Parte 14
El diablo del mundo Pitch Black se fue contento esa noche, había tenido un día espectacular y por ahora estaba bastante cansado, tenía la intención de dormir con Ivlis también esa noche, pero debía controlar sus ansias de querer estar a su lado o realmente ese sentimiento que tenía por él podría descontrolarse y él realmente no quería eso, se supone que el enamorado debía ser Ivlis no él, por lo que se despidió con un enorme beso en los labios del de cabellera larga y se largó a su mundo, el diablo de las llamas estaba confundido ¿por qué había hecho eso con Satanick? es decir él era la victima de constantes acosos del otro, tenían sexo casi todas las noches solo para que el otro diablo no lo golpeara, es decir, no es porque realmente quiera satisfacer al mas alto es solo por conveniencia, entonces ¿por qué? ¿Por qué hizo eso tan descabellado? desvió la mirada hacia otra parte mientras se limpiaba la boca, aún puede sentir un poco el sabor de la esencia de Satanick en su boca, tan solo un poco, pero aun así le daba algo de asco pensar de donde provenia ese sabor– ¿qué mierda hice? – miró su oficina, estaba toda desordenada, suspiró y tomó su ropa, se la colocó, miró atentamente su pañoleta, se había manchado con algo blanco y sabia bastante bien de que se trataba, le dio algo de vergüenza, la hizo una bola, apagó la luz, miró por última vez la oficina y suspiró cerrándola de un portazo ¿Qué significaba todo esto? De verdad no podía explicar que rayos había sido todo lo que había vivido en éste día y más por lo que había dicho Satanick hace un rato ¿que fue ese te quiero?, él es despistado pero aun así pudo notar esa pausa que hizo cuando salieron aquellas palabras de su boca, en fin, caminó hasta su habitación con paso pesado, se vió al espejo mientras caminaba, se veía cansado, tenía el cabello desordenado y más porque no estaba sujeto en una cola como siempre lo llevaba, no pudo evitar notar las marcas que había dejado el otro diablo en su cuello, suspiró y desvió la mirada, era más extraño verse en el espejo y que estas marcas no estuviesen, ya eran parte de su día continuo, miró el suelo y se rascó la cabeza ¿Por qué no acaba con esto de una vez? Siguió caminando hasta su pieza, supuso que ya todos dormían puesto que era bastante tarde, cerró la puerta de su habitación y fue cuando notó la presencia de Rieta en ella
-Di...Disculpe la intromisión señor Ivlis, pero... quería constatar que llegara bien y con eso me refiero a intacto a casa- estaba sentada en la cama del otro y al verlo rápidamente se puso de pie acercándose a éste, no pudo evitar ver las marcas en el cuello del diablo y bajo la mirada –¿en serio aceptará acostarse con él para siempre?... si gusta yo... yo puedo inmolarme por usted, de esa manera usted jamás tendría que volver a pasar por eso, seria libre... yo haría todo por usted señor Ivlis-
-Ri... Rieta... - le acomplejaba hablar de éste tema, era algo que afectaba directamente a su orgullo, sin embargo Rieta era alguien de plena confianza y tenía una profunda lealtad hacia él –no sé qué pensar con respecto al tema... es algo complejo... ni siquiera sé cómo sigo haciendo esto...-dijo sin más, algo resignado- en fin, al menos ya ese puto no me agrede, si obtengo un beneficio tan grande es bueno sacrificar algo... aunque la maldita basura parece imparable... realmente no sé cómo no se cansa... - se le tornaron carmesí las mejillas y miró hacia otro lugar y de la nada curvó la boca en una sonrisa triunfante – ahora que lo pienso, podría conseguir algunas otras cosas de Satanick, estoy seguro que no se negará – dijo, mientras pensaba en si estaba bien aprovechar de esa manera lo que estaba viviendo con el otro diablo o no, después de todo era Satanick, uno de sus torturadores – aunque, me surge una duda... - Rieta lo miró preocupada y sonrió porque el otro se sinceraba con ella – hoy estaba algo triste... y Satanick en vez de molestarme decidió alegrar mi día... -comenzó a pasearse por la habitación mientras la mujer lo miraba –me llevó a comer cosas bastante extrañas pero ricas... - Rieta lo miraba dar vueltas de un lado hacia el otro- también me dijo que era su cumpleaños y que por eso quería pasar el día conmigo... - la de pelo claro abrió los ojos grandes al escuchar lo último – y lo más extraño fue lo que dijo cuando llegamos... él dijo "te quiero"... pero estoy completamente seguro que lo dijo para fastidiarme, aunque después completó la frase de una manera desagradable... no sé qué está tramando ese idiota, estoy casi seguro que es algo para fastidiarme, debo lograr crear un contra ataque... ¿qué opinas Rieta? ¿Qué plan puedo crear para que sea lo que sea que planea Satanick se eche a perder? –sonrió nuevamente, Rieta quedó petrificada cuando escuchó lo del "te quiero", era obvio lo que estaba pasando, ese diablo realmente se estaba enamorando del suyo, un coraje le invadió por dentro ¿cómo osaba interesarse en un ser tan magnifico como el señor Ivlis?, ese puto no merecía su amor y agradecía lo despistado que era Ivlis en estos momentos –lo apoyaré en todo lo que usted quiera señor Ivlis, no permitiré que ese tipo se salga con la suya – y cuando lo decía hablaba netamente de quedarse con él, ella realmente no soportaría que su señor sintiese algún afecto por el otro o quizás ya lo tenga, pero es tan despistado que no lo logre notar, debía sacarle información de alguna manera también a su diablo, pero ¿cómo hacerlo sin ofenderlo? –señor Ivlis ¿qué cree usted que sería apropiado hacer para descubrir lo que planea ese desgraciado? quizás sea una excelente idea hacerlo esperar por usted, ver cómo reacciona si usted no está para saciar su apetito sexual –
-... Bu...Bueno si, pero no sé si logre escapar de Satanick por mucho tiempo y creo que me golpearía si lo dejo esperando... además ese tipo no creo que sea capaz de soportar más de tres días sin acostarse con alguien, si lo hiciera solo por mí, no sabría cómo interpretarlo... quizás... podría notar un cambio en él... además –se tornó rojo sin darse cuenta y bajó la guardia mirando hacia otro lado, bajando el tono de voz – el me confesó que no había estado con nadie más que conmigo estos meses... -fue cuando Rieta notó que la situación era más grave de lo que ella pensaba, el señor Ivlis ¿desde cuándo tenía esa actitud tan sumisa? jamás lo había visto actuar así desde que llegó al mundo de las llamas – y eso me perturba... -subió el tono de nuevo y comenzó a caminar nuevamente, pero más rápido – aunque claro, eso a mí no me interesa... ¿por qué debería interesarme con quien se acuesta ese puto? Ni que fuera algo de él... ahora solo debo concentrarme en descubrir que estúpido plan tiene contra mi... si... ese es el objetivo- aun seguía con la cara roja, por lo que Rieta suspiró pesado, no le gustaba para nada el rumbo que estaba llevando ésta historia –mejor descanse señor Ivlis y mañana lo pensamos con mayor claridad... -salió de la habitación del diablo y corrió hasta la suya para meterse dentro de su lámpara ¿que podría hacer? Se sentía tan frustrada, como desearía poder ser más fuerte, ser tan fuerte como para defender al señor Ivlis y mandar lejos a esos dos diablos que molestan a su preciado señor –por favor señor Ivlis... no entre al juego de Satanick... por favor... yo... yo realmente lo amo – comenzó a llorar mientras sujetaba una almohada lo más fuerte que podía, con un sentimiento de dolor y frustración dentro de su corazón.
Por otro lado estaba Satanick, el causante de tantos estragos en los demonios anteriormente nombrados, él llegó a su mundo con una sonrisa de satisfacción, fue al baño para ducharse, pero gastó tiempo mirándose en el espejo, no podía creer todo lo que había pasado éste día, sentía como su corazón se agitaba, sentía aun los labios de Ivlis en los suyos, ese calor, su esencia, su voz resonar en sus oídos, estaba realmente feliz, se desvistió para entrar al agua fría, necesitaba enfriar su cabeza, realmente no quería enamorarse, se suponía que su corazón era solo de Lil, sin embargo nunca alcanzó a sentir esta necesidad de tener al otro cerca por ella, estaba mal, quizás debía cambiar un poco la táctica al conquistar a Ivlis, ya que el único enamorado al parecer era él, aunque realmente aún no se convencía mucho que éste sentimiento fuese amor, quizás es solo el gusto de tener a alguien con quien pasar todo el tiempo que nadie comparte con él, si, el diablo de Pitch Black se sentía muy solo desde que Lil lo abandonó.
De ésta noche pasó un mes, Glasses no podía evitar notar el cambio que había tenido su padre en todo este tiempo, todas las mañanas se despertaba feliz de la vida, bueno eso no era un cambio, lo que realmente era extraño es que estuviese tan quieto, parecía como que estuviese pensando en cualquier otra cosa, se sentaba a desayunar y miraba el horizonte mientras comía apenas, a veces se manchaba, otras se quemaba, a veces se comenzaba a reír solo, lo que más le sorprendía al de lentes era que ya no fumaba tanto y que ya no lo molestaba con lo de dejar de ser virgen, quizás esté madurando, o algo muy extraño le pasaba a su padre – emm papá... ¿te sucede algo?... hace un tiempo te noto extraño- Satanick estaba mascando la cuchara cuando escuchó a su hijo hablarle y sonrió- ¿algo como qué? –Sacó la cuchara de su boca y la metió en el cereal – ¿extrañas que tú querido padre te preste atención? – Dijo meloso para luego abrazar a Glasses y mimarlo, el menor trataba de zafarse pero no podía, su padre era realmente fuerte – ya para de hacer esto diablo asqueroso-
-...-
-... Lo siento... no quería usar esas palabras...-
-Jajaja –dejó de mimarlo y lo abrazó fuerte, luego se fue a sentar – posiblemente yo lo sea, pero recuerda que eres mi hijo, aunque claro, pudiste haber salido a tu madre-
-... Tú y mamá son iguales, aunque al menos tú te quedaste... mamá esperó a verme grande para largarse... -
-¿Extrañas a tu madre?-
-La verdad no sé, además, cualquier demonio haría mejor el trabajo de padres que ustedes, incluso ese diablo con el que sales haría un mejor trabajo que ustedes dos...-
-¡Ah! ¿En serio crees eso? Fufufu, entonces desde hoy él será el remplazo de tu madre, lo traeré ahora mismo para que saludes a tu nueva mami-
-Ahg... eres tan fastidioso como siempre, no sé para qué me preocupo por ti... maldito diablo... -tomó su tasa y se fue del comedor- Satanick solo sonreía con los ojos cerrados mirando como su hijo se iba y luego suspiró – nueva mami fufufu... necesito verlo – dicho esto, tomó su desayuno y apareció en la mesa de Ivlis donde todos estaban comiendo y se sentó al lado del diablo- hola inútil, te vine a ver –
-Tsk... lo dices como si nunca lo hicieras... come tranquilo y no hagas escandalo-
-Jajajaja...-
De esta manera se empezó a comportar muy seguido Satanick, venia todos los días a ver a Ivlis, se acostaran o no, estaba todo el maldito día junto al diablo, éste ya sentía que no tenía privacidad, quería salir con Poemi y ahí estaba él, quería dormir una siesta y ahí estaba él acostado esperándolo para dormir juntos, almorzaban juntos, ya estaba harto, incluso Rieta también lo enfrentaba para que dejara de una vez a su señor – ¿puedes irte a tu mundo de una maldita vez?... el señor Ivlis necesita espacio y tú eres una desagradable compañía ¿sabes?-
-Ja, lo dices solo porque estas celosa de que yo si me puedo acostar con Ivlis y tú no ¿verdad?-
-C...Cállate, yo no tengo esa clase de pensamientos hacia el señor Ivlis... -apretó sus garras y lo amenazó con estas – déjalo en paz o yo... -
-Jajaja ¿quieres enfrentarme? ¿Tú? Pero con ese poder jamás lograras hacerme un rasguño pequeña... mejor resígnate y déjame follarme tranquilo a la basura-
-El señor Ivlis jamás te amará... porque tienes algo que el detesta... ¡sufre por puto!... además... él mismo me mandó hacia ti para que te espantara... no quiere verte, desea que ojalas nunca más regreses ¿sabes por qué? porque te odia, te odia desde lo más profundo de su ser...-
-...- al más alto le dolieron esas palabras ¿realmente Ivlis lo odia tanto como está diciendo Rieta? pero si el había hecho muchas cosas para enamorarlo, al menos algo de estima debería tenerle, y si bien le dolió todo lo que la mujer le dijo, solo sonrió y la apartó- si es así como dices lo iré a hablar personalmente con él, a ver qué me dice, porque creo que alguien está celosa por no poder coger con el diablo –
-... ¡Muérete de una vez!- Rieta inició el ataque, ya estaba harta de ver a ese tipo y más porque sabía que su diablo poco a poco estaba cayendo en su juego, Satanick esquivaba los ataques bastante bien, algunos golpes le llegaban pero no eran mucho, más de uno le sacó sangre, en eso que golpeo a la chica llegó Ivlis ya que escuchaba demasiado escándalo en el lugar, vio a Rieta herida en el suelo y se acercó a ella- ¿estás bien?... –
-Se...Señor Ivlis...- se sonrojó la mujer al ver que el otro se preocupó por ella, al parecer se estaba ablandando un poco el carácter del diablo de cachos rojos, si bien le gustaba que con ella fuese preocupado, lo triste de esto es que el diablo se estaba ablandando con todos – descuide señor Ivlis estoy bien... sin embargo ese tipo, no lo pude convencer para que dejara de venir tan seguido-
-¿Ah?... ¿Satanick?... –miró hacia atrás y vió al diablo quien sangraba un poco de la cara- ¿qué paso aquí?... ¿Por qué estaban peleando?-
-Pregúntale a tu subordinada...- Ivlis miró a Rieta quien desvió la mirada bastante molesta- ella inicio esto, yo solo quería estar tiempo contigo, pero ella insiste en echarme- el de cachos rojos miró a la pelirroja y la ayudo a ponerse de pie- está bien Rieta, yo hablaré con él –rodó los ojos al decirlo- ve a descansar – la mujer no podía evitar sonreír porque su diablo se había preocupado más por ella que por ese bastardo, así que se marchó, Ivlis por su parte caminó hasta Satanick y suspiró – lo...lo que dijo Rieta era cierto... últimamente vienes mucho... y bueno, al menos espantas a Reficul y eso me beneficia... pero ya no soporto... quiero algo de libertad... necesito mi espacio- el de pelo negro se molestó y arrinconó al más bajo contra la pared y sonrió – ¿así que quieres tiempo?... ¿¡tiempo para pasarlo con esa puta!? – Ivlis abrió los ojos grandes, bastante temeroso por la reacción que obtuvo de Satanick ¿acaso estaba celoso de Rieta? pero si Rieta solo era su sirvienta y mejor amiga, nada más, no pudo evitar colocarse algo rojo por la interpretación que le dio al enojo de Satanick – no... so... solo quiero tiempo para mi... ya estoy cansado de verte... no es fácil ver al tipo que te viola todas las noches todo el tiempo ¿sabes? –se molestó bastante al decir esto, Satanick por su parte quedó impresionado ¿violar?, si, ese término era correcto, el obligaba a Ivlis a hacerlo casi todas las noches, pero... él lo veía desde otra perspectiva, el creía que Ivlis se divertía con él ¿acaso aun lo odia? ¿aún no entiende lo que siente por él?, su corazón se rompió un poco y entendía porqué el menor quería un tiempo a solas, no solo su mente debe estar exhausto, también su cuerpo debe estar cansado, no quería sofocarlo tampoco, porque no quería perderlo, realmente estaba muy mal, todo acerca de Ivlis le afectaba de cierta forma, así que volvió a sonreír de manera pacífica y abrazó al diablo más débil – está bien, está bien, te daré espacio, pero después no me eches de menos fufufu–Ivlis pensaba algo como "¿Quién te echaría de menos idiota?" -está bien, te dejaré descansar de mí, para que veas que si puedo apartarme de ti, te apuesto a que puedo estar un mes sin sexo y sin venir a verte-
-¿E...En serio lo harías?... aunque no te creo eso de que puedas estar un mes sin sexo... realmente a mí me da lo mismo que hagas, solo déjame en paz -
-Fufufu volveré en un mes amor – dicho esto lo besó fuerte, de una manera apasionada, apretándolo a su cuerpo volviendo un poco loco al diablo de menor contextura y se fue del lugar, Ivlis quedó sorprendido por dos cosas, la primera fue porque el beso le había gustado bastante y sin querer pensó que se extendería y al no hacerlo quedó con un deseo de más en los labios y la segunda fue que realmente le había ganado una batalla a Satanick, por fin... por fin después de tanto tiempo, después de casi cinco meses por fin tendría un mes para descansar de ese tarado, de no verle ni la sombra, de no ver esa estúpida sonrisa que le fastidia, por fin su cuerpo podrá descansar más de dos días sin relaciones sexuales, esto sería tan agradable, pero por tanta felicidad el diablo se olvidaba de un pequeño detalle, un pequeño detalle llamado Reficul.
Satanick llegó a su casa furioso, no podía creer que el de ojos ámbar estuviese tan tranquilo, habían pasado casi cinco meses juntos ¿cómo era posible que no sintiera nada por él? se sentía frustrado, su plan era todo un fracaso, Ivlis realmente era un idiota, le dolía un poco el corazón pensar que no lo vería todo un mes, aunque Satanick no dejaría que nadie se enterara de su sufrimiento, al igual como lo hizo cuando se enteró que Lil se había marchado y lo había dejado cuidando solo a Glasses, tal como cuando se enteró que su hijo no sentía ningún cariño con él.
La primera semana el ex sirviente de Siralos se sentía impecable, su cuerpo había descansado todo lo que debía descansar, no sentía ese constante dolor en el trasero, no tenía su cuerpo lleno de chupones y dolor muscular post sexo, todo era paz y tranquilidad en su mundo, escuchaba a Poemi jugar entretenida, escuchaba a Emalf practicando canciones para ir a jugar al karaoke, Rieta ya se había recuperado y entrenaba al ejercito como siempre, todo era paz y tranquilidad en el mundo Llama. Satanick mientras tanto se ahogaba en su pena, Glasses lo veía cuando se iba a trabajar (ya que él si trabajaba), su padre estaba muy serio, mirando por la ventana, como si esperara algo.
Segunda semana Ivlis se sentía algo incómodo, no es como que no le gustara esa tranquilidad en su mundo al contrario, pero sentía la necesidad de algo que no quería admitir, le costaba mucho trabajo pensar en que después de tanto tiempo de hacerlo con Satanick se haya acostumbrado a hacerlo prácticamente todos los días, esa noche por primera vez, el diablo se consoló a sí mismo, ya al otro día estaba bien, sin embargo no era lo mismo sin el diablo de ojos morados, aunque, jamás lo admitiría, en lo que corresponde a Satanick, estaba algo ansioso por la falta de sexo, así que fumaba como condenado, los sirvientes del diablo ya lo estaban notando, Envy fue el que más notaba la extraña actitud que estaba tomando su diablo.
-¿Señor quiere que consiga a alguien pasa sus necesidades? –
-... No... y no me lo vuelvas a preguntar...- dijo fastidiado el diablo mientras intentaba vaciar su cabeza de las imágenes de Ivlis cuando tenían relaciones sexuales- puta basura, puta cucaracha –se Paseaba por el castillo – Envy... tráeme porno... todo el que consigas... estaré en mi habitación.
Tercera semana, Ivlis ya estaba algo desesperado, se sentía tan raro sin Satanick ¿lo extrañaba? Si, realmente era estúpido pensar esto, pero... pero realmente lo extrañaba o tal vez lo que extrañaba era todas esas sensaciones que éste le hacía sentir en las noches, el diablo se sentía con apetito sexual, nunca en su vida le había pasado esto, Nick realmente lo había cambiado ¿desde cuándo él pensaba en estos temas? Intentaba concentrarse en sus planes para el futuro, sin embargo se sentía tan incómodo, cruzaba las piernas, caminaba de un lado hacia otro, se rascaba la cabeza, ya era miércoles de la tercera semana y su frustración sexual aumentaba, andaba todo el día enojado, más que nada porque le echaba toda la culpa al puto de Satanick, no podía dejar de pensar en él, en él y su maldito cuerpo, él quería tranquilidad, no estar así, su familia lo había notado, Poemi extrañaba pasar tiempo con papi, pero le asustaba ir a hablar con él si andaba tan mañoso, por otra parte Rieta notó lo enojado que estaba el señor Ivlis y cuando intentaba hablar con él la correteaba de la oficina, no quería ver a nadie y que nadie lo viera así, sin embargo no pudo evitar tener cierta visita a la hora de dormir, Reficul había venido a jugar con su mascota – hola basura – dijo mientras tenía un collar en la mano y lo hacía girar- vengo a dar un paseo nocturno-
-No estoy de ánimo para pasear Reficul...-
-¿Así que no estas de ánimo?... entonces creo que te tendré que hacer que te animes de otra manera porque es primera vez que vengo en mucho tiempo y no encuentro al puto de Satanick en tu casa, oh, espera, ya entendí ¿extrañas a ese puto verdad? ¿O es que extrañas más su entrepierna?- dijo de una manera pesada y con una sonrisa en su rostro.
-¡Ca...Cállate ... eso no te interesa!-
-Jajaja si me interesa, porque hace mucho tiempo que no juego de esa manera contigo... -
-¿E...Espera... que?... no... Reficul... yo... estoy bien sin ese puto, no... no te me acerques...a...además tu eres casada... de...déjame en paz...- sin más Reficul arrinconó al más alto con una fuerte patada en la muralla, logrando que el de cachos rojos temblara de susto – solo será un instante, además Sin me da permiso para divertirme algunas veces al mes, toma- sacó algo de su bolsillo y se lo pasó a Ivlis quien al tomarlo se dio cuenta que era un condón, esto iba mal y más porque su frustración sexual ya era mucha, esa noche la pasó con Reficul, sin embargo esta vez no fue golpeado, no fue amenazado, al contrario la diabla parecía cooperar para que ambos lo pasaran excelente en ese momento.
Ya se estaba por cumplir el mes, Satanick no hallaba la hora de ver a Ivlis, había logrado esperar pacientemente por él y más, no tener relaciones sexuales tal cual lo había prometido, faltaban dos días, sin embargo no aguantaba, necesitaba verlo aunque fuese de lejos, se sentía muy abandonado sin él, tenía una grave obsesión por el diablo de las llamas que ya había logrado apaciguar un poco, decidió entonces ir a visitarlo, se arregló lo más que pudo, se peinó, se cepilló los dientes y apareció en la habitación de Ivlis, estaba feliz porque lo vería un momento en la noche, estaba tan feliz que su corazón saltaba, se sentía realmente un imbécil ¿cómo se pudo enamorar de esa basura? pero en fin, las cosas ya eran como eran, apareció justo en la pieza del diablo de las flamas y vió algo horrible, algo que le destrozó el corazón y lo lleno de rabia ¿cómo pudo olvidar a esa maldita de Reficul? se sentía frustrado, no previó esto, ver a su querido diablo acostado en la cama donde tantas veces habían compartido la noche juntos, semi desnudo, y Reficul solo con calzones y sus calcetas largas arriba de Ivlis, al sentir la presencia de alguien más en el cuarto no dudó en colocarse la blusa y salir de encima del diablo de cachos rojos- ah... así que eres tu Satanick... -sonrió -estaba haciendo uso de la basura mientras no estabas, espero no te enfades, espera... ¿ya te enfadaste cierto?... –el más alto golpeo la pared fuertemente mirando con odio a Ivlis quien se puso de pie de inmediato y comenzó a tiritar, sentía que éste sería el día de su funeral, Reficul se terminó de vestir y sonrió- bueno, estos tres últimos días te portaste muy bien basura, la pasé muy bien, te comportaste como un verdadero amante –miró a Satanick quien se moría de rabia – al parecer tu juguete tenia frustración sexual, no estás haciendo un buen trabajo querido Nick- dicho esto sonrió maliciosa y se retiró.
-Sa...Nick.... Yo... no... te... enojes...-
-¡NO ESTOY ENOJADO.... ESTOY FURIOSO!...- se escuchó el rugido del diablo de ojos morados en casi todas partes del castillo, Rieta y Emalf corrieron a asistir al señor Ivlis, sin embargo apenas llegaron a la habitación quedaron petrificados al ver la furia de Satanick, Rieta no dudó en atacar, sin embargo sus esfuerzos fueron inútiles, fue noqueada al instante, Emalf comenzó a llorar de miedo, tomó a Rieta y salió corriendo, aprovechó de llevarse a Poemi lejos también, tenía fe en que el señor Ivlis pudiese resolver éste asunto, después de todo era la máxima entidad del mundo Llama.
-¿! Que mierda hiciste con esa perra!?... claro... mientras yo intentaba cumplir contigo, tú te revolcabas con esa puta... no eres más que una basura...-
-Satanick... no... yo... -
-Yo soy el único que puede tocar tu cuerpo... tu eres mío maldita escoria...-
-Reficul me obligó...-
-... Entonces yo te obligaré a que aprendas que solo eres mío ¡ahora acuéstate en esa cama maldito puto!- Ivlis tiritaba demasiado, tenía miedo, ver a Satanick de esa manera tan aterradora lo hacía recordar esas tardes continuas de tortura que le hacían hace un tiempo, el de cachos encorvados perdió la paciencia y empujo a Ivlis de una forma bastante brusca a la cama logrando que el de cachos rojos se golpease contra la pared que estaba al lado del lecho- ¡Te dije que te movieras idiota!- el más pequeño no alcanzó a sobarse por el golpe que se dio contra la pared en su hombro cuando sintió que unos brazos tiraban de sus piernas obligándolo a quedar acostado mientras otras manos le sacaban la ropa interior que aun llevaba, tenía miedo, Satanick nunca le había hecho nada tan brusco como ahora, ni siquiera la primera vez, seria violado, él no quería eso, tiritaba y se mordía los labios intentando no llorar, él no tenía la culpa que Reficul abusara de él también ¿por qué debía recibir el castigo si la culpable realmente era esa mujer?- ya...ya basta Satanick...-
-Eres una inmunda peste Ivlis... -le besaba el cuello forzosa y dolorosamente dejando rasguños con sus dientes tan afilados –no... así... por favor...-
-¡Ahora pides suplica!, pero con Reficul gozabas que te tratara así ¿no es cierto?... te gusta que te traten mal, entonces aprenderás por ésta forma que tu cuerpo me pertenece solo a mí... que tú eres mío –sacó su miembro el cual comenzó a masturbar mientras ahorcaba al más bajo- Satanick... no...- estaba enceguecido en sus celos, el no solía actuar de esa manera, sin embargo el de cachos rojos ocasionaba estragos en su personalidad, realmente tenía una obsesión con él, lo necesitaba, no quería que también lo abandonara así como Lil lo hizo hace años, no quería quedarse solo, no quería que lo odiara como la mayoría de la gente lo hace, no quería que sintiera esa repulsión por ser un maldito degenerado, él quería que el de cabellera más larga realmente entendiera que lo quería y debía demostrarle de alguna forma ese sentimiento, solo que la rabia que sentía en ese momento no se lo permitía, no le permitía expresar sus verdaderas emociones de una manera pacífica, amorosa y algo pervertida como siempre solía ser, la furia es lo único que predominaba en su mente en estos instantes. Comenzó a penetrar el cuerpo del menor sin siquiera prepararlo previamente, el de ojos ámbar grito y derramó lágrimas de dolor apretando los ojos fuerte llorando, Satanick dejó de ahorcarlo y se acercó a su oreja –te lo hare de esta manera hasta que pidas más gritando mi nombre...- Ivlis tiritaba, le están dañando, sentía mucho dolor, apretó el ceño intentando no emitir sonidos, las lágrimas no paraban de fluir de sus ojos, estaba aterrado, todos esos planes que pensó que podría realizar intercambiando por sexo se le fueron abajo, de cierta manera todo este tiempo que había pasado acostándose con Satanick había olvidado su verdadera naturaleza, después de todo es un diablo –ghhh... no... mas ... por favor...- dijo entre sollozos leves , el más alto pareció enojarse y volvió a taparle la boca al más pequeño abriendo los ojos amenazante- claro, ahora que la tienes a ella te resistes a mi... después de tanto tiempo acostándonos, ahora me reemplazas, esto no se va a quedar así ...- le empezó a dar estocadas más fuertes al diablo de cachos rojos quien parecía sufrir mucho, ya no pudo resistir más y se resignó a lo que le tocaba vivir como la mayoría de las veces había hecho, a veces pensaba que su vida era un eterno fracaso constante, colocó temerosamente sus manos en los hombros de Satanick, mientras estas temblaban, sus dientes rechinaban de miedo y sus ojos parecían poseer una pena muy grande – me... duele... por favor... para Satanick...- dijo llorando a mares, en ese momento el de ojos morados reaccionó, a pesar de lo cruel que había sido Ivlis volvió a posar sus manos en sus hombros como tanto le gustaba, se echó para atrás asustado de lo que había hecho, se salió inmediatamente de Ivlis, desvió la mirada, se sentía culpable, miró serio la pared, luego miró a Ivlis quien lo veía sumiso y lleno de miedo cada vez que se movía parecía rehuir, esto le dolió, el mismo estaba alejándolo, por lo que decidió abrazarlo, abrazarlo lo más fuerte que pudo –yo... yo no quería hacerte esto...- dijo triste volviendo a mirar al más pequeño quien seguía tiritando de miedo – no quiero perder lo que habíamos conseguido hasta el momento... perdóname...- dicho esto, se puso de pie y desapareció, Ivlis solo miró hacia el techo, intentando controlar sus emociones pero lo único que pudo lograr fue llorar desconsoladamente toda la tarde, lo que más le dolía era que de cierta manera pensaba que Satanick había cambiado por él.
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Comentario: No me odien ;------; -se hace bolita y llora-
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