03
La mañana transcurrió normal, solo tuvo que avisarle a Tiffany lo que se encontraba en su agenda para el día siguiente y finalmente pudo retirarse.
Guardó el regalo de su jefa en la caja y tomó su bolso, asegurándose de no olvidar nada.
Apagó su PC y guardo el teclado en su funda, a un lado el mouse y escondió la silla debajo del escritorio.
A pasos precavidos y algo distraída por la mariposa que volaba cerca de las rosas, se alejó de su puesto y llegó a la salida.
Notó a algunas oficinistas también acercarse, charlando entre ellas y riendo suavemente de algún chiste.
Sarang sonrió un poquito cuando una de ellas la vió. Sí la conocía, siempre se vestía muy bien y el perfume que usaba era muy rico. Además, su rostro se veía lindo cuando recogía su cabello, ojalá verse así de bien..
Pero su sonrisa desapareció de a poco cuando apartaron la mirada de mala manera y logró escuchar:
---- no puedo creer que nos regañaran por culpa de ella..
Sus ojos demostraban su sorpresa, no entendía realmente..
¿Por qué las regañarían por culpa de Sarang? Si ella no se quejó..
---- déjala, simplemente está celosa de no tener amigas.
Jungwoo les extendió la planilla para firmar su salida, Sarang iba a tomar la lapicera pero una de ellas se apresuró y la empujó, logrando que perdiera el equilibrio y sus cosas cayeran mientras su tobillo se doblaba.
---- ay, lo siento..
Sarang se apuró a tomar sus pertenencias en silencio y acariciar la zona adolorida, deseando que le dejara llegar a casa.
Cuando notó los zapatos negros de tacón frente a ella, dejó de mover tanto sus manos.
---- ¿Oh?
Sus nervios se pusieron de punta en el momento en que ella agarró la caja de contenía la cartera y la quiso abrir.
---- e-eso es mío..- rápidamente se puso de pie, posicionando su mano arriba de la tapa - dé-déjalo..
Obviamente que no querría mirarla a los ojos, se sentiría más nerviosa.
Su voz ya temblaba lo suficiente como para tener aún más valentía y mirarla. No, no quería terminar agachando la cabeza como un cachorro regañado por su madre.
---- ¿Ocultas algo? ¿Por qué tú comprarías algo como esto? - carcajeó - ah..¿Acaso tienes otra cosa aquí adentro?
Mordió el interior de su mejilla, dispersando el dolor en su pecho.
¿Era necesario tocar el tema económico?
---- devuélveme la caja.
---- solo quiero ver...
Sarang seguía con su mano, ahora utilizando las dos para alejar la caja, pero ella no la soltaba.
---- señorita Kang, le voy a pedir que se abstenga de tocar lo que no le pertenece.
Todos quedaron en sus lugares, mirando detrás de Sarang, quien estaba a nada de llorar.
---- Se-Señor..- tartamudeó la mujer, soltando inmediatamente - no es lo que piensa..
---- ¿Ah, si? ¿Que pienso?
Nuestra muchacha agarró mejor la caja y tomó la lapicera, firmando su horario de salida y se despidió del portero con una pequeña reverencia.
No quería estar más allí. Muy poco le importaba saber quién era el chico que estuvo toda la mañana con Tiffany. Solo quería volver a casa y descansar.
No fue un buen día, nunca era un buen día.
El sol estaba bastante fuerte, pero logró llegar a la parada de autobús sin derretirse en el trayecto. Suspiró entrecortado y sus hombros cedieron, estaba cansada.
Se sentó, esperando por el transporte en silencio. Sus ojos estaban fijos en sus zapatos, estaba harta de ellos.
¿Y si..?
No. No podía pensar en eso.
¿Cómo cubriría sus gastos y estudios si no tenía trabajo?
No, no podía renunciar.
---- toma.
Una compresa de frío de ubicó a un lado de su rostro. Sarang se alejó rápido, mirando con temor a quien quería ayudar.
El castaño le miraba desde arriba, con su rostro neutro y expectante a sus acciones, quería que ese tobillo no terminara peor.
---- no, gracias.
Él frunció el ceño levemente, insistiendo mientras movía la compresa.
---- estará peor si no pones algo de frío.
---- pues que empeore. - soltó mordaz sin pensarlo. Cerró su boca y mordió su lengua - l-lo siento..
Tras un suspiró, decidió bajar su mano. Pero no sé rendiría.
---- Sarang.
¿Aún recordaba su nombre..?
---- ¿Puedes mirar un momento tu tobillo?
¿Podía negarse? Ya sabía cómo estaba.
No era la primera, tampoco sería la última, vez que tenia un esguince. Con los días bajaba el color y el dolor desaparecía o era soportable.
---- está bien así, no se preocupe.
Ese tono amable comenzaba a desesperarlo.
---- yo..yo..- apretó sus manos como niño pequeño a punto de hacer berrinche - estoy tratando de ayudarte, ¿Bien? Si te tranquiliza, soy alguien importante para la empresa, no soy un rarito que vaya a hacerte algo.
Sarang miró la pantalla, solo faltaban dos minutos.
---- no necesito ayuda, muchas gracias igualmente.
---- ugh...¿Conoces a Jaemin? - Okay, tenía su atención - soy su jefe.
---- que bien..
«¡Ay por favor!»
---- me llamo Jaehyun.
Ahora es cuando se da cuenta de que..
---- hmm..
¿Cómo?
---- ¿Jeong Jaehyun? - esperó reacción, pero no había ninguna - ¿Soy el hijo de..?
El autobús frenó en la parada, por lo que Sarang se puso de pie y caminó, alejándose del castaño.
---- adiós.
Este se apresuró y tomó su mano, dejando en ella la compresa. Sarang le miró por unos instantes, para luego hacer una pequeña seña con su cabeza y terminar de subir.
---- ten cuidado..- susurró, pero ella ya estaba en su asiento, mirando hacia otro lado.
El transporte cerró sus puertas y comenzó el recorrido. Justo allí llegó Jaemin, jadeando de lo cansado que estaba por correr.
---- Hyung, no lo encontraba.
Jaehyun giró, yendo en dirección a su auto negro. Su secretario le siguió, pidiendo explicaciones.
Se conocían hace mucho tiempo, solo tenían ciertas formalidades pero eran como amigos.
---- ¿Que pasó? ¿Habló con Sarang? - atacaba con pregunta tras pregunta, esperando respuesta - ¿No? ¿Será secreto?
Abrió la puerta y se metió en el móvil, abrochando el cinturón de seguridad.
---- Jaemin. - bajó la ventanilla de su auto, viendo al chico asentir - Despide a Kang Seomin y Shin Bora.
---- ¿Eh?
Su secretario iba a protestar, sabía que tenía razón. No podía despedirlas así como así.
---- Hyung, no puede despedir a todos..
---- ¿No? ¿Por qué no? - acomodó los lentes sobre el puente de su nariz, sus ojos dolían un poco - ¿Jaemin?
---- a-aun..- balbuceó nervioso - la empresa aún..
---- en unos días será mia, no quiero ridículos y nefastos intentos de bullies en mi empresa. Estamos tratando de mejorar y con gente de mierda, no lo lograremos.
---- lo sé, pero..tal vez debería ser más..cuidadoso.
Sus ojos enfocaron algo que le llamó la atención. Una pequeña sonrisa se dibujó en sus rosados labios.
---- allí están, ¿Lo harás tú o lo hago yo?
---- ¿Que? - Jaemin miró a todos lados, hasta encontrar de lo que hablaba. Kang y Shin estaban saliendo de una cafetería. - Señor Jeong..
---- bien, lo hago yo.
Pisando el acelerador y dejando a Jaemin atrás, las alcanzó, bajando la velocidad y frenando mientras miraba en dirección de las mujeres.
---- buenas tardes..- comenzó con falsa amabilidad, mostrando sus hoyuelos al sonreir - que suerte que las encuentro..ehm, quería hablar de algo..- sus dedos golearon el volante - es algo con respecto a su trabajo.
---- claro, podríamos charlarlo mañana...
---- no, no..mañana no.
---- ¿Hoy..?
---- están despedidas. - soltó con un pequeño puchero, solo para parecer afectado - pueden buscar sus cosas mañana, quiero sus escritorios limpios y en condiciones, de lo contrario, quitaré de sus sueldos lo que corresponda para reponerlos.
---- ¿¡Qué!? - gritó Shin - ¡Señor, no puede..!
---- ¿Uhm? - alzó sus cejas, esperando a que terminara - ¿Cómo que no? Si puedo. No soy como mi padre, no voy a permitir que estas cosas pasen en mi empresa y si tengo que crear un nuevo plantel, lo voy a hacer. Agradezcan que les daré una oportunidad y no mancharé sus historiales.
Subió la ventana, ignorando los rostros afligidos de ambas mujeres y comenzó a manejar hacia casa. Jaemin iría a la casa de su pareja, así que el camino sería más corto.
Suspiró y llamó a su padre, siendo recibido al instante.
---- hijo..
---- necesito que me digas la verdad y los nombres de quienes no están haciendo bien su trabajo. - frenó en un semáforo - sus errores, necesito saber que debo sacar.
---- Jaehyun, hijo, son personas que trabajan hace tiempo aquí. No se puede hacer eso.
---- esas personas son inútiles. - frunció el ceño, manejando ahora a una velocidad mas alta al estar solo en la calle - piensan que son cools por molestar a otros, ¿Eso es correcto para ti? Creo que no te gustó que yo sufriera bullying, ¿No es así?
---- obviamente que no me gustó, Jaehyun.
---- ¿Entonces por qué tú y mamá permiten que pase eso en la empresa? - su padre no respondió - no es justo. Quiero la empresa, respeto lo que construiste, pero eso no me quita el poder de detectar a aquellos que no merecen un lugar en nuestra empresa.
Cómo buen chico que sufrió bullying y ahora su vida estaba en el lugar dónde tranquilamente podría pisar todas las cabezas que quisiera, vengarse de sus bullies y hacer la vida de todos miserable, estaba en sus manos el no permitir que situaciones violentas o de discriminación surgieran en su ámbito laboral.
¿Por qué no hacerlo si tenía el poder?
Solo unos metros más y el portero le reconoció, abriendo el portón para entrar a al cochera del edificio.
Saludó con su mano asomándose levemente por la ventana y buscó su lugar correspondiente.
Apagó el auto luego de estacionar y repitió el nombre de su padre, ¿Había cortado?
---- lo dices por Sarang, ¿No es así?
Se acomodó en el asiento, desabrochando los primeros botones de su camisa blanca.
---- ¿La conoces?
---- es la secretaria de tu madre, ¿Cómo no hacerlo?
---- Entonces, si conoces a la persona y la situación, ¿Por qué no moviste un dedo en todos estos años?
---- no es tan fácil..
---- ¿Qué no es fácil, papá? ¿Despedir a idiotas que no respetan al otro? - bien, ahora estaba frustrado - ¿No arruinarle el día a una persona que si hace su trabajo correctamente y nunca pierde la amabilidad aunque sus compañeros sean una mierda, es tan difícil?
---- no era lo que quería decir, lo siento. - suspiró - es que, por más que sea la secretaria de tu madre y haga bien su trabajo, no me incumbe y no debería de incumbir su situación con sus compañeros. Muchos de ellos hacen sus trabajos bien, ¿Por qué debería despedirlos? Ella tendría que venir y quejarse o defenderse, no es una niña.
---- ¿Y si tiene más problemas que estos? ¿No lo pensaste?
---- no puedo estar preocupándome por cada uno de mis empleados, Jay..
Desconectó la llamada por el auto y siguió por su teléfono, bajando de este y cerrando con seguro.
---- bueno yo sí. - subió al ascensor y apretó el último piso, dónde estaba su penthouse - y como último favor te pido que seas sincero conmigo y contigo. Dime nombres y razones, equivocaciones o similares, invetigaré y veré qué hago con ellos. Tú no debes preocuparte por nada más.
Se miró en el reflejo, notando sus mejillas sonrojadas por el calor. Tiró su cabello hacia atrás, pero este volvió a acomodarse cerca de su frente y suspiró, cerró los ojos mientras contaba hasta diez.
Le quedaba poca paciencia.
---- confía en mí en esto. - su padre no contestaba, solo escuchaba - sé que es algo muy jugado, pero la empresa mejorará como nunca antes, tienes mi palabra.
Bueeeno, ¿Que opinan? Me gusta leer sus comentarios 👀👀 así que porfis comenten mucho ^^
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