Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

✤ 'ˎ - Capítulo III - ˏ' ✤

Al notar que la estaban observando, Asuna volteó la cabeza. Sus ojos avellana se encontraron de inmediato con aquella mirada grisácea que se apartó casi de inmediato, y se cristalizaron al darse cuenta de quién se trataba. Una preocupada Seiko la miró con miedo, para después fijarse en aquella imagen.

—Kirito-kun —murmuró la de cabello naranja. Para cuando lo hizo, el muchacho ya se había perdido entre la multitud.

Intentó seguirlo, mas le fue imposible ubicar hacia dónde había ido. Lágrimas se escaparon de sus ojos, aunque en parte estaba feliz porque ya sabía que su amado se encontraba bien. Se preguntó, entonces, qué clase de vida estaría llevando y qué tipo de compañías tendría, puesto que no era muy bueno para hacer amigos.

—Listo, creo que nos dejarán pasar un tiempo ahí —dijo Leafa, quien apenas regresaba, refiriéndose a una pequeña posada que había ido a ver con Sinon.

— ¿Pasó algo? —cuestionó la francotiradora, al notar los ojos rojos de Asuna.

—Nada, estoy bien —murmuró ella.

—Hm.

— ¡Ey! ¿Qué tal si vamos a conseguir un poco de equipamiento? Me siento pobre en comparación a ALO —comentó Arishi haciendo un puchero y tratando de romper la tensión del momento.

—Sí, vamos~

Las muchachas pasearon por el distrito de la ciudad en donde más tiendas había. Diversos comerciantes ofrecían diferentes tipos de armaduras, espadas, arcos, flechas y demás. Shino ya tenía varias cosas, por lo cual fue capaz de aconsejarle a sus amigas.

—Mira, este tiene más potencia, sólo que es un poco más caro —le dijo a Nishi, quien quería un arco.

—No, prefiero el más barato... Así ahorro para conseguir ese —señaló otro que estaba en una caja de vidrio y parecía estar hecho de un metal precioso—. ¡O mejor una espada!

—Como quieras —rió la otra—. ¿Qué comprarán ustedes?

—Creo que me basta con esta —dijo Asuna, probando un estoque.

—Es muy bonita —exclamó Sugu—. Yo me llevaré esta espada de dos manos.

Una vez pagaron y salieron de la tienda, buscaron una de esas praderas en donde abundaban los animales pequeños. El objetivo principal era fortalecer las habilidades que tenían y ganar dinero para conseguir el equipamiento necesario como para buscar a Kirito sin salir dañadas en el proceso.

Seiko se topó con un pequeño venado que, al parecer, se había perdido en su camino al bosque. Al principio tuvo miedo de hacerle daño, pero se disipó cuando de repente dejó su dulce apariencia y se transformó en un grotesco animal salvaje de casi tres metros.

— ¡¿Qué se supone que es eso?! —exclamó Sinon, quien nunca había visto algo semejante dentro del juego.

—No sé, pero hay que destruirlo.

Arishi colocó el arco —que sí había comprado— frente a ella y acomodó una flecha en él. Tratando de apuntar bien, la soltó. Ésta perforó uno de los ojos del animal.

—Bingo~

Para cuando dijo eso, Asuna ya estaba luchando contra la bestia junto a Leafa. El animal soltó un par de gemidos antes de ser acabado por las muchachas. Se convirtió pronto en un pilo de polvos brillantes, mejor conocidos en el juego como experiencia. Los ojos de Asuna se iluminaron al notar que subió de nivel una vez más, y que esa sí era de las bestias que otorgaban experiencia.

—Si seguimos así, podremos encontrar rápido a Kirito-kun...

—Lo bueno de este juego es que ocurren muchas cosas inesperadas como esta —sonrió Sinon.

— ¡Vamos, por aquí! —exclamó Nishi, emocionada.

Ese día iba a ser muy largo, porque se asegurarían de conseguir todo lo necesario para hallar a Kazuto enseguida. No iban a dejarlo esperar más tiempo, en especial Asuna, quien seguía echándose la culpa sin parar.


Tras varias horas de caza, las muchachas decidieron hacer una pausa para comer algo. Asuna les cocinó un pequeño pero delicioso estofado que disfrutaron mucho en el patio trasero de la casa que rentaban. Arishi siempre decía que la comida de su amiga era la más sabrosa de todo el mundo virtual.

— ¿Cómo creen que estará Kazu? —soltó, de repente—. Dudo que se haya quedado solo como en SAO... ¿Creen que tiene amigos? Espero que sean buenos y no se aprovechen de su habilidad...

—No creo que cambie mucho aun con el Reset —rió Asuna—. Después de todo, es el Espadachín Negro que prefiere sacrificarse a sí mismo por los demás.

—Onii-chan siempre fue así —suspiró Sugu—. Es una de sus debilidades, pero a la vez su fortaleza más grande.

—Tienes razón —admitió Sinon—. Aunque no siempre lo puede hacer todo solo. La ayuda de alguien más es necesaria en toda ocasión.

Asuna pensó sobre eso, obviando las posibilidades de que haya conseguido otra novia, puesto que él no era del tipo sociable o coqueto precisamente. Vaciló unos segundos, aun así. No le gustaba sentirse así, pero estuvo muy insegura de sí misma en los últimos días.

— ¿Qué te preocupa tanto? —inquirió Suguha, al notar su repentino cambio de semblante.

—N-No es nada —murmuró, sacudiendo un poco la cabeza.

Shino y Seiko se miraron, preocupadas. Fue entonces cuando, detrás de ellas apareció un extraño muchacho con una sonrisa un poco nerviosa en los labios. Como Asuna subió la cabeza y Suguha cambió su expresión, las otras dos voltearon.

—Disculpen, señoritas, ¿no tendrán un espacio libre en...?

—Ni siquiera te molestes —Nishi lo interrumpió, con miedo, de forma un poco grosera—, no queremos compañía.

Él frunció el ceño y chasqueó la lengua; acto seguido, volvió a su sonrisa y la tomó de la muñeca, levantándola de su asiento. Entonces, el rostro de ella se volvió oscuro.

—Déjame —masculló.

Sinon se puso a la defensiva, por si acaso, mientras Asuna y Leafa miraban impresionadas. No sabían qué quería hacer el desconocido, pero tampoco sabían porqué Nishi se había puesto así tan de repente.

—Yo sé a quién están buscando y porqué lo buscan —dijo el sujeto, sin dejar de lado su extraña sonrisa—, les conviene que esté de su lado.

— ¿Y quién se supone que eres? —cuestionó Shino, con tranquilidad

Las mejillas de Seiko se pusieron rojas, entonces, porque se había fijado en un pequeño e importante detalle. Eso no hizo más que confundir a las chicas.

—Buena actuación —rió el chico, soltándola.

—No fue una actuación —replicó—. Sabía que conocía tu voz. Pero no sabía que aparecerías... —murmuró la rubia—. Ni que jugabas este juego. S-Sólo me puse nerviosa. ¿Por qué estás aquí? Deberías estar vigilando a Kazu...

—Debería... Pero como Tora no tenía nada qué hacer, le pedí que se quedara y vine aquí —explicó—. Lamento incomodarlas, soy el hermano de Seiko.

Kazuya Nishi, el muchacho de corto cabello color castaño claro y brillantes ojos mieles. Solía jugar videojuegos a menudo, pero no tanto como su hermana, razón por la que ella se sorprendió al verlo allí. Sonrió, mostrando sus dientes.

— ¿Acaso viste a Kirito? —preguntó la rubia.

—Digamos que hace un rato pasé junto a una sombra negra, aunque no supe que era él hasta que vi su nombre. Iba con una pelirroja, y se dirigían al norte —dijo.

— ¿Qué hay en el norte? —cuestionó la angustiada Asuna, todavía ansiosa de reencontrarse con su amado.

—Creo que dentro de unas horas habrá un evento —comentó el chico—. La recompensa es muy grande y todos los buenos jugadores están yendo hacia allá.

—Tenemos que hacerlo nosotras también —declaró la de cabello naranja, levantándose de su asiento.

—Puedo prestarles equipo, veo que no llevan uno muy bueno.

—Gracias, Kazu —sonrió la rubia—. P-Perdona lo de antes.

—No te preocupes.

Poco después, las chicas ya tenían nuevas armas, y armaduras más resistentes. Kazuya decidió que las seguiría en su aventura a partir de ahí, por si lo necesitaban, y así fue. Las acompañó hasta el sitio en donde se llevaría a cabo el evento, aunque él no participaría.

El camino fue un poco largo; entendieron porqué el Espadachín Negro había partido antes. Sin embargo, lograron llegar a tiempo e inscribirse. Cerca de cincuenta jugadores estaban alrededor, constituyendo una enorme y bulliciosa multitud. Los jugadores de Revival Online, en su mayoría, habían llegado de otros juegos, razón por la cual no era sorprendente la cantidad.

También era de esperarse que todos ellos fuesen muy buenos.

- ✤ -

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro