Cuando Jennie terminó la escuela y tuvo qué decidir qué pasó seguir, no dudó en estudiar Terapia Ocupacional, para saber mejor que nunca como se trata a los que son como su linda Lisa.

En el último tiempo, la tailandesa había entrado en confianza con ella, respondía a sus llamados, la miraba a los ojos, la reconocía completamente y hasta había aprendido a decir su nombre.

Debía admitir que la primera vez que la escuchó murmurar un muy bajo "Jenn-ie" se había puesto a llorar y Jisoo se había burlado de ella, comenzando a reír de forma inevitable.

Le había contado a Moonbyul y la pelimorada se había puesto genuinamente feliz por ello, que Lisa reconociera a alguien por el nombre era muy especial, y significaba una gran importancia, enorme, que se supiera su nombre.

—Ha conectado contigo muy bien, Jen, en verdad te ha elegido.

Kim se sentía realmente especial para que eso ocurriera.

—Lisa, ¿por qué eres tan linda? —le preguntaba, y cada vez que lo hacía esta sonreía y reía bajo.

La rubia la miró a los ojos y tardó un momento en hablar.

—Princesa —dijo.

—¿Princesa? —preguntó Jennie, con gracia, y Lisa no respondió con ningún gesto—. ¿Eres una princesa, Lisa?

Negó automáticamente.

—Jennie princesa —dijo.

—¿Soy una princesa? —preguntó, y Lisa hizo un sonido afirmativo.

De la nada, se acercó a ella y le hizo señas para que acercara su rostro, Kim lo hizo sin pensar y fue después que se dio cuenta de lo que podía pasar.

Pero lejos, muy lejos de lo que cualquiera hubiera hecho, Lisa presionó el puente de su nariz sobre la frente de Jennie, sus ojitos brillaban con emoción y se apartó para reír y sonreír más que antes.

Jennie no necesitó de mucho para entender que para Lisa era un gesto tierno y de cariño, se preguntó si para ella sería algo más.

Luego de aquel día le había mandado un mensaje a Moonbyul, preguntando al respecto.

—Oh, ni idea de qué será ese gesto pero es muy lindo —dijo, con una risa y un tono cargado en ternura—. Y ella quiso decir que eras bonita, no que eras una princesa. Para Lisa también eres "Linda Jennie".

Estaba feliz de la que había elegido y estaba feliz de conocerla.

Con el estudio comenzó a pasar menos tiempo con la rubia y eso esperaba que afectara su relación pero no fue así, Lisa estaba cómoda
pasando la cantidad de tiempo que sea con ella, sea todo el día o solo un rato.

Aunque para compensar, Jisoo se había ido a otra ciudad a estudiar Ingeniería Ambiental, una carrera demasiado difícil para gusto de Jennie.

Ahora con la ausencia de la mayor, iba a la casa sólo para estar con la tailandesa.

En verdad Jennie no se dió cuenta cuando dejó de ir a casa de su amiga para no estar con Jisoo sino para estar con Lisa.

—Ya no me quieres, Jennie, ya otra se ganó tu corazón —le dijo Jisoo un día.

—No es verdad.

—Sí es, pasas mucho tiempo con Lisa, le das atención a ella, vienes a casa para estar con ella, y hasta estás estudiando para estar con ella... Te gusta mucho.

Jennie sonrió y negó.

—Ella es muy tierna... Me parece muy interesante, su autismo, su forma de ser, esa manera tan especial y diferente que tiene de comprender el mundo... También el hecho de que me haya elegido, de que me haya aceptado, me hace sentir especial —sonreía como una tonta—. Y yo también la elijo a ella... Y me gusta.

—¿Te gusta Lisa?

La castaña solo se mantuvo en silencio, miró a Jisoo y sólo sonrió, sin decir nada, se fue a ver a su linda Lisa.

Jennie en verdad no sabía que era de decirle apodos bonitos a la gente hasta que se dio cuenta como le hablaba a la menor.

Siempre era "Linda Lisa" a veces era "Amor" y otras "Bebé", eran las tres que más usaba, y la pequeña estaba más que feliz de escucharla, también de que le dieran atención, Lisa amaba la atención.

—Jennie, un "Be" —dijo al verla, sus ojitos estaban felices y alegres.

Jennie no tenía ni idea de lo que hablaba.

—¿Un "Be"? ¿Qué es eso, bebé?

—Un "Be" —respondió.

—A ver, ¿Qué es un Be?

Se sorprendió cuando Lisa se acercó a ella, colocó sus labios sobre su mejilla y dijo un "Be" mientras se separaba y volvía a mirarla con el mismo brillo en sus ojos.

—¿Un "Be" es un "Beso"?

—Es un "Be".

Jennie sonrió y rió con alegría, sus mejillas se pusieron muy rojas.

—Es un lindo "Be", linda Lisa.

La menor sonrió y fue a tomar sus mejillas, viéndolas rojas y sintiéndolas calientes, hizo lo que siempre hacía con ella misma, pero con Jennie, golpeando sus mejillas, de inmediato la mayor tomó sus muñecas y respondió con un "No" rotundo, puesto que Lisa hacia caso solo a las reacciones extremas, muchas veces tenías que ser muy dura con ella para que reaccionara, a veces las demás personas la veían como muy mala o bruta con la pequeña, y como tenía autismo debía ser puro amor y besos.

La realidad no era así, al igual que todos, personas como Lisa necesitaban disciplina y orden, y a veces necesitaban algún grito algo fuerte para detenerlos de hacer algo que era malo, que podía hacer mal, a ellos y a otros.

Eran difíciles de tratar, eran duros de tratar, no eran para cualquiera.

Tenía que ser alguien fuerte, tanto en cuerpo como en mente, alguien que pudiera soportar la idea de que una pequeña llorara y gritara por no poder comprender, que sufriera de una forma tan intensa y dolorosa una frustración, y quién pudiera detener sus golpes, sus lesiones y sus heridas, que eran sumamente normal en sus casos.

Por suerte, Lisa no era de tener muchos eventos en los cuales se golpeara, debía estar muy alterada para llegar a ellos.

Con el paso del tiempo, la tailandesa comenzó a acercarse más a ella, en un contacto más físico, en un principio se acercaba a casi un metro de ella, luego se fue acercando de a poco, y antes de que se diera cuenta, la tenía apoyada contra su pecho mientras veían una película del espacio.

En ese momento estaba con Jisoo, y le hizo señas para que viera a la chica prácticamente recostada sobre si.

Jennie estaba tan emocionada, que lloraba, y Jisoo rió y rodó los ojos con cierto fastidio.

No sabía en qué momento su mejor amiga de había convertido en alguien tan especial para Lisa.

Pero si estaba feliz con eso, estaba más que feliz por las dos, porque ambas se notaba felices la una con la otra, qué más podía pedir.

—Lisa, ¿te puedo dar un "Be"? —preguntó una noche, en la que habían salido a ver estrellas, que si miraba las estrellas Lisa no se daba cuenta que estaba oscuro así que no tenía miedo, estaban ellas dos solas.

Jisoo se había ido al baño y debía aprovechar.

Lisa asintió.

—Quiero darte un "Be" un poco diferente a los que tú me das, Lili, ¿prometes no asustarte?

Lisa volvió a asentír.

—¿Vas a ser una chica valiente, amor? ¿Segura?

Lisa volvió a asentír y la miró, estaba algo cansada de que Jennie diera tantas vueltas.

—Bueno —murmuró, y juntó valor en segundos, tomó su mejilla con una mano y acercó su rostro al de la menor, sus labios tocaron los carnosos y suaves de Lisa, en una leve caricia, la menor intentó imitarla de la misma manera suave que estaba teniendo la chica con ella, fue apenas de tres segundos y la castaña se separó.

La miró a los ojos y no encontró reacción alguna, Lisa no sabía qué significaba aquello, no sabía la carga emocional que tenía, no entraba en su lista de conocimiento, y por eso no puedo comprender ni sentir nada al respecto.

—Be.

Y sonrió, mostrando sus encías, perfecto, sólo para Lisa, y era ese gesto que siempre lograba agitarla por dentro, en ese sentimiento tan abrumador y gigante que pareció ser más fuerte que nunca, como si aquel "Be" la hubiera potenciado, Lisa sintió que explotaría por dentro de tanta emoción.

Pero de nuevo, una vez más, por más de todo el tiempo que había pasado desde la primera vez que lo sintió, no sabía qué era.

Y más que nunca quería averiguarlo.