Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

✤ 'ˎ - Capítulo V - ˏ' ✤

Tora, el hermano de Seiko, le pidió a Kazuto que se quedara en casa porque las chicas irían a verlo pronto. Aprovechó la ocasión para cocinarle su única especialidad: sushi de salmón. Quizás no era más que un aperitivo para alguien que había estado días sin comer, pero consideró que era buena idea empezar con algo pequeño.

—Daremos inicio, a continuación, a una sesión de psicología.

— ¿Tú no estabas en el ejército? —cuestionó el azabache, a punto de comer uno de los rollos.

—Te recuerdo que volví mientras ustedes estaban en Sword Art Online —mencionó, entornando los ojos.

El ambiente se tornó un tanto incómodo, por lo cual ninguno de los dos volvió a decir nada. Esperaron pacientemente durante unos minutos a que las chias aparecieran. El timbre sonó de repente, así que Tora se levantó del sillón para abrir la puerta. Después de saludar a su hermana y a las demás, ellas se apresuraron en verificar el estado de Kazuto.

— ¡Onii-chan! —exclamó Suguha, demasiado feliz.

Asuna se quedó parada cerca de la entrada, observando enternecida las interacciones que se estaban dando. Se notaba a leguas que deseaba tener un encuentro a solas con su amado para conversar muy bien las cosas.

Cuando por fin terminaron los saludos, las sonrisas y las lágrimas de felicidad, las muchachas se marcharon con Tora —según Seiko, harían algo "importante"— y los dejaron solos por fin. El silencio incómodo estuvo invadiendo la casa por unos minutos, porque ninguno tuvo el valor suficiente.

—Asuna. —A la final él fue quien habló primero.

—Kirito-kun, perdóname —murmuró ella, al borde de las lágrimas—. Debí haberte contado la decisión de mi madre. No quería preocuparte pero lo hice más que nunca...

—No tienes que pensar más en ello, ya te perdoné. Sólo quiero que me digas qué fue lo que pasó —aclaró, acercándose a su amada para abrazarla.

Durante el abrazo, ella se dejó caer sobre el sillón y él hizo lo mismo, quedando sentado a su lado.

—Es una historia un poco larga —mencionó, antes de comenzar.

«Mamá quería comprometerme hace ya un tiempo, por lo cual me reuní con varios muchachos herederos de las familias más ricas del país. Por eso estuve viajando mucho un tiempo...

Fui hasta Kyoto varias veces, a Miyagi y a Hokkaido también. Conocí a varios Kenjis, un Tsuki y finalmente a Kenosuke. Según mamá, es descendiente de un antiguo samurai, o algo así. Lo gracioso es que él es de Tokyo.

Tras conocerlo, mamá creyó que era el indicado, así que me obligó a decirlo en una conferencia de prensa o algo por el estilo. Lo organizó todo muy pronto, de alguna manera. Me negué varias veces, mas no pude hacer nada. Sólo alcancé a contárselo a Rika y a Seiko, porque pensé que no verías el programa y luego tendría tiempo de explicarte.

Sugu dijo que te habías encerrado en tu habitación, y fue entonces que me sentí peor que nunca. No quería hacerte daño de esa manera...»

—Vaya... ¿No crees que hubiera sido mejor hablarme de eso? —cuestionó Kazuto, terminado el relato.

—Todo pasó tan rápido —suspiró Asuna—, mi mente no pudo pensar en eso.

—Te entiendo, creo que también se nubló la mía cuando entré a Revival. No sé en qué estaba pensando —rió—. Soy un idiota. 

—Pero así te quiero, Kirito-kun.

Se juntaron en un cálido abrazo que no habían experimentado desde hace casí dos semanas debido a la agenda apretada de Asuna. Sintieron sus agitados corazones de nuevo, al son de un mismo latido. La alegría del muchacho de ojos grises era inmensa.

—Sabes que destruiré tu compromiso, ¿verdad? —inquirió, juguetón.

—Sí, y no te detendré. Le hablaré de ello a Kenosuke-kun, creo que tampoco quiere casarse conmigo. No sé cuántas veces ya le hablé sobre nosotros y no pudo evitar soltar una sonrisa —le comentó—. Además, un día me dijo que yo no era su tipo. Le gustan las rubias.

—Cuidado con Nishi...

—Ella sabrá defenderse —rió Asuna.

De alguna forma habían terminado conversando de temas casuales, lo cual no era incómodo en absoluto. Sin dudas, ambos extrañaron la compañía y calidez del otro, puesto que no se movieron hasta resolver que irían a casa de Kenosuke.

— ¿Cuál es el propósito real del Reset? —la rubia cuestionó con molestia a la "asistente" del administrador principal del juego.

—No tengo ni la menor idea sobre a qué te refieres, pero te pediría amablemente que te marcharas en este momento —mencionó la pelirroja—. Gracias.

— ¡Eh! Estoy segura de que sabes algo; siento que te he visto en otra parte —dijo la desconfiada Seiko.

—Lo siento, no sé nada.

— ¡Espera, ya sé quién eres! —exclamó Suguha—. Estabas con Onii-chan en Revival.

La expresión de aquella chica de ojos verdes cambió casi enseguida; se puso nerviosa y sus mejillas se encendieron al recordar los momentos que estuvo con Kirito.

—Explícanos todo —exigió Tora, poniendo ejemplo como el mayor—, o llamaré al Coronel Nishi.

Hotaru empezó a temblar una vez escuchó ese nombre tan mencionado en la televisión. El hombre sería alto, casi tanto como el muchacho que frente a ella se encontraba; cabello y barba oscuros —de igual color que el de Tora—, con algunas canas asomándose. Daba mucho miedo relacionar los hechos y terminar deduciendo que eran familia.

— ¿Qué dices? —repitió el castaño.

—Está bien, les contaré —suspiró. 

«Todo formó parte de un plan desarrollado después de que saliera a la luz lo ocurrido en SAO. Mi hermano, Ken, y yo fuimos contratados por Hiroshi-san para ser los betas de su nuevo juego; desde un principio nos explicó que quería probar a los jugadores, en especial a Kirito. El juego apenas salió a principios de este año, para cuando la familia Yuuki comenzó a buscarle pretendiente a Asuna-san. Sabiendo que ellos dos son pareja, Hiroshi-san le pidió a Ken que se ofreciera. Tras prepararlo unas semanas, le organizaron una cita con Asuna y lograron el objetivo aunque las posibilidades eran menores a un tres por ciento»

— ¿Eso quiere decir que todo fue parte de un plan maestro? —inquirió Rika, frunciendo el ceño.

—Y caímos... —murmuró Shino.

—Mi misión era entretener a Kirito en el mundo virtual, pero ustedes aparecieron antes de lo esperado. El Reset sólo es un distractor, porque en realidad el juego entero está diseñado para el Espadachín Negro.

Asuna y Kazuto fueron juntos a casa del tal Kenosuke para hablarle sobre lo sucedido y pedirle ayuda con el plan. La muchacha creía que sería fácil convencerlo, y sin embargo estaba insegura. Tocó el timbre con una temblorosa mano derecha que temía lo peor.

— ¡Asuna-san! —exclamó el chico de ojos verdes—. ¿Qué haces por aquí?

—Mucho gusto, yo soy su novio, Kazuto Kirigaya —anunció el celoso azabache, antes de dejarla hablar.

—Oh, Asuna-san me cuenta mucho sobre ti —sonrió Utsuru—. Asumo que vienen por algo importante... Pasen, por favor.

El lugar donde vivía Ken era muy espacioso y estaba ordenado. La peli-naranja había estado ahí antes, mas no se había detenido a apreciar la belleza del sitio tanto como en esos instantes. Tomaron asiento en uno de los aterciopelados sillones; Kirigaya sostenía con firmeza la mano de su amada, considerando que en verdad era el momento idóneo.

—Kenosuke-kun —empezó Asuna, con tranquilidad y sin titubeo alguno—, quiero terminar el compromiso.

—Estaba esperando a que llegara este momento —rió el pelirrojo—. Bien, hagámoslo.

—Sabía que aceptarlas —dijo la sonriente chica de ojos avellana.

—Muchas gracias —sonrió también Kazuto.

En ese instante, el teléfono de Yuuki sonó. Se sorprendió al notar que era una llamada de Seiko, y tocó con sus finos dedos la pantalla para contestar. Mientras tanto, los dos muchachos conversaron.

— ¿Cuándo empezó tu relación con Asuna-san? —preguntó Ken—. Ella me dijo que fue en SAO, así que le calculo unos cuatro años...

—No te equivocas, ya casi se cumplen —mencionó Kirito. Hizo una pausa unos segundos, para luego seguir hablando—. ¿De verdad te ha contado tanto sobre mí?

—Sí, y se nota que está demasiado enamorada —suspiró el pelirrojo, sonriendo—. No sé porqué su familia no te da una oportunidad; tienes talento e inteligencia.

—Gracias... Supongo que no le caigo muy bien a sus padres desde un pequeño malentendido hace un par de años —balbuceó, agachando la cabeza.

—Hm...

Al notar que Asuna terminó su llamada, ambos la miraron expectantes.

— ¿Pasó algo? —preguntó Kirito, ya que la muchacha frunció el ceño unos instantes.

—Las chicas quieren que nos reunamos con ellas ahora... Los tres.

- ✤ -

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro