Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Parte 1

El diablo de ojos morados se sentía algo frustrado, se encontraba sentado en su trono analizando la situación, algo que simplemente no suele hacer muy a menudo, su hijo Glasses estaba algo confundido al ver actuar así a su padre ¿estaría madurando por fin?... no, realmente no lo cree, quizás esté planificando alguna idea para atormentar a alguien más, solo esperaba que él no fuese la victima esta vez, suspiró para pronto irse al trabajo con el señor Sullivan, por otro lado Satanick seguía pensando profundamente, como era posible esta situación... es decir lo había pensado con anterioridad, él realmente era muy lindo, pero jamás pensó que fuese tan lindo, ha estado cientos de veces a su lado, pero jamás lo había visto de otra manera como ahora, se mordía un poco los labios y sonreía, cualquiera que lo viera así sentiría un poco de miedo al conocer las tendencia de ese diablo.

Todo el dilema en la cabeza del diablo comenzaron hace unas semanas, fue exactamente cuando se empezó a fijar en el dios del sol, lo había visto unas cuantas veces cuando paseaba por el mundo que provenía su juguete Ivlis, en sí, lo había notado de lejos, le gustaba su pelo rubio y sus ojos amarillos dorados, además de su esbelta figura, lo extraño era que se parecía un poco a su juguete preferido, comenzó a averiguar más acerca de él, Ivlis le comento que se llamaba Siralos en unas de sus sesiones de tortura matutina, pero no le dio ningún detalle más, sin embargo el diablo no necesitaba ningún dato más, solo le bastaba con saber el nombre de esa persona y que realmente estaba muy lindo, ese mismo día escribió una carta para aquel dios tan bello que había conocido, realmente era muy lindo y quería salir con él, después de todo, su esposa lo había dejado hace tantos años que necesitaba amor. Al otro día, cuando ya estaba decidido a entregarle la carta al dios del sol fue a hacerle su típica visita a Ivlis.

-¿Cabeza hueca, donde estás? – el de pelo negro con puntas rojas suspiro pesado y caminó hasta el lugar donde se encontraba el diablo más alto, algo hastiado respondió- estoy aquí, ¿qué quieres?- el diablo de capa le mostró una carta y en ese momento a Ivlis le recorrió un escalofrío horrible, por favor que esa carta no sea para mí, se decía mentalmente traspirando frio – ¿Qu...Que es eso? – dijo nervioso, intimidado por el de ojos morados- es una carta de amor- dijo el otro sonriendo con esa cara extraña que tenía, se acercó al diablo más bajo quien tiritaba de una manera increíble hasta que escuchó para quien era – la escribí para Siralos, realmente encuentro linda a esa persona – el de bufanda suspiro aliviado que no fuese él el que recibiera esos sentimientos del otro –pero Siralos es hombre...- dijo algo serio mirándolo interrogante- ¿y eso que tiene?- dijo el más alto sin siquiera inmutarse, entonces el más bajo no sabía cómo reaccionar, ese diablo realmente le aterraba, podía esperar cualquier cosa de él. Después de molestar un poco al diablo del mundo de las flamas, de torturarlo con horas de charla de sus pervertidas aventuras con distintos tipos y con todo tipo de detalles se fue a realizar lo que tenía que hacer, darle la carta a Siralos, y no tardó mucho, apareció en el lugar donde éste se encontraba, se acercó paulatinamente con una sonrisa "tímida" y le entrego la carta, el mayor estaba algo confundido, había visto a ese diablo anteriormente, sabía que solía "jugar" a menudo con su "hijo" pero no conocía nada más acerca de él, se arregló los lentes y acepto la carta, Satanick sonrió esperando la respuesta como un niño pequeño declarándose por primera vez, Siralos comenzó a leer, era una carta muy simple, éste sonrió, le halagaba que alguien tan joven le invitara a salir, pensaba que después de todo las sesiones de masajes anti edad habían servido, miro a Satanick y se acercó – y dime, ¿qué es lo que te gusta de mí?- en un tono elegante y glamuroso, el diablo estaba nervioso, no sabía si reír o babear por la pregunta que le estaban haciendo, le gustaba todo, era una persona muy bella, le gustaba también que fuese bajito, le hacía acordar a una loli. Después de contestar Siralos sonrió nuevamente y le dijo que aceptaba salir con él a una cita, no tenía nada que perder, caminaron por el mundo de Siralos, hablaron algunas cosas – la verdad tengo una linda esposa llamada Lil y un hijo que aún es virgen... no logro entender cómo puede pasar eso...-dijo algo aturdido por esa situación, luego sonrió y miro a Siralos con esa cara semi psicópata que comúnmente coloca – ¿y que hay de ti? - el dios se acomodó los lentes y cruzo la pierna, estaba sentado en una roca mirando el mar- tengo dos hijos, una es una hermosa ángel de luz, el otro... es un bastardo inútil..., por lo que sé tiene dos hijos, la verdad no me interesa mucho su vida, mejor preocupémonos de nosotros... -lo miro interesante y coqueto, fue entonces cuando se fueron acercando de apoco y se besaron, Satanick no esperó que fuese correspondido tan rápido, mientras que Siralos simplemente disfrutaba del momento, de todas formas hacer esto no le mataría, aunque realmente no le interesaba mucho ese diablo, quizás lo hizo solo porque lo idolatró, y a él le encantaba que lo hicieran, ya al final del día cuando Satanick lo fue a dejar a su casa el mayor se encargó de decirle – fue un lindo día, pero creo que esto solo será por hoy, la verdad no me interesa salir con alguien como tu... me gusta la gente que solo viva para tener mi atención, y por lo que veo tienes mucha gente en tu vida – Satanick fue rechazado otra vez, como habitualmente lo hace todo el mundo al que éste acosa, en eso Siralos entró a la casa y luego salió, le paso una caja- de paso podrías hacerme el favor de botar esta basura- al decir esto solo cerró la puerta en la cara de Satanick y se escuchó su risa a lo lejos.

El diablo miro la caja y se fastidio un poco, pero al menos había logrado algo más que acosar a alguien, caminó un poco y luego desapareció y apareció en su mundo, ¿que sería esa cosa que le dio Siralos y que según él era basura?... abrió la caja para ver su contenido, y notó que en su interior habían muchas fotografías, en muchas de ellas aparecía el dios del sol con dos bebés a lo lejos, y además también habían muchas fotografías de alguien que él conocía perfectamente, pero eran cuando éste era pequeño, ¿Por qué Siralos tenía tantas fotografías de Ivlis? ... esperen... Ivlis de joven era muy lindo, pensaba el diablo al mirar las fotos, sin duda era muy lindo, es más, con el pelo largo y esos ojos grandes se veía comestible, y comestible en el sentido que solo Satanick podía interpretar... habían algunas fotos de Siralos vistiendo a Ivlis con vestidos frondosos, el diablo salía con una cara sonrojada y desviando la mirada, como las palabras del dios eran todo él no lo veía como algo malo, se veía también a Siralos con un hermoso vestido y una hermosa loli junto a los dos, el diablo de ojos morados siguió viendo las fotos una por una, entre más avanzaba en las fotografías iba notando que el pequeño Ivlis iba creciendo, salía solo en la mayoría de estas, o aparecía en ella una niña que salía con los ojos cerrados en todas las fotos, una vez acabo de verlas quedó con una intriga enorme – woow, Ivlis es muy lindo ... -comenzó a babear Sin darse cuenta – creo que mañana le iré a hacer una visita y jugare un poco con él – se rio malicioso, guardó la caja y se fue a dormir pensando en el bonito día que había tenido y en lo extraño que era que ese dios se estuviese deshaciendo de tantas fotografías de Ivlis.

Ya al otro día despertó muy contento de la vida, se duchó, le robó el desayuno que había preparado Glasses para su novia, se cepilló los dientes y fue a buscar uno de sus masturbadores preferidos para ir a molestar a su juguete, ya una vez lo encontró se esfumó y llegó al mundo de las flamas, vio a un tipo jugando con una linda loli que llamó su atención de inmediato, así que no dudó en acercarse algo baboso donde estaba la linda niña – hola pequeña ¿cómo te llamas?- dijo colocando su típica cara semi psicópata – ¿E...Emalf? ¿quién es este señor?- dijo algo tímida mirando al alto diablo, el aludido tragó saliva, conocía que ese tipo era el que siempre atormentaba al señor Ivlis, eso quería decir que era muy fuerte, sonrió apenas y le dijo a Poemi que fuese cuidadosa en sus palabras, la menor miro al más alto y le mostró la lengua, Satanick adoró esa expresión en la menor, se veía más que adorable – en serio quiero saber tu nombre, eres muy linda – buscó algo en su bolsillo y saco una paletita dulce – toma para ti- la niña sonrió y la aceptó encantada- gracias, me llamo Poemi- dijo la niña feliz mientras que Emalf miraba con miedo la situación, tenía que hacer algo antes que el diablo le hiciera daño a la niña y eso repercutiría en él, por no cuidarla lo suficiente esta vez sin duda el señor Ivlis le sacaría los cuernos – Ejeje... Poemi, ¿vamos?, recuerda que teníamos que ir al karaoke e ir a ver a tu hermano- dijo algo tímido, tratando de ser lo menos invasivo y alejar de esa manera al diablo de la pequeña, pero Satanick no se rendiría muy fácil y miró al otro – ¿por qué huyes de mí? Solo quiero ser amable con Poemi-chan- sonríe malicioso acercándose cada vez más a Emalf, intimidándolo, éste comenzó a tiritar de miedo tanto que los lentes de sol se le cayeron – wooojooh pero que lindo eres, ¿no te gustaría salir conmigo? - ahora sí que tenía miedo, no podía creer que estuviese metido en ese gran aprieto, si no cuidaba a Poemi el señor Ivlis lo haría añicos, pero si rechazaba al diablo que le proponía salir con él también lo harían añicos, quería morir – Emalf no puede salir contigo – respondió la más pequeña inocentemente mientras lamia la paleta – ¿aaah?, ¿y por qué pequeña Poemi-chan? –se acercó Satanick amablemente a la pequeña inclinándose para llegar más a su altura – porque hoy estamos ocupados, tenemos que ir al karaoke, ¿cierto Emalf?- dice la más baja a un nervioso Emalf que estaba viendo una luz en todo este lio –claro, tenemos este día ocupado... - dice nervioso y sudando frio mientras el más alto acariciaba el pelo de Poemi – no hagas eso... es un lugar reservado solo para la mano de papi –alejó la mano de Satanick quien la seguía mirando babosamente, le encantaba su forma de actuar –¿sí?... tu papi es muy afortunado –decía mientras le sacaba tema de conversación a la pequeña –mi papi es la mejor persona del mundo... yo lo quiero mucho, más que a nadie en el mundo...- dice feliz de la vida, el diablo la miraba atentamente, Emalf por su parte recogía sus lentes, y tomó la mano de Poemi –bueno señor diablo... tenemos que irnos porque se nos hará tarde y Poemi quiere ver a su hermano...- la pequeña movió la mano en señal de despedirse, con esto Satanick quedó encantado mientras se despedía y Emalf corría lo más rápido que podía con la niña en brazos – realmente Poemi-chan es muy adorable... quiero que sea mía... aunque el también era muy lindo, tenía unos ojos muy adorables... -se rascó la cabeza y comenzó a mirar para todas partes – ¿y donde estará el cabeza de aire? – caminó por el castillo, llamando a Ivlis de todas las maneras posibles, ya sea cabeza hueca, cabeza de aire, juguete, basura, etc. no había rastro de él, se estaba enojando, ¿cómo era posible que no estuviese para él justo ese día?, después de analizar un poco y ver un calendario, ese día era el que Reficul usaba para bañar a su mascota, sonrió y desapareció, y si, exactamente estaban en el mundo de la diabla de pelo blanco, ahí se encontraba Ivlis, dentro de una piscina solo con el traje de baño en el jardín de la casa de Reficul, y cubierto de espuma mientras la diabla le cepillaba el pelo junto a su esposa Sin, parecía un lindo día en familia, excepto por la expresión de odio en la cara del diablo de las llamas.

-Yoooh~~- saludó Satanick a Reficul intrigado por lo que hacía, esta lo miró con algo de desagrado, arruinaría su día en familia y el baño de su mascota – ¿puedo ayudar? –dijo el más alto mirando detalladamente el cuerpo de Ivlis cubierto por espuma de pies a cabeza evitando perder el mas mínimo detalle en ese cuerpo, la más baja lo miro y luego miro a Sin – por hoy no... Puedes jugar con él mañana-

-¡Dejen de hablar de mi como si no estuviera!- alegó el que estaba dentro de la piscina- ya sáquenme del agua, es desagradable... - la de pelo blanco le cerro la boca –estas muy insolente hoy Ivlis, quizás necesitas un castigo para aprender un poco- el aludido sudó frio y prefirió quedarse callado, pero realmente sentía frio, él era un diablo de llamas, era obvio que no le gustaba para nada las cosas heladas, comenzó a tiritar un poco y estornudo votando un poco de espuma que tenía sobre el rostro, en eso Sin se compadeció de él y abrió el agua caliente para entibiar el ambiente, Reficul miro a Sin y sonrió, Satanick solo esperaba a que terminaran de bañar a Ivlis para ver su cuerpo bajo la espuma – ya ándate Satanick, arruinas nuestro día en familia ¿sabes?- la diabla lo miro desafiante así que Satanick prefirió desaparecer, en una de esas podría encontrar nuevamente a la hermosa Poemi-chan que había visto hace unos momentos, aunque lamentaba no poder jugar ese día con su juguete, y más porque había llevado su masturbador especial para probarlo en él. Comenzó a buscar a la linda loli que había visto, después pensó y recordó que iba a ir al karaoke, seguramente estaría jugando un largo tiempo con ese sujeto, que rabia, le gustaría escuchar su linda e infantil voz cantar..., ese día se fue resignado a su mundo, no había sido un buen día para jugar, quizás iría molestar a su hijo para divertirse un buen rato.

Y esa fue la situación que tenía tan acongojado al diablo de ojos morados, pensaba y pensaba, miraba las fotos una y otra vez y no podía entender como no se había dado cuenta de lo lindo que era, quizás no lo había notado porque Ivlis no tiene una actitud de loli o adorable y menos un tamaño bajito, pero su rostro... su rostro y su cuerpo eran muy lindos, ya pronto iría a jugar con él de una manera especial, solo tenía que encontrar el momento, sonreía perturbadoramente.

Pasaron tres días en los que no se apareció por el reino de Ivlis y éste se sentía bastante bien ya que sus torturadores no andaban atormentándolo y podía avanzar en sus planes o simplemente jugar un rato con su pequeña y consentida hija – papi... el otro día vino un diablo feo y me dio una paleta – Ivlis semi cerró un ojo algo enrabiado, no podía creer que Satanick quisiera molestar a una pequeña niña, miro a Emalf con molestia, dando a entender que quería más detalles, este lo miró algo nervioso – era Satanick, el diablo de otro mundo señor, trató de coquetear con Poemi pero...- dejo de hablar por los nervios que le produjo que Ivlis lo tomara de la chaqueta para elevarlo y mirarlo directo a los ojos –¿¡así que dejaste que coqueteara con Poemi!?- el más pequeño nervioso trato de hablar –n...no señor, hice de todo por alejar a Poemi del diablo... -

-Papi, Emalf incluso coqueteo con el diablo para salvarme – dijo feliz de la vida y el joven demonio quedo de piedra con el comentario, el que le había coqueteado había sido ese diablo, y fue una experiencia bastante horrible, ¡no tenía que interpretarlo de esa manera!, se lamentaba internamente – ¿q...qué?...- Ivlis quedo descolocado por el comentario de su hija, miró a Emalf y lo soltó bruscamente colocando una cara de desagrado – no sabía que tenías esas inclinaciones Emalf...-

-¡No es lo que usted cree!- decía lamentándose.

-Gracias Emalf, eres mi héroe... -dijo la menor tomándolo del brazo –pero, tampoco sabía que tenías esas inclinaciones, creo que le diré a Rieta, ella debe saber de este tema para aconsejarte –la menor salió corriendo del castillo para ir a ver a Rieta quien acostumbraba a entrenar al ejército, Emalf tenía la moral por el piso, así que se fue de esa habitación tenia asuntos que hacer.

Horas después Satanick apareció nuevamente en el castillo de Ivlis, de lejos pudo notar al diablo del mundo de las flamas y sonrió, hoy no lo buscaba realmente a él, sino que a la loli que había conocido el otro día –¡cabeza de aire!- lo atrapó con sus brazos de sombra antes que escapara – hey... hey... el otro día encontré una adorable loli en tu castillo, dime ¿dónde está? quiero hablar con ella, quiero saber más de ella... -se reía mientras colocaba su cara más común y desagradable de todas, Ivlis miro a Satanick malhumorado, este lo bajó y sonrió – ¿qué pasa eh?, ¿eres tan estúpido que no sabes responder una pregunta tan fácil?-

-¿Hablas de Poemi?- saco su tridente y lo apuntó – no intentes algo con mi hija –dijo fastidiado y con las puntas de su pelo encendidas, Satanick quedó intrigado – ¿e...ella?... ¿esa hermosa loli es tu hija...?... – desvió la mirada y sonrió - pensé que eras virgen- Ivlis olvidó su enojo y se ruborizó hasta las orejas – ¿¡que!? ¡No cambies el tema!... ¡además mis hijos nacieron de llamas!... - el diablo más grande abrió los ojos... ¿entonces realmente es virgen?... espera... ¿cómo es que sus hijos nacieron de las llamas?, ¿es tan idiota que no sabe hacerlos de la manera correcta? se sentía confundido- ¿entonces si eres virgen?...- sonrió y lo miró con cara de pervertido, el más bajo se sonrojo aún más – ¡e...eso no te interesa! – lo apuntó con su tridente el cual Satanick no dudo en quitárselo y tirarlo por algún lugar de la sala donde desapareció, pronto lo tomó de la bufanda y lo pegó contra la pared, mirándolo con sus ojos penetrantes y riendo- así que te atreves a desafiarme –

-No tocaras a Poemi...-

-¿Entonces puedo tocarte a ti?

-¿Q...Qué?... – abrió los ojos lo más que pudo y las puntas de su pelo volvió a la normalidad, estaba sudando frio, le estaba dando miedo el tema a que lo estaba llevando Satanick. – ¿a... donde quieres llegar?.... –dijo asustado.

-A lo más profundo de ti- dijo el más alto sonriendo pervertido, volviendo a tomarlo por la bufanda arrinconándolo a la pared y comenzar a lamer su cuello.

-¿¡Pe...Pero porque yo!?... ¿no querías salir con Siralos?...- ya no sabía qué hacer para que Satanick lo dejara ir, su respiración en su cuello no hacía más que alterarlo y pensar que en cualquier momento le daría un infarto cardiaco, aunque eso sería mejor que dejar a Satanick poseerlo.

-... Me rechazo... aunque tuvimos una cita... -sonrió y salió del cuello de Ivlis para mirarlo, a cambio me dio unas fotos muy lindas tuyas... salías con un lindo vestido... creo que se te veía bien... quizás deba comprar un vestido para que te vistas, se te vería mas bien que la horrible ropa que vistes... -

-Ese maldito.... –chasqueo la lengua y miro a Satanick nuevamente – ¿!por qué te dio mis fotos!? Creí que se había deshecho de ellas hace años...-

-Espera... ¿qué es Siralos para ti?... –

-Mi papá... ¿acaso no es obvio...?... – Satanick quedó algo aturdido y soltó al diablo más pequeño quien cayó al suelo – ¿tu... papá?... espera... ¿eres hijo de esa belleza?... mmmh ahora entiendo porque eres tan lindo... - Ivlis se traumaba con cada palabra que decía el otro, no podía creer que Satanick... su torturador, le haya dicho que era lindo... esto no estaba bien... esto era un tema peligroso y no solo por futuras torturas... si no que quería salvar su trasero de las manos de ese diablo.


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro