3.
Cuando JiSoo termino la escuela y tuvo qué decidir qué pasó seguir, no dudó en estudiar Terapia Ocupacional, para saber mejor como se trata a los que son como su linda RyuJin.
En el último tiempo, RyuJin había entrado en confianza con ella, respondía a sus llamados, la miraba a los ojos, la reconocía completamente y hasta había aprendido a decir su nombre.
JiSoo debía admitir que la primera vez que escuchó a RyuJin murmurar un muy bajo ‹‹Ji-Soo›› se había puesto a llorar, y YeJi se había burlado de ella y comenzado a reír de forma inevitable.
Le había contado a JinYoung, y el chico se había puesto genuinamente feliz por ello, que RyuJin reconociera a alguien por el nombre era muy especial, y significaba una gran importancia, enorme, que se supiera su nombre.
—Ha conectado contigo muy bien, JiSoo, en verdad te ha elegido.
JiSoo se sentía realmente especial para que eso ocurriera.
—RyuJin, ¿Por qué eres tan linda? —le preguntaba, y cada vez que lo hacía la menor sonreía y reía bajo.
La menor la miró a los ojos y tardó un momento en hablar.
—Princesa. —dijo.
—¿Princesa? —preguntó JiSoo, con gracia, y RyuJin no respondió con ningún gesto—. ¿Eres una princesa, RyuJin?
La menor negó automáticamente.
—JiSoo princesa. —dijo.
—¿Soy una princesa? —preguntó, y RyuJin hizo un sonido afirmativo.
De la nada, RyuJin se acercó a ella y le hizo señas para que acercara su rostro, JiSoo lo hizo sin pensar y fue después que se dio cuenta de lo que podía pasar.
Pero lejos, muy lejos de lo que cualquiera hubiera hecho, RyuJin presionó el puente de su nariz sobre la frente de JiSoo, sus ojitos brillaban con emoción y se apartó para reír y sonreír más que antes.
JiSoo no necesitó de mucho para entender que para RyuJin era un gesto tierno y de cariño, se preguntó si para ella sería algo más.
Luego de aquel día le había mandado un mensaje a JinYoung, preguntando al respecto.
—Oh, ni idea de qué será ese gesto, pero es muy lindo —dijo, con una risa y un tono cargado en ternura—. Y ella quiso decir que eras bonita, no que eras una princesa. Para RyuJin también eres ‹‹linda JiSoo››.
Estaba feliz de lo que había elegido y estaba feliz de conocer a RyuJin.
Con el estudio comenzó a pasar menos tiempo con RyuJin, y eso esperaba que afectara su relación, pero no fue así, RyuJin estaba cómoda pasando la cantidad de tiempo que sea con ella, sea todo el día o solo un rato.
Aunque para compensar, YeJi se había ido a otra ciudad a estudiar Ingeniería Ambiental, una carrera demasiado difícil para gusto de JiSoo.
Ahora con la ausencia de la mayor, iba a la casa sólo para estar con RyuJin.
En verdad JiSoo no se dió cuenta cuando dejó de ir a casa de su amiga para no estar con YeJi, sino para estar con RyuJin.
—Ya no me quieres, JiSoo, ya otra se ganó tu corazón. —le dijo YeJi un día.
—No es verdad.
—Si es, pasas mucho tiempo con RyuJin, le das atención a ella, vienes a casa para estar con ella, y hasta estás estudiando para estar con ella... Te gusta mucho.
JiSoo sonrió y negó.
—Ella es muy tierna... Y me parece muy interesante, su autismo, su forma de ser, esa manera tan especial y diferente que tiene de comprender el mundo... Y también el hecho de que me haya elegido, de que me haya aceptado, me hace sentir especial —sonreía como una tonta—. Y yo también la elijo a ella... Y me gusta.
—¿Te gusta RyuJin?
JiSoo solo se mantuvo en silencio, miró a YeJi y sólo sonrió, sin decir nada, se fue a ver a su linda RyuJin.
JiSoo en verdad no sabía que era de decirle apodos bonitos a la gente hasta que se dio cuenta como le hablaba a la menor.
Siempre era ‹‹linda RyuJin››, a veces era ‹‹amor›› y otras ‹‹bebé››, eran las tres que más usaba, y la pequeña estaba más que feliz de escucharla, y también de que le dieran atención, RyuJin amaba la atención.
—RyuJin, un ‹‹be››. —dijo RyuJin al verla, sus ojitos estaban felices y alegres.
JiSoo no tenía ni idea de lo que hablaba.
—¿Un ‹‹be››? ¿Qué es eso, bebé?
—Un ‹‹be››. —respondió RyuJin.
—A ver, ¿Qué es un be?
JiSoo se sorprendió cuando RyuJin se acercó a ella, colocó sus labios sobre su mejilla y dijo un ‹‹be›› mientras se separaba y volvía a mirarla con el mismo brillo en sus ojos.
—¿Un ‹‹be›› es un ‹‹beso››?
—Es un ‹‹be››.
JiSoo sonrió y rió con alegría, sus mejillas se pusieron muy rojas.
—Es un lindo ‹‹be››, linda RyuJin.
La menor sonrió y fue a tomar sus mejillas, viéndolas rojas y sintiendolas calientes, hizo lo que siempre hacía con ella misma, pero con JiSoo, golpeando sus mejillas, de inmediato la mayor tomó sus muñecas y respondió con un ‹‹no›› rotundo, puesto que RyuJin hacia caso solo a las reacciones extremas, muchas veces tenías que ser muy duro con ella para que reaccionara, a veces las demás personas la veían como muy mala o bruta con la pequeña, y como tenía autismo debía ser puro amor y besos.
La realidad no era así, al igual que todos, personas como RyuJin necesitaban disciplina y orden, y a veces necesitaban algún grito, o algo fuerte para detenerlos de hacer algo que era malo, que podía hacer mal, a ellos y a otros.
Eran difíciles de tratar, eran duros de tratar, no eran para cualquiera.
Tenía que ser alguien fuerte, tanto en cuerpo como en mente, alguien que pudiera soportar la idea de que un pequeño llorara y gritara por no poder comprender, que sufriera de una forma tan intensa y dolorosa una frustración, y quién pudiera detener sus golpes, sus lesiones y sus heridas, que eran sumamente normal en sus casos.
Por suerte, RyuJin no era de tener muchos eventos en los cuales se golpeara, debía estar muy alterada para llegar a ellos.
Con el paso del tiempo, RyuJin comenzó a acercarse más a ella, en un contacto más físico, en un principio se acercaba a casi un metro de ella, luego se fue acercando de a poco, y antes de que se diera cuenta, la tenía apoyado contra su pecho mientras veían una película del espacio.
En ese momento estaba con YeJi, y le hizo señas para que viera a la menor prácticamente recostado sobre ella.
JiSoo estaba emocionada que lloraba, y YeJi rió y rodó los ojos con cierto fastidio.
No sabía en qué momento su mejor amiga se había convertido en alguien tan especial para RyuJin.
Pero si estaba feliz con ella, estaba más que feliz por las dos, porque ambas se notaba felices la una con la otra, qué más podía pedir.
—RyuJin, ¿Te puedo dar un ‹‹be››? —preguntó JiSoo una noche, en la que habían salido a ver estrellas, que si miraba las estrellas RyuJin no se daba cuenta que estaba oscuro así que no tenía miedo, estaban ellas dos solas.
YeJi se había ido al baño y debía aprovechar.
RyuJin asintió.
—Quiero darte un ‹‹be›› un poco diferente a los que tú me das, RyuJinnie, ¿Prometes no asustarte?
RyuJin volvió a asentír.
—¿Vas a ser una nena valiente, amor? ¿Segura?
RyuJin volvió a asentír y la miró, estaba algo cansada de que JiSoo diera tantas vueltas.
—Bueno. —murmuró, y juntó valor en segundos, tomó su mejilla con una mano y acercó su rostro al de la menor, sus labios tocaron los carnosos y suaves de RyuJin, en una leve caricia, la menor intentó imitarla de la misma manera suave que estaba teniendo la mayor con ella, fue apenas de tres segundos y JiSoo se separó.
La miró a los ojos y no encontró reacción alguna, RyuJin no sabía qué significaba aquello, no sabía la carga emocional que tenía, no entraba en su lista de conocimiento, y por eso no puedo comprender ni sentir nada al respecto.
—Be.
Y sonrió, mostrando sus encías, perfecta y sólo para RyuJin, y era ese gesto que siempre lograba agitarla por dentro, en ese sentimiento tan abrumador y gigante que pareció ser más fuerte que nunca, como si aquel ‹‹be›› lo hubiera potenciado, RyuJin sintió que explotaría por dentro de tanta emoción.
Pero de nuevo, una vez más, por más de todo el tiempo que había pasado desde la primera vez que lo sintió, no sabía qué era.
Y más que nunca quería averiguarlo.
¡Gracias por leer!
—🌷
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