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09

---- Sarang-Ssi..- saludó Jaehyun con una suave sonrisa en sus labios - buenos días.

La castaña estaba acomodando las cortinas de la oficina, dejándolas sujetas en las esquinas y permitiendo que el sol entrara.

Volteó rápidamente, casi tropezando con sus propios pies y recuperándose al afirmarse en la ventana.

Ventana que por cierto le daba un pánico inmenso. Pensaba que podía caerse, y obviamente no quería eso.

Era de un vidrio especial, pero Sarang odiaba las alturas, aunque tuvo que vencer un poco su miedo cuando se enteró de que Jaehyun prefería la luz natural en su oficina.

Llevaba ya dos semanas trabajando para Jaehyun, poco a poco podía vencer su miedo.

Era su trabajo y debía hacerlo.

Esas dos semanas fueron el tiempo suficiente para que Minseok y Byul se acomodaran en el departamento, fue asombroso. El niño corría de allí para aqui, emocionado por el gran espacio.

Aunque aún no comenzaban las semanas repletas de citas, viajes, acuerdos o reuniones, Sarang dudaba que el señor Jung fuese alguien de mal carácter. Así que no se arrepentía de tomar el puesto, era aún gran alivio saber que podria pagar el departamento.

Se paró correctamente, con sus manos a los lados de su cadera e hizo una pequeña reverencia.

Su cabello estaba hecho un desastre, sabía que aquel moño no mantendría muy acomodado su cabellera, pero quiso intentar lucir algo diferente hoy.

---- bu-buenos días..- carraspeó, quitando los nervios - ¿Quiere que le lea su agenda?

A Jeong le parecía tierno.

---- hm...- dejó el bolso acomodado en la silla giratoria, frunciendo un poquito su nariz - quiero desayunar.

---- ya mismo pido algo.

Con rapidez sacó su celular, buscando la app para poder pedir en la cafeteria cercana.

---- contigo.

El teléfono casi se le cae de las manos, estabas sujetaron mal debido a la sorpresa.

---- ¿Có-Cómo..?

---- he notado, y disculpa mi atrevimiento, que no desayunas y almuerzas como corresponde. - acomodó los lentes sobre el puente de su nariz, sacando una agenda de color gris - así que me tomé el atrevimiento de pedir algo para desayunar, y eso te incluye.

Sarang fue a su lugar, algo nerviosa por todo eso.

---- pero ya desayuné.

Jaehyun alzó la mirada, viéndose jodidamente bien desde ese ángulo.

¿Sarang? No, Sarang no pensaba eso. Yo pienso eso, y sé que ustedes también.

---- no voy a fingir que no ví como te mareaste los últimos tres días. - suspiró - solo quiero que mi secretaria esté bien, ¿Eso está mal?

---- no, no...- rápidamente contestó - pero estoy bien, no es necesario.

---- estás más delgada de cuando comenzaste. - ahora sí, le miró con su mentón afirmado en su mano, abultando un poco sus labios - y sí, soy observador. Me di cuenta que ahora usas cinturones.

Sarang mordió el interior de su mejilla, sintiéndose algo mal.

Escuchó a algunas chicas hablar sobre "estar en forma" para ser secretaria de Jeong Jaehyun. Ya que él era un hombre atractivo, correspondía que sus trabajadoras también fuesen lindas.

Muchas comentaban que SooJin merecía el puesto, porque ella sí era linda y entraba en el estándar.

Sarang inconscientemente comenzó a saltearse comidas y bajar las cantidades de estas. Sí, dieron frutos, pero ahora su jefe lo había notado.

---- ¿Café, té, leche? No sé, dime qué quieres. - desbloqueó su teléfono, abriendo la app -

---- no es necesario..

---- si me niegas el desayuno, no permitiré que me niegues el almuerzo.

La mirada de Jeong es intimidante. Sarang finalmente decidió:

---- un té rojo, por favor.

---- té rojo a la orden.

🍰

No era tan incómodo como llegó a pensar, pues Jaehyun desayunaba en su escritorio mientras leía alguna mails en la computadora.

Sarang bebía su té dulce en el lugar correspondiente, acomodando todo para que no haya accidentes.

---- Sarang-Ssi.

---- sí.

Al alzar la mirada, encontró los ojos chocolate de Jaehyun en su dirección. Mantenía una sonrisa suave en sus labios rosados y de seguro alguna idea rondando en su cabeza.

---- ¿Está rico tu té?

---- a-ah..- vió el vaso a medio camino - pues, sí. Está perfecto.

---- Uhm..- asintió - ¿Que trajiste de almuerzo?

Mierda.

Lo olvidó.

---- compraré algo más tarde. - comentó rápidamente, deseando que no escuchara, pero obviamente no sería así -

---- ¿No comes aquí en el buffet? De seguro tienes el carnet, deberías aprovecharlo.

---- prefiero la comida de afuera.

Mejor dicho: prefiere comer afuera.

---- ¿No te gusta la comida? - parecía realmente preocupado o interesado en en tema - mi madre se encargó de contratar un servicio excelente...

---- n-no..- ya había metido la pata - no es eso...

---- hmm...- abultó un poquito sus labios - ¿Eres vegana? Le dije a mi madre que debía poner una opción vegana, hay muchas personas que no consumen derivados o carne, pero..

---- no me gusta comer con gente.

«Con gente mirándome raro.» eso quiso decir.

---- ah..- asintió, volviendo a sonreír - entiendo..me pasaba, con el tiempo me acostumbré. Mis padres no me dejaban comer en mi habitación y bueno, aprendí a comer rodeado de gente.

---- Uhm..- le dió un sorbo a su vaso térmico - comprendo.

---- ¿No quieres almorzar juntos hoy? - propuso con una sonrisa encantadora - podríamos pedir algo en el restaurante de aquí cerca..

Sarang casi escupe el té. Los nervios ya estaban con ella desde el momento cero y subieron cuando su jefe propuso eso.

---- no creo que esté bien..

---- ¿Por qué no? Eres mi secretaria, nadie tiene que meterse.

«nadie tiene que meterse» ojalá fuese así.

---- porque no quiero arruinar su imagen.

Jeong fue borrando su sonrisa de a poco, aturdido por lo que acaba de oír.

---- ¿Perdona?

---- agradezco muchísimo la oportunidad que me dió, agradezco seguir en esta empresa pese a los despidos masivos cuando usted ingresó, pero..creo que usted no es consciente del daño de imagen que puedo causar. - susurró avergonzada - podría haber elegido a secretarias más hermosas, más lindas y atentas, tal vez no tan idiotas como yo..- sus ojitos estaban llenándose de lagrimas - pero prefirió darme el trabajo a mi. Y no sé si es por pena o porque en verdad vió potencial en mí persona...- carcajeó un poquito, despejando las lágrimas - porque creo que es más bien pena.

---- Sarang..

---- soy idiota pero..- suspiró - creo que no tanto. Puedo darme cuanta de cosas básicas, cómo la compasión y las burlas. Sé cuándo alguien me ve con pena o con molestia, aunque trato de evitar que mi cabeza se llene de los muchos comentarios que hicieron a lo largo de mi estadía en la empresa. - remojo sus labios, en signo de nerviosismo. Pues no sabía por qué decía todo esto - porque si me tengo que concentrar en eso, probablemente no dude en tirarme desde esa ventana. La vida ha sido suficientemente dura los últimos, por no decir todos, los años de vida. - limpió su nariz con una pequeña servilleta, causando más dolor en Jaehyun, quien no sabía realmente que decir para contenerla - Y que ahora mágicamente usted intente mejorar algo que realmente no tiene mejora, me resulta extraño. Porque aprendí a convivir con esos pinchazos en mi corazón cada que alguien critica como me veo, cómo intento interactuar con otros o cuestiona mi puesto en esta empresa.

Jaehyun estaba frente a su escritorio, acercándose poco a poco para poder dejarle saber que la escuchaba.

---- no me siento cómoda comiendo en el buffet porque siempre se dedicaron a hacerme de lado y...duele. - limpió con desesperación sus mejillas, queriendo detener las lágrimas que dejaban pequeños ríos - aunque digo que no, sí duele. Du-Duele que no te inviten a ningún lado, que te usen de sirvienta cuando ese n-no es tu trabajo, duele que finjan ser mis amigos para luego criticarme a mis espaldas. Duele co-como no te imaginas, tener que despertar día a día, viajar y fingir que todo está bien cuando no es así y nadie se da cuenta. Na-Nadie quiere a-ayudarte porque eres un maldito bicho raro que saluda a todos, que intenta tener un buen humor cuando se-se la pasa llorando y planeando cientos de formas para acabar con todo es-esto..

Jaehyun logró llegar a su lado, pasando con cuidado uno de sus brazos sobre los hombros de Sarang, quien estaba ya llorando libremente.

---- está bien..- acarició su espalda con suavidad, dejando pequeños masajes - déjalo salir, voy a estar aquí y no me apareces un bicho raro por nada de lo que dijiste. Yo también soy raro, todos somos raros. Aunque muchos no quieran admitirlo, cada quien tiene sus cosas y está bien, está bien ser diferente. - sus labios se juntaron en una línea, en aquella famosa sonrisa de pan -  Es difícil en una sociedad que quiere que todos sean iguales, pero..me tienes a mí, tambien formó parte de ese clan y..no tengo vergüenza de decirlo. Soy raro, ¿Y? A mis socios les importa cuanto dinero estoy dispuesto a invertir, no cómo organizo mi ropas por colores y mi obsesión con comer arvejas con mayonesa y en sandwich.

---- u-usted es el je-jefe..- balbuceó aún entre sollozos - es diferente. Na-Nadie se va a burlar.

---- aquí y ahora. - corrigió - sufrí bullying en la primaria y parte de secundaria.

---- ¿Po-Por qué? - alzó su mirada, sorprendiendose de la cercania - s-sí u-usted es lindo..

---- pues..en ese tiempo no lo era tanto, o por lo menos para los imbéciles de mis compañeros. - carcajeó - siempre fue un problema mi peso, y entonces se aprovecharon de eso. Y de que no hablaba mucho, prefería quedarme solo y evitar los problemas a toda costa. Hasta que en tercer año de secundaria, me harté y golpeé a uno de ellos. Les asustó tanto que me defendiera, que nunca más volvieron a molestarme. - recordó algo que le sacó una auténtica risa - ¿Sabes? Cuando bajé de peso y muchas chicas intentaban buscar algo, me quedé con la que era novia del chico ese. Sí, ella me coqueteaba aunque tenía novio y yo solo quería fastidiarlo. Sé que no está bien, pero en ese momento mi niño interior, ese que fue vulnerable muchos años, quería venganza.

Se asustó cuando sintió los dedos de Sarang rozar su cuello. Ella rápidamente bajó las manos e intentó alejarse.

Solo quería ver más de cerca la cadenita que colgaba desde su cuello. Parecía tener una pequeña perla decorando pero no llegaba a ver bien.

---- ¿Te gusta? - sacó completamente el accesorio - me lo regaló SooJin para mí cumpleaños el año anterior.

Sarang asintió, ahora sí limpiando su rostro y alejándose despacio. Jaehyun acomodó algunos mechones de su cabello, dejándolo detrás de la oreja.

---- ¿Te sientes mejor? - preguntó en voz baja - y no, no te ves horrible.

Ella sintió sus mejillas colorearse rápidamente con ese comentario. y corazón palpitó rápido y fuerte.

---- solo un poquito hinchada, pero no fea.

---- gracias..- susurró - por..escucharme, en verdad.

---- ¿Segura que no quieres comer algo?

Obviamente que preguntaría eso después de escuchar el gran rugido que salió de su estómago.

---- Muero de hambre. - rió - no como bien hace días..

---- Sarang..- ahora parecía regañarle - ¿Por qué..?

---- algunas chicas decían que..- una ola de escalofríos recorrió su cuerpo - que otra persona debía ocupar mi lugar, que yo no era muy atractiva y que tal vez bajando de peso podría solucionarlo.

---- esa no es la manera..

---- lo sé..

---- y tampoco me importa si eres o no delgada. - soltó una risa, estaba molesto - me interesa y me impresiona la facilidad que tienes para organizar mis citas y viajes, reuniones y horarios a respetar. Eso es lo que vale para mí.

Tras ponerse de pie, fue en búsqueda de su billetera.

---- vamos por un helado.

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