Capítulo tres
Cuando Merlina terminó la escuela y tuvo que decidir qué paso seguir, no dudó en estudiar Terapia Ocupacional, para saber mejor que nunca como se trata a los que son como su linda Enid.
En el último tiempo, la pelicorto había entrado en confianza con ella, respondía a sus llamados, la miraba a los ojos, la reconocía completamente, y hasta había aprendido a decir su nombre.
Debía admitir que la primera vez que la escuchó murmurar un muy bajo "Merl-ina" se había puesto a llorar y Bianca se había burlado de ella, comenzando a reír de forma inevitable.
Le había contado a Valerie y la rubia se había puesto genuinamente feliz por ello, que Enid reconociera a alguien por el nombre era muy especial y significaba una gran importancia, enorme.
—Ha conectado contigo muy bien, Mer, en verdad te ha elegido.
Addams se sentía realmente especial para que eso ocurriera.
—Enid, ¿por qué eres tan linda? —le preguntaba, y cada vez que lo hacía ésta sonreía y reía bajo.
La chica la miró a los ojos y tardó un momento en hablar.
—Princesa.
—¿Princesa? —preguntó Merlina con gracia, y Endi no respondió con ningún gesto—. ¿Eres una princesa, Enid?
Negó automáticamente.
—Merlina princesa —dijo.
—¿Soy una princesa? —volvió a preguntar y Enid hizo un sonido afirmativo.
De la nada, se acercó a ella y le hizo señas para que acercara su rostro, la mayor lo hizo sin pensar y fue después que se dio cuenta de lo que podía pasar.
Pero lejos, muy lejos de lo que cualquiera hubiera hecho, Enid presionó el puente de su nariz sobre la frente de Merlina, sus ojitos brillaban con emoción y se apartó para reír y sonreír más que antes.
Merlina no necesitó de mucho para entender que era un gesto tierno y de cariño, se preguntó si para ella sería algo más.
Luego de aquel día le había mandado un mensaje a Valerie, preguntando al respecto.
—Oh, ni idea de qué será ese gesto pero es muy lindo —comentó, con una risa y un tono cargado en ternura—. Y ella quiso decir que eras bonita, no que eras una princesa. Para Enid también eres "Linda Merlina".
Estaba feliz de la que había elegido y estaba feliz de conocerla.
Con el estudio comenzó a pasar menos tiempo con la pequeña y eso suponía que afectaría su relación, pero no fue así, Enid estaba cómoda
pasando la cantidad de tiempo que sea con ella, sea todo el día o sólo un rato.
Aunque para compensar, Bianca se había ido a otra ciudad a estudiar Ingeniería Ambiental, una carrera demasiado difícil para su gusto.
Ahora con la ausencia de la rapada, iba a esa casa sólo para estar con la menor.
En verdad Merlina no se dio cuenta cuándo dejó de ir a casa de su amiga para no estar con Bianca, sino con Enid.
—Ya no me quieres, Merlina, ya otra se ganó tu corazón —le dijo Bianca un día.
—No es verdad.
—Sí es, pasas mucho tiempo con Enid, le das atención a ella, vienes a casa para estar con ella, y hasta estás estudiando para estar con ella... Te gusta mucho.
Merlina sonrió y negó.
—Ella es muy tierna... Me parece muy interesante, su autismo, su forma de ser, esa manera tan especial y diferente que tiene de comprender el mundo... También el hecho de que me haya elegido, de que me haya aceptado, me hace sentir especial —sonreía como una tonta—. Y yo también la elijo a ella... Y me gusta.
—¿Te gusta Enid?
La pelinegra se mantuvo en silencio, miró a Bianca y sólo sonrió, sin decir nada, se fue a ver a su linda Enid.
Merlina en verdad no sabía que era de decirle apodos bonitos a la gente, hasta que se dio cuenta como le hablaba a la de ojos azulados y brillantes.
Siempre era "Linda Enid" a veces era "Amor" y otras "Bebé", eran las tres que más usaba, y la pequeña estaba más que feliz de escucharlas, también de que le dieran atención, Enid amaba la atención.
—Merlina, un "Be" —susurró al verla, sus ojitos estaban felices y alegres.
Merlina no tenía ni idea de lo que hablaba.
—¿Un "Be"? ¿Qué es eso, bebé?
—Un "Be" —respondió.
—A ver, ¿qué es un Be?
Se sorprendió cuando Enid se acercó a ella, colocó sus labios sobre su mejilla y dijo "Be" mientras se separaba y volvía a mirarla con el mismo brillo en sus ojos.
—¿Un "Be" es un "Beso"?
—Es un "Be".
Ella sonrió y rió con alegría, sus mejillas se pusieron muy rojas.
—Es un lindo "Be", linda Enid.
La rubia sonrió y fue a tomar sus mejillas, viéndolas rojas y sintiéndolas calientes, hizo lo que siempre hacía con ella misma, pero con Merlina, golpeando sus mejillas, de inmediato la mayor tomó sus muñecas y respondió con un "No" rotundo, puesto que Enid hacia caso sólo a las reacciones extremas, muchas veces tenías que ser muy dura para que reaccionara, a veces las demás personas la veían como muy mala o bruta, y como tenía autismo debía ser puro amor y besos.
La realidad no era así, al igual que todos, personas como Enid necesitaban disciplina y orden, y a veces necesitaban algún grito, algo fuerte para detenerlos de hacer algo que era malo, que podía hacer mal, a ellos y a otros.
Eran difíciles de tratar, eran duros de tratar, no eran para cualquiera.
Tenía que ser alguien fuerte, tanto en cuerpo como en mente, alguien que pudiera soportar la idea de que una pequeña llorara y gritara por no poder comprender, que sufriera de una forma tan intensa y dolorosa una frustración, y quien pudiera detener sus golpes, sus lesiones y sus heridas, que eran sumamente normal en sus casos.
Por suerte, Enid no era de tener muchos eventos en los cuales se golpeara, debía estar muy alterada para llegar a ellos.
Con el paso del tiempo, Sinclair comenzó a acercarse más, en un contacto más físico, en un principio se acercaba a casi un metro de ella, luego se fue acercando de a poco, y antes de que se diera cuenta, la tenía apoyada contra su pecho mientras veían una película del espacio.
En ese momento estaba con Bianca, y le hizo señas para que viera a la chica prácticamente recostada sobre si.
Merlina estaba tan emocionada, que lloraba, y Bianca rió y rodó los ojos con cierto fastidio.
No sabía en qué momento su mejor amiga se había convertido en alguien tan especial para Enid.
Pero estaba feliz con eso, estaba más que feliz por las dos, porque ambas se notaba felices la una con la otra, qué más podía pedir.
—Enid, ¿te puedo dar un "Be"? —preguntó una noche, en la que habían salido a ver estrellas, que si miraba las estrellas Enid no se daba cuenta que estaba oscuro así que no tenía miedo, estaban ellas dos solas.
Bianca se había ido al baño y debía aprovechar.
Enid asintió.
—Quiero darte un "Be" un poco diferente a los que tú me das, Niddie. ¿Prometes no asustarte?
Enid volvió a asentír.
—¿Vas a ser una chica valiente, amor? ¿Segura?
Volvió a asentír y la miró, estaba algo cansada de que Merlina diera tantas vueltas.
—Bueno —murmuró, y juntó valor en segundos, tomó su mejilla con una mano y acercó su rostro al de la menor, sus labios tocaron los rosados y suaves de Enid en una leve caricia, la chica intentó imitarla de la misma manera suave que estaba teniendo la otra, fue apenas de tres segundos y Addams se separó.
La miró a los ojos y no encontró reacción alguna, Enid no sabía qué significaba aquello, no sabía la carga emocional que tenía, no entraba en su lista de conocimiento, y por eso no puedo comprender ni sentir nada al respecto.
—Be.
Y Merlina sonrió, mostrando sus blancos dientes, perfecto, sólo para Enid, y era ese gesto que siempre lograba agitarla por dentro, en ese sentimiento tan abrumador y gigante que pareció ser más fuerte que nunca, como si aquel "Be" la hubiera potenciado, Enid sintió que explotaría por dentro de tanta emoción.
Pero de nuevo, una vez más, por más de todo el tiempo que había pasado desde la primera vez que lo sintió, no sabía qué era.
Y más que nunca quería averiguarlo.
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