Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Ten

—¿Estás seguro que no escuchará?

—¿Siquiera importa?—contestó con otra pregunta — no nos volvemos más sutiles por estar en otro país, bebé.

—Su primera impresión hacia mi será curiosa, pero no me preocupa— dijo rodeando el cuello del mayor y atrayéndolo por un beso.

Jungkook sostuvo las caderas de su demonio con posesión, enterrando la punta de sus dedos en la piel mientras lo acercaba aún más a su anatomía, presionandolo contra su pecho sin separar sus labios de los ajenos, haciendo el encuentro casi desesperado, ansioso.

No podían culparlo.

Estaba completamente embobado con Taehyung, no lograba tener sus manos lejos de el y su persona por completo, lo necesitaba a su lado, de todas las maneras posible.

Estaba el deseo sexual, ese era evidente, para ambos era algo inevitable, pero también estaban las emociones.

Tener sexo por el mero echo de una atracción física era una cosa, lo experimentaron la primera vez que estubieron juntos.

Había pasado algo de tiempo desde aquella vez y podían asegurar que está vez los sentimientos jugaban un papel importante, hacían que todo se sintiera más intenso, más arrasador y más perfecto.

Taehyung deslizó sus labios por la marcada mandíbula del pelinegro, delineando su piel y disfrutando de su sabor y de su aroma, encantandose cada vez más con la sensación de poder deleitarse como tenía permitido en ese momento.

—Esta vez te tomaré yo— demandó JungKook — te necesito bonito y entregado a mi como siempre, muero por dorminarte — reconoció.

—Eso me gusta — respondió antes de morder sobre la clavícula del contrario — amarrarme con una de esas corbatas que metiste a tu bolso, someteme, soy tuyo — tentó al mayor.

El pelinegro sonrió victorioso, así es como lo quería, necesitaba tomar el control esa vez y que Taehyung fuese tan cooperador le ayudaba por completo a la sucia fantasía que tenía en su mente.

Caminó hasta su maleta y haciendo caso a la petición de su chico tomó una de las corbatas que tenía en esta para luego volver junto al menor y observar con deseo, mientras mordía su labio inferior.

—Sobre la cama Taehyung.

Sin poner quejas el contrario hizo lo pedido, quedando boca arriba, mientras observaba atento cada movimiento de JungKook, quien parecía exudar un calor que emanaba por su cuerpo y aún sin estar lo suficientemente cerca, podía sentirlo.

Subió con sus rodillas sobre la cama, gateando hasta Taehyung antes de posar su cuerpo sobre el, restregandose sin reparos y tomando sus labios en un beso dominante.

Estaba siendo brusco, un contacto sucio y descuidado que sacaba suspiros y gemidos de ambos.

—Esto estorba — dijo quitando de un solo tirón la remera del cuerpo  contrario— y esto también — aseguró bajando sus pantalones y dejando al menor desnudo frente a el—completamente hermoso.

Taehyung era sin duda alguna una hermosa obra de arte, una preciosa joya que solo un imbécil no sería capaz de valorar.

El no sería un imbécil, jamás, no era estúpido, no perdería al hermoso ser que estaba a su disposición en ese momento, al que sin dudarlo le había entregado su corazón y por el que sería capaz de hacer lo que fuera con tal de verlo bien.

—¿Porque soy el único desnudo aquí?— la voz de Taehyung lo sacó de sus pensamientos.

—Eso no es un problema, bebé— dijo separándose de el y poniéndose de pie, mientras lo veía apoyar sus codos sobre la cama y fijar sus ojos en su anatomía.

Jungkook deslizó sus dedos elegantemente sobre su camisa, desprendiendo uno a los botones de ésta y dejando que su pálida, lisa y perfecta piel, estuviera a la vista para el deleite del joven que lo observaba casi con la boca abierta por el espectáculo del que estaba siendo el único espectador.

Su ego parecía elevarse al ver que su cuerpo era por completo admirado por Taehyung, así debía ser, siempre, se encargaría de que los bonitos ojos miel estuvieran siempre sobre él, que no tuviera necesidad de ver hacia otro lado.

Necesitaba la atención completa de ese demonio que había sido puesto en su camino para hacerlo vivir en el más magnífico de sus pecados.

—Sube tus manos sobre tu cabeza, bebé — sin preguntas el menor acató la orden.

JungKook amarró con algo de fuerza la corbata a las muñecas de Taehyung para luego subirlas hasta el espaldar de la cama y atarlas allí, imposibilitando cualquier movimiento que quisiera hacer.

—¿Vas a hacerme un exorcismo, padrecito?

—Si, te voy a sacar el demonio mientras te meto el espíritu Santo — dijo divertido— separa las piernas, lindo, vamos a hacer espacio por aquí.

Taehyung le sonrió con coquetería antes de hacer lo pedido, abriendo de forma casi dramática sus extremidades, dándole todo el acceso que quiera al contrario, quien sin dudarlo llevó su mano hasta el muslo de Taehyung y acarició la zona con suavidad.

—¿Te gusta verdad?

—Me encanta que abras tus lindas piernas para mí — contestó sin rodeos.

La lengua del pelinegro hizo un recorrido desde la rodilla de Taehyung hasta su miembro, dejando un rastro húmedo que parecía quemar sobre la piel de chico, que solo podía suspirar y sonreír por la atención.

—Se siente tan rico cada cosa que me haces, Jungkook, eres tan hábil, tan perfecto para mí, me calientas como no tienes idea.

—Tal como tú lo haces, cariño, ahora sé bueno y abre tu boca, quiero que me la chupes así, en esa posición y también te daré la atención que necesitas.

Trepó con cuidado de no aplastarlo, quedando con su pelvis frente al rostro de Taehyung quien abrió su boca sin reparos, invitando a adentrarse en ella.

El pelinegro giró su cuerpo, quedando con su miembro directamente ena boca contraria mientras su propia boca, tomaba la intimidad de Taehyung y comenzarba lamerla con destreza.

Aquella posición les daba igualdad de placer a ambos y el encuentro se volvía aún más caliente.

Su cadera embestía con audacia la boca ajena, a su antojo, sin reclamos ni oportunidad de hacerlo detenerse ya que el menor se mantenía con sus manos atadas y estaba a su merced en ese momento.

—Mantén tu boca abierta, bebé, yo me encargaré de todo— dijo volviendo a su labor de penetrar una y otra vez entre los labios de Taehyung, quien parecía ahogarse con la extensión por ratos pero sin detenerse en sus lamidas y succiones cada vez que el falo lo llenaba por completo.

JungKook lo sostuvo desde sus nalgas, acercándolo lo máximo posible a su boca y comiendo de él deliciosamente hasta sentirlo tensarse, avisando que el orgasmo era inminente.

A pesar del placer que él también estaba sintiendo, no quería dejar su escencia en los labios de su demonio, el quería llenarlo, profanar ese lindo culo con su polla y escucharlo pedir por más, tan necesitado de él.

Apenas sintió a Taehyung correrse violentamente, trago con esmero cada gota de la escencia que se le había entregado y sin darle chance a reponerse se bajó de dónde estaba y se posicionó entre sus piernas, alineando su longitud y entrando de golpe, haciendo su falo desaparecer en el interior del contrario.

El menor temblaba por completo, estaba sobreestimulado, tan sensible que parecía que cada empuje, cada intromisión se sentía aún el doble de excitante.

Jungkook subió una de las piernas del menor hasta su hombro y pego su cuerpo al contrario, haciendo que está quedara entre sus torsos y que el cuerpo de Taehyung contorsione tan perfectamente que en esa posición podía ir incluso más dentro de lo que hacía anteriormente.

—Asi es, no pares, metemela fuerte — pedía descarado.

—Si pudieras ver lo hermoso que se ve tu esponjoso culo tragándome, tan abierto y húmedo para mí, tan dispuesto, es realmente fascinante.

—Ah~ Jungkook, eres tan grueso y grande que siento que vas a partirme— jadeo.

—Disfruta, cariño, tómalo todo, no te contengas, quiero escucharte gritar mi nombre cuando llegues a tu orgasmo.

Aquellas palabras parecían haber llevado a Taehyung directo al límite, mientras sentía su climax llegar a la cumbre más alta y desbordarse con urgencia, manchando todo a su paso.

La maldita imagen era tan perfecta, tan sucia y tan exquisita para Jungkook, que comenzó a arremeter aún más salvajemente, buscando su propia liberación, la cual llegó solo unos segundos después, vaciándose por completo en el interior de su chico.

Su cuerpo cayó rendido a un costado de Taehyung quien respiraba agitado mientras sonreía bobamente por lo ocurrido, disfrutando de la sensación de sus cuerpos mientras el calor bajaba y ambos se mantenían en silencio, completamente cómodos el uno con el otro.


Jin se había levantado por un vaso con agua e inevitablemente había escuchado los sonidos de aquella habitación.

—Malditos mocosos hormonales— bufó divertido.

La luz de un teléfono se encendió, avisando un mensaje recibido.

Pudo percatarse de que se trataba del teléfono de Taehyung, lo había visto cuando él lo dejó sobre la encimera, ahora debía estar demasiado ocupado para recordarlo.

La curiosidad lo hizo mirar hacia el y ver la notificación en la ventana flotante

“No debiste irte, Tae, mamá está como loca”

Tan pronto como leyó aquel mensaje uno nuevo reemplazo al anterior.

“Quiere casarme con la hija de los Choi… no quiero hacerlo”

No sabía realmente que relación tenían ellos dos pero parecía que el muchacho estaba desesperado.

“Fui un hermano terrible, si hubiese sido mejor, tal vez me habrías llevado contigo y no estaría metido en todo esto”

Seokjin logró sentirse algo mal por aquel chico, que sin conocerlo parecía estar muy angustiado por las decisiones de sus padres.

“Perdóname, ahora entiendo porque te fuiste”

Estuvo a punto de tomar el teléfono y responderle a ese muchacho, tal vez solo necesitaba una palabra de aliento y estaría tranquilo.

El no lo conocía, podía asumir que era el hermano de Taehyung pero no tenía porque preocuparse de la forma en que lo hacía.

Justo cuando iba a tomar el aparato, Taehyung salió de la habitación con el torso descubierto y una toalla alrededor de sus cintura.

—Ahí está— dijo refiriéndose a su teléfono.

—Creo que tienes unos mensajes.

Taehyung alzó una ceja y le resto importancia antes de tomar el celular entre sus manos y bufar molesto al leer cada uno de los mensajes.

—Se lo dije.

—¿De qué hablas? — preguntó JungKook llegando junto a ellos.

—Namjoon, es un estúpido — reclamo— traté de acercarme a él cuando aún vivíamos juntos, le dije que tarde o temprano esa vida le iba pasar la cuenta, pero estaba tan segado en su religión que nunca escuchó — dijo entre tono molesto y preocupado — Mi madre sobrepasó los límites.

—No debería opinar, no lo conozco de nada— intervino Jin — pero si aún llevándose mal, no teniendo relación, fuiste la primera persona a la que busco al sentirse desesperado, es porque realmente te necesita Taehyung— dijo tranquilo — no se que clase de relación llevan pero sigue siendo tu hermano y te necesita.

El menor suspiro rendido, Jin tenía razón, Namjoon seguía siendo su hermano y hubo un tiempo cuando aún era un niño en que recuerda a su hermano cuidando de él y protegiéndolo, no era justo que no lograra conmoverse con su angustia.

—¿Qué hago?

—Tráelo aquí— dijo Jungkook — tráelo pero bajo nuestros términos, que deje su maldita religión en ese pueblo, si quiere nuestra ayuda, muchas cosas cambiarán.

—Él no es como yo, es más terco, no lo entenderá tan fácil, pero puedo intentar, ofrecerle la ayuda, ya es decisión de él si lo toma o lo deja.

Los contrarios asintieron de acuerdo a sus palabras mientras lo veían marcar el número de su hermano y llevar su teléfono hasta su oído.

Evitaria que su madre quisieras seguir haciendo lo que le plazca.

—Namjoon…

—Tae, gracias al cielo…


Gracias por seguir leyendo la historia🌸

🌸Erlith_🌸

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro