Autora: euREEEdice

Desde pequeña, a Sara le enseñaron que siempre tiene que estar un paso por delante de los demás.
Tap ( sonido de zapatos

Un paso por delante de sus soldados para liderarlos.

Tap,Tap

Un paso por delante de sus enemigos para ganar.
Tap,Tap,tap
Ella siempre está un paso por delante.

Sólo un paso adelante.

Pero esa distancia que había trazado entre ella y los demás bien podría ser un abismo infranqueable.

Tap, Tap, Tap, Tap – el talón de su geta hizo contacto con la ladera de la montaña mientras continuaba impulsándose hacia arriba en una ráfaga de movimientos.

Para un transeúnte habitual, su ascenso no era más que un breve borrón mientras se movía a una velocidad casi imperceptible a simple vista.

El tiempo que pasa fuera del campo de batalla, la Comisión Tenryou o con el consejo de Raiden Shogun es poco y muy intermedio, pero cuando tiene un tiempo libre ocasional, se dirige a los bosques para meditar y despejarse. .

Conocía cada paso y montaña dentro y alrededor de la ciudad de Inazuma como la palma de su mano. Conocía cada curva de la superficie rocosa y cada recodo de los árboles. Sus movimientos eran seguros y constantes, no se desperdiciaba ni una sola acción. Es posible que haya vivido entre humanos desde que tiene memoria, pero la sangre de sus ancestros corre profundamente por sus venas.

Con una última patada contra el borde de la cumbre, se impulsó hacia el cielo abierto, disfrutando de la sensación de los vientos frescos de la montaña contra sus alas.

El Monte Yougou ofrece una impresionante vista panorámica de la ciudad de Inazuma y la Sagrada Sakura del Santuario Narukami. Este puede considerarse como uno de los mejores lugares de la isla, sin embargo, debido a su inaccesibilidad, solo unas pocas personas sabían de su existencia, y aún menos estaban dispuestas a escalar.

Ella siempre se esfuerza por visitar esta área en su camino de regreso de su entrenamiento forestal. Sola entre las flores que caen, bajo la puesta de sol carmesí, puede instalarse en un respiro momentáneo donde puede dejar de lado las demandas de su rol y estatus.

Y fue entonces cuando ella lo escuchó. Un sonido que no esperaba escuchar: un silbido tranquilo que parecía retumbar como un trueno.

"Un Tengu en vuelo realmente es un espectáculo para la vista, debe ser mi día de suerte".

Aunque mentalmente se reprendió a sí misma por bajar la guardia, su rostro no traicionó ningún indicio de sorpresa cuando miró al joven de aspecto bastante salvaje sentado con las piernas cruzadas en el suelo debajo de ella.

Con facilidad practicada, aterrizó con gracia a unos pasos de él y preguntó: "¿Cómo supiste que estaría aquí, Oni? ¿Es esto una emboscada?

"¡Decir ah! Por mucho que me alegraría afirmar que yo, el gran Arataki Itto, atrapé al Kujou Tengu en una trampa", el joven se rió entre dientes mientras negaba con la cabeza, "Mi presencia aquí es pura coincidencia".

Siempre firme creyente del ideal de eternidad de Raiden Shogun, Kujou Sara intenta mantener un nivel de rutina estricta e inmutable en su vida diaria: se despierta en punto, entrena en punto e incluso come una cantidad fija.

Para ella, cuya vida está dedicada a la constancia, la existencia de Arataki Itto es similar a una tormenta furiosa que tomó la forma de un hombre. Es ruidoso, implacable, y todo lo que queda a su paso seguramente se habrá puesto patas arriba.

Si bien ella salió victoriosa en su duelo anterior cuando tuvo que confiscar su Visión, tiene que admitir que fue una batalla ganada con mucho esfuerzo. Hasta ahora, él sigue siendo uno de los pocos luchadores en Inazuma cuya fuerza puede reconocer, por muy a regañadientes que pueda ser ese reconocimiento. Sin embargo, todo lo demás, aparte de su destreza en la batalla, lo consideraba en menor grado.

"¡Es la verdad! ¡Kujou-kabuto salió volando de repente y tuve que perseguirla hasta aquí!"

Sara miró inexpresivamente la cara del oni, sin saber qué hacer con la serie de palabras que acababan de salir de su boca, "Kujou... ¿kabuto?

Ante su pregunta, su rostro animado pareció volverse aún más animado (si tal cosa es posible, podría jurar a los siete Arcontes de Teyvat que nunca ha visto a este hombre actuar con calma ni siquiera por un segundo de su vida).

Rápidamente rebuscó en su chaqueta y luego extendió su mano hacia ella con entusiasmo, "¡Sí! ¡La nombré yo mismo!

Todavía visiblemente confundida, miró a un onikabuto solitario que holgazaneaba ociosamente en su palma, luego volvió a mirar la cara de su dueño que aparentemente brillaba con un orgullo fuera de lugar, "¿Se supone que esto es un insulto?"

"¿Qué? ¡No!" Itto señaló la parte posterior del escarabajo, su sonrisa se volteó inmediatamente, "¡Mira su patrón, es especial!"

Ante su continua insistencia, Sara suspiró con cansancio y se agachó frente a él para ver mejor el escarabajo en su mano. No es una entomóloga experta y, a primera vista, el insecto no parece diferente a los otros onikabutos que ha visto antes: dócil, sedentario... cuanto más lo piensa, más parece que se está burlando de él. ella, de verdad.

"¡Caramba! ¿Cómo no puedes verlo? Su espalda... —resopló con impaciencia—. Sin embargo, sus quejas fueron interrumpidas cuando de repente sintió que las manos de ella se cerraban sobre las suyas, acercándolas más hacia ella. Parecía haberlo hecho inconscientemente mientras sus ojos permanecían fijos en la espalda de Kujou-kabuto

Por un rato, los dos se quedaron así, con él observándola mientras ella examinaba al insecto con silenciosa fascinación. Sus dedos, notó, eran delgados pero firmes y podía sentir los callos que resultaron de su entrenamiento diario y años de combate.

Estas no son las manos de los ociosos, sino de las que corresponden al título de El Orgullo del Ejército del Shogun. La intrépida general que está al frente de sus tropas en cada batalla, la primera en liderar la carga y la última en retirarse. Experimentó una amarga pérdida contra estas manos, pero nunca se arrepintió de enfrentarlas de frente ni siente ningún resentimiento por haber sido cortado por ellas.

"Es... una máscara Tengu," dijo ella en voz baja, aunque a él no se le pasó por alto ese toque de diversión en su tono o ese sutil brillo en sus ojos dorados.

"¡Está! ¡Al principio pensé que mis ojos me estaban jugando una mala pasada!" Él asintió con entusiasmo: "Ella se fue volando casi de inmediato cuando traté de mirar más de cerca, luego pasé los siguientes tres días buscándola".

"¿Es este tu pasatiempo, Arataki? ¿Persiguiendo mujeres que no quieren tener nada que ver contigo?

"Solo los que conozco podrían darme un desafío adecuado".

"Entonces te deben gustar muchas mujeres".

Como si se agitara después de haber sido reconocido por su rasgo único, Kujou-kabuto se arrastró lentamente de la mano de Itto a la de Sara

Ah, parece que te ha tomado bastante brillo", cruzó los brazos contra su pecho y resopló dramáticamente, "Siento que debería ofenderme por esto, después de todo el tiempo que le tomó acostumbrarse". yo."

"No la culpo. No eres exactamente la persona con la que es más fácil llevarse bien", no levantó la vista mientras continuaba jugando con el escarabajo en la mano.

Ella esperaba una réplica de que se podía decir lo mismo de ella, pero él simplemente se rió entre dientes antes de apoyar la cabeza en la palma de la mano y observar cómo interactuaban el general Kujou y el escarabajo homónimo.

Ciertamente es una escena bastante extraña, los dos pasando una tarde tranquila en compañía del otro sin gritos ni intercambio de golpes. Si alguien le hubiera dicho que esto sucedió exactamente antes de este día, habría pensado que estaban locos.

"Me sorprende que hayas logrado contenerte de lanzar tus puños hacia mí durante tanto tiempo".

Itto simplemente se encogió de hombros, "Tienes que agradecerle a ese pequeño alborotador por eso. Un toro que embiste no tendrá problemas para correr en línea recta, pero tener que escalar la altura de una montaña me quita un poco más de viento"

¿Oh?" ella levantó una ceja por su comentario, "Entonces, ¿eso significa que la debilidad de Itto the Supreme es en realidad solo un árbol realmente alto?"

"¿Oh?" respondió con una sonrisa burlona extendiéndose por su rostro, "¿Entonces el Kujou Tengu tiene sentido del humor ahora?"

Y fue entonces cuando lo escuchó. Un sonido que nunca había esperado escuchar: una risa clara y suave que llegó como una brisa fresca en un cálido día de verano.

"Realmente eres el hombre más difícil con el que me he encontrado en mi vida, Oni", se puso de pie y con cuidado colocó el onikabuto sobre la cabeza de su dueño, dándole una suave palmadita antes de girar hacia la ciudad de Inazuma.

"Pero parece que no me desagrada por completo eso de ti".

Con un movimiento de su mano, dos conjuntos de magníficas alas se desplegaron desde su espalda, las plumas de obsidiana brillaron al captar los rayos del sol poniente.

"Lograste encontrar el camino hacia arriba, así que confío en que puedas encontrar el camino de regreso".

Lo escuchó arrastrarse mientras se levantaba, sacudiéndose el polvo de los pantalones, "Me debes una pelea, Sara".

Era la primera vez que lo escuchaba decir su nombre. Estaba empezando a dudar de que él supiera lo que era.

"Por robar el corazón de mi Kujou-kabuto."

"Mis hombres están esperando que regrese por la noche, así que no tengo más tiempo para tus travesuras, Arataki", sacudió la cabeza antes de bajar por el costado del acantilado.

"Y además", se dio la vuelta para encontrarse con su mirada, sus alas batiendo con gracia detrás de ella mientras flotaba en el aire, "no puedes robar lo que se te dio libremente".

Con ese disparo de despedida, se zambulló, abriéndose paso ágilmente a través del bosque de la montaña.

Observó cómo la figura de ella se alejaba cada vez más y más pequeña en la distancia, luego suspiró mientras se quitaba a su amado escarabajo de la cabeza. Levantó el insecto y lo miró directamente a sus ojos pequeños y brillantes, "Lamento haberte usado en una mentira como esa".

Realmente fue pura coincidencia lo que lo trajo al Monte Yougou esa tarde. Su escarabajo fugitivo realmente lo llevó en una persecución que terminó con él descansando bajo las flores que caían de los árboles de sakura.

Sin embargo, la verdad era que Arataki Itto no estaba para nada sin aliento. Ni siquiera un poco, ni en lo más mínimo.

Nacido con la fuerza física y la resistencia naturales del clan Oni, podría haber escalado la altura de la montaña dos veces e, incluso entonces, confía en que todavía podría haber hecho algunas rondas con el general Kujou. No estaba seguro de que iba a ganar, pero seguro como el infierno que todavía habría dado pelea.

"Supongo que ya es hora de que nosotros también regresemos".

Normalmente, habría aprovechado de inmediato la oportunidad de tener un cara a cara con su autoproclamado némesis. Sin embargo, a pesar de tener la oportunidad perfecta para él, pelear era lo último que tenía en mente cuando ella se deslizó junto a él aparentemente de la nada con su expresión relajada y sus alas bailando contra la suave brisa.

Era como si estuviera atrapado en ese momento fugaz cuando un rayo cae al suelo, donde el mundo de repente se vuelve claro e inundado con una luz brillante. Impresionante y hermoso.

"No sería tan malo verla sonreír así de nuevo..."

Solo entre las flores que caían, bajo la puesta de sol carmesí, no había nadie para escuchar su confesión excepto un onikabuto solitario.
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Amigos este cap no es Lemon
Quise publicarlo porque me gusto mucho xd
Para el otro capítulo les prometo que si o si es lemon 😂
Espero que les guste como a mi