Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

4.

La primera vez que RyuJin intentó expresar sus sentimientos hacia JiSoo, no fue bien.

Ya no recordaba qué había intentado, pero era otro más de sus gestos que había usado con la mayor, nada que fuera especial del todo.

Y Jimin aceptaba que quizás no era muy claro, porque regalar flores, los ‹‹be››, unir su nariz con la frente de la mayor, y demás, eran cosas que ya hacia y que dentro de todo, JiSoo estaba acostumbrada a recibir. Así que debía hacer un gesto especial.

—JiSoo, ‹‹be››. —dijo, mientras corría en pasitos apresurados detrás de ella, estaban en el parque, con JinYoung, quién se mantenía un poco separado para ver su interacción.

—¿Otro más, RyunJinnie? —preguntaba JiSoo, y al chico de linda barba le daba gracia que se hiciera la difícil, si a ella también le encantaba.

—Be, be.

—Bueno, un be. —dijo, deteniendo su paso, mirándola a los ojos, RyuJin asintió y juntó sus labios con los de JiSoo, dejando que la mayor moviera sus finos labios a gusto, y empujándose a más contacto.

Al separarse sonrieron, y RyuJin agitó sus manos con emoción, antes de salir corriendo por el parque.

Sin querer golpeó a un niño de unos catorce años, quién le gritó una grosería, pero RyuJin estaba en su mundo como para escuchar, y al ver qué el niño iba a ir hacia ella y se arremangada su abrigo apretando sus manos en puños, JiSoo fue hacia él, tomándolo del brazo.

—Disculpa, no lo hizo a propósito, tiene autismo, no entiende del todo.

—Oh, es retardada. —dijo el chico, con total naturalidad.

JiSoo se molestó por qué la llamaran de esa manera.

—No, sólo tiene un par de problemas, como todos.

—Si, acabas de decir que está mal de la cabeza. —dijo el chico.

—No, no dije eso. —respondió, molesta.

Odiaba con todo su ser que trataran a RyuJin de ese modo.

Ella era maravillosa, era muy inteligente, era buena persona, era la persona más buena del mundo, sin maldad en su cuerpo, nunca en su vida se había peleado con alguien, y no molestaba ni buscaba peleas nunca.

Ella estaba en su mundo y era completamente inofensiva, estaba indefensa ante los demás y siempre la apartaban, y ella no se lo merecía, porque era una chica excelente.

—Lia, ¿Qué pasa? —preguntó JinYoung, al verla tan tensa, su mirada pasó de ella hacia la joven.

JiSoo negó y soltó el brazo del chico, murmurando un ‹‹nada›› y el niño se fue por su lado, lejos de RyuJin, mientras la pelinegra mordía su labio con rabia contenida.

JinYoung no pudo lograr que cambiara la cara, ni siquiera que hablara al respecto, o que se descargara de algún modo, no importó cuántas tácticas psicológicas aplicara.

Lo único que la hizo reaccionar fue cuando RyuJin se acercó a ella, y como de costumbre, había juntado flores para regalárselas, la pelinegra ni siquiera las había agarrado puesto que fue directo a abrazarla.

RyuJin le tenía muchísima confianza así que la dejó, pero estuvo sorprendida dos segundos completos hasta abrazarla de vuelta y escondiendo su rostro en el hombro de JiSoo.

—Eres perfecta tal y como eres, no escuches a los demás que no pueden verte como te mereces, no les hagas caso, RyuJin, y te quiero muchísimo sin importar nada de lo que digan o de lo que te pase, recuerda eso siempre, ¿Bien? —murmuró JiSoo contra su oído, a lo que RyuJin asintió por puro reflejo, pero no creía haber entendido del todo.

JiSoo la abrazó quizás por demasiado tiempo, porque RyuJin golpeó su pecho, sin mucha fuerza para apartarla, con lo que la pelinegra reaccionó y se separó para mirarla.

RyuJin pareció pensarlo un momento, hasta que por sí misma, se acercó a ella una vez más para dejar un beso en sus labios, haciéndola sonreír automáticamente, cosa que le gustaba, y que la hizo sonreír también.

JinYoung sonrió con ternura, le encantaba que cada una era lo que la otra necesitaba para estar tranquilas.

Al llegar el diecisiete de abril, cumpleaños de RyuJin, muchos parientes fueron hasta la casa de la menor, aunque RyuJin no registraba a todos ellos, sólo a un par de tíos, a su padre y a sus hermanos, cada tanto podía mirar a los demás, pero no les hablaba y no se les acercaba.

Hasta YeJi había vuelto de la universidad para estar con ella, la pequeña RyuJin cumplía dieciocho años.

JiSoo no solía prestarle mucha atención a la familia de RyuJin, y ellos no lo molestaban, pero RyuJin tenía un primo en especial que era muy insistente con ella, y estaba muy obsesionado.

RyuJin no lo quería ni un poco y se había enojado muchísimo con él cuando se le acercaba a ver a JiSoo, a hablar con ella, o cuando lo notaba mirándola mucho y sonriendo.

Hasta se había puesto nerviosa, casi a llorar de frustración cuando JiSoo estaba a su lado y él se había metido entre las dos para sacar un tema de conversación de la nada a la pelinegra.

JiSoo tampoco lo quería.

En ese momento se había levantado, había tomado a RyuJin y la había llevado hasta el baño, con un abrazo y unas palabras amables se había calmado, y la dejó sola para que se lavara la cara, mientras ella se iba hacia la sala, buscando a ese chico para pedirle amablemente que la dejara tranquila, porque RyuJin quería estar con ella y él la ponía incómoda.

—¿Qué dices? Ella solo está celosa. —respondió, con una sonrisa enorme.

—¿Celosa?

—Se le nota en la cara. —él se encogió de hombros y sonrió con soberbia.

JiSoo en verdad no quiso responder, y escucho a RyuJin salir del baño así que estaba dispuesta a ir con ella, pero la voz del chico la interrumpió.

—Está celosa y frustrada de que ella no pueda demostrar las cosas como yo —lo escuchó acercarse a ella—. De que no le salga acercarse a ti y tomar tu mano —el chico estaba prácticamente hablando contra su oído, JiSoo ni siquiera quería verlo, intento separar sus manos pero el chico apretó con más fuerza—. Y que no pueda decirte que eres muy linda, y que me gustas.

—Pues a mí no me gustas, así que por favor-...

El chico tomó su rostro con fuerza y juntó sus labios en un beso brusco, JiSoo estaba sorprendida por el repentino contacto y tardó sólo un segundo en empujarlo y separarse.

Iba a decirle que había hecho mal, iba a decirle que no, iba a decirle tantas cosas, hasta que un grito de dolor a su espalda la hizo voltear.

Y allí estaba su linda RyuJin, se abrazaba a sí misma, gritaba entre el llanto y las lágrimas, y JiSoo fue hacia ella, sin dudarlo y la quiso abrazar pero la menor la detuvo con un grito brusco.

Comenzó a balbucear, entre su llanto, intentando explicarse, pero no podía, como siempre, no encontraba una forma de expresar lo que sentía.

RyuJin comenzó a golpear su pecho, sobre su corazón, y JiSoo tuvo tanto miedo de que se lastimara que fue de nuevo hacia ella y tomó sus muñecas, llamándola, pero la menor estaba completamente perdida en su llanto y su frustración como para entenderla.

Al acercarse, comenzó a golpear a JiSoo sobre su pecho también, con bastante fuerza, era muy normal que ella no midiera su potencia, así que no le hizo caso.

—¡RyuJin! ¡RyuJin, no golpees! ¡RyuJin, escúchame!

—¡Lia! —gritó, entre lágrimas, continuaba golpeando su pecho y el de JiSoo, intentando que entendiera, intentando expresarse de alguna forma—. ¡Ji-Soo! ¡Soo~!

RyuJin se sentía fatal, se sentía estúpida por no poder decirlo, por no poder encontrar la forma de comunicarse como una persona normal.

‹‹Soy tuya, y tú eres mía›› pudo pensar, pero era tanta su frustración que su cuerpo no la dejaba hablar, su voz no podía surgir, y su cuerpo solo se agitaba en temblores y llantos y gritos, mientras torpemente unía su pecho y el de la mayor con golpes.

JiSoo sólo pensó en abrazarla, con fuerza, tan fuerte que sus brazos quedarán atrapados entre ellas, y ya no pudiera golpear, sentía el dolor en donde RyuJin había golpeado, pero ajustó tanto el abrazo que ya no podía mover sus brazos.

RyuJin comenzó a gritar más fuerte, y JiSoo cerró sus ojos con fuerza, aguantando las lágrimas.

Gritaba como si la estuvieran rompiendo por dentro, gritos guturales y llenos de dolor y furia, y pensó que en cualquier momento se rompería la garganta de gritar.

—¡JiSoo! —JinYoung se abrió paso entre la gente que la miraba sin saber qué hacer—. ¡A su cuarto, ya!

JiSoo sólo la levantó unos centímetros, lo suficiente como para cargarla, la joven aún no dejaba de gritar y sus piernas se flexionaban y se estiraban, retorciéndose como si fuera de dolor, aunque era todo su dolor interno.

Con JinYoung dentro del cuarto de la menor, cerraron la puerta dejando a todos atrás, y aún abrazado a RyuJin, la dejó sobre la cama, haciendo presión sobre ella y sobre su cuerpo, aguantando los gritos contra su oído, y la lucha de la pequeña debajo de ella, JinYoung también se encargó de abrazarla y juntos lograron hacer tanto peso que RyuJin no pudo moverse y sólo gritar y llorar.

JinYoung vio a JiSoo llorar sobre el hombro de RyuJin, de pura impotencia, y dolor.

—Ya está, ya está pasando, ya se esta calmando, estará bien —murmuró, y sólo la vio llorar más—. JiSoo, está bien. RyuJin, está bien. Están bien, déjenlo salir, sólo déjenlo salir. —continuó, su voz era sumamente calmada y relajante, haciendo que pudiera llorar sin culpa.

Pasó un rato muy largo hasta que RyuJin se cansó, hasta que sus ojitos se medio cerraban y su voz se había agotado por completo, hasta que sus brazos dejaron de pelear y respiró agitada mientras sus lágrimas caían.

JiSoo continuaba llorando sobre el hombro de la menor, hasta que JinYoung la toco para que le diera atención a la pequeña, RyuJin la miraba dolida.

JiSoo entendió enseguida y alzó su vista hacia ella, sus ojos se encontraron y por más de las lágrimas y el dolor que ambas cargaban, en el fondo había un pequeño brillo de que todo estaría bien.

—Q-Que sepas que lo siento mucho RyuJin, muchísimo —murmuró JiSoo—. No creí que él iba a hacer eso... Fue de sorpresa, yo nunca besaría a alguien más, lo siento, soy muy tonta, no lo vi venir...

RyuJin negó y negó.

—¿Está bien? ¿Podrías perdonarme? Me crees...

RyuJin asintió, claro que sí lo sabía, ella misma lo había visto, ella sabía que su JiSoo no podría besar ni tener ojos para alguien más, era suya.

—RyuJin, te amo a ti y sólo a ti. —murmuró la mayor, con toda honestidad.

La menor abrió su boca para responder, pero por más que su cerebro pensara la respuesta no le respondía nada que pudiera decirlo, y volvió a soltar un sonido quejoso y de dolor, cargado de ansiedad por no poder replicar.

JinYoung se dio cuenta de inmediato y decidió ayudarla, antes de que comenzara otro ataque, tomando sus mejillas para que lo mirara.

—RyuJin, RyuJin, RyuJin, ya, ya, está bien, respira, mira, repite conmigo, ¿Si? Tú puedes. Yo te ayudaré, sé que puedes decirlo, está bien, no pasará nada... Tómate tu tiempo, JiSoo te esperará. Y ella también sabe que puedes, tú puedes...

La menor continuó llorando y el chico continuó hasta calmarlo lo necesario.

—Di, ‹‹JiSoo››, —murmuró con suavidad, comenzando con una palabra que RyuJin se sabía bien.

—Ji-Soo... —murmuró luego de varios segundos de balbuceos, su garganta dolía por gritar.

—‹‹Te››, así, como el té que tomas por la mañana, RyuJinnie, ‹‹te››.

—Te. —fue fácil porque era una palabra corta, y decirla a la primera la hizo sentir enormemente mejor.

—Amo, A-Mo.

—A... Mo. —murmuró con un último hilo de voz, esperando que fuera suficiente.

JiSoo sonrió ampliamente, con lágrimas cayendo por sus mejillas, RyuJin respiraba agitada y por romper en llanto de nuevo, le estaba costando mucho hablar y dudaba que lo hubiera hecho bien, nada parecía bien.

—JiSoo te amo —dijo la pelinegra por ella, y tomó las mejillas de la chica, JinYoung se apartó—. Dame un ‹‹be››, linda RyuJinnie.

Al verla sonreír RyuJin sonrió también, y JiSoo de acercó a sus labios para dejarle un tierno beso, más largo que los demás, con más contacto, que la menor recibió con gusto, y entrelazó sus manos con las de la mayor, sintiéndose mejor, sintiendo que por fin había dicho algo que pudiera compensar todo lo que sentía.

Sintió alivio, y en su mente se instaló un nuevo significado.

La calma estaba en los labios de JiSoo, y a partir de ese día, cada momento de ansiedad, de frustración, de inquietud, cada vez que ella no pudiera expresar lo que sentía por la mayor, buscaría en sus labios un ‹‹be›› como ese.

¡Gracias por leer!

🌷

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro