Parte 15
Comentario: Holis :> iba a subirlo ayer, pero me quedé hablando con una amiga y se me pasó volando la noche xD y bueno, hoy revisé la ortografía, solo les diré que, es uno de los capítulos que aclara puntos importantes de la trama ^3^ y la verdad me gusta mucho el enredo de sentimientos que tiene Ivlis en su cabeza, cuando terminen de leer les hablaré mas xD.
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El diablo de Pitch Black llegó a su habitación, se tiró a su cama para taparse la cabeza con la almohada, sin embargo no era suficiente, no podía parar de pensar en lo que había echo, su corazón latía a mil por hora, tenía una angustia que nunca había sentido antes, se dió unas cuantas vueltas intentando dormir para olvidar lo que había pasado, sin embargo la culpa le pesaba, al final solo se sentó tiró la almohada lejos y se revolvió el cabello – eres un gran imbécil Satanick... ¿qué se supone que hiciste?... ahora te odiará más... todo esto es por la culpa de esa puta de Reficul... - pasó unos cuantos minutos y el de cachos encorvados estaba sentado en la oficina de la diabla albina esperándola, si era necesario pasaría ahí toda la noche esperando, pero al parecer no fue necesitó tanto tiempo, la mujer entró justo media hora después que Satanick irrumpió en su mundo –¿Qué haces aquí? ¿Todavía sigues molesto porque tomé a tu juguete un rato? –
-Creo haberte dicho claramente que solo yo puedo hacer uso de él –
-¿Y que tiene de malo si yo también me quiero divertir con él?-
-Puedes hacer lo que quieras con él excepto cogértelo... solo yo puedo tocar su cuerpo ¿entiendes?-
-Que aburrido eres, ¿Por qué tienes tanto interés en ser el único que tome a Ivlis? ni que fuese algo muy asombroso-
-...-
-No me digas que...-
-Eso no te interesa, solo deja de acostarte con él o tú querida esposa se enterará que tienes dos amantes –
-Sin me deja divertirme, sabe que solo la amo a ella, pero explícame bien ¿qué es eso que te hace mantener el silencio cuando te pregunto porque quieres ser el único que tome a Ivlis? creo haberte advertido que no te enamores de esa basura.
-Tsk... -
-Entiéndelo Satanick, serás el único que pierda si te llegas a enamorar de ese estúpido cabeza hueca, es tan imbécil que nunca entenderá que alguien lo puede amar, por eso me pareció curioso ese reto que me dijiste hace casi medio año- dijo la diabla mientras se paseaba por su oficina para luego volver a ver a Satanick y golpear la mesa con ambas manos algo molesta- ¡deja ya de lado la cursilería no seas imbécil! ¡De nada sirve que dos diablos sean pareja, es ilógico, mundanamente imposible, es contra las leyes de la naturaleza ¿sabes? solo aléjate de él de una vez por todas! estoy segura que hasta el dios de tu mundo debe saber que no es adecuado lo que estás haciendo, así que es mi última advertencia ¡no te enamores de ese estúpido de Ivlis! y con respecto a lo de meterme con él... no me importa, quédatelo, solo quería jugar con él un rato, pero si estas encima aburre y pierdo interés– dicho esto la diabla sacó un libro de su estantería y se fue del lugar, Satanick por su parte desvió la mirada ¿realmente sería tan malo que dos diablos se relacionaran? Después de todo si era algo extraño, ambos vivían en distintos mundos, poseían leyes distintas, habitantes distintos, distintas formas de ver la vida, quizás realmente puede alterar los mundos si ellos dos poseen ese tipo de relación, quedó pensativo así que volvió a su mundo, durante esa noche no pudo conciliar el sueño pensando en lo que había dicho Reficul y en lo que iba a pasar de ahora en adelante con Ivlis, por lo que decidió ir a visitar a Fumus, los dioses siempre tenían más conocimientos acerca de estos temas, Reficul solía saber también ya que fue la mano derecha de un dios por mucho tiempo, aunque si su teoría fuese cierta Ivlis debería saber también ese tipo de datos, sin embargo Ivlis es un cabeza hueca, seguramente le da lo mismo lo que pase a los demás mundos o hasta en su propio mundo con tal de ser capaz de vengarse de Siralos, pensaba el diablo de cabellera negra.
Ya cuando estaba amaneciendo fue directo a la oficina de Fumus, y sí, ahí estaba trabajando como siempre, con esas ojeras enormes, con esa taza de café y ese exceso de olor a cigarro por todas partes- siempre tan trabajólico Fumus- el dios suspiró dejo de hacer lo que estaba haciendo y miró resignado a Satanick –¿qué haces acá? ¿Vienes a fastidiarme con tus aventuras mundanas de nuevo?-
-No, esto es una consulta más seria-
-¿Una consulta seria de tu parte?... –
-Aunque no lo creas si, bueno dejemos el sarcasmo para otro día mi querido Fumus- dijo mientras se sentaba sobre el escritorio del dios, cruzaba la pierna y le robaba el cigarro de la boca para fumarlo – deberías dejar de fumar ¿sabes? tu oficina huele asqueroso y tus dientes quedaran amarillos-
-De eso me preocupo yo, si no vas a decir nada, entonces solo ándate y puedes quedarte con el cigarro-
- Jaja tan enojón como te deje la última vez que te vi mi querido Fumus, bueno el tema es simple, ¿hay algún problema que un diablo tenga una relación con otro diablo? Y me refiero amorosa, es que Reficul me planteo el tema, pero tu como dios deberías saberlo mejor ¿verdad?-
-Agghh te advertí hace mucho tiempo que dejaras de ver a ese diablo hijo de Siralos ¿o no?-
-Oh, ahora que lo mencionas, es cierto, pero no quise, dime ¿qué consecuencias puede haber?-
-La verdad... -dijo mientras encendía otro cigarro – no lo sé a ciencia cierta ya que nunca se ha dado ese tipo de situación antes, pero existe un mito – fumó y voto el humo relajadamente- se cree que afectará a los dos mundos a los cuales los diablos pertenecen-
-Interesante, cuéntame mas-
-¡Tomate con seriedad el asunto estúpido diablo! después de todo será tu culpa si esto llegase a suceder-
-Pero aun no entiendo de qué forma se pueden ver afectado ambos mundos, cuéntame-
-... Aggh eres exasperante-dijo mientras fumaba y se rascaba la cabeza- te estoy diciendo que solo es un mito, como sabes no todos los mundos poseen los mismos horarios, en tu mundo puede ser tarde, mientras que en otro mundo puede ser de mañana, eso se podría ver alterado, quizás en un mundo existe cierta temperatura, también se podrían ir equiparando entre mundos, entre otras cosas, solo no hagas cosas estúpidas y si notas algún cambio como los que te estoy diciendo solo deja de molestar al hijo de Siralos de una puta vez, ahora ándate de mi oficina quiero seguir trabajando-
-Agh eres tan gruñón, si sigues así nadie querrá follar contigo... y si son solo esas cosas creo que no dejaré de verlo-
-Sospechaba que dirías eso, pero sabes, hay otra cosa, se dice que no solo afectaran a ambos mundos, también se dice que afectará a los otros, creo que por eso Reficul te amenaza tanto, tu sabes si lo tomas o dejas, después de todo es solo un mito, ahora realmente vete- Satanick volvió a su casa, no importaba lo que le pasara a otros mundos, ni al suyo, ¿tener un nuevo horario? ¿Tener un nuevo clima? ¿A quien mierda le importaba eso?, si pasa los habitantes se deberían acostumbrar, además él podía controlar el clima a su antojo, si no le gustaba como esté el día simplemente lo cambiaria y ya.
En otro mundo se podía ver a Reficul algo enojada en la mañana –ese maldito de Satanick, sabía que pasaría esto, es un tarado, si esos dos terminan juntos no podré volver a divertirme como solía hacerlo con la basura, es divertido usarlo de perro y pasear con el amarrado de una correa, Satanick realmente es una molestia, espero tome mi amenaza como algo real, tal vez deba hacerla parecer más real de alguna forma –dijo pensativa- además, dudo que con todo lo que pasó ayer el cabeza hueca lo acepte de nuevo, estoy segura que Satanick le tuvo que haber hecho algo horrible por encontrarlo así, eso me dejará más tiempo para divertirme con él-
-Pareces muy concentrada Reficul- fue cuando sintió unas manos abrazándola por atrás, era Sin quien se acomodaba cariñosamente en su cuerpo – buenos días cariño-
-Sin, me asustaste, buenos días-
-¿Hay algo que perturba tu mente? –
-No es nada, solo tengo problemas con el cabeza hueca, podría dejar de ser nuestra mascota si no tomo buenas decisiones –
-Oh... eso sería triste, es divertido bañarlo juntas –sonrió dulcemente haciendo que Reficul se sonrojara un poco y le acariciara el rostro – tranquila, hago lo posible por no perder a nuestra mascota.
Volviendo al inframundo de Ivlis, en la noche la demonio con apariencia de genio había despertado, no recordaba mucho que había sucedido puesto que el golpe que dieron para noquearla había sido bastante fuerte, miró a Emalf y a Poemi quienes la miraban preocupados- Rieta ¿estás bien? ¿Qué pasó con papi? – Dicho esto la mujer de pelo naranja despabiló completamente – ¡Señor Ivlis! - miró a ambos jóvenes -voy al castillo, no puedo dejar que ese maldito bastardo le haga daño al señor Ivlis –miró a Emalf – ¡eres un imbécil!!Cómo se te ocurre traerme tan lejos del castillo sabiendo que el señor Ivlis está en peligro! –dicho esto se fue corriendo lo más rápido que podía hacia el castillo, Emalf casi se puso a llorar, la cara de Rieta le dio mucho miedo y temía por su bienestar cuando esto se arreglara, seguramente Rieta lo golpearía –Emalf ¿es cierto que papi está en peligro?.... ¡eres un tonto! ¿Por qué no me dijiste antes? – Poemi salió volando lo más rápido que podía y Emalf no sabía qué hacer, lo más seguro es que Poemi también lo golpearía, sin embargo no podía dejarla sola así que se fue volando hasta el castillo junto a ella.
– ¡Señor Ivlis! – La puerta de la pieza del diablo salió volando de una patada que dio la mujer de enormes garras – ¿Esta bien?...-miró la habitación y solo pudo ver al de cachos rojos tapado hasta la cabeza mientras abrazaba una almohada, en posición fetal – se...señor Ivlis... ¿se encuentra bien? –Dijo ya más calmada la demonio mientras se acercaba y este solo asentía pero no hablaba, era obvio que no estaba bien, ella lo conocía mucho, entonces recogió la puerta y la volvió a colocar en su sitio para luego acercarse al señor de las llamas y sentarse a su lado – ¿puedo hacer algo por usted? – Ivlis movió la cabeza en señal de que no quería nada, parecía un niño pequeño a quien lo habían castigado y Rieta su madre quien lo apoyaba- está bien, lo dejaré entonces para que se recupere, le juro que entrenaré duro, lo que más pueda para poder algún día darle una paliza a ese estúpido diablo - dicho esto procedía a retirarse cuando sintió una mano quien la detenía – no importa cuánto te esfuerces... es demasiado fuerte para ti...-
-Pero señor Ivlis, estoy segura que...-
-No te preocupes Rieta, yo seguiré evitando que ese maldito diablo perjudique éste mundo, no se metan, ni tú, ni Emalf, ni Poemi... aunque... -de la nada comenzaron a brotar lágrimas de los ojos de Ivlis, las cuales caían por sus mejillas rápidamente, a Rieta casi se le rompió el corazón verlo llorar así, no le gustaba esta situación, le recordaba lo desamparado que estaba su señor cuando Siralos lo desterró, esos días de ardua lucha por sacarlo adelante, nadie tenía derecho a maltratar a su pobre e infeliz señor, porque nadie entendía el dolor que éste poseía por dentro y lo mucho que le costó enfrentarlo y sacarlo de su depresión- señor Ivlis no llore, usted es la máxima entidad e nuestro mundo, todos nosotros lo necesitamos, usted no puede darse por vencido-
-Pero... yo... yo realmente creí... creí que había cambiado... por un momento pensé que me... me quería... -dijo esto mientras bajaba el tono de voz y miraba hacia abajo votando lágrimas, fue entonces cuando Rieta se vio desesperada ¿acaso su señor estaba generando sentimientos hacia ese estúpido bastardo? No lo podía permitir ¿por qué él? ¿Por qué si lo único que había hecho era hacerlo sufrir, si lo único que había hecho era hacerlo llorar? ¿Por qué su señor se sentía tan mal por una escoria que no merecía la pena? Tenía que hacer algo, tenía que impedir que su señor se enamorara de ese puto ¿pero cómo? Esas son cosas que uno no controla, los sentimientos simplemente llegan – señor Ivlis ¿qué le hace creer que alguien como Satanick pueda cambiar? Usted sabe la clase de diablo que es, es de los más ruines que existe ¿qué le hace pensar que un tipo satiriaco como él puede querer a alguien? – Rieta desvió la cara por la rabia que sentía, Ivlis dejó de llorar y miró con los ojos grandes a la mujer como si pensara profundamente en sus palabras, sonrió resignado – tienes razón, tipos como él no tienen sentimientos y tipos como yo tampoco, me importa una mierda lo que él haga, mientras mi mundo esté tranquilo y a salvo ¿a quien mierda le importa lo que me pase? –se dio vuelta y miró por la ventana- ya me cansé de intentar hacer algo que sé no lograré, desde que me quitaron mis poderes sé que nunca lograré vengarme de Siralos y que nunca voy a poder derrotar esos dos putos diablos que me torturan, por eso creo que lo único que puedo hacer es intentar que esos dos no destruyan éste mundo que es lo único que me queda – la de ojos rojo tragó un poco de saliva, hace mucho tiempo que su señor no hablaba de esa manera tan pesimista, suspiró y se puso de pie- yo siempre estaré aquí para servirle señor, ayudaré a mantener este hermoso mundo que creó para nosotros, como su más fiel sirviente y guerrera y siempre estaré para usted como consejera y amiga si usted lo desea –sonrió levemente y se retiró de la pieza del diablo, le rompía el corazón verlo así, tan desanimado, tan triste, tan desmotivado, era increíble que todos sus sueños se habían venido abajo por culpa de otros diablos. En el momento de salir de la habitación y volver a colocar la puerta se encontró con Poemi quien estaba apoyada en la pared mirando al suelo – ¿qué tanto escuchaste? –
-Papi esta triste ¿verdad...?-
-Es mejor no molestar al señor Ivlis en estos momentos, necesita descansar –en lo que dijo eso Emalf llegó al corredor donde se encontraba Rieta y Poemi- ¡y tu estúpido demonio, ve a buscar las herramientas necesarias para arreglar la puerta del señor Ivlis si no quieres que te dé una paliza por ser un idiota!-
-¡Vo...Voy!- dijo y salió corriendo.
Al otro día y ya con la puerta arreglada, Ivlis despertó de su melancólico sueño, había tenido una noche pésima, le dolía el cuerpo, tenía un esguince en el codo por el golpe que se dio contra la pared, se sentía horrible anímica y físicamente, suspiró triste, no sabía si podría levantarse esa noche, miró esa enorme esfera de llamas rojas que iluminaba su mundo – no tengo nada que envidiarle a ese puto de Siralos... fui capaz de crear seres que no necesitan de sus putos soles para vivir, una raza superior a los de su mundo, es más podría eliminar todos sus putos soles y todos los seres de su mundo morirían, así se quedaría solo el muy imbécil... aunque... Igls... hermana... - suspiró lo último que dijo y se sentó en la cama, curó su herida con un poco de magia de diablo y se puso de pie, le dolía el ano de una forma horrible, como si lo hubiesen desgarrado de ahí abajo, por suerte Satanick había parado rápido ayer, en lo que pensó eso recordó el rostro de su torturador, era triste, como si hubiese hecho algo espantoso- estúpido Satanick... te odio... espero te mueras para ir a saltar arriba de tu tumba, puto diablo depravado –
-¿Hablabas de mí?- Ivlis se dio vuelta entumido en nervios combinados con miedo por sentir la voz de Satanick atrás suyo – Sa...Satanick... - dijo sumiso encorvándose como si se escondiese mientras el otro se ubicaba al frente de él– ¿qué fue lo que te hizo acordarte de mí eh?... ¿mi hermoso cuerpo? ¿Mi asombroso rostro? ¿El cómo te lo meto? –colocó una cara y un tono más serio ésta vez– ¿fue lo de ayer verdad? –
-... ¿Que tanto escuchaste de lo que dije?-
-Solo escuché puto diablo depravado y bueno supuse que hablabas de mi – dicho esto se acercó al más bajo quien retrocedió hasta tocar la pared, sus piernas temblaban así que sus pasos eran torpes- tranquilo no te haré daño, es lo que menos quiero hacerte por ahora –levantó su mano para llevarla al rostro de Ivlis, pero le llegó un colazo que le dolió bastante –no te me acerques...- dijo al borde del llanto el de estatura más baja – no... no quiero que me toques... menos una bestia como tu...- Satanick llevó su mano atrás de su cabeza y ladeo la última, como le había dolido que lo trataran de bestia, bueno, después de todo ayer se comportó como una, no tenía derecho a reclamar, sin embargo ese sentimiento que lo estaba perdiendo le dolía, después de todo sabía que Ivlis sería un problema duro de solucionar, pero no se rendiría hasta que él lo ame o hasta que salga muy herido como para soportarlo –Ivlis ... -lo volvió a mirar y suspiró, tenía un nudo en el corazón por la mirada de odio que le daba el otro, por lo que en un movimiento brusco se acercó al más pequeño y lo abrazó fuerte– nunca le he dicho esto a nadie, nunca tan sincero como te lo estoy diciendo ahora, ni nunca tan serio así que escucha atentamente lo que pienso decirte – susurró esto en su oreja y tomo aire para calmarse, Ivlis quien tiritaba de miedo asintió, para luego quedarse en silencio – perdóname por favor, no quiero perderte – el de cachos rojos tragó saliva y de sus ojos comenzaron a brotar chorros de lágrimas los cuales mojaban todo su rostro hasta los hombros de Satanick, por inercia colocó sus manos en la espalda del mayor, entonces fue cuando el más grande pudo sentir como su corazón se exaltaba a mas no poder, realmente se encontraba muy enamorado de ese estúpido diablo, no quería perderlo, aun si debía declararle la guerra a Reficul para estar a su lado lo haría – Ivlis – dijo sin pensarlo y el aludido no podía parar de llorar, era como si un nuevo camino de luz se abriera frente a sus ojos, no sabía si debía seguirlo, pero le atraía recorrerlo, al menos ese peso que tenía, esa agonía que sentía en el corazón había desaparecido, no sabía que estaba pasando por él, no entendía nada, es que realmente no sabe lo que le pasa, no sabe lo que es que lo amen, para él todos los seres lo están utilizando de alguna u otra forma, intentó crear lazos fuertes en un pasado, pensó que sus hijos se lo podrían dar, sin embargo odiaba tanta adulación de su parte, odiaba ser adulado por Emalf, por Rieta, por Poemi, y por Adauchi, era como si intentaran que él fuese igual que su puto padre Siralos quien lo único que quería era que glorificaran su existencia, es por eso que era distantes con todos, es por eso que nunca había podido crear lazos amorosos con alguien, excepto con Igls, su querida hermana, ella era su igual, pero fue traicionado, ella prefirió quedarse con Siralos antes que con él, él sabía que tenía la razón, él no quería ser igual a ese tipo, no igual que ese dios egocéntrico y narcisista, él quería que lo protegieran, que le enseñaran, que lo quisieran, que lo corrigieran, que lo trataran como un igual, para poder sentir ese lazo afectivo nuevamente, para sentir que alguien lo necesitaba más que por ser una entidad suprema, con Adauchi pudo sentir ese dolor de perder a alguien querido cuando éste se fue, sin embargo Poemi, Poemi era una buena niña, pero a pesar de todo no podía sentir ese lazo tan fuerte como que él quería, Rieta, ella era bastante especial para él, sin embargo ella es la persona quien más lo adula, alababa todo lo que él hace y a pesar que es su mejor amiga, no logra quererla tanto como desearía por esa misma razón, y ahora estaba Satanick, ese diablo quien le estaba pidiendo perdón, justo en este momento, no sabía qué hacer, como reaccionar, no sabía que le estaba ocurriendo, que era se sentimiento, ¿acaso había olvidado amar o es que realmente no lo sabía hacer? ¿O eso que movía su corazón era odio? Si, el sentía odio, pero no sabía si había algo más ahí dentro que tal vez necesitaba del odio para salir a la luz, sea lo que sea que hace que su corazón se acelere de la forma en que estaba lo dejaría pasar por esta vez y trataría de averiguar realmente de donde viene ese sentimiento y que es, por ahora perdonaría al diablo solo para tratar de averiguar si realmente es Satanick quien producía esto o eran sus ansias de destruir a ese diablo por todo lo que había hecho con él, estaba tan confundido, todo dentro de él era confuso.
-Ya no importa lo que pasó ayer, pero... no lo vuelvas a hacer... yo no tengo la culpa que Reficul abuse de mi... - se volvió a sentir triste al recordar eso y sintió como Satanick se separaba del abrazo y le desordena el pelo, con una sonrisa, le había alegrado tanto que lo haya perdonado.
Desde ese día pasó una semana y las cosas entre los dos volvió a lo que había sido antes, Rieta no soportaba que Ivlis hubiese perdonado a Satanick, no entendía porque era tan benevolente, es como si algo lo hiciera cambiar a lo que él conocía, sinceramente su diablo se estaba ablandando, desde su perspectiva, su señor había cambiado considerablemente, actualmente era un diablo mucho más afectuoso, se acercaba más a su hija, era más preocupado de los demás, pero al parecer ni el mismo se había percatado de esto.
-Me gusta tu pelo largo, parece- fue interrumpido por Ivlis quien rodó los ojos y continuó la frase – parece el de una princesa que necesita que la rescaten ¿verdad? me lo has dicho tantas veces que me lo sé de memoria, ni creas que por eso me lo terminaré cortando... me gusta así... -
-Buriburiburi –rió el otro- la verdad te iba a decir que pareces estrella porno cuando chupas mi pene y te lo acomodas detrás de la oreja –Ivlis se murió de vergüenza al escuchar eso – ¡Cállate! ¡Maldito pervertido! ¡No digas tan fuerte tus putas ordinarieces está Poemi en casa!-
-El único que está gritando aquí eres tú, aunque me gusta que grites fuerte, sobre todo cuando pronuncias mi nombre al metértela- dicho esto lo tomó en brazos y lo llevó a un lugar donde sabía que nadie molestaría, es decir a la oficina del diablo de cachos rojos, mientras le hacía cariño – me encanta tu cara sonrojada que colocas cuando te molestas, si te enojas tanto entonces te saldrán arrugas cariño– le decía mientras que con sus brazos de sombra le estiraba el ceño al otro diablo ya que lo tenía fruncido –así está mejor – sonrió el de ojos morados, cerrando la puerta. A pesar que aún faltaba para el anochecer y todavía habían demonios en pie en el castillo, esa oficina era perfecta para ir a pasar un buen rato con el otro ya que estaba ubicada en un lugar estratégico para no ser molestado por ningún ruido que pueda alterar al diablo en su trabajo, se encontraba al final del castillo en la planta baja justo al lado del jardín de flamas que decoraban el castillo, su ventana daba a esa hermosa vista del cielo rojizo y las llamas flameando abajo - ¿por... por qué me trajiste a la oficina?... –
-Porque aquí nadie te escuchará cuando grites mi nombre querido Ivlis – dijo pícaro mientras dejaba al menor sentado en el escritorio y colocaba ambos brazos alrededor del cuerpo del más bajo para acorralarlo de apoco hasta lograr que se acostara en su grande escritorio, mientras con sus brazos de sombra despejaba las cosas que pudiesen molestar y que se encontraban encima del mesón – dame un beso – dijo con voz suave mirando a los ojos al más delgado quien chasqueo la lengua, desvió la cabeza, miró de reojo a Satanick y tras unos segundos acercó sus labios al otro quien solo sonreía por la actitud rebelde del dueño de casa- ¿por qué te cuesta tanto besarme? Sabes que lo hago delicioso –
-Tsk... ¿!acaso quieres saber el porqué de cada cosa que hago!? Eres una molestia ¿sabes?... si tanto quieres besarme hazlo tu... - no alcanzó ni a respirar y ya tenía a Satanick comiéndole la boca, metiendo su lengua, ahogándolo en ese beso apasionado que le estaban dando, sin saber cómo se escapó del ataque del más alto –Aaag... casi me ahogo... - se quejó, intentando tomar un poco de aire, pero no alegó, mientras Satanick le quitaba la bufanda y con sus dientes abría los botones de su chaqueta negra –tienes cuatro manos ¿!porque mierda usas tus dientes!? – Satanick se puso a reír, Ivlis estaba demasiado gruñón este día, le encantaba verlo enojado, era una de sus debilidades por el diablo rojo, y pensándolo bien lo que éste decía de cierta forma era cierto –porque puedo hacer esto-exhalo aire caliente directamente en la piel de Ivlis quien se estremeció y más cuando sintió que la lengua del otro también tocaba su torso- brrrr – el de ojos morados disfrutaba de la vista que tenía, pero no era justo que solo el otro perdiera ropa, se sacó la corbata negra que estaba usando para pronto soltar su capa y desprenderse de su chaqueta café y esos guantes que solía usar en toda ocasión- extrañaba tanto tocarte, hacerte mio -le besó el cuello dejando un rastro de sus besos –Ivlis - gimió cuando sentía que a medida que el tiempo transcurría su temperatura corporal aumentaba y aumentaba tanto que su pantalón pareciera que se había achicado ya que le apretaba. El de ojos ámbar no es como si no deseara esto, es más, se le había hecho bastante extraño que en toda esa semana el otro diablo lo haya tratado sumamente bien y además de eso no lo había tocado, por lo que extrañaba de cierta forma el cuerpo de Satanick, ya era una costumbre para él ser tocado por el más alto, ser besado, ser acariciado y le gustaba, no podía negar que se excitaba mucho, que sentía que su corazón se agitaba cuando el otro le susurraba al oído – gaaghh- gimió el que estaba acostado –Satanick...- nombró por primera vez su nombre en un gemido en esta reunión amorosa que tenían en la oficina del diablo de las flamas – cierra la puerta con llave – y ahí estaba, ésta era la perfecta señal que tenía Satanick para saber que tenía todo el consentimiento del menor y el no dudaría en usarlo, porque quería unirse al diablo que amaba, lo necesitaba.
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Comentario: holo de nuevo :D como les dije aquí aclararé algunas cosas que tal vez no se entendieron, o pasaron de alto ^-^
1) sip, reficul solo quiere impedir que nick esté con ivlis para no perder a su mascota.
2)Ivlis no tiene idea de los sentimientos que tiene por nada =_= realmente es un idiota, pero no es que no quiera a Poemi o a Rieta o Adauchi, es que tiene un concepto raro de querer a alguien, el cree que el afecto hacia él es adulación y no quiere parecerse a Siralos, es por eso que niega a aceptar que la gente lo quiere.
3) Nick ya lo perdimos, realmente se dejo llevar por Ivlis y se nos enamoró, si se dan cuenta y fueron observadores, le dijo cariño xD en vez de tratarlo mal, ok eso, :>
4) La imagen es mia *3* trolololo solo quería hacer publicidad a mis imágenes (?) XD
5) SE NOS VIENE EL PORNO !!!!! (?)
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