1.
El día en que JiSoo conoció a RyuJin, la menor no la había mirando, ni escuchado, ni siquiera un segundo, por más que la mayor la había saludado con suavidad, RyuJin no se encontraba conectada al mundo ese día.
—Oh, ella es mi hermana, la menor —había dicho YeJi, ella tenía otro hermano además de RyuJin, HyunJin, pero no se encontraba en la casa en ese momento—. Tiene autismo, no te va a hacer caso.
Ese día, JiSoo tenía dieciséis años, y RyuJin tenía catorce, su estado aún estaba en un autismo severo, estaba en su mundo la mayoría del tiempo, y la única persona que reconocía completamente era a su padre, y otras veces a YeJi y a HyunJin, aunque también los ignoraba de vez en cuando.
Algo que YeJi le explicó después, es que RyuJin era adoptada, tenía el apellido de otra familia y había sido abandonada una y otra vez, primero por sus padres biológicos, y después por sus otros hogares, nadie sabía cómo tratarla y RyuJin cada vez se había vuelto más cerrada en sí misma, cada vez confiaba menos en las personas y cada vez su autismo empeoraba un poco más.
Con el paso del tiempo, y con las visitas a la casa de su mejor amiga, JiSoo comenzó a observar a RyuJin con mayor y mayor curiosidad.
Debía de admitir que la menor era muy linda.
Tenía el cabello castaño oscuro, y lo llevaba bastante largo, casi llegándole a la cintura, era difícil cortarlo porque no le gustaba, así que solo esperaban a que ella no lo aguantara y dijera que lo quería distinto.
Le gustaban las estrellas, tenía posters de constelaciones por todo su dormitorio, junto con libros de astronomía.
También le gustaban las cosas con brillos, porque para ella parecían estrellas también.
Su color favorito era el azul y solía coleccionar cosas de ese color, y su programa favorito era ‹‹el universo›› que pasaban en un canal de ciencias, también le gustaban algunas películas de ciencia ficción, pero que no tuvieran mucha violencia, RyuJin odiaba la violencia.
Casi nunca hablaba, incluso cuando parecía hablar sola, no hacía ni un ruido, era prácticamente muda.
JiSoo había conocido a RyuJin en muchos aspectos, sin que YeJi le dijera nada, y sin que RyuJin la hubiera notado a su lado siquiera una vez.
YeJi no era de pasar mucho tiempo con RyuJin, no la odiaba, no le caía mal, no era mala con ella, es sólo que nunca había logrado conectar con la menor del todo, así que intentaba pasar poco tiempo, y enfocarse en otras cosas, solía evitarla también, principalmente en los momentos dónde sentía no tener paciencia para nadie, o cuando se molestaba.
Y fue un día donde YeJi estaba especialmente molesta, porque su celular nuevo había desaparecido, JiSoo estaba con ella y negaba haberlo escondido en forma de broma, en que RyuJin conoció a JiSoo finalmente.
Fue cerca de dos años después de que JiSoo conociera a RyuJin, la mayor tenía dieciocho y la menor dieciséis.
Mientras la rubia con mechones de colores buscaba por toda la casa con cara de que iba a matar a alguien, a JiSoo se le ocurrió la brillante respuesta a los diez minutos de empezar el drama por el celular perdido, y comenzó a buscar a la menor por toda la casa, hasta encontrarla, en su cuarto, con el celular de YeJi entre sus manitos.
Vió con una sonrisa como jugaba con la funda de esta, era de color azul claro, tenía agua y brillos flotando en esta, YeJi era una idiota si creía que RyuJin no se quedaría con la funda y el celular incluído.
Con algo de nervios, se agachó frente a ella, para hablarle por primera vez.
—RyuJin, eso no es tuyo —los deditos de la menor se detuvieron, supo que la había escuchado, estiró sus manos hacia él teléfono y lo tomó con suavidad, sin hacer fuerza, sólo apoyando sus dedos sobre este, no sabía cómo reaccionaria la pequeña al contacto físico—. ¿Me lo das? YeJi lo está buscando.
RyuJin comprendió y dejó que tomara el teléfono, pero después se dió cuenta que lo quería y que no podía dejarlo, se estaba entreteniendo demasiado, un sonido quejoso como un pequeño llanto escapó de ella al frustrarse, sin poder dejarlo, ni quedárselo.
—Muy bien, RyuJin, muy bien. —dijo la mayor, y con un leve tirón se llevó el móvil, una vez que ya no estuvo en sus manos, RyuJin se sintió mejor y en un reflejo alzó la vista hacia ella.
Por primera vez en su vida, JiSoo y RyuJin se miraron a los ojos, los ojitos de la menor eran marrón chocolate, los de la mayor eran negros.
JiSoo vio a RyuJin sonreír, sus ojitos se hicieron dos líneas y sus manos se agitaron de felicidad.
La mayor no pudo evitar sonreír con ella, totalmente encantada de esa primera vez que RyuJin conectaba con ella.
RyuJin sintió su rostro más caliente al verla hacer aquel gesto, no sabía por qué, era esa sonrisa con encías y esos ojitos que le provocaron emociones que le gustaron, llevó sus manos hacia sus mejillas con fuerza para apagar ese calor, al golpearse sintió dolor, pero estaba acostumbrada a regularse con eso, así que se sintió más aliviada, pero quién no entendió aquello fue JiSoo, que su sonrisa se borró.
—RyuJin, no te golpees así... —llevó sus manos a las de la menor, acariciándolas suavemente, los ojitos de RyuJin la volvieron a mirar pero se sintió extraña, como si la mirara con miedo, así que se separó de ella, llevándose el celular de su amiga, al voltear de nuevo hacia ella antes de salir del cuarto, RyuJin ya había vuelto a su mundo.
Fue hasta el cuarto de YeJi, donde ella seguía molesta y no le hablaba a nadie mientras miraba el suelo cruzada de brazos.
—Toma. —dijo JiSoo, extendiendo el celular hacia ella.
—Si lo tenías tú, idiota, te odio, ¿Todo el puto día-...
—Lo tenía RyuJin, no me jodas, ¿No se te ocurrió que tú funda le iba a gustar demasiado y se lo llevaría?
—¿Qué tiene mí funda? —YeJi la miró, viendo el líquido y los brillos algo desacomodado aún por el resiente toqueteo.
—Es azul, a RyuJin le gusta mucho el azul, tiene brillos y a ella le gustan las estrellas, y además se puede quedar horas jugando con el agua que tiene, estaba haciendo eso cuando lo encontré.
YeJi se quedó mirándola un momento, y se preguntó de dónde sabía tanto de su hermana, muchas veces RyuJin era un misterio para los demás, y no podrían comprenderla por más que intentaran, estaba algo sorprendida.
—Bueno, tienes razón —le dijo, finalmente, miró la carcasa y suspiró—. Toma —la quitó rápidamente—. Dásela a RyuJin.
—¿Yo?
—Sí, tú. —dijo YeJi, se ve que seguía estando enojada, JiSoo rodó los ojos con fastidio, tomó la funda y fue por segunda vez al cuarto de la menor.
RyuJin seguía allí, ordenando sus cositas de color azul en la estantería, tenía muchísimas cosas diferentes, le gustaban las cosas pequeñas porque podía juntar muchas, tenía desde tapas de botellas, dinosaurios de juguetes, accesorios como anillos y aros, útiles escolares y un par de flores azules también, pero solía tirarlas a la basura cuando se marchitaban y cambiaban a color marrón.
—RyuJin.
La menor no reaccionó a su voz, así que JiSoo se acercó a ella de todas formas, colocándose a un lado y mostrándole la funda de celular que tanto le había gustado, poniéndola a la altura de sus ojos, haciendo que RyuJin la viera enseguida.
La vio sonreír de nuevo y tomó la funda entre sus manos, y por un momento se quedó allí, esperando que la mirara, pero no lo hizo.
Sonrió con algo de pena, en verdad le encantaría conectar con ella, pero no era muy fácil.
—De nada, RyuJinnie. —dijo JiSoo, al retirarse.
—Gra-cias.
En verdad no esperaba que hubiera una contestación, y tuvo que detenerse un segundo para mirarla sin creer que había escuchado su voz después de tanto tiempo de sólo silencio.
Con una sonrisa, conforme, demasiado feliz por algo que no debía de ser para tanto, se fue a su casa sintiendo como si hubiera ganado un premio.
SARANG. jinlia ver
©ImRosesBf
夜ᅠ૮JinLia;
Shin RyuJin + Choi JiSoo.
夜ᅠ૮Short fic, romance, fluff, y puras cositas soft en general, autismo au.
夜ᅠ૮Extensión: 6 capítulos.
夜ᅠ૮Sin parejas secundarias.
Adaptación autorizada.
Obra original de © Junchi95
Todos los derechos reservados.
¡Gracias por leer!
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