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Parte 13


Continuaron caminando por ese mundo tan bello, lleno de verdes y frondosos bosques, siguiendo el sendero hasta llegar a una pequeña villa, habían muchos niños en la zona, se veía muy tranquilo el lugar, por la hora pareciera que todos estaban almorzando o iban a sus casas para almorzar, Ivlis miraba a los habitantes, para ser un mundo tan antiguo era extraño que estuviese habitado solamente por niños, tras detenerse a pensar se acordó que ya una vez ese mundo había sido destruido por lo que estaba recomenzando así que era normal que estuviese lleno de habitantes jóvenes, así que no le dio mucha importancia. Por otro lado se veía a Satanick con una cara de felicidad mirando a cada uno de los niños del lugar, todos tan pequeños, aunque para el diablo del mundo Pitch Black todos eran pequeños, tantas lolis reunidas en un mismo lugar, tantos pequeños y jóvenes demonios y ángeles – fufufufufu creo que visitaré más seguido éste lugar... - en lo que caminaban pasó una joven de pelo verde con rojo y ojos rojos quien se quedó mirando detenidamente a los diablos que iban pasando, sabía que había visto a uno de ellos en alguna parte hasta que se acordó y lo gritó a toda boca -¡es el diablo pervertido que atacó al viejo!- de inmediato un grupo de niñas se acercó a la peliverde y se pusieron a mirar a Ivlis quien solo quería morir porque Satanick no paraba de reírse – pffff fufufuf ¿tu?... ¿pervertido?? Fufufuf hahahahaahahahahaha si supieran que eres una pasiva jajaja, que apenas si sabe ocupar su parte delantera jahahhahahahahdhahda- se moría de risa Satanick mientras más y más niños llegaban a ver que estaba pasando, en eso una de las niñas se acercó a enfrentar a los extraños, una niña de mirada algo gélida y de cabellos rubios, vestida con un traje grisáceo – ¿vienes a atacar nuevamente nuestro mundo? Si es así te enfrentaras a todos nosotros, y además aun no pagas por lo que le hiciste a Yo...Yosafire... - el diablo de las flamas se vió hostigado y colocó una cara de fastidio – ¿tú y cuantas niñitas más se quieren enfrentar a mí? -Satanick solo observaba la situación y se divertía ¿cuánto duraría Ivlis peleando con esas pequeñas y adorables niñas? un grupo se acercó dónde estaba la rubia, eran tres niñas, la de pelo verde quien comenzó todo el alboroto, una ángel de cabellos castaños y una demonio de cabello rosado parecida a la que se encontraron en el sendero anteriormente, extrañamente ella era la única quien se veía animada por la llegada del diablo de las flamas y preguntó – ¿volverá a atacarnos con esos deliciosos murciélagos en llamas? estoy ansiosa, realmente quiero volver a comerlos- el diablo de cachos rojos abrió los ojos grandes y la miró con odio- ¡los murciélagos no se comen imbécil! ¡Son... son amigos!- el cabello se le tornó rojo y ya todas se pusieron a la defensiva, el diablo se había enojado, el ambiente era tenso, todos se miraban por si el otro atacaba, Satanick era el único quien parecía divertido por lo que estaba pasando y bueno la demonio de cabello rosado quien parecía haberse quedado dormida tras haber provocado el enfado al diablo ajeno.

Lejos de esa escena había un ángel pequeño quien observaba la situación, corrió hasta su casa para avisarle a una demonio quien recientemente había vuelto del bosque con un canasto lleno de manzanas, la demonio abrió los ojos al escuchar lo que la pequeña ángel le había contado.

-Vete de una vez de nuestro mundo, no eres bien recibido... chuu chuu, además, no creas que te he perdonado por lo que me hiciste... ¡diablo pervertido!- luego miró a la rubia y sonrió- ¿me vi genial diciendo eso verdad Froze? –

-Esto es algo serio Yosafire... -

-Huuugh... lo siento...-dijo colocándose algo más seria y mirando al más alto – ¡prepararé mi fuego verde!- comenzó a juntar un poco de fuego para lanzárselo al otro quien solo dejó que le pasara por encima – soy un diablo de las flamas ¿qué te hace pensar que tu fuego me hará daño? Estúpida niña, ahora prepárate –sacó su tridente y de sus pies comenzó a salir algo de fuego, Satanick ya estaba viendo que la situación se estaba saliendo de control y si no lo paraba ahora la diosa y el diablo de ese mundo se molestarían por no detener a esta estúpida basura, iba a hablar, para calmar el dilema que se había formado cuando llegó un demonio de pelo color rojo, ojos, cuernos y vestido negro acompañada con la ángel quien le fue a avisar de la situación –chicas deténganse, esos diablos no vienen a atacar nuestro mundo- fue lo que se escuchó desde lejos y las niñas miraron a la demonio más conocida como Dialo quien se acercaba – esos dos son invitados de dios, al parecer están en una cita y eligieron nuestro mundo para visitarlo, o al menos eso fue lo que escuché de la conversación que tuvieron con dios y el diablo –

-¿¡Cita!?- todas las niñas dijeron al unísono y quedaron mirando a ambos diablos al enterarse que andaban juntos porque estaban en una cita romántica, a Ivlis se le fue el enojo de inmediato, tanto que su tridente y el fuego que había provocado desaparecieron al instante y en cambio obtuvo un tono rojo furia en su rostro, estaba totalmente avergonzado, ¿por qué todos esos niños sabían que estaba en una cita con ese maldito y pervertido diablo quien solo reía sin parar al ver su desgracia? – todo esto es tu maldita culpa estúpida basura ¿por qué mierda me tenías que traer a este mundo?- se dió vuelta para alegarle al que estaba atrás suyo, el de cachos encorvados lo tomó de las muñecas y le sonrió – ya, ya, tranquilo basura, además ¿qué tiene de malo que todo éste mundo se entere que estas en una cita con otro hombre y que además de enterarse que eres un homosexual, se enteren también que eres la pasiva? no le veo nada de malo-

-¡C...cállate puto!- el cabello se le colocó de inmediato de color rojo furia y se fue caminando indignado para alguna parte, Satanick se rio y miró a las niñas – es un secreto – les guiñó el ojo – ah, por cierto lindas y adorables lolis no tan lolis, si alguna vez quieren ir a mi mundo son sumamente bien recibidas -sonrió y les pasó una tarjeta de presentación a cada una de ellas – nos vemos luego –

-¿Pero que se supone que es esto?... -

-No me interesa ir a verlo... parecía algo pervertido –

-Mmmm delicioso –

-¡No te comas esa tarjeta Rawberry! escúpela, puede estar envenenada –

-El veneno también es delicioso –

-...-

-¡Aaaahgh! ¡Tiempo de adultos!- gritó la de pelo verde tapándose los ojos ya que a lo lejos se podía ver claramente como Satanick alcanzó al otro diablo y lo besó fuertemente, para luego tomarle la mano y correr con el otro diablo quien le gritaba por lo que había hecho.

Habían pasado unos minutos, Satanick se veía contento caminando de la mano con Ivlis quien estaba tan molesto que ni siquiera se dignaba a hablarle o mirarlo, pero le seguía el paso ¿y que rayos era eso de caminar de la mano? era tan incómodo, realmente deseaba que esto terminara rápido, aunque no podía negar que hasta el momento había sido un día interesante. A lo lejos se veía un gran castillo – ahí es donde vamos – dijo el de cabellera más oscura sonriendo – es el castillo Blancblack, ahí almorzaremos – sonrió alegre dejando curioso al más pequeño, se suponía que ese palacio era el hogar del diablo y dios de ese mundo, no un restaurant, entonces ¿por qué irían a comer ahí? bueno, si Satanick había planeado esto era porque ya debía tener un plan en mente, por lo que decidió seguirlo y no preguntar. El lugar era bastante bonito aunque a su parecer era todo tan monocromo que le aburría a la vista, le faltaba quizás tonalidades rojas, si definitivamente con algo más rojizo en ese castillo luciría mucho mejor, subieron unas cuantas escaleras, pasaron por unas cuantas puertas, en el camino vió una linda pileta decorada por cristales y más cristales con forma de rombo ¿que acaso no había otro tipo de figura en este mundo? Se preguntaba el de cachos rojos, siguieron por los pasillos ya una vez dentro del castillo hasta que por fin doblaron por uno de los largos corredores que tenían entrando en una sala llena de jarrones que al parecer era algo como una sala de exposiciones, un lugar muy amplio de las mismas tonalidades blanco, negro y gris y miles de rombos en las paredes, piso, cortinas, pinturas entre otros, en el medio había una mesa muy bien adornada, con loza fina, un florero que llevaba vistosas flores, entre otros, el lugar no parecía un comedor ¿realmente habían decorado ese lugar para ellos?

En lo que caminaron se encontraron a una pequeña ángel de pelo color gris oscuro y un parche que tapaba uno de sus ojos - hola, los estábamos esperando, pasen por aquí – dijo mientras les señalaba la mesa y los miraba atentamente - espérenme un momento, mientras acomódense – dicho esto caminó rápidamente hasta el pasillo y luego se puso a correr hasta llegar a la cocina – ¡ángel jefe! ya llegaron... ¿realmente debo atender a esos tipos?... ¿si tu hiciste el trato con ese sujeto de cuernos como cabra porqué debo atenderlos yo? Además los chocolates que te intercambiaron por hacerles el almuerzo son para el diablo, no tengo nada que ver en esto- dijo algo malhumorada la pequeña mientras el ángel más grande que se encontraba sirviendo la comida en los platos la miró serio – ¿quieres que te recuerde tus palabras exactas aquel día que destruiste mi jardín?... "ángel jefe, no me hagas daño... no fue intencional, haré lo que sea" esas fueron tus palabras, ahora toma esta bandeja y sírveles apropiadamente, necesito ese extraño chocolate que solo se hace en ese mundo para probar una nueva receta –

-Está bien...- dijo la más pequeña tomando la bandeja con la comida para llevarla a la mesa donde estaban ambos diablos esperando, por otra parte, Ivlis aprovechó de ir al baño, necesitaba un instante para estar solo, el estar todo el día con Satanick ya le estaba irritando, aprovechó ese tiempo a solas para refrescarse, mirar por la ventana, hace tiempo que no disfrutaba el ver el cielo azul, le hacía acordarse de cuando era pequeño y no eran malos tiempos, el azul era un lindo color pero aun así prefería el rojo, se volvió a mirar al espejo, miró la pañoleta que llevaba en el cuello, era linda, sin embargo prefería su hermosa bufanda que estaba esperándolo en su casa, salió del baño y se sentó al frente del otro quien se veía calmado mirando el lugar, el ver a Satanick calmado era extraño –¿y como lograste que esos ángeles nos cocinaran?¿o es que hay un restaurant dentro del castillo?-

-Jajaja mandé a mi subordinado que averiguara quien era el habitante de este mundo que cocinara mas delicioso y que lo convenciera de cualquier forma para que nos cocinara el almuerzo, una vez que hizo las averiguaciones y trató de convencerlo y no pudo vine personalmente a negociar con él, y resultó ser más fácil de lo esperado, incluso estuve a punto de sacrificarme por nuestra cita ofreciendo mi cuerpo, pero no fue necesario- Ivlis lo quedó mirando un instante pensando que realmente esa sería la primera opción de Satanick para hacer un trato antes de pensar cualquier otra -al enterarme que el que cocinaba mejor en este mundo era el hermano del diablo simplemente le ofrecí los chocolates que a ti tanto te gustan, los OCHO, nadie se puede negar a esos deliciosos chocolates, lo convencí también que podría hacer múltiples nuevas recetas con estos chocolates y aceptó de inmediato -

Pronto llegó la ángel llamada Alela Grora, con una bandeja con distintos platos de comida – esta es la especialidad del Ángel jefe... quiero decir del chef, espero les guste... -les sirvió un plato de Ochazuke a cada uno y dejó un plato con unos panes y un vaso de sake a cada uno, hecho esto se retiró y volvió a la cocina para desparramarse en la silla – ser cordial con esos tipos es muy duro ángel jefe-

-Solo asegúrate que se vayan contentos, quiero ese chocolate-

-Claro, Claro, pero aquí todo el trabajo me lo llevo yo-

-... ¿Quieres que te vuelva a recordar?-

-¡Ya lo sé! debo hacer lo que tú quieras, pero con esto ya saldaremos cuentas-

-Siempre y cuando obtenga el chocolate Grora-

-¡Lo sé!... ¿y que cocinas ahora?- se repuso la más pequeña acercándose al ángel de mayor tamaño – ¿estofado? Eso se ve rico, también tengo hambre... ¿hay algo para mí?- el de pelo plomo asintió gentil y la más pequeña sonrió – pero primero debes terminar el trabajo –

-A la orden ángel jefe – dicho esto se sentó en la silla y se puso a hacer tiempo – ¿cuándo se supone que debo volver a recoger los platos?-

-Espera unos diez minutos y regresas, el Ochazuke es un plato liviano y se debe comer con calma –

Mientras tanto en la sala con los diablos, Ivlis miraba el plato de comida ¿Qué era eso? Nunca en su vida había visto ese tipo de comida, miraba a Satanick comérselo con total confianza, así que solo lo imitó tomando los palillos, pero le era imposible comer con estos, se estaba enfadando – ¿cómo mierda puedo comer con estas cosas? ¿O es que también es parte de tu entretención?- dijo ya fastidiado, Satanick lo miró y se puso a reír – fufufufufu eres tan torpe, si no puedes comer con palillos entonces ocupa la cuchara que está a tu lado cabeza hueca – Ivlis se puso rojo al notar la cuchara a su lado y desvió la mirada – no me había fijado que estaba ahí... - probó la comida y realmente estaba muy buena, quien quiera que fuese el chef cocinaba muy rico.

De esa manera terminaron de almorzar los diablos estaban satisfechos, aunque Ivlis quedó extrañado que la comida no llevaba algún postre y refunfuñó por aquel hecho – durante toda la comida me dijiste que el cocinero hacia muy ricos postres y que por eso le habías ofrecido el chocolate, pero no hubo postre en el almuerzo- Satanick sonrió – ¿te gusta el helado? – Ivlis lo miró serio y respondió sincero- no me gustan mucho las cosas heladas, pero si- Satanick se levantó de la mesa y le hizo una señal a la pequeña ángel para que se acercara –dile al cocinero que estuvo todo realmente delicioso y que mi subordinado le traerá el chocolate acordado mañana y por otra parte decirte que la atención también estuvo muy buena, no ando con dinero pero con gusto te puedo pagar con mi cuerpo pequeña y bella ángel –sonrió pervertido, esperando la respuesta de la otra, mientras Ivlis ya rodaba los ojos por esta situación –¿y mi helado que?- dijo fastidiado – oh verdad que andaba contigo basura, bueno... hermosa ángel quizás mi proposición pueda esperar para otro día, ahora debo hacer feliz a éste descerebrado primero, nos vemos linda- le hizo algo de cariño en la cabeza para luego guiñarle el ojo, se acercó a Ivlis para tomarle la mano y llevárselo nuevamente afuera del castillo, Grora quedó con la cara roja y con una extraña sensación como si la hubiesen ensuciado, corrió donde Wodahs que estaba en la cocina y posó su cabeza en la espalda abrazándolo por atrás – ¡Perdón! ¡Perdón! ¡No volveré a destruir tu jardín, pero no me obligues a atender nuevamente a ese tipo! ¡Perdón ángel jefe!-

En lo que salieron del castillo Satanick soltó la mano de Ivlis quien se sentía aliviado de no tener que caminar más de esa manera, sin embargo ahora la mano del más alto estaba en su cintura, el de ojos amarillos se encendió en vergüenza- ¿¡que... que haces!? ¡No te me acerques tanto!-

-Así nos vemos mejor ¿no crees?- dicho esto le dio unos cuantos besitos en la cabeza y lo obligó a seguirle el paso – aaaaawww que envidia – se escuchó a dios quien los miraba desde la entrada del castillo, miró al diablo albino quien desvió la mirada -...- la pelinegro se acercó a éste, tomó su brazo, lo levantó y se colocó en medio para que así Kcalb la abrazara de la cintura -¡...!- dios parecía feliz, mientras que el diablo estaba rojo –Eti... -

-¿Que pasa Kcalb?-

-... No... nada...-

-Vamos, puedes decírmelo-

-... Me da vergüenza hacer esto en público...-

-Jejeje lo sé... pero ¿sabes?, nos casamos la semana que viene –

-... ¿Y eso que tiene que ver? –dijo el de cabellos blanco bastante avergonzado.

-La verdad... nada, solo quería recordártelo –

-...-

-¡Viejo!!viejo!... ¡Aaaaagh! !tiempo de adultos! – se escuchó a lo lejos.

Ya lejos del castillo, Ivlis quien ya estaba enojado por como lo llevaba Satanick se apartó de una buena vez de éste y le hizo frente –ya basta, no soporto caminar más de esta manera y dijiste que me darías helado ¿hacia dónde se supone que vamos?... – Satanick lo miró y suspiró- está bien... volvamos a caminar de la mano si no te gusta la otra manera, solo quería que sintieras el calor de mi cuerpo de otra forma que no fuese en la cama – levanto las cejas y sonrió, pero si no te gusta solo te daré calor en la cama y ya, levanto los brazos modestamente y lo miro lascivo – ¡cállate! ¿¡Quién te dijo que me gusta tu calor!? ¡Para que sepas soy el diablo de las flamas y el calor me sobra!...- Satanick se acercó para molestarlo nuevamente hasta que se dio cuenta de las frutillas que crecían en el camino – y dime basura ¿qué prefieres? ¿Helado de frutilla o helado de chocolate? Si eliges de chocolate utilizaremos esos bombones que trajiste contigo-

-...Supongo que frutilla, los chocolates ya me los comí...- dijo desviando la mirada algo más calmado, Satanick abrió los ojos, no se había dado cuenta en que momento el otro se había comido los chocolates y eso que lo había observado atentamente todo el día, no quería perderse ningún detalle de su cita, en fin, recolectó una gran cantidad de frutillas, en lo que lo hacían apareció Envy, el subordinado del diablo más alto quien traía una cubeta vacía y dos cucharas, para reemplazar la canasta que ya estaba llena de manzanas y llevársela – ¿Que hacia él aquí?... -

-Nada importante, solo me trajo esto – le mostró la cubeta en la cual fue dejando las frutillas que encontraba – listo, ahora solo nos falta lavarlas y algo de hielo - Ivlis lo miraba curioso ¿qué planeaba ahora Satanick? no sabía realmente, pero estaba curioso, pronto el más alto lo tomó de la mano y volvieron a la cascada de hace unas horas – aquí lavaremos las frutillas – se acercó al río y se arrodilló para lavarlas –acompáñame inútil... no me dejes todo el trabajo...- Ivlis se acercó, se arrodilló al lado del río y empezó a sacarle las hojas a todas las frutillas que habían recolectado para luego lavarlas relajadamente, parecía agradarle el trabajo, le traía recuerdos de antaño cuando solía jugar con su hermana Igls, muchas veces recogían frutas en el camino y las lavaban en el río, sonrió amigablemente recordando esos eventos y Satanick no pudo evitar notar esa pequeña sonrisa por lo que desvió la mirada y se sonrojó, no quería que el otro se diera cuenta de esto, aunque con lo idiota que era seguramente jamás se daría cuenta, así que se puso de pie y dejo al otro diablo que lavara las frutillas solo –¡oye! Dijiste que te ayudara, no que hiciera todo solo...- el que le daba la espalda respondió mientras intentaba que desapareciera su sonrojo–eres bueno lavando frutillas, debo aprovechar que encontré un talento para ti y dejar que lo domines cucaracha...-

Ya una vez las frutillas estaban lavadas y el sonrojo de Satanick se había ido, después de todo fue algo leve, el más alto tomó la cubeta con frutillas con una de sus manos de sombra y con sus brazos reales tomar al de cabellera más clara para transportarse a otro mundo en busca del siguiente ingrediente para la preparación de su postre, era un lugar muy helado, una pequeña isla en un enorme océano llena de hielo por donde se viera, a lo lejos se veían algunas casas y un silencio profundo dominaba en el zona, a Ivlis no le pareció muy buena la idea de ir a ese lugar, comenzó a tiritar, Satanick lo dejó en el suelo y le abrochó el cierre de la chaqueta –tranquilo, así no tendrás tanto frio, aunque siendo el diablo de las flamas como me has dicho todo el día deberías poder calentarte ¿no crees?-

-Ca...cállate... ¡por eso mismo deberías saber que no me gusta el frío!... extraño mi bufanda... - tiritó un poco por el frio que sentía- ya deja de alegar, estoy menos abrigado que tú y no alego, a menos que quieras calor de Nick para subir la temperatura ... aaaw –se acercó con los brazos abiertos para abrazar al otro apretadamente mientras colocaba su cabeza en el hombro del otro respirando en el cuello ajeno logrando que el otro se estremeciera y a la vez adquiriera un poco más de calor, Satanick por su parte adoraba abrazar a Ivlis en este clima el otro realmente era tan calentito que lo abrazó más que nada porque se estaba muriendo de frío, ya con éste calor que había adquirido abrazándolo podría buscar algo de hielo para hacer el helado – suficiente homosexualidad por el momento, quédate aquí y buscaré algo de hielo suelto por aquí cerca y nos largaremos, por mientras crea una llama o algo así –dicho esto Satanick se fue caminando hasta que se perdió entre la nieve, Ivlis por su parte miró para todas partes, nunca en su vida había estado en este lugar, prendió una flama entre sus manos para calentarse un poco, pareciera que nada vivía entre ese gélido hielo, no podría haber vida en un lugar tan helado ¿cómo se había enterado Satanick de éste lugar? Pensaba el de cachos rojos concentrado en su flama, era realmente algo bello que no cambiaría por nada, las flamas eran lo mejor en éste mundo y si bien estaba solo al menos ahora ya no tenía la presencia de Satanick cerca, era un alivio, estaba pensando seriamente en irse de ese lugar, sin embargo el sabor de ese helado le hacía quedarse, estaba emocionado por eso, además se había comido una frutilla hace unos momentos y tenía un sabor delicioso, realmente ese mundo que habían visitado anteriormente era excelente para generar frutas muy ricas y bellas, sin duda regresaría algún día por esas manzanas para que Rieta le cocinara algo con ellas.

El diablo estaba tan concentrado en sus pensamientos que no se dió cuenta que algo lo observaba de cerca, incluso tan cerca que apoyó una mano en su hombro –¡no hagas eso basura que me asustas!... ¡GYAAAAAAH! ¿¡Quien mierda eres tú!?- se asustó el diablo quien jamás en su vida había visto a ese sujeto alto, vestido de negro, con una enorme aleta en la cabeza y una larga y ancha cola de pez, tenía esa misma aura intimidante que su compañero de cita –hola- dijo amigable –es primera vez que te veo por aquí- se hizo tronar las manos aprovechando de estirarlas –supongo que vienes de visita – dijo mientras tomaba el cigarro de su boca y botaba el humo – y dime ¿quieres jugar?- Ivlis se alejó unos cuantos pasos de ese tipo y miró hacia todas partes para ver si Satanick se dignaba a aparecer por algún lugar, sin embargo no había rastro de él ¿cómo era posible que se demorara tanto en sacar un poco de nieve si toda la isla estaba llena de nieve? lo que Ivlis no sabía es que Satanick se había entretenido con una pequeña niña con apariencia adorable de foquita, realmente era muy linda a los ojos del diablo.

-¿Y... y a que se supone que quieres jugar?-

-Uh... no sé ¿qué te parece a la orca asesina? Es mi juego preferido –

-... Se escucha algo agresivo... ¿podría ser otro?...- dijo algo sumiso el diablo mientras seguía retrocediendo, como adoraría tener sus alas en este momento, maldita sea la hora que se separó de ellas, tragó algo de saliva esperando una opción más amigable del otro – mmm ¿que podría ser?... ¿qué te parece ahogando demonios en el mar congelado? –

-... Eso suena mejor... - sonrió el de cachos rojos ya que él no era un demonio, él era un diablo, ah... pero si no se lo decía al otro jamás se enteraría – lástima que no hay ningún demonio por aquí cerca... Jajaja juguemos para la próxima –se iba a marchar del lugar cuando el otro hizo un movimiento rápido y lo abrazó amigablemente del hombro– así que no eres un demonio ¿y que se supone que eres? tienes cuernos de demonio y cola de demonio ¿o es que te niegas a jugar conmigo?-

-S... S... Soy ... un diablo...- dijo aterrado de miedo intentando que el otro no se diera cuenta, aunque ya era muy tarde, la orca llamada Idate olía el miedo a kilómetros de distancia, realmente adoraba ese aroma , fumó nuevamente tirándole el humo al otro a la cara – bueno, mi paciencia se está agotando así que con o sin tu consentimiento jugaremos a la orca asesina – sonrió con sus enormes dientes filosos mientras se arremangaba el traje y elongaba los brazos, sonriente –Ivlis estaba más que aterrado, no quería otro agresor más a su lista así que temeroso sacó su tridente de llamas –e...estoy ...li...listo... ¡solo inténtalo!- gritó temeroso, el otro se acercó calmado con una sonrisa triunfal en la cara, un tridente venia hacia él así que rápidamente se tiró al agua donde el tridente se desvaneció, volvió a la superficie para tomar del brazo al más pequeño quien temblaba, realmente el otro tenia fuerza, no podía zafarse, veía como su fin estaba cerca y más cuando esos guantes negros se acercaban rápidamente a su cara, cerró los ojos esperando el golpe y fue cuando sintió una voz conocida – no sé quién seas, pero ésta basura me pertenece y si bien me gusta verla llorar, solo me gusta verla así cuando yo provoco su llanto, así que si me permites, suelta su brazo-

-Lo siento, pero no me gusta dejar a mi presa intacta una vez la cazo y estas en mi camino –

-Yo la casé primero y tú estas en mi camino, tengo un itinerario que cumplir con ésta basura sabes...-

-... Me rehusó a soltarlo ¿o quizás quieras reemplazarlo? aunque si jugamos y te derroto, tu basura no se salvara – Ivlis tiritaba de miedo al ver a esos dos tipos declarándose la guerra, eran intimidantes, aunque si bien Satanick era más alto que ese tipo desagradable, el otro daba miedo tan solo al verlo. Idate votó la colilla de cigarro que estaba fumando y la pisó, luego sacó una cajetilla de cigarros la cual se dió cuenta que estaba vacía y soltó de inmediato el brazo de Ivlis para buscar desesperado cigarros por algún lugar de su cuerpo – mierda, juraba que me quedaban... ¡aaaaghh! esa maldita Rocma de nuevo me sacó todos mis cigarros... la acecinaré... ahora estoy furioso... - miró a Satanick y sonrió algo irritado – te mataré para calmarme... si, eso siempre me calma... - el diablo no se inmutó mucho y de su bolsillo sacó una cajetilla de cigarros, de esos muy finos, se los había robado a Fumus- ¿te gustan de estos? –sonrió malévolo mientras el otro miraba atraído por esa cajetilla de cigarros, nunca había probado de esa marca, pero había oído hablar de estos, realmente eran muy buenos – si quieres te puedo dar la cajetilla, con una condición...-

-Claro, Claro, ¡dámela ya!...- Satanick prendió un cigarro y se puso a fumar delante de la orca quien estaba desesperado, lo hacía lento mientras se acercaba a Ivlis y lo abrazaba por la cintura – jamás vuelvas a colocar tus asquerosas manos o aletas sobre mi basura ¿escuchaste?...-botó el humo en la cara de Idate –quien como pudo aspiró todo ese humo, el diablo de las flamas tiritaba de miedo era como si dos gánster se pelearan justo delante de él –¡solo dame tus putos cigarros de una vez! ese diablo marica no me interesa-

-Ten- le pasó la cajetilla he incluso el cigarro que se estaba fumando – nos vemos, me agradaste, ten, mi tarjeta por si algún día quieres hablar, o divertirte –colocó una cara desafiante y desapareció del lugar volviendo al jardín gris – ¿qué...qué fue todo eso?... - comentó el más bajo quien aún tiritaba- tranquilo cucaracha, solo yo puedo jugar contigo, pero vamos a terminar nuestro helado, necesito algo para batir esta cosa...- en lo que vio un cristal en el suelo, lo tomó – quizás con esto podremos aplastar el hielo y de paso las frutillas y luego las revolvemos con las cucharas, espera, déjame esto a mí – rato después estaban ambos comiendo un balde de granizado de frutilla frente al oleaje del mar de lágrimas, había quedado bastante rico el balde con frutilla y hielo, Ivlis se veía contento, Satanick lo miraba de reojo, le agradaba mucho ver al más pequeño sonreír – ¿qué es tan gracioso cabeza hueca?-

-¿Eh?... ¿me estaba riendo?... no nada... solo me acordaba de una tontería-

-¿Qué es? Nick quiere saber-

-Cuando Poemi era pequeña... una vez fuimos al mar, Adauchi como era más grande le gustaba bañarse solo, generalmente jugaba con el estúpido de Emalf, en un descuido dejé sola a Poemi y una ola grande la hizo caer y rodar por la arena, por culpa de eso odia el mar y Adauchi se molestó conmigo, pero fue muy gracioso y no podía parar de reír– suspiró recordando eso- supongo que si era un mal padre... -se deprimió al instante y sacó un poco más de helado para comerlo.

-Ajajaja tranquilo he hecho cosas peores, cuando Glasses era pequeño nos encerramos con Lil a hacer el amor por dos días y se nos olvidó alimentarlo... jajajajaja-

-... - Ivlis lo quedó mirando y desvió la mirada- cuando Adauchi nació no tenía idea que era... y pensaba que solo era mi imaginación que de una flama saliera un demonio... por lo que le clavé un tenedor para verificar si realmente estaba vivo, también pensé que podía ser un espía de Siralos por lo que lo tiré a la lava... creo que se quemó un poco pero sobrevivio...-

-Pffff... jajaja jajaja jajajajajajajaj eso si es ser un mal padre-

-No tuve una muy buena referencia sabes...-

-Al menos tuviste padre... yo no tuve-

-Es verdad... yo no nací como ustedes... - dijo esto mientras se apoderaba de la cubeta con helado, Satanick lo miró y se echó a reír – ¿de qué te ríes ahora? ...-

-Al parecer te gustó el helado, fufufuf ¿que harías si te dijera que le agregué algo más que frutilla y hielo?-

-¿!Qu... Que mierda le agregaste Satanick!?- dijo alterado Ivlis, mirando con los ojos abiertos al otro que se reía-

-Fufufufu solo un poco de azúcar que me dió una linda y pequeña niña que encontré en la isla de hielo, fufufu quería ver la cara que colocabas fufufu fue realmente graciosa, deberías hacerla más seguido para mí-

-... Maldito diablo- de esa manera siguieron hablando de que tan mal padre eran, Ivlis sintió algo de pena por Glasses, aunque él no se quedaba atrás cuando cuidaba a Adauchi, en fin, el tiempo pasó y la cubeta de helado estaba vacía hace rato ya, eran exactamente las 4 y 30 de la tarde, ambos diablos estaban acostados sobre la arena de la playa, como el sol estaba muy fuerte Satanick reguló un poco el clima para que no fuese tan caluroso, Ivlis por su parte miraba el cielo nuevamente –cuando era pequeño iba a surfear junto a mi hermana... aunque ella siempre se quedaba junto a Siralos, les gustaba broncearse... -desvió la mirada algo triste y miró la cubeta vacía- Satanick solo lo miraba, al parecer el diablo rojo estaba algo más conversador este día ¿eso sería alguna señal que ya estaba más cómodo ante su presencia? Satanick estas realizando un excelente trabajo, pensó el de cabellera más corta, quería molestarlo, pero se veía tan concentrado en sus pensamientos, en eso que lo miraba vió como el otro tomaba la cubeta e iba al mar a buscar algo de agua, volvió y la derramó sobre la arena para comenzar a moldear algo, se acercó curioso, era la forma de un sol con lentes –¡muere puto! ¡Puto sol travesti! ¡Ja! ¿No te gustó clavarme tus lanzas? ¡Entonces muere! –Sacó su tridente y se puso a picar la arena como un niño pequeño – Satanick solo se sentó en la arena para mirarlo y reírse por el actuar del otro, realmente algunas veces se comportaba de una manera muy infantil– si no te gustan los soles deberías destruirlos ¿no crees?... pfff fufufu –se rió maldadoso, sabía que el otro diablo era muy influenciable, Ivlis lo quedó mirando y comenzó a pensar – esa es una excelente idea –hizo su tridente algo más grande tomó algo de vuelo, corrió y lanzó con todas sus fuerzas su arma en dirección al sol de ese mundo, Satanick solo miraba lo que iba a pasar, era ilógico que Ivlis con el poder que tenía pudiese destruir el sol, además estaban muy lejos de este, por lo que solo se reía para burlarse del otro, fue cuando se sintió una gran explosión y de la nada todo se oscureció que el de pelo negro dejó de reír- ... ¿esto es en serio? Tsk... mejor vayamos al mundo de Reficul o tendremos problemas aquí estúpida bestia- lo tomó en brazos, tomó el balde y las cucharas y se lo llevó de vuelta a la cascada – oh mira, acá hay otro sol- dijo apenas llegaron, así que volvió a sacar su tridente colocando su risa confiada, estaba apuntando al sol cuando Satanick le golpeo en la frente con un dedo – ¿que acaso no piensas estúpido descerebrado?... ¿en serio quieres destruir el sol del mundo de Reficul? –

-Sería una buena forma de vengarme de ella –dijo sonriendo.

-¿Y tú crees que no sospecharía que tú fuiste?-

-¿Por qué lo haría? Pudo haber sido cualquier otro ¿no crees?-

-Duh... eres tan imbécil, si quieres has lo que quieras, pero... extrañamente tu eres un diablo cabeza hueca que por alguna razón odias a tu padre que es el dios de los soles, oh mira que coincidencia Ivlis odia los soles y otra coincidencia, Reficul ama golpear a los diablos llamados Ivlis...- lo quedó mirando y fue cuando el de cachos rojos entendió recién e hizo desaparecer su tridente y se sentó en el suelo casi llorando – no...no quiero que Reficul vuelva a mi casa... y menos a golpearme o hacerme otra cosa...-

-Así me gusta cabeza hueca que pienses un poco -

En otro lugar Emalf había tenido una pelea con Poemi, resulta que en el almuerzo estaban comiendo carne, Emalf le sirvió un trozo de carne sin hueso y ella amaba destrozar el hueso de la carne por que el sonido le encantaba – ¿por qué todos tienen carne con hueso y a mí no me dieron? – alegó la menor – porque tu escogiste ese plato Poemi- dijo Emalf una vez había terminado de servirse- pero siempre me siento aquí... tu serviste el almuerzo, es tu culpa- el de lentes suspiró algo nervioso –solo quería un almuerzo normal y sin tener que escuchar el partir de huesos – dijo ya algo molesto –si no quieres que rompa los huesos de la carne usaré tus propios huesos para romper...- Emalf se puso nervioso miró a Rieta para que controlara a la menor pero esta simplemente la dejo ser, por lo que salió corriendo y Poemi comenzó a perseguirlo – ¡aaaaghh Poemi!... ¡ya déjame en paz! ¡De...déjame!-

-Solo quiero oír tus huesos romperse, no corras –

-¡Gyaaaaaahhh!- Emalf corrió lo más fuerte que pudo y se escondió en el lugar donde siempre lo hacía, justo detrás de la oficina de Ivlis, después de todo nadie iba para ese lugar ya que la mas mísera molestia que le ocasionaran al diablo seria reprendida, Poemi pasó toda la tarde buscando a Emalf hasta que se cansó, Emalf por su parte no pretendía salir de ese lugar hasta el otro día si era necesario.

En el mundo de Reficul pasaron unas cuantas horas, ambos diablos dormían al lado del pequeño rio justo donde habían empezado su cita, el clima y el lugar seguían siendo perfectos aunque ya por la hora estaba comenzando a helar, Satanick estaba al lado del que se había quedado dormido primero, ya eran las seis de la tarde, pronto oscurecería, miró hacia al lado no se había dado cuenta cuando ambos se habían quedado dormidos fue una siesta muy agradable, miró al otro, se veía algo cansado y debía estarlo, después de todo él iba casi todos los días a verlo, Reficul iba aproximadamente dos veces a la semana a molestarlo, el pobre no tenía vida para disfrutar o para descansar, sonrió y lo tomó en brazos era hora de moverse de ese lugar o se perderían la puesta de sol.

Así fue cuando llegaron a un lugar muy cercano al mar, era un reino que Satanick adoraba, no por su ubicación, no por su clima, su idioma u otro, sino que por sus habitantes, todos, pero increíblemente todos sus habitantes eran adorables conejitos blancos conocidos como buns. Pasado un tiempo despertó a Ivlis con unas palmaditas en la mejilla –despierta microbio o te perderás la puesta de sol – dijo el más alto quien se encontraba en un acantilado justo frente al mar con el más pequeño sentado en su pierna izquierda y el sosteniéndolo de la cintura y en la otra pierna un lindo bun, alrededor de él también estaba lleno de buns, Ivlis se sonrojó un poco, era un lindo espectáculo ver una puesta de sol a pesar que odie los soles, pronto un bun se acercó a él y lo quedó mirando al parecer lo encontraba parecido a alguien, pero no le dio importancia, los demás buns comenzaron a cuchichear al ver a Ivlis, realmente se parecía a alguien – ¿qué rayos les pasa a estos conejos?-

-Deja de mirar hacia atrás y mira hacia el sol – dijo con algo de mal humor Satanick por lo que Ivlis le hizo caso de inmediato estuvieron mirando el naranjo horizonte hasta que la esfera desapareció completamente en el mar y ya las estrellas alumbraban en el cielo, Satanick sonrió dejó que el bun volviera a su casa y de esa manera el tener la mano libre para acariciar el rostro de Ivlis quien se alteró de inmediato- ¿que...que haces?-

-Acaricio tu rostro-

-No hagas eso... -

-Pero estamos en una cita romántica, es normal ¿no crees?-

-¿Ro...Romantica?... ¿desde cuando que esto se convirtió en una cita romántica? además...- no alcanzó a terminar de hablar cuando sintió los labios del de cachos encorvados en los suyos, intentó alejarlo pero el ambiente no se lo permitía, la oscuridad del lugar era tan agradable, la noche tan calma, el sonido del mar tan relajante, por lo que por esta vez y solo por esta vez cedió sin poner resistencia, Satanick percibió de inmediato que el otro no se opuso, su corazón comenzó a acelerarse, no sabía que rayos le pasaba, hace tiempo se sentía tan extraño, nunca había sentido esto, nunca, ni siquiera cuando se casó con Lil, realmente esto se le estaba yendo de las manos pero ¿desde cuándo?, en fin, seguramente se le pasaría pronto, era una estupidez pensar que se estaba enamorando de Ivlis, eso no pasaría, dejó de besar al de cachos rojos quien estaba profundamente avergonzado, el más pequeño se puso de pie alejándose del acantilado, Satanick solo quedó mirando el mar intentando controlar su ritmo cardiaco, aun no podía creer que se pudiese sentir de esta manera tan solo con un beso de esa basura.

Ya se era de noche, así que debía continuar su plan, la cena romántica a la luz de la luna desapareció un instante dejando a Ivlis con los buns quienes parecían animados viéndolo, aprovechando esto Satanick se cambió rápidamente a su traje formal que se había puesto en primer lugar, trató de hacerlo lo más rápido posible para no dejar mucho tiempo solo a su cita, aunque Ivlis ni siquiera se había percatado que el otro no se encontraba, uno de los buns trajo con él una extraña arma roja, era larga con una punta muy filuda en uno de sus extremos, sin duda era la arma de Adauchi, así que por aquí andaba, pensó el diablo sonriendo, si bien estaba en malos términos con su hijo de todas maneras le interesaba saber dónde estaba –lo siento conejos pero esa arma no es mía, es de Adauchi- un bun comenzó a cuchichear algo dudoso y por alguna extraña razón Ivlis les entendió- no, yo no soy Adauchi... yo soy Ivlis... Adauchi tiene el pelo rubio... y los ojos rojos...- otro bun abrió los ojos grandes y comenzó a cuchichear, pronto todos comenzaron a cuchichear y se fueron – putos conejos... - desvió la mirada el diablo de las flamas y fue cuando notó que Satanick no estaba ¿lo había dejado solo? Pero en qué momento, quizás había ido al baño, en fin, disfrutaría de las estrellas un instante más.

Quince minutos pasaron y Satanick no volvía, ya estaba algo aburrido por lo que se puso de pie sacó su tridente y sonrió – hora de cazar conejos, estoy seguro que a Poemi y a Rieta les gustaría de cena para mañana – iba caminando con el tridente al hombro cuando apareció Satanick justo al frente de él – ¿que se supone que hacías? ¿! Pensabas matar a estas hermosas criaturas!?... te dejo unos minutos solo y solo haces imbecilidades, ven conmigo - el más pequeño se asustó por la presencia de Satanick por lo que desapareció su arma y se dejó llevar por el más alto.

Está vez era el mundo Pitch Black, es decir, el mundo de Satanick, estaban en esa increíble oscuridad solo alumbrada por la gigante luna de ese mundo, era como si en ese lugar jamás amaneciera, el más alto guió al de ojos ámbar hasta la terraza del castillo donde había una mesa puesta, decorada con flores lila, un hermoso mantel blanco con detallados bordados, y una carpeta de color morado pálido encima dando un toque de elegancia, sobre esta se encontraba la fina loza y al lado de esta un enorme candelabro con velas rojo pasión a lo lejos se podía ver al subordinado de Satanick tocando el violín y a Medouco llegar con una mesa con rueditas y una bandeja que venía cubierta con una tapa, Satanick corrió la silla para que Ivlis se sentara –vamos preciosura es hora de nuestra cena romántica –le guiñó el ojo, el otro diablo se acercó tímido y se sentó donde el más alto le decía, pronto lo acomodaron y el otro se dió la vuelta para quedar justo en frente de él y sentarse, hizo tronar sus dedos y uno de sus subordinados comenzó a servirle vino a ambas copas, mientras Medouco les servía la cena y Envy tocaba una delicada melodía en ese violín - brindemos mi bello invitado, brindemos por nosotros- dijo mientras sonreía y ladeaba la copa moviéndola para que el fragante vino dentro se meneara sofisticadamente –¿por...por nosotros?... - el dueño de casa solo sonrió –claro, ya te lo dije una vez, si fueses mujer te habría tomado como mi segunda esposa ¿eso no te hace pensar algo?-

-...- el silencio se hizo presente por unos minutos, Ivlis desvió la mirada y tomo su copa – podríamos brindar quizás por otra cosa...- se sintió un choque de copas provocado por Satanick haciendo caso omiso a lo que el más débil decía – por nosotros –dicho esto se tomó el vino y le sonrió al otro quien apenas si tomaba del vino- comenzaron a cenar, todo era tan elegante, sentía que desentonaba en ese lugar y más por como andaba vestido, el silencio era tan grande, no sabía que conversar, más porque había gente en el lugar, así que se puso a observar la luna – ¿por qué decidiste salir hoy conmigo?-

-Te lo dije en la mañana ¿o no recuerdas? Quería animarte, no solo estoy contigo para acostarnos o para molestarte, quería probarte que también puedo ser genial en otros ámbitos –sonrió, Ivlis desvió la mirada – ... si te comportaras así siempre no sería tan fastidioso verte en mi casa sabes...- tomó un poco más de vino ya terminando de cenar – creo que hoy lo que más he hecho es comer- dijo sin pensar, Satanick estaba pensativo por las otras palabras que había dicho el más pequeño, quizás si hacia esta clase de cosas más seguido el otro no se asustaría tanto, aunque eso significaba que debía reducir las sesiones de sexo a la semana, esto sería difícil –¿Satanick? – Ivlis se había extrañado porque el de ojos morado no le respondía hace rato, en lo que Medouco retiraba los platos y aprovechaba de colocar platos de postre y una pequeña torta de chocolate con nueve velas grandes y una vela pequeña.

-¿Qué... qué rayos es esto?... hoy no es mi cumpleaños- dijo Ivlis confundido, Satanick sonrió contento y volvió a mirar al otro- pero el mío si-

-¿! Qué!?-

-Cumplo 977 – años dijo algo contento – hace mucho que no lo celebraba, Glasses nunca ha querido pasar mi cumpleaños conmigo, así que esta fecha siempre había sido algo aburrida para mí, generalmente me iba de putas fufufuf.

-... No sabía que hoy era tu cumpleaños... no te tengo ningún regalo –

-Jajaja ¿en serio me hubieses tenido un regalo si hubieses sabido de antes?-

-... Probablemente no... pero al menos te hubiese dicho feliz cumpleaños... o quizás tampoco lo hubiese hecho –

-Fufufuf lo sabía... - prendió las velas y comenzó a pensar en sus tres deseos, sabía que tal vez sería difícil, pero habían dos cosas que quería, la primera era que si realmente sentía algo por Ivlis, que este también sintiera algo por él, la segunda era, que si no lograba enamorar a Ivlis que al menos sus sentimientos se fuesen rápido, y la tercera, la tercera era un secreto – ¿que pediste? Dijo algo serio pero con buen ánimo el diablo más pequeño –

-Follarte, follarte duro contra la mesa y que grites mi nombre cada vez que te la meto–

-¡Aaafgg! no sé para qué te pregunto imbecilidades – Satanick sonrió feliz y sopló las velas – ¿y mi linda cucaracha, en tu próximo cumpleaños que edad cumplirás? – Ivlis abrió los ojos y se sonrojó al escuchar esa pregunta, ya que si bien Poemi y Rieta insisten en siempre celebrarle el cumpleaños el nunca hacia mucho caso a esas cosas, más que nada porque se acordaba cuando vivía con Siralos y celebraban su cumpleaños junto a su querida hermana Igls, se deprimió recordando eso y le dijo a Satanick – cumpliré 603 años – el otro diablo no pudo evitar abrir los ojos muy grandes sorprendido por la juventud de Ivlis – ¿e...eso es en serio?... pero si eres un bebé aun... -

-Ca...cállate... no me ganas por tanta edad... -

-Espera, si tienes tan poca edad entonces ¿!qué edad tiene Siralos!? yo creía que era mucho más viejo, aww pero que ternurita, es como si me comiera a un hermoso colegial –

-Ya deja de hablar imbecilidades... Siralos es mucho más viejo que tu... y yo no soy un colegial... soy un adulto completamente... imbécil...-

-Jajajaajaj –

Una vez terminaron el pastel Ivlis miró la hora, ya eran las 10 de la noche, debía hacer algunos papeles para mañana así que era una buena hora para retirarse – ¿y ahora que haremos? ¿Puedo irme ya?- pregunto sin delicadeza –tranquilo, yo mismo te iré a dejar, después de todo si te fui a buscar a tu casa debo dejarte en tu casa – sonrió galán mientras le tomaba las manos y sonreía aún más – ¿Qué?... ¿de que te ríes?-

-Nada, solo la pasé muy bien a tu lado-

-B...Bueno yo igual tuve un buen día...- dicho esto, Satanick se puso de pie, se sacó la flor que llevaba en la chaqueta y se la colocó en el cabello al más pequeño para luego acariciar sus mejillas y darle un delicado beso en sus labios, el otro se sonrojó mucho ¿porque el de ojos morados actuaba de esa manera hoy? Era como si realmente intentara conquistarlo, le inquietaba esa personalidad, deseaba volver a ver al otro Satanick, pero a la vez no, era como si le incomodara esa actitud tan cordial, si bien no le gustaba que lo molestara a la vez le gustaba, no sabía que pensar, estaba aturdido con millones de pensamientos en la cabeza, pronto se puso de pie, Satanick lo abrazó, era primera vez que sentía algo así proveniente del más alto, era un abrazo cálido, como si estuviese lleno de sentimientos, aunque realmente dudaba eso ¿realmente Satanick era capaz de sentir algo por alguien? En fin, se sintió alegre por el día, si lo que buscaba el otro diablo era contentarlo con este evento, realmente lo había conseguido, sonrió feliz y partieron de vuelta a su mundo.

-Bueno hemos llegado ¿que harás ahora? - dijo el de cachos encorvados inclinándose a la altura del más bajo –tenía que hacer unos papeles para mañana, solo debo firmarlos y luego creo que me iré a acostar – Satanick lo miró con algo de curiosidad -te acompañaré – Ivlis lo quedó mirando ¿porque el otro quería seguir haciéndole compañía si habían estado todo el dia juntos? ¿no le bastaba con eso?- está bien... pero no hagas mucho ruido, no quiero que Poemi se entere que salí contigo o me empezará a preguntar que hicimos y porque salimos, etcétera... ven, es en mi oficina –Satanick lo siguió hasta el lugar y antes de entrar acorraló al más bajo contra la puerta, besándole el cuello – no quiero irme sin un poco de ti – dijo ya más libidinoso volviendo a ser el mismo de siempre – el de cachos rojos tragó saliva y sintió un escalofrío recorrerle todo el cuerpo y más cuando las manos de Satanick se apoderaron de su cintura –es... espera, dijiste que hoy... hoy no lo haríamos...- las mejillas se le tornaron rojas, después de todo, este ambiente ya lo había hecho aumentar un poco la temperatura –claro que lo dije, pero quiero besarte antes de volver a mi casa, además, aun no escucho tu declaración de amor basura –sonrió mientras seguía besando y mordiendo levemente el cuello del menor –gaaahg~~, no... no aquí en el pasillo...- Ivlis estaba cediendo, la verdad Satanick hoy realmente se había esmerado en hacerlo sentir mejor, quizás unos cuantos besos no le harían daño, así que abrió la puerta de la oficina mientras se daba vuelta quedando de frente al otro diablo, colocando una cara algo sumisa, sonrosado permitió que el más alto lo volviese a besar en los labios mientras caminaban hacia el interior de la oficina cerrando la puerta – mmmgh aaagh- jadeo el diablo de las flamas una vez se topó con el escritorio, el más alto lo sentó arriba de la mesa y se acomodó entre sus piernas mientras insistía en probar esos labios que lo mordían y lo succionaban profundo y esas manos que se cruzaban atrás de su cuello –estas más participativo que de costumbre basura aaagh~~-

-Callate y hazlo en silencio-

-¿Resulta que ahora si quieres hacerlo?-

-... -

-Tranquilo conservaré mi palabra hoy no te lo meteré-

-... Haz lo que quieras...- Satanick sonrio y lo besó un poco más manoseando el formado cuerpo del de ojos ámbar –ahora que lo noto, creo que tienes las caderas más lindas desde que comenzamos a hacerlo – el otro se sonrojo a morir – ¿puedes callarte de una vez?...- Satanick sonrió y se puso a reír fuerte – fufufufufufufufuf haahahahaha es porque he moldeado mejor tu cuerpo, deberías agradecerme, aunque claro, no me gustaría que otros tomen lo que me ha costado tanto esfuerzo conseguir buriburiburi –

-¡Muérete de una vez! –pronto el diablo del mundo Pitch Black se calmó y miró seriamente a Ivlis mientras le daba pequeños besos en la boca, lo miró profundo a los ojos como si viera algo más en ellos, no podía creer que se le acelerara el corazón al ver al otro, al sentir su cuerpo, quería tocarlo, y a la vez era como si tuviese una necesidad de estar junto a él, le besó la mejilla, cerró los ojos y luego volvió a besarle los labios para volver a mirarlo a los ojos, Ivlis estaba sonrojado e hipnotizado por los ojos morados que lo miraban atentamente a los suyos, se estaba cohibiendo, intentaba rehuir a la mirada del más grande, sin embargo donde quiera que mirara ahí estaba esa mirada penetrante de Satanick –te quiero- se escuchó de la voz del que estaba arriba, fue algo inesperado que salió de su boca, Ivlis quedó petrificado al oírlo y más por el tono serio que lo había dicho el otro diablo, Satanick por su parte quedó en blanco, él no quería decir esas palabras, ¿que se supone que haría ahora? él debía enamorar al otro y no enamorarse él, sonrió tratando de disimular su agitado corazón y colocando una cara depravada dijo ya para despistar al menor –te quiero dar toda la noche – Ivlis como siempre se lo creyó y desvió la mirada enojado – ya te dije que hicieras lo que quieras...- Satanick suspiró aliviado, abrazando ese cuerpo que tantas veces le había pertenecido, en fin, ya dejaría tantos rodeos, mantendría su promesa por hoy pero que no lo metiera no quería decir que no podría disfrutar el cuerpo del otro de otras maneras, por lo que de beso, y de beso en beso de manoseo en manoseo la ropa del de ojos ámbar fue desapareciendo y unos cuantos chupones en su reemplazo fueron decorando su blanca piel, los jadeos se hicieron también presentes en la habitación –la ...la puerta... ciérrala... con llave...- dijo entre jadeos, el mayor no quería interrumpir su lavor de chupar los pezones del de cachos rojos por lo que con un brazo de sombra cerró rápidamente con llave la puerta –aaaaaghh... no muerdas... ahí... tsk...- se tapaba la cara intentando no gemir demasiado fuerte pero le era casi imposible con esa boca recorriendo su cuerpo más cuando ahora se hallaba besando sus muslos acercándose peligrosamente a su entrepierna – aaaghh~~ e...espera aaaghh Satanick... aun no aaaaghh~~- Gemio fuerte cuando el más alto comenzó a hacerle una felación, chupando despacio el glande y pasando su lengua de forma circular para poco a poco meterse todo el miembro del que se encontraba acostado sobre el escritorio a la boca, sintiendo como su propia erección hacia que el pantalón se sintiese apretado –aaaghh... Sa...Satanick... no... no tan... aaghh rápido... aaafgh – La boca del de ojos morados parecía tragarse toda la hombría del otro y luego sacarla por completo – mmgh ¿acaso no te gusta así? – Dicho esto empezó a lamer por los alrededores topándose con los testículos, lamiendo también esa zona, apretándolos, logrando que el que estaba en el escritorio gimiera fuerte- aaaaaghhhmmm –

-Pero que sensible, me encanta, grita para mí, di mi nombre – dicho esto metió su lengua por el ano del menor mientras lo masturbaba con la mano y acariciaba sus piernas, una vez estaba más lubricado metió uno de sus dedos, ese lugar ya estaba bastante acostumbrado a recibir el miembro del más alto, tanto que no necesitaba preparación como en un comienzo, incluso ya hasta podía meter dos dedos sin problemas- gaaaaghhh nooo... aaaggh... nick~~- el otro adoraba escuchar su nombre de los labios del menor por lo que volvió a meter el pene del otro a la boca y seguir con la felación mientras masturbaba su ano con sus dedos, el más pequeño no podía parar de tiritar y ya no aguantó más comenzando a menear la cadera afirmándose en los cachos del otro, acelerando cada vez más el ritmo, Satanick gozaba con cada enviste que le daban contra su garganta, hasta que el ritmo ya era muy fuerte, metió su dedo del medio lo más profundo que pudo dentro de Ivlis, de forma fuerte y brusca, sacando el miembro de su boca para masturbarlo rápido logrando que el otro se corriera rápidamente- aaaaagghh... aaagh Nick...aaagh~~ -jadeo un largo momento tratando de controlar su respiración la cual no lograba estabilizar, Satanick estaba feliz al ver como el otro respiraba agitado bajo suyo, su trabajo estaba listo, ya ahora podía irse feliz, había pasado un excelente día y un excelente cumpleaños con su cucaracha favorita, sonrió, iba a tomar sus guantes cuando sintió una mano que lo detenía – ¿te vas?-

-Claro, ya obtuve lo que quería-

-Pero... no te corriste...-

-Te dije que hoy no lo metería ¿o acaso me extrañaste dentro de ti? –

-No es eso... pero, quizás... puedo hacer algo por ti... -

-¿A que te refieres cabeza hueca? ¿Qué quieres hacer por mí?...-Ivlis se puso rojo y se puso de pie para llevar a Satanick a que se sentara en la silla del escritorio, la cual daba espalda a la ventana, Satanick lo siguió, y fue cuando se dio cuenta que haría el otro y sonrió libidinoso relamiéndose la boca, hace tiempo que nadie se la chupaba – ¿en serio quieres hacer esto? Pero que homosexual Ivlis-

-Ya para de decir eso, además, tu siempre lo haces y ... solo lo hare hoy como regalo de cumpleaños... - dicho esto se sentó en sus rodillas en el suelo e inicio a desabrochar el pantalón del otro diablo, sacando su ya erecto miembro quien pedía a gritos ser liberado –aaagh... duele... pero que servicial estas cucaracha –le hizo cariño en la cabeza- sabes, desde que empezamos a hacerlo no he estado con nadie más que contigo, eres un juguete muy importante para mí – el de ojos ámbar lo miró algo sonrojado aun tratando de convencerse de lo que iba a hacer – es obvio, si lo hacemos cuatro días a la semana o a veces cinco... ¿qué tiempo te quedaría para andar buscando a otro tipo para hacerlo?... si ni siquiera puedes aguantar una semana sin hacerlo- 

– si puedo soportar más de una aaaaaghh~~- Ivlis por fin se decidió a colocar su boca en el miembro del otro, era algo grande así que le costó meterlo en primer lugar – aaaagh cuidado con tus dientes idiota ... tsk... as...así está mejor aaaghh- Ivlis cerró un ojo mientras apoyaba una de sus manos en la pierna de Satanick y la otra en el miembro el cual chupaba torpemente - jajaja me...aag me gusta esa carita tuya, aaagh vamos acelera... el ritmo, si lo haces así jamás me correré aaghh... mas... más adentro... aaaggh –

Mientras tanto Ivlis se encargaba de satisfacer al diablo del mundo Pitch Black, había un demonio quien había despertado hace unos momentos de su siesta y no podía creer lo que sus oídos escuchaban de lo que estaba sucediendo dentro de esa oficina, lo terrible era que si se ponía de pie, los que estaban adentro iban a verlo de inmediato y si el señor Ivlis se enteraba que él poseía este tipo de información acerca de él seguro lo mataba o le cortaba la lengua para que estuviese callado, aunque tal vez todo esto era un error de su imaginación, quizás nada de esto estaba pasando, quizás solo es un sueño y la verdad aun no despierta, se asomó un poco por la ventana para observar y si, realmente estaba pasando, no podía ver claramente la escena pero se veía el enorme respaldar de la silla de la oficina de su diablo, unas piernas que se veían algo muy abiertas y... esperen... ese era el cuerpo del señor Ivlis...no podía ver nada muy claro puesto que las piernas lo tapaban pero esa cola roja indudablemente eran del señor Ivlis y esos cuernos que alcanzaba a ver a la altura de las piernas del que estaba sentado en la silla y ... se quería morir por lo que había visto y escuchado, volvió al suelo colocándose en posición fetal y tapándose los oídos para no escuchar nada más y solo pedir que esto terminara pronto.

Dentro de la habitación se podía escuchar como Satanick gemía una y otra vez, no eran gemidos muy fuertes, Ivlis por su parte estaba muriendo de vergüenza por lo que estaba haciendo sin embargo de todas maneras parecía disfrutar de esto, entonces intentó hacer gemir más a Satanick a modo desafío succionando algo más fuerte y moviéndose más rápido, sin embargo no se puso a pensar que el más alto estaba casi a punto de venirse y se corrió dentro de su boca sin poder avisar antes – aaaaagghh- gimió el que se encontraba sentado en la silla, tirando la cabeza hacia atrás, mientras que Ivlis huía de ese líquido blanquecino que lo estaba manchando, no se imaginó nunca que el otro se correría tan pronto – aaaaghh ... al... al menos avísame... -escupió lo que tenía en su boca, Satanick sonrió complacido volvió a ver a Ivlis , besándolo.

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comentario:  ok, me esmeré en este capitulo, creo que es el mejor capitulo del fic xD me hizo reirme mucho XD y es el capitulo mas largo que he subido de algo en mi vida consta de 17 hojas de word xD  espero les guste :>  

oh yeees -inserte la voz de metaton-  el porno vino por fin!!!! 


PD : Las edades de los diablos no son las reales, se las inventé por si acaso ;w;  es que mi headcanon es que los dioses son mayores que los diablos, los diablos despues nacieron y cuando siralos ya era grande creó a ivlis por lo que ivlis es muuuuucho mas joven que el resto de diablos y dioses ;w; 

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