y le dieron un beso bastante profundo, el diablo se puso rojo y la mujer sonrió guiñándole un ojo -que no se te olvide darle mi recado, sería muy descortés no hacerle ese favor a una dama - dicho esto desapareció e Ivlis no sabía qué hacer, no tenía idea quien era esa demonio, que hacia llevándose cosas de la habitación y por qué había un cuadro tan grande de ella en ese lugar. Salió de ahí, y siguió caminando hasta que estaba totalmente perdido ¿Por qué diantres debía ser tan grande ese maldito castillo? Desapareció y apareció en la puerta principal, de ahí ya sabía ubicarse, llegó a la cocina y comenzó a comer lo primero que encontró, tenía mucha hambre fue cuando notó que alguien lo miraba divertido -¿Te gusta ese platillo? esta creado con las más finas babosas de mi jardín - dijo riéndose un diablo que se encontraba en un rincón oscuro y sus ojos se veían rojos, Ivlis al escuchar tal atrocidad empezó a escupir lo que estaba comiendo y corrió rápidamente al lavaplatos para lavarse la boca con detergente mientras Satanick se reía estrepitosamente, no podía creer que realmente el de pelo más largo se creyera que eran babosas - Fufufufufufufufuf así que no te gustan las babosas -se le acercó coquetamente colocándose atrás del diablo abrazándolo por la cintura posando su cabeza en el hombro del otro para lamerle la oreja y producir un enfado en el más pequeño -si no quieres de mi comida puedes comerte directamente el postre -sonrió pervertido apretándolo cada vez más contra él y besándole el cuello -¡Mierda! ¡aaghh! ¡No hagas eso, maldición!...- entre enojos volvió a sonarle el estómago y Satanick rio -vez, tu cuerpo te pide a gritos comida y yo quiero darte de comer toda la noche, tengo un exquisito postre de leche- volvió a sonreír pervertido pero con un deje de maldad, dándolo vuelta y arrinconándolo contra el mesón de la cocina, al de cachos rojos no paraba de sonarle el estómago, sin embargo no quería ni moverse, no le gustaba cuando el otro se colocaba insistente en aquellos temas y fue cuando se acordó del recado de la misteriosa mujer que vio denante - ¡ya para basura! tengo que hablar seriamente contigo-
-¿Ahora yo soy la basura?... ¿y si yo soy una basura, que eres tú? ¿Un insignificante y miserable microbio que es tan inútil e inservible que nadie nota su existencia?, oh ... pensándolo bien, esa descripción te queda perfecta- Ivlis colocó una cara triste y la desvió, ya era demasiado el maltrato psicológico que le habían dado que el pelear no servía de nada y solo se colocaba triste, el más alto notó la acción del diablo de las llamas y pensó, está bien, es difícil controlarse y no molestar a éste engendro, pero si lo sigo haciendo jamás lograré que sienta algo por mí, bueno, ahora se cariñoso, sonrió y se le acercó cariñoso al rostro, para darle un pequeño beso en la nariz- ¿y que querías decirme?- el más bajo no supo que pensar de la acción del diablo del mundo Pitch Black, se sentía tan extraño sus repentinos cambios de humor y semblante, en fin lo dejaría pasar por esta vez, seguramente es una técnica nueva para torturarlo, desvió la mirada y se puso rojo -una mujer en una habitación que encontré me dijo que te mandara un recado -
-¿Una mujer?... ¿y era linda?-
-Si... lo era... -se puso rojo y quedó mirando a Satanick serio a los ojos, el más alto no sabía que pasaba, la mirada del otro era profunda como si no pensara nada - ¿sucede algo cabeza huec...?- no alcanzó a terminar la frase cuando Ivlis le había dado un beso en la boca rápidamente ... esperen... ¿Ivlis? ¿A él? ¿Le dio un beso? ¿En la boca? Algo raro estaba sucediendo, ¿realmente fue tan imbécil de darle el mensaje al pie de la letra? - ¡e...eso te lo mando esa mujer! ¡Me hizo prometer que te daría el mensaje! ¡No soy un degenerado como tú para besar a cualquiera sabes!- dijo nervioso justificando su acto mientras el de pelo más corto sonreía sin poder creerlo aún, ahora tenía intriga de quien era la mujer que quería besarlo... esperen... ¿eso quería decir que besaron a Ivlis? ¡¿A SU juguete?! Su cara sonriente cambio por una seria - ¿quién fue la puta que te beso? ¡¿Porque permitiste que te besara?! ¡Solo yo puedo jugar contigo de esa forma!-
-Deja de decir eso... yo puedo hacer lo que quiera sabes... y nunca había visto a esa mujer antes, pero había un cuadro enorme de ella en una habitación donde la encontré y -no alcanzó a continuar hablando cuando vio a Satanick con cara de intriga pronunciando un nombre - ¿Lil?... ¡¿Lil estuvo aquí?! ¡¿Y te beso?! Bueno... al menos el beso era para mí... - el de cachos rojos escuchaba hablar al diablo sobre la tal Lil... esperen... él había escuchado ese nombre antes ¿Lil no era la esposa de Satanick?... abrió los ojos grandes... ¿no lo querrá matar por besar a su esposa cierto?... ¿pero... si tiene esposa entonces porqué sigue con la idea de jugar sexualmente con él? Además nunca antes la había visto en el castillo de Satanick, juraba que Lil estaba muerta o algo por el estilo, ¿pero si se la encontró en el castillo quiere decir que debe estar cerca o no?... quizás odia a Satanick, bueno ¿quién no lo hace?... en fin pensaba que moriría ahí mismo por permitir que la esposa de su torturador lo besara, todos esos pensamientos corrían por la mente del diablo más pequeño sin poner atención a lo que el otro hablaba y sudaba frió porque su muerte estaba más que asegurada, hasta que se puso a escucharlo seriamente mientras había estado asintiendo con la cabeza como si le hubiese puesto atención todo el tiempo-Listo, entonces mañana si o si tendremos sexo, ya veras, te haré sentir tan bien como nunca -decía mientras babeaba- estoy seguro que te va a gustar tanto que terminaras pidiendo mas, y como Nick es tan complaciente te daré duro toda la noche basura- Ivlis quedó mirando al más alto con cara de muerte, ¿que se supone que estuvo hablando mientras se perdió en sus pensamientos?... esperen... ¿estuvo hablando de acortar el plazo y no se dio cuenta y le aceptó todo?... no puede ser... ahora sí que estaba creyendo realmente que era un estúpido idiota bueno para nada ... y para más remate seguía teniendo hambre.
Al otro día Satanick despertó en una nueva habitación que habían preparado sus empleados ya que la otra estaba chamuscada por las llamas de Ivlis, miró hacia al lado y vio al otro diablo dormir plácidamente, aun no sabía cómo ese cabeza hueca era capaz de dormir tan calmado al lado de él, sinceramente era un estúpido, pero en fin, era conveniente tenerlo bien descansado por que en la noche lo hará ejercitarse como nunca, tan solo pensarlo le hacía babear y elevar su temperatura, se acercó al otro diablo tapándole la nariz, el del mundo de las flamas comenzó a desesperarse y se despertó rápidamente, el otro lo soltó y cuando iba a empezar a alegar la boca de Satanick selló la suya besándolo profundamente, al diablo del mundo Pitch Black le encantaban los labios del de pelo largo, ya le había dado algunos besos y sentía realmente que eran unos labios muy ricos como para desperdiciarlos y no besarlos constantemente, lo malo es que no tenía mucha experiencia y el beso se hacía algo torpe, así que profundizaba cada vez más y más con el que se oponía rotundamente moviéndose desesperado, se alejó para tomar aire y volver a besarlo hasta que el otro no tuvo más opción que corresponderle el beso, así estuvieron cinco minutos, Satanick recostó al otro en la cama para besarlo más cómodamente y si no se detenía pronto lo iba a poseer ahí mismo, y en la mañana no tenía gracia hacerlo, sería más interesante en la noche además tenía que resolver algunos asuntos con Fumus en el transcurso del día así que ya en la noche obtendría su premio.
Se levantó feliz y se dirigió al comedor para tomar desayuno, ahí se encontró con su hijo quien comía una tostada con mermelada, el diablo se sentó al frente de él con una sonrisa enorme, la cual destacaba apuntándose con sus manos, Glasses lo ignoraba simplemente, pronto se incorporó Ivlis a la mesa, quien se sentó en silencio viendo la escena infantil de Satanick que rogaba por atención, quería que le preguntaran porque andaba tan feliz hasta se paró arriba de la mesa para acercarse a Glasses y mirarlo felizmente, el joven se dio vuelta, desaparecía y aparecía delante de su hijo constantemente colocando su cara de felicidad justo frente al rostro del menor - ¡YAAAAAA papá! ¡¿Por qué estás tan feliz?! ¡Maldición! - dijo alterado el hijo del diablo, mientras que este volvía a su asiento y sonreía más que pervertido diciendo -hoy me toca... hoy le haré el amor a tu nueva mami - Glasses colocó una cara de incomodidad mientras que se escuchaba a alguien que se estaba atorando y de paso un calor intenso se sentía en el lugar por las llamas que lanzaba el diablo que se estaba atorando.
Satanick miraba divertido la situación hasta que se percató que si seguía así el otro diablo también quemaría su comedor así que decidió ayudarlo para que dejara de atorarse. El desayuno pasó con un enorme silencio, nadie hablaba mucho, el diablo de ese mundo era el único que no se veía incomodo por la situación - ¿y te gusta la nueva mami que te traje?-
-¡Ya deja de decir eso!... solo tengo una mamá y jamás aceptaré a este ... tipo como mi madre... - Glasses se puso de pie y salió del lugar para irse enojado -pero que carácter...- miró a Ivlis y sonrió, eso significaba que era hora que lo molestaran a él, pensó el observado así que desvió la mirada para tomar su té, Satanick apareció justo al frente de él -¡BUUU!~~- gritó fuerte logrando que el diablo de las llamas derramara el té sobre su cara y gritara por el susto - ¡AAAAAAAAAAH! -
-FUFUFUFUFUFUFUF -se rio fuerte burlándose del más pequeño y lo abrazo fuertemente girando con él y luego besarlo en la boca y lamerle el té de la cara - pensé que te quejarías por quemarte la cara, no eres divertido si no sufres ¿sabes?- alegó mientras el otro se le coloraba el pelo y la cara - ¡no estoy aquí para divertirte!-
-Oh... en eso te equivocas, claro que estas aquí para divertirme - dijo sin más sonriendo sin soltar al diablo rojo -... maldito... además... puedo soportar grandes temperaturas... - dijo tratando de soltarse, el diablo más grande se lo impedía cada vez más cansando al pequeño -¡que no pueda tomar si quiera un desayuno en paz!... - dijo fastidiado y el de cachos encorvados sonrió y le beso en los labios aumentando la furia del otro -¡deja de fastidiar! -
-Nunca lo haré... además debes acostumbrarte a mi boca, recuerda que en la noche la pasaremos muy bien tu y yo en mi cama haciendo el amor- sonrió pervertido viendo como el pelo del que estaba atrapado en sus brazos estaba rojo furia y logró zafarse del agarre del otro, oh, sus fuerzas al parecer volvieron, pensó internamente, seguramente Fumus tuvo que ver en esto se decía, en fin tenía que irse a ver justamente a ese dios para resolver asuntos del mundo, era realmente un fastidio trabajar, para eso tenía empleados, para eso estaba Sullivan, sin embargo hay cosas que tienen que discutir entre los dos necesariamente.
-Bueno mi querida y adorable cucaracha-le dio un beso en la frente -me debo ir, espero no hagas cosas estúpidas mientras no estoy, espera... eso es imposible viniendo de ti, solo se buen niño ¿sí? - dijo esto último agarrándole las mejillas y colocando un tono para bebé en la voz, luego le acaricio el pelo, besándolo nuevamente ahora en la nariz, sonrió y lo beso en la boca rápidamente, luego otra vez, y otra hasta empezar a devorarlo a besos -¡ggm!!mmmh!- trataba de zafarse el más pequeño empujando al más alto después de pelear un buen rato - ¡NO LO HAGAS EN UN LUGAR COMO ÉSTE!-
-Pero si es mi casa, ¿qué tiene de malo? -dicho esto se acercó y le dio el último beso para pronto desaparecer, el diablo de cabellera larga estaba enojado, necesitaba airearse un poco para despejar la mente, además, aun no cree que haya sido tan idiota para acelerar el día de... bueno eso con Satanick, se paseaba de un lado a otro, en esto recordó que se había ensuciado con el té y su ropa también estaba sucia, en lo que la sirvienta de Satanick recogía la mesa el desapareció y apareció en su mundo, Rieta estaba feliz al verlo volver - ¡señor Ivlis!- dijo feliz mientras dejaba el cuadro que estaba limpiando - pensé que volvería en unos días más, ¿está bien? ¿Ese diablo no le hizo daño?- el de cachos suspiró y avanzó hasta su guarda ropa -estoy bien Rieta, pero aun no puedo volver, solo vine a buscar ropa limpia, no puedo vivir con solo una muda de ropa y mi pijama por tantos días ¿no crees? - la rubia se desanimó y se acercó a su diablo -pero señor Ivlis... ¿por qué no le damos una emboscada? estoy segura que si invadimos su mundo le venceremos, me he esforzado mucho en entrenar a los hombres del ejercito a Poemi y a ese inútil de Emalf para que esta vez sí ganemos, por favor no vuelva donde ese diablo- le dijo preocupada su mano derecha, el diablo la miró -Satanick es peligroso, estoy seguro que si lo atacamos va a pedir ayuda a Reficul y destruirán mi mundo solo por diversión... además... Poemi y tu... - no terminó la frase y siguió buscando ropa y cosas para cambiarse -cuida de todo mientras no estoy - dijo desapareciendo dejando a la demonio sonrojada y admirada por tener un diablo que se preocupara de todos -Señor Ivlis ~- dijo feliz cuando lo vio desaparecer -hoy haré un buen trabajo por usted-dijo más que animada por la visita del de cachos y fue a entrenar duro al ejército.
Fumus estaba mirando el reloj esperando seriamente que el diablo se apareciera para hablar de ciertos asuntos del mundo que compartían, además necesitaba que este autorizara ciertos cambios que harían en algunas leyes del mundo, pero si no llegaba no podría avanzar y eso le estaba molestando de sobre manera, para calmarse un poco prendió un cigarro y se acomodó en la silla de su oficina -¿qué tanto hace ese diablo?- una vez dijo esto se apareció frente a sus ojos, se veía radiante y feliz, era tan distinto a su semblante actual - hasta que decidiste aparecer -
- ¿Que forma de saludarme es esa? Uno viene a trabajar con las mejores intenciones y me recibes tan descortés, no esperaba eso de ti querido Fumus, cuando era pequeño no me tratabas de esa manera tan desatenta - dijo en un tono pícaro logrando que el dios se incomodara, sonrojara y a la vez se enojara - ya basta de habladurías y ponte serio ¿quieres?... tenemos trabajo que hacer - pasado un tiempo llevaban una hora trabajando y el dios no podía parar de notar la cara de felicidad de Satanick, le incomodaba -¿vas a decirme de una vez que te pasa? Me incomodas ¿sabes? conociéndote estoy seguro que conociste a alguna "loli" o una mujer hermosa-
-Jajaja me conoces bien, pero esta vez no es eso-
-Espera... ¿estas así de feliz y no es por una mujer?... ¿es por ese diablo?- Satanick sonrió aún más degenerando su cara y Fumus entendió todo, suspiró y siguió con su trabajo mientras le preguntaba al otro - ¿y tu esposa? ¿Qué pasó con ella? - el diablo cambio la expresión de inmediato desviando la mirada y moviendo los brazos en forma de resignación - la basura dijo que la vio en el castillo, pero estoy seguro que solo alucinaba por tanto golpe que le he dado, si Lil fuese a mi casa estoy seguro que tendríamos una noche inolvidable de sexo salvaje así como en los viejos tiempos, pasábamos días encerrados en nuestro cuarto, ¿sabes cuantos condones gastábamos? Uff, MUCHOS condones, más de alguno se rompió y bueno así nació Glasses, pero en fin... -Fumus no sabía si reventarse los tímpanos para no seguir escuchando o sacarse el cerebro para no imaginar más esas escenas -si Lil fuese al castillo ella no me ignoraría... ¿verdad? ¡¿VERDAD FUMUS?! -dijo alterado acercándose al dios de una forma estrepitosa.
-¡YA BASTA! ¡TRABAJA QUIERES! ...! Además no conozco bien a tu esposa y no me interesa saber de tus noches con cualquier persona Satanick!- dijo enfadado colocándose de pie y prendiendo un cigarro, el diablo solo lo miró entretenido y siguió con su trabajo, le gustaba hacer enojar a Fumus también. Unos minutos después el diablo miró serio a Fumus - ¿por qué le devolviste sus poderes al cabeza hueca? Te dije que lo dejaras al cien por ciento, pero no me refería a eso específicamente- dijo mientras trabajaba a medias, el dios lo miró y levanto una ceja - no le devolví todos sus poderes, solo lo deje en un sesenta por ciento, no soy tan estúpido Satanick, si le devolviese todos los poderes a Ivlis sería mucho más fuerte que tú y lo sabes - el diablo quedó mirando al dios ¿se estaba burlando de él? ¿La cucaracha jamás podría ser más fuerte que él? -jajaja ¿qué cosas dices Fumus?, eso es imposible, esa cosa jamás podría superarme en algo - el dios siguió en su trabajo -no tendría por qué mentirte, es la razón por la que no le di todos los poderes a Ivlis, no nos conviene que los recupere, aunque con lo tonto que es quizás nunca se enteraría que es más fuerte de lo que piensa- Satanick se rio, quizás Fumus le había agregado algo a sus cigarros, era imposible que esa cucaracha sea tan fuerte como el dios lo decía, se quedó pensando en el tema hasta que su mente fue interrumpida por algún pensamiento erótico mucho más entretenido. Pasado dos horas de trabajo intenso Satanick comenzó a mirar nuevamente al dios y sonrió - ¿te acuerdas cuando era pequeño y te pedí ese favor?- sonrió con cara degenerada y Fumus comenzó a toser sonrojado e incómodo ¿a que venía esa pregunta ahora? -solo trabaja estúpido diablo...-
Ivlis volvió al mundo Pitch Black para bañarse y cambiarse de ropa rápidamente, el día estaba casi recién comenzando y no tenía nada que hacer, como ya estaba curado de sus lesiones decidió ir a dar un paseo por el mundo del diablo que lo secuestró, era un mundo oscuro, donde no había sol, y eso le agradaba ya que no le recordaba a cierta persona y casi siempre todo era bastante negro, voló hasta una ciudad y no sabía por dónde empezar a mirar, ¿qué tendría de especial este lugar? ¿Habría algo que llamara la atención de los ciudadanos? Ya que estaba aquí haría algo entretenido, vio a un conjunto de mujeres reunidas, nunca había visto ese tipo de raza, en su mundo solo habían demonios y animales en llamas, ¿pero que se suponía que eran esas mujeres vestidas con frondosos vestidos y unos enormes sombreros puntiagudos? Donde vivía con Siralos tampoco había visto ese tipo de razas, las quedó mirando un instante y luego se acercó.
En la noche Ivlis aún no regresaba al castillo, la verdad había recorrido varias partes el paseo le había sentado bien, se veía contento mientras volaba hacia el castillo de Satanick, por otro lado, el diablo dueño del castillo volvió a este, estaba feliz, ya era hora en que tomaría posesión de Ivlis, así que apenas llegó le preguntó a su sirvienta donde estaba la cucaracha - la última vez que lo vi fue en el desayuno, después que usted se fue el desapareció y no lo vi más - dijo Medouco notando como la cara de su jefe se deformaba, al parecer no le gustó para nada la noticia, ella prefirió seguir con sus labores y Satanick desapareció rápidamente para aparecer en el mundo de las flamas ¿dónde se había metido ese puto infeliz? se preguntaba enojado, pensaba que el muy desgraciado se había escapado justo el día en que tendrían sexo y eso no lo permitiría por nada en el mundo, llegó a la habitación del diablo y no encontró a nadie, se dirigió a la oficina de éste y tampoco estaba, ¡¿dónde estaba ese maldito microbio!? Se dirigió al trono de Ivlis y no, tampoco estaba ahí, era muy tarde, de seguro esa mujer sabía dónde estaba escondido ese maldito engendro, apareció en el cuarto del diablo de las llamas para liberar a Rieta que supuestamente estaba en su lámpara, pero tampoco estaba, ¿se habían escapado juntos? Eso no lo perdonaría, en lo que salió de la habitación furiosa notó a la sirvienta de Ivlis que estaba con un conjunto de guardias esperándolo.
-¡¿Qué haces en la habitación del señor Ivlis?! - Dijo Rieta enfrentando al otro diablo -no permitiré que toque sus pertenencias -
-¿Dónde está el puto cabeza hueca? quiero que lo traigan de inmediato o destruiré su mundo- dijo extrañamente serio, la mujer no sabía a qué venía esa pregunta, se suponía que estaba con él - no digas tonterías, deberías saber mucho mejor donde está el señor Ivlis -la mujer miró para todas partes esperando que nadie escuchara algo indebido y por supuesto evitar que la hija de su diablo escuchase -espera... ¿no está acá? -
-Claro que no, el señor Ivlis está cumpliendo su promesa para cuidar los intereses de nuestro mundo, el no escaparía ante lo que ha dado su palabra -dijo orgullosa la mujer mientras Satanick quedaba con duda, ¿dónde estaba esa sabandija? ¿Acaso Reficul se lo habría llevado? No, no era posible, sabía bastante bien que usaría a su juguete esa semana y no quería que lo molestara, sin decir más desapareció y volvió a aparecer en su mundo, ahora en su habitación, ¿para donde habría ido ese estúpido diablo? Por otra parte Poemi se acercó a Rieta ya que el bullicio era grande y se asustó - Rieta... ¿qué quería ese diablo feo?- la mayor miro a sus súbditos y los mandó a que volvieran a su trabajo de guardia del castillo, luego miró a la pequeña y sonrió - tranquila Poemi, era ese tonto diablo que venía a molestar al señor Ivlis, pero por suerte él no estaba -dijo tratando de no preocupar a la menor -eshtupido diablo feo... lo odio... realmente lo odio... espero papi eshte bien-
Ivlis entró al castillo, venia contento por el paseo que había dado, había hablado con algunas personas en el camino, aunque él no era de sociabilizar, aprendió algunas cosas de ese mundo que no tenía idea que existían y de tan bien que la pasó, que ni siquiera se acordaba del pequeño detalle que Satanick lo esperaba para tener una "romántica" noche de pasión. Entró a la habitación sosteniendo unas cajas de chocolate "OCHO" que había comprado en el camino, nunca había probado algo tan rico en su vida, cuando sintió que un brazo cerraba la puerta y alguien se posicionaba justo delante de él acorralándolo contra la puerta.
-¿Dónde estabas cabeza hueca? Te estaba esperando para metértela, tu sabes, hoy nos toca -dijo subiendo las cejas de arriba abajo una y otra vez, la felicidad del diablo de cachos rojos se fue en un abrir y cerrar de ojos, había olvidado ese importante detalle ¿que se supone que haría ahora? Quería morir, realmente quería morir, ahora tenía al diablo justo ante sus ojos sonriendo con esa mirada perversa y esa respiración agitada, hasta aquí pudo evitar ésta tragedia, ya era hora de terminar con este trato, aunque realmente no quería, apretaba las cajas de chocolate contra su cuerpo en señal de miedo, Satanick se dio cuenta instantáneamente así que le quitó las cajas para dejarlas en algún otro lugar y acorralar aún más a su víctima para iniciar su juego, ese juego que había empezado por un capricho de él mismo y que realmente no tenía idea donde iba a terminar, solo Fumus tenía una leve noción de lo que resultaría de esto.
---------------------------------------------------------------------------------------------------
Comentario mio de mi(?): Sorry la demora, quería comentar que ayer por casualidades de la vida encontré un tumblr donde habían muchas cosas de funamusea traducidas al ingles, y encontré datos que no conocía de los personajes, en una le hicieron una pregunta a funamusea que decía ¿cual de los 6 diablos es el mas fuerte? y contestaba que cada diablo tenia distintas habilidades, pero si hablaran de poder, el mas poderoso era ivlis antes del evento con kcalb ;7; y conociendo este dato tuve que modificar parte del fic y buaaaano eso, me da penita el pobre ivlis ;w;
se viene el porno señores!!!! (?)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro