17
No fue tan fácil darse cuenta de sus sentimientos hacia Sarang. Realmente no lo fue, Jeong Jaehyun no se enamora fácilmente y ya lo podemos ver por lo mucho que tardó en asimilar lo que en verdad sentía por ella.
Estaban a seis meses de terminar el primer contrato y recién ahora, cuando comprendía que Sarang tal vez buscaría otro trabajo o volvería con su madre, era que por fin pudo confirmar el enamoramiento por ella.
¿Enamorado..? Enamorado era una palabra muy impactante e importante. Casi como "amor". De esas palabras que dan miedo nombrar o decirlas a la ligera y es justo como se sentía con toda la situación.
Sarang, siendo una persona tan sensible y bastante dañada, tal vez no estaba interesada en tener una relación. Y eso implicaría que Jaehyun se sintiera mal y quiera mandar todo a la basura con tal de no incomodarle.
También pensó en la presión social que tendrían. Él no era un empresario común, era bastante reconocido y tenía su carrera como modelo en ciertas ocasiones, así que tenía su propio espacio dentro de la farándula.
¿Y si Sarang no podía con eso? Eso justamente le preocupaba.
Y por esa razón, la invitó a Italia. Si bien era su trabajo, también quería saber que opinaba con respecto a estar algo en el centro de atención.
Por ahora, pasando el segundo día en Italia y saliendo por diferentes lugares que eran hermosos, no tuvieron problemas.
La cosa empezaría mañana, cuando las reuniones dieran comienzo y algunos fotógrafos supiesen de la presencia del joven Jeong en tierras europeas.
Pero mientras eso llegaba, seguiría escuchando a Sarang hablar por horas. Debía aprovechar que ahora quería hablar y podría preguntarle para saber más de ella.
Porque.. sí, le gusta Sarang, pero le gusta la Sarang que ella le permitió conocer y nunca terminas de conocer a una persona.
Le gusta la muchacha que es profesional en su trabajo y siempre es puntual, la que prefiere comer en su escritorio mirando videos de graciosos que almorzar en el buffet, la Sarang que a veces habla sola en los pasillos recitando la agenda del día y espera a Jaehyun ya con el desayuno a acomodado en su escritorio. Cayó y cae por la chica que iba teniendo sus progresos desde su valentía por ir a terapia y ahora podía interactuar sin tanto temor.
Pero también cayó por la joven que se mostró lastimada en esas pocas ocasiones y que necesita a alguien que le ayude a levantarse, que le enseñe cuánto vale y festeje sus triunfos con ella.
Y a Jaehyun le gustaría ser ese alguien.
🍰
Estaban tomando un poco de té en una pintoresca cafetería. Jaehyun encargo un trozo de tarta de frutilla para Sarang.
Ella se veía feliz comiendo cosas que tuviesen aquella dulce fruta y daría todo por mantener esa minúscula sonrisa en ella.
---- ¿Hay otra fruta que te guste?
Sarang alzó la mirada, sacando con cuidado el tenedor ya vacío de su boca.
---- las manzanas.
---- ¿Te gusta la tarta de manzana?
Su ceño fruncido ya le daba una respuesta. Una pequeña risa nasal se escapó, pues se veía tierna con los costados de sus rosados labios manchados de crema.
Solo faltaban unas orejitas para ser un gato gruñón.
---- no, solo en trozos o gajos. - llevó su taza a los labios para darle un pequeño sorbo -y en gelatina de cereza.
---- uhm..- asintió, sonriendo levemente - yo prefiero el mango.
Ella volvió a comer de su porción, aún escuchando lo que decía su jefe.
---- es dulce.
---- lo es..- mezclo su taza, el café y la espuma - pero solo lo como en verano.
---- ah..
Volvió aquel silencio, no era incómodo..solo un silencio que les daba tiempo a pensar en otra cosa.
---- mañana..- habló con voz suave - ¿Quieres acompañarme a la reunión?
---- ¿No es ese mi trabajo..? - contestó en un susurro -
---- a-ah..- una torpe sonrisa se dibujó en sus labios - ¿S-Si..? Pero normalmente no necesito ayuda cuando ya es la reunión, solo vienes para organizar previamente. Luego puedes hacer lo que se te plazca, mientras hayas terminado con tus tareas.
---- entiendo..
---- pero como no quieres salir..- llevo a su boca el último poco de crema - podrías ir conmigo y luego vamos a algún lugar, dónde puedas sacar fotos.
Siempre lo hacía en secreto, tratando de no llamar mucho la atención. Pero Jaehyun llegó a verla en la mañana, sacando una fotografía desde el ventanal y mostrando el comienzo de un día de invierno en Italia.
Aguantó sonreír cuando las mejillas de ella se sonrojaron un poco, pues entendió que ya la había visto enfocar correctamente la cámara y capturar el momento.
---- ¿Sabes? Mi primer sueldo lo gaste en una cámara. - intento seguir con el tema - actualmente tengo varias y siempre traigo una. Nunca vuelves a ver un día de la misma forma, así que mejor guardalo, ¿No crees?
Sarang asintió, terminando con tu té y dejando todo acomodado en la mesa.
---- puedo prestartela si quieres...
---- ¡No! - cubrió sus boca cuando notó su tono de voz - gracias, pero no.
¿Qué haría con una cámara tan cara entre manos? Probablemente se le caería y sería un problema gigante.
---- ¿Por qué no? Puedes mandarle las fotos a Minseok..van a verse más bonitas.
---- porque ya le mando por mi celular, no hacen falta más.
---- bien..- decidió dejarlo allí - ¿Vamos?
Pedirán un taxi, pues estaban algo lejos y el sol ya no estaba para alumbrar.
🍰
No sabe muy bien si por los dulces que comió hoy o por qué, pero Sarang no podía dormir.
Eran las tres, casi cuatro de la mañana, y el sueño no aparecía.
Prendió la luz del velador y salió del cuarto, caminando cuidadosamente hasta la cocina. Se prepararía una taza de té, de seguro le ayudará.
---- ¿Te desperté?
Saltó de la sorpresa, no había notado a su jefe en el sofá. Tenía la computadora en su regazo y los lentes algo descolocados mientras el pijama apenas se veia por la poca luz. Y ni hablar de lo profunda que había soñado su voz, casi no lo reconoce.
---- n-no..- puso a calentar agua - no puedo dormir..
---- uhmm..- los vidrios de sus lentes reflejaban algunas letras. De seguro se estaba fijando en lao contratos que redactó más temprano - ¿Quieres acompañarme? Tal vez te da sueño.
El agua casi hirvió y rápidamente se sirvió una taza de té de tilo. El aroma hizo sonreír a Jaehyun, era uno de los pocos tés que le gustan.
Sarang fue hasta el mismo sillón, ya que estaba cercano a una mesa y podría apoyar allí la taza.
Pasados unos minutos, dónde se habia acomodado a un lado de su jefe y mirando las pocas luces por la ventana, terminó con su té y lo dejó en la mesa. Aún no tenía sueño y el ambiente era lo suficientemente acogedor como para darle bastante sueño.
Solo era cuestión de tiempo y relajación..
Relajación que llegó cuando prestó atención al suave tipeo de Jaehyun, sus susurros leyendo las diferentes oraciones y corrección de su pronunciacion en italiano.
Sus ojos comenzaron a cerrarse, cabeceando unos segundos hasta caer dormida en la esquina del sofá.
---- se sei d'accordo, puoi firmare qui so..
Dejó de hablar al sentir un peso en su hombro. Volteó con cuidado y vió la cabeza de Sarang descansar sobre él.
Aunque intentó no reaccionar como un estudiante de secundaria, no pudo evitar sentir un suave revoloteo en su estómago.
Podría comprar a Sarang con un gatito callejero. De esos temerosos que te gruñen sin piedad y están dispuestos a atacar aunque le das comida, pero luego te esperan y reciben cuando ya hay confianza.
Miró la hora en la pantalla. Eran casi las cinco y la reunión sería a las diez y media, podría dormir unas cuantas horas y seguir más tarde.
Cerró la computadora, dejándola a un lado y buscando a tientas una manta que tenía lugar en el sofá. La abrió y le cubrió, logrando oír un pequeño suspiro cuando por fin decidió apoyarse en el respaldo del mueble.
Sus ojos estaban ya cerrados, dispuesto a quedarse en aquella posición de ser necesario con tal de no despertarle, cuando le sintió acurrucarse más cerca a su cuello y hombro.
Con la calidez que ambos se brindaban, Jaehyun fue vencido por el sueño y finalmente se durmió.
Y fue cuestión de minutos para que suavemente, una de las piernas de Sarang se había subido a la cadera de Jeong y su brazo se aferró al contrario, de aquella manera en la que caminaron por las calles de aquel barrio más temprano.
Pero Jaehyun estaba profundamente dormido cuando eso ocurrió.
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