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pupa.

Los siguientes días Jeonghan lo espero en la funeraria, hablo con Mingyu y los busco por el pueblo, pero nada, camino hasta la afueras con esperanza de encontrar algún auto similar al suyo, pero aquello era más como un consuelo que como algo útil, Recibía el regaño de su jefe, ya no había nadie en la funeraria porque Jeonghan se preocupaba más en buscar a Choi.

Una mañana recibió el mensaje en su celular y lo leyó tan rápido como pudo;

"Tú y Seungcheol están despedidos"

Era de esperarse. No se despidió de la habitación donde cuido tantas veces de los cadáveres, tampoco organizo por última vez la oficina de Mingyu, no, solo se quedó en casa esperando alguna noticia del mayor. Esa tarde recibió otro mensaje de un número desconocido.

"Es hora de vernos ¿no crees? Ha pasado tanto, sé que te gusta el cementerio, así que por favor, ve ahí esta tarde, no importa a qué hora, yo puedo esperar todo el dia"

Hizo una mueca ante el extraño número, no se le podía ocurrir quién demonios quería verlo en aquellos momentos, porque definitivamente no era Seungcheol. No se vistió ni fue corriendo, no, se quedó dormido ignorando el mensaje, estaba harto de secretos y cosas por estilo, no tenía ánimos de más cosas absurdas que solo le harían mal. No quiso leer nada porque todos sus libros trataban de algo relacionado con dejar de vivir, tampoco salió a pedirle un consejo a un amigo, porque estaba claro que no tenía a nadie, solo se quedó recostado sobre su cama durante horas, hasta que se dignó a dejarse ganar por la curiosidad.

Camino lento, sin prisa, como si nadie lo estuviera esperando. Realmente no deseaba asistir, no sabía quién era aquella persona pero eso no importaba porque la única persona que quería ver no poseía un teléfono celular. Al estar cerca del lugar no logro ver a nadie entre las tumbas ni caminando cerca, pero pensó que el frondoso árbol no lo dejaba ver lo suficiente, asi que solo siguió con las manos en los bolsillos y su mirada fija al suelo.

-Cuanto tiempo.- Escucho cuando estuvo más o menos cerca del árbol, alguien lo esperaba y sabía quién era. Pero no era Seungcheol. -¿estás bien?- pregunto con una amable sonrisa al estar cerca.

-Si.- respondió cortésmente. –Pensé que no regresarías al pueblo, no has estado cerca.

-He estado atendiendo mi trabajo...Aunque al parecer a ti te despidieron.

-Mejor dime lo que quieres, Joshua. –El menor sonrió amable.

-Yo no quiero nada...tal vez él si.- Apunto al árbol, ahí estaba Choi recargado con los brazos cruzados, con una mueca en su rostro y mirando al suelo donde había una bolsa negra, aunque Jeonghan se alegró de verlo el mayor de los tres ni siquiera volteo. –llego antes que yo, aunque me pidió que te llamara. Yo solo venía a visitar un viejo amigo.

Jeonghan no preguntó por el amigo de Joshua, no quería saberlo, solo se concentraba en como Choi disimulaba o trataba de hacerlo...cada que lo miraba por el rabillo del ojo y luego hacia una mueca que parecía ser de disgusto, aunque ambos sabían que era de todo menos eso. Joshua no se sintió incomodo con la pareja a tan solo unos metros, de hecho, le daba gracia la manera en la que uno lo buscaba y el otro lo evitaba, como si jugaran. Los mayores podían ver como el menor de vez en cuando dejaba escapar su risa, aunque el momento era algo incómodo para ambos.

-¿Por qué te despidieron?- Preguntó Joshua despues de un largo silencio. Jeonghan no tenía que preguntar cómo era que sabía eso, porque prácticamente todo el pueblo lo sabía. –Pensé que te gustaba.

-Quería alejarme de todo.- Respondió desviando toda su atención hacia el menor. –pero a Mingyu no le gusto eso y me despidió, ahora la funeraria esta sola y la gente no deja de morir.

-Alejarte de todo es un buen paso.- Murmuro Joshua. Antes de que Jeonghan preguntara cual era un "mejor paso" continuo; -Pero, el principio es afrontarlo. Aunque esto entra en debate.

Jeonghan se tambaleo sobre uno de sus pies a propósito, porque se sentía incómodo hablando de eso y admitir que el menor tenía razón, pero todo pasaba tan rápido que dudo en lo que debería pensar de si mismo.

-¿Qué debo hacer? ¿Admitir que estoy enfermo?- hizo una mueca ante sus propias palabras, porque él no se sentía del todo así. -¿y luego...

-Sí, primero es admitir que tienes un problema. –Hablo Joshua con firmeza, pero los otros dos chicos parecían dudar de lo dicho. –Despues aceptar que necesitas ayuda y buscarla...Algunas personas se refugian en la religión y se apoyan de ella, podrías intentarlo.

-Prefiero buscar otras opciones.- Negó la ayuda religiosa con una pequeña sonrisa.

-Otras personas se ayudan de su familia.- Jeonghan soltó una pequeña carcajada y Joshua se arrepintió de decirlo. –Amigos...- Antes que pudiera continuar Jeonghan hizo un ademan con la mano derecha, debía parar.

Jeonghan no tenía a nadie para apoyarse, tampoco le convencían las religiones y no se daría a un grupo de apoyo, no estaba de acuerdo con ninguno, entonces tuvo miedo a no querer dejar de estar...enfermo, porque para Joshua él ya contaba como uno, aunque el mayor aun dudaba de si usar esa palabra o no. Durante toda la plática no se atrevía a fijar los ojos en Choi, su vista viajaba de Joshua al suelo y viceversa, jamás enfocando el árbol donde el mayor de los tres se recargaba.

-Me iré.- Habló despues de unos segundos, pero ante la mirada confusa de Joshua e incluso la de Seungcheol suspiro y se decidió a aclarar lo dicho; -Del pueblo, no tengo nada que hacer aquí, sé que es más fácil decirlo que hacerlo pero...

-¿de qué te servirá irte? Estarás solo.- Seungcheol salió de su nada escondido escondite a afrontar a ambos jóvenes. –No tienes a donde ir.- Finalizó colocando ambas manos en los bolsillos de su abrigo.

El silencio de los tres se quedo suspendido en el aire, siendo un momento bastante incomodo incluso para el menor quien antes se mostraba divertido. Jeonghan no se atrevió a mirarlo teniéndolo justo enfrente, lo había buscado durante todo ese tiempo y cuando por fin lo tenía su mirada caía al suelo con vergüenza.

-Te trajo un regalo.- Habló Joshua con una sonrisa amable apuntando la bolsa negra que seguía en el suelo. –En realidad yo lo traje, pero Seungcheol me pidió que lo hiciera...Yo te traje un bolígrafo.- Sostuvo el objeto entre sus manos.

Antes de que Jeonghan dijera algo como; "Vaya, un bolígrafo, no te hubieras molestado" Vio la pequeña caja envuelta como regalo y la tomo con curiosidad, ignorando a Choi que estaba igual de curioso del dichoso bolígrafo. Rompió con pena el papel de regalo y la caja negra salió a relucir.

-¿eso es un bolígrafo?- Pregunto Choi confundido al ver el pequeño estuche.

-Estilográfica de émbolo, plumín de oro de 14 K con incrustación ruteniada, depósito y capuchón de resina preciosa negra, emblema Montblanc incrustado, clip y anillos ruteniados.- Recito con orgullo al ver como Jeonghan quedaba asombrado por lo hermoso de un bolígrafo, porque él también se asombraba de la misma manera al tener un artículo nuevo en su colección. -Meisterstück Ultra Black LeGrand Estilográfica. – Finalizo ante la mirada asombrada de ambos chicos. –Tengo esperanza de que lo uses bien.

-No se escucha barato.- Habló Choi con escepticismo.

-Porque no lo es...Lo compre, pero recibí uno como regalo por parte de mis padres, asi que pensé que sería bueno regalárselo a alguien que me mostro el cariño con el que puede cuidar ciertas cosas.- Jeonghan volvió a mirar al suelo apenado al recordarlo.

No se pudo negar ante el maravilloso regalo de Joshua, tampoco quería, despues de todo era un regalo que él le confiaba por... ¿ser buenos amigos? ¿Al menos se agradaban? No quiso fijarse en los detalles, pero tal vez el menor buscaba llevarse mejor y había dado un paso demasiado bueno para eso. Su mirada se posó en Choi luego de que este soltara un extraño quejido.

-Yo te traje un frijol...- Sonaba tan patético para los tres que no pudieron dejar la seriedad de lado y soltar una carcajada. –Pensé que seria bueno alejarte de...ya sabes...la muerte, asi que te traje algo para que cuidaras y le dieras vida.

No era mala idea, pero Jeonghan dudó, nunca había cuidado nada en su vida y arruinar un regalo de Seungcheol no era algo que deseaba hacer, aun asi acepto una botella de cristal donde crecía una pequeña planta, se sintió curioso un segundo y alzo la botella para verla por debajo, solo se veía tierra.

-Gracias...- murmuro algo apenado. –Pero ¿Por qué regalos?

-Seungcheol me dijo...-El primero en responder fue Joshua. –Tu cumpleaños, me pidió la planta para eso así que decidí que también quería regalarte algo, aunque sé que fue hace días.- Guardó silencio, pero nadie más hablo. –Ahora me voy, quiero saludar a la gente del pueblo.

Ninguno se opuso, solo se despidieron del menor y este se alejó con pasos lentos, porque los tres sabían que ellos debían estar solos y hablar. Para cuando Joshua desapareció del lugar ninguno hablo de inmediato, solo dejaron para unos minutos sin mirarse realmente.

-Te traje algo más.- Se alejo regresando a aquella bolsa y saco una caja de cartón, rosa con detalle blancos...era un pequeño pastel. –Era tu cumpleaños y no te di nada de regalo...y te deje ese dia, pensé que no era justo.

Jeonghan estaba dispuesto a decir que no habia sido justo ocultarle aquello, pero no se atrevió a hablar, el silencio volvió a caer despues de que un "gracias" saliera de su boca. Ambos se sentían incomodos, no habia mucho que pudieran decir sin tener que tensar el ambiente. Jeonghan tenía entre sus manos la pequeña caja, habían optado por sentarse junto al árbol, aun asi despues de un rato fueron al auto de Choi, porque estar en medio de un cementerio no era lo mejor. Seguían sin poder mirarse de frente.

-¿Qué paso con tu novia?- Pregunto Jeonghan despues de un largo rato de silencio. Choi no respondió de inmediato, tomó su tiempo.

-Me dejó.

-¿ella a ti?- Jeonghan rio inconscientemente porque aquello no tenía sentido, Seungcheol mal interpreto la risa y sonrió con amargura.

-¿estas feliz del karma?- Preguntó haciendo que el menor se apenara y dejara de reír, se arrepintió poco despues al notar como el ambiente recaía en lo mismo.

De nuevo un silencio incómodo.

-No era por eso.- Habló solo para que el silencio se fuera, porque él realmente no sabia que decir, al menos tendría en cuenta que lo intento con aquella frase. -¿entonces dónde vives ahora?

-En casa de un amigo.- Se limitó a responder jugando con el volante. –Ninguno tiene trabajo, quería irme del pueblo, pero en la ciudad no es mejor, la gente no te conoce y deja de hacerte favores, no tengo experiencia laboral...Ya me rechazaron dos veces.

-A mí me rechazaron varias veces antes de trabajar en la morgue... Y ni siquiera era fuera del pueblo.

-Sabes lo que la gente de aquí piensa.- Jeonghan estaba dispuesto a interrumpirlo para decirle que los rumores se habían esparcido despues de que Mingyu lo dejara a cargo, pero no serviría y no era relevante. –oye...

-Lo sé, no es como si pudiera decir algo como; "lamento haber intentado matarte" – Eso no sonaba tan bien como lo pensó, aun asi Seungcheol se mantuvo al margen y trato de buscar las palabras correctas –No tengo excusas sobre nada, pensé que ya no te vería.

-No debí dejarte.- Admitió algo apenado por fin dándole la cara, su rostro parecía estar al borde de las lágrimas...pero él siempre parecía estarlo, asi que Jeonghan solo se concentró en su tierna sonrisa. –Estas enfermo...

Claro, porque Jeonghan ya estaba contado por Joshua y Seungcheol como un enfermo mental, no podría nadie hacerlo escuchar bien aun si fuera la voz mas comprensiva del mundo. Le enfermaba más el hecho de tener que escucharlo a cada rato que estarlo...Habían miles de sinónimos y ellos preferían llamarlo asi. No expreso su molestia, solo dejo una sutil mueca en su rostro que se desvaneció ante la tierna mirada del mayor.

-No soy un enfermo terminal, ni siquiera es físico. No tienes que preocuparte por ello...Solo es extraño.

-A lo que me refiero es que realmente solo tenía que pensar...No quería dejarte, debí darte mi apoyo, pero solo me fui.- Choi era tan comprensivo que se sintió aun mas culpable de la situación, él era quien se tenía que disculpar no Choi.

-No importa...yo no debí hacer muchas cosas- Jeonghan suspiro y sonrió despreocupado, quería que todo se arreglase, pero eso llevaría tiempo si seguían asi. -¿Realmente tenemos que hacer esto asi?- Pregunto como queja/broma. Seuncheol sonrió en respuesta.

-¿Cómo podríamos hacerlo más rápido?

No hubo respuesta, al menos no en palabras, porque Jeonghan se inclinó un poco para alcanzar los labios ajenos, no fue rechazado y ambos por fin pudieron respirar aliviados, al menos tenían un problema menos cargando a sus espaldas, porque seguían desempleados y casi sin hogar.

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Esta vez los días no pasaron lento, estando juntos les faltaban horas para poder hacer todo lo que deseaban, aunque eso podría ser un arma de doble filo; los días pasaban y ellos seguían con los mismos problemas de hace una semana, desempleados y sin hogar, ya estaba empezando a molestar este hecho.

Jeonghan aún tenía la casa de su madre y su nuevo padrastro, porque su padre ya había conseguido mudarse, pero eso empeoraba un poco las cosas porque ahora se sentía obligado a irse por las constantes presiones de su madre, incluso ella le pagaba todo lo que una vez Jeonghan invirtió en su casa, porque ella enserio quería que se fuera. Cuando hablaban de dicha situación Choi solo se hacia el desentendido, él vivía con "un amigo" sin nombre ni rostro para el menor, pero se le notaba igual de ansioso por conseguir empleo ahorrar y mudarse, o de eso hablaban cuando tocaban el tema.

La pequeña planta de Jeonghan crecía cada dia, incluso él lo notaba sin falta cada mañana al verla, pero lo que más le gustaba era la alegría de Choi al comentarle aquello todos los días en la plaza del pueblo. Ya no se acercaban al cementerio o la funeraria, porque Jeonghan le había prometido a Seungcheol no volver a pensar en ese tipo de cosas, aun asi seguían disculpándose con Mingyu por haberlo defraudado aunque este estaba más apenado por despedirlos. Joshua de vez en cuando los veía, los tres podían tener una plática fluida y agradable. En cuando a Boo, él era uno de los amigos de Seungcheol, pero había dejado de aparecerse por el pueblo y ya no buscaba a Jeonghan para decirlo lo desagradable que era (o así lo sentía él) Solo existía, pero lejos de ellos.

Todo pasaba tan tranquilamente.

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Jeonghan caminaba por la plaza central del pueblo, con su pequeña planta entre las manos tratándola como una especie de mascota que había que pasear, aunque a Jeonghan le encantara estar con su...amigo (porque seguían sin especificarlo) tenía que admitir que caminar solo por el pueblo lo relajaba y hacia que se alejara de todo aquello que lo abrumaba, la planta le daba consuelo. Pensó en ponerle nombre a su pequeña amiga, pero escogerlo era difícil y preguntarle a Choi o a Joshua lo avergonzaba, porque si ellos sabían que buscaba ponerle nombre a una planta no lo verían como un gran avance en su condición mental...

Ambos habían insistido en buscarle ayuda psiquiátrica, algo que tomaba como exagerado e innecesario, pero sus insistencias no llegaban a mucho porque el pequeño pueblo no tenía psiquiatras. Si, en el pueblo había hospitales y asilos pero sus recursos eran escasos y les faltaba bastante como para considerarse lugares seguros. Por eso la gente se mudaba a la ciudad, aunque como siempre la mayoría regresaba...como Seungcheol. Aun deseaba dejar el pueblo, porque le traía malos recuerdos, algo que nunca habría notado antes.

Jeonghan se detuvo frente a una figura femenina, ella estaba de pie mirándolo, como si ya lo esperara. Se aferró a su pequeña planta y camino hasta la chica, ya sabía quién era y no fue necesario fingir alegría por verla.

-Me dijeron que te despidieron.- La joven Jeon fue la primera en hablar, tenía una hermosa sonrisa en su rostro. –Y eso es...- Miro a la pequeña planta de Jeonghan y este se contuvo a responder con sarcasmo.

-Un regalo.- Se limitó a responder sin apartar la mirada.

-Que grosero, no aprovechaste el mío pero si cuidas el de alguien mas- Se quejó la muchacha con una mueca infantil, se meció en su lugar de un lado a otro cambiando la mueca por una sonrisa, pero ella miraba al suelo.

-¿Por qué dejaste a Seungcheol?- La pregunta fue brusca, pero Jeonghan no la corrigió. –Pensé que querías que yo muriera para que dejara de molestarlos.

La chica se notó angustiada, su rostro reflejaba una imagen ofendida, como si Jeonghan la hubiera insultado, por un momento pensó que era una manera de burlarse de él, pero la sinceridad en su adorable rostro lo hacía confundirse y pensar en que la joven era inocente.

-¿me crees capaz de matarte? ¿a ti?- Preguntó Jeon con la voz temblorosa, Jeonghan espero una risa sarcástica despues, pero nunca llego, la joven hablaba con seriedad y su rostro no decía lo contrario. –Hanni... ¿tanto me odias?

Jeonghan debió gritar un "si" y luego recordarle lo que le había otorgado hace apenas unas cuantas semanas atrás, pero bajo el rostro con pena y sus labios se tensaron, no se sentía capaz de responder a esa pregunta, menos cuando la chica seguía llamándolo de esa manera tan cariñosa... "Hanni" nadie le llamaba así desde los cinco o siete años. El silencio se extendió por un largo y tortuoso minuto.

-¿al menos recuerdas mi nombre?- La joven Jeon acudió a otra pregunta, notando como la última había quedado suspendida en el aire. Jeonghan negó y a ella solo pudo sonreír amargamente. –Para ti solo soy la ex novia de Seungcheol o la hija de los Jeon...

-¿Quién más podrías ser?- Aquello no ayudó en nada al ambiente, solo hizo que la chica temblara abrazando sus brazos, Jeonghan nunca soltó su planta.

-Estoy enferma.- Jeonghan se sorprendió ante la confesión de la chica, no por el hecho de que ella estuviera enferma, sino porque se lo dijo a él.

La joven no parecía estar muriendo, ella se veía radiante y con buen color, sus ojos no habían demostrado algún signo de tristeza antes de que la platica se tensara, ella parecía solo una joven feliz, y nadie que moría lentamente era feliz, ni siquiera Seungkwan que lo esperaba semanas atrás.

-¿lo siento?- Preguntó más que decirlo seriamente, estaba confundido y la chica lo podía notar fácilmente.

-Soy doctora, me enferme por un descuido... ¿eso no te importa? – Jeonghan se encogió en hombros apenado, no sabía que decir ante la triste mirada de Jeon. –Eres tan cruel...- Murmuró, pero aun asi pudo escucharla claramente.

-No tengo nada que decir. Tú intentaste hacer que me suicidara.

-Te di un regalo que mal interpretaste.- Respondió de manera agresiva, con su lindo rostro deformado en furia. –Pensé que si te lo daba estarías contento y todo terminaría, dejarías de ser...tan idiota conmigo y entenderías que él estuvo mal.

Ahora la joven hablaba con odio, molesta ante la mirada confundida de Jeonghan. No entendía a qué se refería, ella debería de estar diciendo otras palabras; "Pensé que si te lo daría estarías contento y todo terminaría" eso a los ojos de Jeonghan estaba bien, pero lo que siguió debería ser diferente para que cuadrara con la situación: "Dejaría de ser tan idiota conmigo y entendería que estabas mal" Aquella frase debería ser asi, dirigida a Seungcheol y no a él. Pero se veía tan segura de sí misma que Jeonghan pensó que era él quien se equivocaba.

-No sé de qué hablas- Admitió con una sincera curiosidad, esperando alguna explicación pero Jeon solo se enfureció más. -¿Hablas de Seungcheol?

-¡No! ¡Él ni siquiera importa!- Gritó, tal vez era porque el pueblo ya no albergaba tanta gente o que el clima no fuera el mejor, pero estaban solos, a la intemperie y a solo unos metros el uno del otro. –Creí que si matabas a Seungcheol comprenderías todo, pero eres un cobarde ¡Tu no amas la muerte, solo odias lo vivo!

Yoon bajo la mirada al suelo, no quería verla al rostro, porque ella era linda y estaba llena de furia. No se atrevió a decir algo mientras analizaba las palabras, él no quería matar a Seungcheol aunque lo pensó por momentos, tal vez la chica tenía razón y era cobarde, quizás si odiaba lo vivo a pesar de abrazar tan fuerte el recipiente donde su planta reposaba. No lograba descifrar lo que ocurría, pero la joven Jeon quería que él lo hiciera por sí mismo, así que no dijo nada más.

-Nunca he matado a nadie.- Habló despues de un buen rato sin atreverse a mirarla.

-Lo sé, tú siempre fuiste más miedoso. –La chica por fin se acercó a paso lento, extendió sus brazos y abrazó a Jeonghan con cariño, él no respondió pero tampoco se negó, la planta se quedó entre ellos. –Siento haberte dejado solo, me necesitabas.- Murmuro. – ¿Por qué me odias a mí y no ellos? Me olvidaste.

Jeonghan no respondió, se había cansado de fingir que no la extrañaba, se cansó de pensar que ella nunca había existido. La abrazó con fuerza, dejando caer la planta al suelo, haciendo que el recipiente se rompiera y la tierra se regara por el suelo mezclada con el vidrio. No le pidió perdón, tampoco dijo en voz alta su nombre, pero la joven ya estaba satisfecha con saber que Jeonghan la aceptaba de nuevo.

¿Cómo negarse a la chica? Si él había fingido nunca conocerla, pero ahora se sentía aliviado de volver a verla, despues de todo su hermana era la única que lo entendía.

&

Jeonghan un chico obediente de seis años con un secreto que no debería de contarlo a nadie, su padre se lo había pedido y su madre se lo ordenó con asco poco despues. No tenía amigos a esa edad, Jihoon se había ido, pero eso no le preocupaba demasiado porque su pequeña hermana siempre permanecía cerca. Ella era menor, tenía seis años, pero su carácter la hacía parecer mayor e incluso más madura que su hermano, él no se negaba a seguir las ordenes de la pequeña al jugar o esconderse de algunas cosas, porque confiaba en su hermana menor y sabía que ella era más inteligente, eso no le molestaba se alegraba de que la pequeña lo fuera, aunque adoraba cuidarla de cosas que realmente no eran un peligro, como pasar sobre un charco de agua sucia donde la niña luego regresaba y saltaba en el. Eran hermanos unidos, pero ella prefería tener una línea entre ella y sus padres a tan corta edad y eso los separaba, porque los adultos no pensaban dos veces al dejarla sola en casa y salir con su pequeño y obediente muchacho.

Cuando Jeonghan tenía cinco años decía con orgullo que su meta era ser doctor y su pequeña hermana se sentía ilusionada de que su hermano mayor cumpliera ese sueño. Pero cuando "aquello" paso no hablo más de salvar vidas o curar a gente enferma y la pequeña niña no se enteraba del porqué. Fue hasta que ella cumplió cinco que lo entendió, su hermano menor había cambiado por la misma razón que ella lo haría. Sufrir lo mismo tal vez juntaba a otras personas, pero a ellos solo los separo, la niña no se quedaría de brazos cruzados como su hermano mayor, ella no era asi, la pequeña tenía un carácter fuerte a su edad, esa era su peculiaridad y no lo cambiaria.

Jeonghan dejaba sobre la mesa un martillo para que los gatitos murieran de bajo de este, ella no, ella tomaba el martillo de la mesa y se robaba algunos mininos de su cómodo hogar y corría lejos solo para estamparlos contra el suelo y aplastarles el cráneo. Jeonghan esperaba a que algún cachorro muriera mientras se arrastraban con los ojos cerrados, ella solo iba y pisaba algunos para luego desecharlos en algún lugar, porque le daba igual su cadáver. La pequeña era maliciosa, su hermano mayor solo un cobarde. A ella no le dolió cuando sintió el rechazo de su madre, se sintió mal por la tristeza de su hermano y asco por la indiferencia de quien se hacía llamar su padre. Cuando Jeonghan se acordaba de Jihoon solo lograba deprimirlo así que su hermana le prometía que ella lo traería de vuelta, entonces ambos niños sonreían y asi eran felices.

Cuando se llega a un límite las cosas dejan de importar, lo que antes preocupaba ahora se queda olvidado en alguna parte, asi pasó con la pequeña que huyo de casa y dejo a su hermano solo, ella se fue cuando la familia salió de paseo con el niño, porque ellos seguían haciéndolo a pesar de ser solo una tonta imitación de lo que deberían ser, ella no espero y se fue. Corrió lejos por el pueblo, tanto que nunca supo cuando salió de este.

La hija de los Yoon consiguió una familia cálida y comprensiva, el hijo de los Yoon consiguió quedarse con una mala familia. Ambos eran diferentes; El niño amaba la muerte y la niña odiaba la vida. Él se sentía muerto entre la gente y ella se sentía viva entre todos...porque ella decidía quien vivía y quién no.

Jeonghan la olvido para no sufrir, para dejar de anhelarla, pero ella nunca lo perdió de vista.

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-Deja de buscarme.- Habló una vez se separaron, su hermana lo miró confundida, con los ojos al borde de las lágrimas. –Yo te extrañe, pero necesito alejarme de todo...Seungcheol...

-¿Seungcheol? Él no importa, es muy estúpido y blando- Respondió con frialdad en sus palabras. –Solo regrese con él para convencerlo de trabajar en la funeraria y mantenerte cerca, pero créeme, no vale la pena.- Aquello caló dentro de Jeonghan. –Fue suerte que Wonwoo conociera a Mingyu, cuando me entere de que te habías graduado y empezabas a buscar trabajo yo estaba emocionada.- Procedió a contar la joven Yoon. –Por eso, cuando me toco atender al padre de Mingyu por un malestar en el estómago no dude en hacerlo...quizás si no lo hubiera hecho jamás trabajarías en la funeraria.

-Con hacerlo te refieres a...- Jeonghan se puso algo pálido, pero su hermana le sonrió tiernamente y retiró el cabello que trataba de cubrir el ojo de Jeonghan.

-Siempre tuviste miedo de llegar tan lejos, es tan fácil quitar una vida...pero tú siempre complicas todo.- La chica sonreía de manera inocente contradiciendo todo lo que decía. –Conocí a Seungcheol en el pueblo, su madre era amiga de la madre de Wonwoo...él no me interesaba realmente pero creo que lo malinterpreto todo y nos hicimos pareja. Se fue a la ciudad y yo hice lo mismo poco despues, ahí conocí a Joshua, era psicólogo en el mismo hospital donde yo trabajaba.

-¿realmente querías ser doctora?- preguntó interrumpiendo el relato de su hermana.

-Tú lo querías.- Jeonghan la ínsito a continuar despues de aquello. –Regrese al pueblo porque estabas buscando trabajo, ahí fue cuando atendí al padre de Mingyu- La chica no tenía orden aparente, confundía a Jeonghan pero aun asi la dejo continuar. –Estaba feliz de saber más de ti por parte de Mingyu, a pesar de que dijera todo el tiempo de que eras extraño...Luego, cuando Seungcheol volvió a mi planeaba negarme, pero si lo convencía de trabajar en la funeraria podría dejar de visitar a cada rato a Wonwoo y Mingyu... Por eso él llego a ti, porque yo lo quise asi.

Jeonghan trato de ordenar todo en su cabeza; Su hermana menor lo había seguido durante años, ella se fue y regreso solo para asesinar al padre Mingyu y que este tuviera urgencia de un empleado, despues dejo que Seungcheol estuviera con ella para que trabajara con él y asi tenerlo más cerca... ¿estaba en lo correcto? Ya no sabía que pensar, todo era confuso.

-Seungcheol...- La joven Yoon siguió hablando. –él decía que tú eras algo extraño, me contaba sobre las cosas que decías y yo supe porque...somos iguales pero tu aun eres un poco inseguro, asi que llame a Joshua para saber más, cuando me contó todo supe entenderte, la necrofilia...- Jeonghan la interrumpió con un gruñido. Ella soltó una suave risa. –Tu amor hacia los cadáveres era como reflejabas el odio a los vivos, al igual que yo...Solo que yo detesto los cadáveres...Prefiero verlos morir.

La joven hablaba peor que Jeonghan en sus primeros días en la funeraria, ella no se limitaba y decía lo que pensaba sin una gota de comprensión o cariño, de hecho, lo hacía como si del clima se tratase. Ella seguía con sus manos en los hombros de Jeonghan, siempre preparada para volverlo a abrazar, pero él se sentía tan fuera de lugar que apenas podía tocarla, era como si ella no fuera real.

-Jihoon no fue coincidencia ¿verdad?- Preguntó recordando a su joven amigo.

-Te prometí que lo traería de vuelta.- La mirada de su hermana cayo en sus ojos, directo. -¿Sabes porque te cuento esto?- El mayor negó de manera lenta. –Tienes que ver...que todo lo que ahora tienes y tuviste yo te lo di, Seungcheol, Joshua, Jihoon, tuviste un trabajo gracias a mí. Yo realmente deseaba que mataras a Seungcheol, pensé que estabas listo para matar a una persona y comprender lo que era realmente la muerte...La muerte no son cadáveres, la muerte es verlos agonizar, ver todo el dolor y su vida pasando por sus ojos hasta que no queda nada.

A Jeonghan le recorrió un escalofrió ante las palabras de su hermana menor.

-Jeonghan...- Continuo la chica. –Estoy muriendo y necesito que mueras conmigo.

-No puedo...- Murmuro en respuesta. Meses antes no le hubiera importado morir y menos con su pequeña hermana, él lo haría gustoso pero ahora pensaba en Seungcheol, no quería morir, quería vivir con él, quería llevárselo a la ciudad y probar suerte, si no funcionaba se irían a otra, pero no quería vivir en el pueblo, tampoco deseaba morir en él. Su hermana sonrió.

-Yo pensé... ¿sabes? Nuestro padre se ha ido, yo pensaba deshacerme de él, pero ya no lo odio tanto como antes, porque tú no los odias, he cambiado muchas cosas por ti...-

-Lo siento.- La joven negó con una linda sonrisa.

-te quiero Hanni.- Se despidió con un beso en la mejilla, ella se fue, triste, dejando a Jeonghan apenado y viendo a su hermana marchar.

Quiso detenerla, pero solo empeoraría las cosas. Él ya no podría estar con ella porque ambos parecían ser inestables y Jeonghan no quería perjudicarla más.

Cuando vio a Seungcheol unas horas despues no dijo nada, no le conto de su encuentro con su hermana, solo lo abrazo y lloro porque su planta había corrido el riesgo de morir, algo que no era del todo mentira, pero tampoco era toda la verdad.

&

Los moteles en el pueblo no eran muy concurridos, eran habitaciones pequeñas y no del todo lindas, eran viejas y solo las limpiaban una vez a la semana, por esa razón Seungcheol trato de sacudir toda la habitación, para deshacerse del polvo, pero Jeonghan solo llego y se recostó sobre la gran cama. Choi acaricio su cabello un momento y luego regreso a lo que hacía.

Jeonghan le había pedido a Seungcheol una noche juntos, para poder pensar lejos de su madre y su padrastro, el mayor no se había podido negar ante sus ojos llorosos. Habían terminado en el motel del pueblo porque no era caro y era calmado, no se escuchaba mucho ruido y tranquilizaba a la gente, era mejor que la playa.

Cuando Choi se recostó a un lado de Jeonghan se dio cuenta que ninguno había soltado palabra al entrar, el menor estaba agotado y cualquier persona podría notarlo, asi que quiso dejarlo dormir. Lo abrazó como antes lo había hecho cuando durmieron juntos en el hotel, Jeonghan no se quejó o emitió algún sonido, solo poso sus manos sobre sus brazos.

-Seungcheol...- Jeonghan habló cuando la oscuridad era densa, no podían ver nada. El quejido de Choi le respondió. –Deberíamos hacerlo.

Choi se levantó un poco confundido, tratando de enfocar al menor, pero estaba tan oscuro que no logro verlo. Segundos despues entendió a lo que Jeonghan se refería.

-No lo sé...no sería... ¿raro?- Preguntó tratando de encontrar las palabras correctas. Sintió la mano de Jeonghan en su mejilla. –Lo que paso con tu padre... No quiero traerte malos recuerdos.

-No lo harás, yo iré arriba.

Jeonghan soltó una pequeña carcajada al sentir como la boca de Choi se abría sorprendido, porque aquel era un tema que para el mayor no estaba a discusión, pero Jeonghan podía debatirlo.

-No.- Respondió firme pero no molesto. -¿Qué...que te hace pensar que...?- Choi no lograba aclaras sus ideas. –De ninguna manera.- Finalizó escuchando la carcajada del menor. Las luces seguían apagadas, pero ya se imaginaba lo sonrojado que se debería de ver, agradeció que Jeonghan no pudiera hacerlo.

-¿Qué tiene de malo? Si yo voy arriba no recordare nada malo.- Raciono el menor moviéndose un poco para quedar boca arriba, Seungcheol también se acomodó para darle la cara a pesar de no poder verlo. –Seré cuidadoso, no te dolerá.

-No, Jeonghan, no está a discusión.

-¿Qué te hace creer que yo sería el penetrado desde un principio?- Choi no supo que decir, estaba avergonzado por discutir ese tipo de cosas.

-Sabes que no pasara así, y no, no lo dejare a la suerte, tu eres un tramposo.

-Oh ¿y si te dejo escoger el juego? Así podrás asegurarte de que no haga trampa.- Seungcheol pensó unos segundos y le robo un beso a su pareja, uno rápido e infantil para luego saltar de la cama y encender las luces. Jeonghan lo miró curioso unos segundos hasta que el mayor le hizo una seña. -¿Qué?-

-Ven, ya sé qué haremos. – Seungcheol se sento frente a la pequeña mesa de noche y Jeonghan se sentó frente a él. –Si yo gano no discutiremos esto nunca más, estará decidido.- Jeonghan asintió con una linda sonrisa. –Bien, promete que lo cumplirás.

-Lo prometo.

-Bien.- Choi coloco su brazo sobre la mesa y alzo el brazo recargándose sobre el codo. Un juego de fuerza.

No hace falta decir que Seungcheol lo azoto contra la mesa más de dos veces.

-No.- Respondió Jeonghan ya estando en la cama con Seungcheol abrazándolo y soltando pequeñas risas. De pronto se le habían quitado las ganas de hacer cualquier cosa.

-¡Hace rato estabas más que dispuesto!- Choi no contenía la risa, pegaba su rostro a la nuca del menor, riendo.

-Estoy cansado, duérmete de una vez.- Recibió un suave beso por parte del mayor, no dijo nada más y trato de dormir.

Jeonghan era feliz estando con Seungcheol, olvidaba a su hermana solo por él, no quería recordarla porque sería peor para todos si aceptaba todo lo que ella quería, porque dañaría a Seungcheol, defraudaría a Joshua y posiblemente le daría gusto a Seungkwan. Choi respiro en su oreja por toda la noche, se sintió feliz al tenerlo con vida, se sintió vivo con él.

-Seungcheol...- murmuró en medio de la noche, no recibió respuesta. -¿me amas?

Amaneció unas cuantas horas despues.

Penúltima parte de este one-shot dividido en 5 <3

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