05
Sarang detuvo su respiración al escuchar eso.
¿SooJin le pedía ser su amiga? ¿A ella? ¿Acaso la había visto? Le daría vergüenza caminar al lado suyo...
---- ¿Que dices?
Tiró el papel al tacho de basura y suspiró, organizando sus pensamientos antes de hablar.
Sabía muy bien que si se apresuraba, volvería a trabarse y a pasar más vergüenza de lo que ya hace estando encerrada.
---- y-yo..- tragó saliva, intentando relajarse un poco - no creo que sea buena idea.
---- ¿Por qué no?
---- po-porque..no soy alguien bueno.
---- ¿Eh? - sonaba auténticamente confundida - ¿Acaso matas gatitos o pateas jubilados?
Sarang negó, golpeándose mentalmente por hacerlo. Ella no podría verla.
---- no. - respondió susurrando - pero..no soy divertida o algo así, lo siento.
---- no importa si no eres divertida, tal vez..eres buena cocinando. Yo no sé cocinar, podríamos ser una buena dupla.
---- además, todos aquí me odian. - admito con vergüenza, pena de si misma - no les caigo bien, no me toman en cuenta. SooJin, no creo que sea bueno ser amiga de un fantasma.
La pelinegra bajó del lavamanos, caminando hasta la puerta y tomando valor.
---- ¿Cuál es tu apellido?
---- ¿Eh.. Cho?
---- Cho Sarang, a partir de hoy somos amigas y no me importa si a los demás les caes mal o no te ven, me encantaría ser amiga de un fantasma como tú. - declaró con voz dura y rostro serio - ahora, vamos por un helado de oreo. Que los nervios me tenían mal y ahora quiero ahogar mis penas en dulces.
Una pequeña risa salió de los labios de Sarang, logrando que SooJin sonriera.
Ambas se detuvieron cuando la puerta del baño fue golpeada.
---- ¿Sarang?
SooJin fue a la puerta, sacando su cabeza con algo de curiosidad. Frunció un poco el ceño al encontrarse con Jaehyun afirmado en la pared.
---- ¿Hola..?
---- ¡SooJin! - soltó aliviado - ehm..¿Conoces a Sarang? La chica castañita, algo alta que llegó hace poco..
Una de sus finas cejas de elevó, mirando con algo de burla al chico frente suyo.
---- no lo sé..¿Para que quieres saberlo?
---- SooJin, no es una broma..- corrió el cabello de su frente - ella..ella no la pasa muy bien aquí y, la idea era mandar a la mierda a todos los tontitos que molestaban a los demás, pero Jaemin me dijo que no pudo llamarla par avisarle que hoy no tendría que venir al trabajo. - puso en contexto con rapidez, cosa que mareó a SooJin - la idea, en general, era que ella volviera al trabajo mañana, no hoy. Para poder mejorar su situación aquí, sabes cómo me pone esa porquería de molestar a los demás..
La pelinegra se afirmó mejor en la puerta, sonriendo levemente. Jaehyun apartó la mirada, dándose la vuelta un poco para que no viera su rostro.
---- ¿y la buscas porque..?
Rió al escucharlo bufar. Adoraba molestarlo.
---- porque no quería hacer lo que siempre hacen con ella. Era una fiesta y ella llegó como si nada, sin estar enterada y..no me imagino lo mal que debe estar..
Jeong se cruzó de brazos, mirando con fastidio a SooJin.
No mal piensen. Ellos son amigos, se conocieron en un campamento al cual sus padres los habían obligado a ir.
Lamentablemente, eran los únicos que se escondían en el bosque en vez de jugar con los otros, así que comenzaron a hablar y terminaron pasando el campamento entero juntos.
Con el tiempo, SooJin se volvió la única amiga de Yuno, y Yuno el único amigo de SooJin. Es así como terminaron la secundaria juntos y luego cada uno se fue por su camino, chateando muy de vez en cuando.
Pero cuando Jaehyun se enteró de que su amiga buscaba trabajo, rápidamente la contacto y contrató.
---- hmm..- pareció dudarlo un poco, pero después sonrió - tengo una idea. Prepárate psicológicamente.
¿Preparación psicológica? Oh, no. Eso no iba bien con él.
---- está aquí adentro, creo que somos amigas. - susurró para que no se escuchará dentro del baño - pero..bueno, trataré de salir con ella. Por mientras, tú vas a comprar un rico café y algunas donas o cosas dulces.
---- ¿Por qué..?
---- porque tengo hambre, busca algo de comer Yuno. - frunció el ceño y volvió a entrar - te mando mensaje.
Y para colmo, tenía que pagar él.
🍰
Finalmente y después de varios minutos, Sarang decidió salir del cubículo, sorprendiendo a SooJin. La pelinegra estaba arreglando su largo cabello en un moño, debido al calor.
---- Hola..- sus ojitos brillaron cuando Sarang utilizó el lavamanos a su lado - pensé que no saldrías..
---- es el horario de almuerzo. - respondió en voz baja, cerrando el agua luego de lavar sus manos - gracias por..quedarte.
---- no es nada. - guardó las cosas en su bolso, tomando el de Sarang antes de caminar a la salida - ¿vamos por algo fresco? Me derretiré en cualquier momento.
Aunque el camino fue silencioso, ella aceptó y terminaron dejando la empresa luego de despedirse del portero.
Le sorprendió que Jungwoo siguiese en su puesto, ya que SooJin le comentó el ingreso de números trabajadores y el despido de muchos otros.
---- estuve media hora haciendo fila, SooJin-ah.
Sarang detuvo sus pies, quedándose cerca de la puerta mientras que SooJin charlaba con él.
Resultaba que el chico que le ayudó días atras, era alguien lo suficientemente importante como aora recibir una fiesta de bienvenida.
En defensa de Sarang, esos días no habían sido los mejores, estaba bastante abrumada y solo quería volver a casa. Dormía e intentaba olvidar todo, esa era la rutina.
Probablemente por esa misma razón es que no supo quién era. Tenía la cabeza en cualquier lado, menos allí.
De seguro habían mandando un mail aclarando la situación, anunciando al llegada de alguien importante y no pudo leerlo.
¿Con que cara lo miraría? Podría ser el jefe de secretarios o jefe de algún departamento y en algún momento necesitar de su ayuda, pero Sarang no tenía ni idea de quién era.
---- que bien, demostrando que no es solo una cara bonita.
---- y encima lo pagué yo.
---- además de generoso, que encantador.
Pasando por un lado de ellos, Sarang fue rápidamente a la estación de autobuses, había sombra allí y pronto llegaría el suyo.
Pensó que tal vez notaría que ella ya no estaba, pero no fue así. Pasaron dos minutos para que SooJin buscara por todos lados dónde estaba.
---- oye..
Dió un pequeño salto en su lugar, volteando para encontrarse con Jaehyun.
---- no tengo mis lentes, pero puedo notar que tienes el pie lastimado aún. - bajó un poco su mirada, volviendo a levantarla oara no incomodar - lamento decirte que no es muy..disimulado.
---- no la asustes, grandulón. - recibió un golpe de Soojin en su hombro - Sarang, te perdí pero un momento. ¿Vamos a comer?
Los ojos marrones de la chica bailaron nerviosos entre los dos que la observaban por una respuesta.
---- yo tengo que trabajar hoy.
Okay, eso le dolió a Jaehyun.
---- iré a mi casa.
---- pero..- SooJin rezongó - vamos por comida, algo rápido, fresco y después te acompaño a tu casa.
Su cabello castaño tapó parte de su rostro al bajar este, rezando para que llegara el bus.
---- quisiera descansar, lo siento. - murmuró mientras acomoda su bolso rosado y sacaba su tarjeta para pagar el pasaje -
Jaehyun se quejó por lo bajo y Sarang levantó la mirada. Él estaba refregando sus cosquillas a la vez que miraba mal a SooJin, pero al notar que la castaña lo miraba, rápidamente dejó de hacerlo.
---- ¿Para donde vives? - consultó Jin - podríamos llevarte.
¿Podriamos?
---- a unos veinte minutos, no es muy lejos.
El autobus llegó a horarios frenando. Sarang hizo una reverencia y subió al móvil, pagando y escogiendo un asiento a lo último.
Ambos se quedaron en la parada. Jaehyun con el mismo sabor en la boca de la otra vez, mal y algo incómodo. Solo que está vez se sentía culpable.
---- la perdiste.
Yuno le miró confundido, la chica a su lado se afirmaba en uno de los postes mientras suspiraba.
---- ¿Eh?
---- que la perdiste Yuno. - golpeó su hombro suavemente - mañana será otro día, intenta ser más..dulce.
---- ¿Dulce? - corrió detrás de ella, quedando a su lado cuando la alcanzó. - ¿Cómo? ¿Por qué?
---- porque te gusta.
Ay, no.
---- ¿Te hizo mal el calor? - tocó su frente, haciendo una mueca de dolor - efectivamente, tienes un golpe de calor, te llevo a casa.
---- ¡Eso deberías hablarle dicho a ella! - frenó su caminata mientras pisoteaba el suelo - con razón no tienes novia.
---- ¡Hey!
🍰
Sarang llegó a su casa, dejando caer la cartera en el pequeño sofá y tirándose en la cama.
Kangkang llegó rápidamente, llorando oro subir también.
Reunió fuerzas y se sentó, tomando al perrito en brazos y dejándolo suavemente a su lado. Recibió algunos besos por parte de su compañero y luego lo vio recostarse, suspirando cansado.
Kangkang era un perrito ya adulto. Tenía sus buenos años, todos acompañando a Sarang.
---- ¿Quieres comer?
Comenzó a mover su colita, parándose emocionado y quedándose en el borde para bajar.
Cocino un poco de arroz con trozos de carne que tenía en la heladera. Sirvió un poco en el plato de su mascota y luego en el suyo.
Ella sobre su cama comiendo en silencio mientras Kangkang devoraba su platito de comida. Fue en búsqueda de agua fresca y volvió a la cama, dónde después de terminar, decidió darse una ducha.
Tomó una toalla y fue al baño. Algo pequeño pero funcional.
El agua salió fria, por suerte no tan fría como podría haber imaginado. Limpió su cuerpo y lavó su cabello, dejandolo secarse al aire durante toda la tarde.
Ahora sin celular, no tenía mucho que hacer. Su computadora de escritorio funcionaba algo lenta, así que solo revisó sus mails y encontró en la bandeja de "no deseados" aquel mensaje que le avisaba de no asistir al trabajo hoy.
Cerró todo y fue a acostarse, prefiriendo dormir solo con ropa interior. Su ventilador también se había roto y ni loca dormiría con las cortinas abiertas.
Aún reunía dinero para mudarse de aquí. Sus vecinos eran amables, siempre la ayudaban cada que podía, pero..quería tener un lugar más grande y cómodo, tal vez más cerca de su trabajo. Eso sería genial.
Es por eso que no dejaba su trabajo. Aguantaba lo que tenía que aguantar con tal de tener el dinero para pagar un departamento mejor.
Sus ojos finalmente se cerraron, dándole fin a un medio día asqueroso.
N/A: bueeeeno, relleno gente. Relleno.
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