Capítulo 2: La fruta que no madura
Tiago y Tito estaban expectantes a la señal de Saonyi, ella tenía un rostro de ángel y una mente de mounstrito*
Saonyi estaba con su abuela en él jardín, sus padres consiguieron un trabajo en la ciudad más cercana, la dulce ancianita que compartía cualidades con su nieta contemplaba aquella pintura que su adorada nieta hizo de su abuela, la chica le pasó el lienzo, la pintura era perfecta, contrastaba con ese día, fresco, apacible, el cielo barrido en un azul encantador, la brisa que acariciaba aquellos hermosos girasoles... Era perfecto.
La abuela Amurayama sonrió ante el lienzo, y como Saonyi supuso, su abuela iría a presumir el arte de su nieta, era la abuela Amurayama pintando girasoles.
Saonyi les hizo gesto a que se escabulleran, mientras ella esperaba en la entrada, simulando estar esperando a su abuela.
Los chicos corrieron a la azotea, como no habían lamparas, llevaron sus linternas, buscaron entre cada rincón... Con él resultado de encontrar la caja.
Su abuela se encontraba a unos metros de la casa, Saonyi corrió adentro, les gritó a los chicos que salieran rápido, Saonyi corrió hacia su abuela con una botella de agua, distrayendo la mientras tomaba él lienzo pasándolo en frente del rostro de su abuela, a fin de que no viese a sus aquellas líneas de color salir de la casa.
La abuela agradeció el gesto.
-Oh Saonyi, eres una linda niña... -dijo tomando con sus dedos uno de los cabellos de la pequeña -Serás una gran esposa-culminó pasando del mechón a la mejilla.
-¡Abuela! ¡Yo quiero ser cantante, no mamá!-dijo Saonyi frunciendo el ceño.
-Jejeje-rió la tierna anciana.
Unas horas más tarde, Saonyi se encontró con Tiago y Tito en él bosque, se adentró a la espesura, en su lugar favorito, cerca de una cueva tapada con una roca, unos troncos caídos que funcionaban de asiento, allí habían hojas caídas por el recién llegado otoño, las hojas desteñidas de los árboles daban una sensación más cálida en la frescura otoñal.
Los tres se sentaron allí, Tito sacó de su bolsa la caja, sí, la tan codiciada caja que Saonyi quería desde el día que su abuela se la mostró.
Tiago tomó una piedra, el tamaño ideal, para quebrar la cajita.
-¡No vayas a fastidiar lo que hay adentro!-dijo molesta mientras señalaba la cajita con prepotencia.
-No te preocupes, niña con nombre raro-dijo Tiago guiñándole.
-Hmph... Eso espero-bufó Saonyi irritada por el gesto de Tiago.
Tiago se dispuso a quebrar la cajita, al contrario de Saonyi, q él le parecía una cajita frágil, y no le parecía insignificante.
Se detuvo.
-¿Qué pasa?-dijo Tito impaciente.
-Saonyi-dijo Tiago ignorando a Tito-¿Y si esta cajita tiene valor para tu abuela? -dijo tomándola.
-Ay no le importará, sólo es una cajita, es tan pequeña... ¿Qué puede tener de importante? -dijo molesta.
Saonyi le arrebató la caja y se la dió a Tito, mirándole de manera demandante, Tiago simplemente cruzó los brazos y movió la cabeza en señal de decepción.
-Saonyi... No creo... Quizá Tiago tenga razón...-dijo dubitativo*
Saonyi torció sus labios denotando fastidio, pero la princesa Saonyi no quería estropear sus uñas.
-Pero... Si me das un beso, aunque sea en la mejilla...-dijo con las mejillas coloradas, lo cual a Saonyi le causó risa.
-Hmm... Primero quiebra la caja-dictó, Tiago simplemente tomó asiento y los observó.
Saonyi se acercaba en cámara lenta a la mejilla de Tito, Tiago de repente, a toda velocidad la detuvo.
Tomó la cajita, y la destrozó de un golpe.
Saonyi se quedó estupefacta, la había quebrado de una vez, sin prueba y error, quedó claro que Tiago tenía sus esfuercitas escondidas.
-¡Ti-Tiago!-exclamó Saonyi mientras aplaudía aún con expresión de asombro.
Tito se limitó a fruncir él ceño y cruzar los brazos. Oh Tito.
-¡Vaya!¡Ahí tienes, la estúpida caja destrozada, ahora mira que tenía dentro!-dijo molesto, estaba preocupado por lo que podría significar esa caja para la señora Amurayama, y estaba molesto por hacer algo como lo que había hecho.
Saonyi se agachó, de entre los pedacitos de madera que estaban la tierra encontró un anillo, el cual no le pareció nada lindo.
-¡Ay que cosa!-dijo Saonyi decepcionada dirigiendo la mirada a Tito y Tiago-Mi abuela causó todo ese misterio sólo para que me encontrara esta baratija-tomó el anillo y lo guardó en su bolso.
-Ves, Saonyi eres una inmadura-dijo Tiago molesto-como el otro día que te creíste lo de las hadas, madura-sentenció.
-¡Oy Tiago! ¿Qué te pasa? Según recuerdo tú eras bromista cuando nos conocimos hace dos semanas-dijo observando a Tiago a los ojos. Estaba claro que Saonyi no estaba de buen humor con la tal sorpresa de la caja.
-Oigan... Mejor vamos a casa -dijo Tito, quién estaba realmente incómodo con dicha situación, se rascó la oreja y tomó del brazo a Tiago-Vamonos-dijo tratando de apaciguar los ánimos.
Saonyi les siguió y llegaron a sus casas.
Saonyi dió un portazo, y allí estaban sus padres, esperándola molestos.
-Hmm... ¡Hola mamá, hola papá!-saludó haciendo una sonrisa fingida.
-¿En dónde estabas señorita?-dijo su madre con las manos en la cadera, emanaba autoridad, o sudor.
-Estaba en el bosquecito con Tiago y Tito...-dijo, terminándolo con un bostezo.
-De casualidad, ¿habrás tomado la caja de madera de tu abuela?-dijo su padre tratando de ocultar el enojo.
-Ahh... No.-dijo un poco nerviosa, evito verlos a los ojos como solía hacer.
-¡¡Saonyi!! ¡Ve a ver a tu abuela!-mandó su madre señalando las escaleras.
-Ay... Ok...-dijo arrastrando los pies por toda la sala de estar, hasta las escaleras, hasta la habitación de su abuela.
Saonyi se disponía a tocar la puerta, se detuvo al escuchar los sollozos de su amada abuela, a Saonyi le dolió él corazón, era como un gran golpe en el pecho.
-A-Abuela... ¿Puedo... pasar?-dijo cabizbaja con la voz quebrada.
-Adelante-dijo esta tranquila.
Saonyi abrió la puerta, dió unos pasos adentro y mantuvo la cabeza abajo por unos pocos minutos.
-Saonyi, levanta el rostro, un rostro tan bonito como el tuyo debe ser visto siempre-dijo l abuela.
Saonyi levantó el rostro y de un momento a otro ya estaba abrazando a su abuela.
-Pérdoname abuelita...-dijo dejando brotar las lágrimas.
*Mounstrito: diminutivo de "Mounstro" (quizá xD)
*Dubitativo: no estoy segura si era la expresión correcta acerca de que Tito tenia duda.
Bueno:
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Si te gustó, gracias por leer, bye bye n.n
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