— Es la segunda vez que me voy de ese pueblo, sin mirar atrás, solo huyendo de él.

— ¿Está vez querías quedarte?

—Ni de broma— respondió de inmediato— se siente diferente…

— ¿A qué te refieres, bebé?— pregunto observándolo unos segundos antes de fijar su vista en frente, continuando su camino.

—En esta ocasión no voy solo, me llevo al cura además ¡Toma eso mamá! — rio divertido.

Jungkook se contagió de inmediato con risa de su chico, realmente encantado por verlo tan divertido por lo que suponía para muchos sería un acto impuro, pero que para él, solo le hacía convencer cada vez más que ese diablito, era todo lo que necesitaba por mucho tiempo.

Sin dudarlo llevo una des manos hasta el muslo de Taehyung, sin apartar su vista del camino mientras sostenía el volante, acarició con delicadeza al contrario y sonrió levemente al sentir la mano de Taehyung sobre la suya, dando una caricia rápida con su pulgar.

—Estás mimoso, padrecito— rio — ¿cómo debería llamarte ahora?

—Mi amor— respondió de inmediato.

—Atrevido — dijo divertido.

—Esta vez serás mi esposo, recuerda, luego de esto creo que lo haré realidad.

—¿Eres de los que necesitan un papel?

—No lo soy, pero tampoco soy idiota— reconoció — no necesito un papel de por medio para estar contigo, pero mi sentido de pertenencia te necesita a ti, aceptando ser mío por siempre, por escrito, como si todo mi ser necesitase algo legal que me confirme que no huyas de mi lado— reconoció algo avergonzado, mordiendo su labio inferior.

—¿Quieres que te pertenezca?— preguntó con una ceja alzada.

—Por supuesto, por completo.

La respuesta rápida hizo a Taehyung sonrojarse levemente mientras llevaba sus manos hasta sus mejillas y las ocultaba tras ellas.

—¡Maldito hombre encantador!

—Soy el encantador de demonios, tengo uno justamente aquí, sonrojado y hermoso para mí— respondió altanero— voy a detener el auto y te subes sobre mi regazo, si no te tomo ahora me volveré loco.

Estaban en medio de la nada, una larga carretera de tierra en la que ningún alma daba muestra de vida y en la que solo las luces de su vehículo iluminaban la zona.

Una vez el automóvil se detuvo, la oscuridad llenó todo por completo y Taehyung sin perder tiempo se despojó de sus pantalones mientras escuchaba la hebilla y el cierre de los pantalones contrarios ser retirada con premura.

En menos de un segundo estaba sobre el regazo de Jungkook, moviéndose descaradamente sobre su endurecida erección, que rozaba húmeda su entrada y parecía palpitar cada vez que su punta se internaba levemente en la calidez, sin penetrar, solo inspeccionando la zona.

Las manos del menor fueron hasta la nuca del falso sacerdote y acariciaron la zona mientras acercaba su rostro y se deleitaba dejando besos y mordidas en la pálida piel que le encantaba, olía de maravilla, se sentía tibia bajo su tacto y completamente adictiva.

Jungkook dejó caer su cabeza hacia atrás, llevando sus manos a la cintura de Taehyung dónde sostuvo con fuerza, y guío los movimientos, moldeando a su antojo el contacto que estaban teniendo.

Las atenciones del hermoso demonio lo estaban excitando por completo, lo estaban haciendo jadear, gruñir y maldecir por el deseo que se generaba justo en su entrepierna, deseo que estaba seguro no sería apaciguado, más que con la unión y el desenfreno del encuentro íntimo entre ambos.

—Necesito estar dentro de ti ahora—demandó— separa tus esponjosas nalgas y dame el acceso a follarte, déjame entrar, Taehyung — pidió entre susurros en su oído.

Sin quejas, el chico hizo lo pedido, levantando su cadera levemente mientras sus manos hacían de inmediato aquella acción pedida por su hombre, porque si de algo estaba seguro es que ese que gruñía y pedía por follarlo, era suyo, su mentiroso, su estafador, suyo en cualquiera de sus facetas y podía entender el sentido de pertenencia que él mismo generaba en Jungkook, ya que se sentía de la misma forma.

El pelinegro masturbó su endurecida erección unos segundos, antes de llevar sus propios dedos hasta su boca y tomar de su saliva, para llevar aquellos húmedos dedos a la entrada de Taehyung e introducirlos una y otra vez, sintiendo como esta se humedecía, preparándose para recibirlo, acompañada de los gloriosos sonidos de placer que escapaban de los labios del menor y que lo hacían perder la cordura por completo.

No podía esperar más.

Reemplazó sus falanges por su gruesa, húmeda y endurecida erección, la cual entró implacable, sin reparos y por completo al interior de Taehyung, quien gimió en respuesta mientras soltaba sus nalgas y llevaba sus manos hasta los hombros del pelinegro para impulsarse de una vez, casi saltando sobre su regazo, importando muy poco el dolor de la intromisión, ese que mezclado con la excitación, el calor, el placer y la lujuria del momento lo hacían perfecto.

Jungkook estaba encantado, gemía ronco y dejaba a su hermoso pecador saltar sobre su polla a su antojo, devorándolo en su interior mientras sentía que cada vez era succionado con más fuerza por aquellas paredes que parecían tener un imán que lo atraía a entrar y salir de ellas una y otra vez, cada vez más profundo.

—Te follaría sin descanso por el resto de mi vida, Tae, me asfixias la polla como un profesional, se siente tan rico, eres cálido— dijo antes de morder el cuello canela y dejar sus dientes levemente marcados en la zona — salta, bebé, toma lo que te pertenece — lo alentó.

Para Taehyung aquellas palabras eran justo las que quería escuchar, su corazón comenzó a bombear con fuerza y su cuerpo se dejó ir al descontrol, eufórico, hambriento de Jungkook, de su cuerpo, de su ser.

Sus pechos se pegaron por completo y los movimientos se volvieron descuidados, buscando ambos el mismo objetivo, dejando salir las maldiciones y gruñidos libremente, mientras el automóvil se movía casi de forma irreal y era una suerte que nadie estuviese cerca, de lo contrario serían descubiertos al instante, aunque a decir verdad no les importaba, les daba igual, en aquel momento, cuando sus cuerpos se unían, el mundo a su alrededor desaparecia, solo eran ellos dos, entregándose en el placer y disfrutando del magnífico sexo que tenían.

No faltó mucho más para que el cosquilleo se hiciera presente en su abdomen bajo, avisando que el orgasmo estaba cerca y no haciendo nada para evitar que este llegara

—Jungkook~ — gimió alto— me voy a correr — aviso encontrándose al borde del abismo.

— No lo detengas Bebé — pidió — juntos —dijo costosamente mientras enterraba sus dedos en la piel de la cadera de Taehyung y arremetía a su encuentro con fuerza, apuñalando su próstata sin descanso y sintiendo como ambos explotaban en el orgasmo.

Sus nombres salían de los labios contrarios como gemidos, completamente extasiados por el placer y lo satisfactorio que se había sentido el encuentro.

Taehyung sostuvo el rostro del mayor para besarlo profundamente, introduciendo su lengua sin reparos mientras esta era recibida gustosamente por el falso sacerdote, quien llevó su mano hasta la nuca del menor para atraerlo aún más cerca y profundizar el beso.

Disfrutaron unos segundos de aquella acción antes de separarse agitados, sonrientes, aún unidos en sus intimidades, que palpitaba dejando salir las últimas gotas de sus esencias.

— Como siempre, padrecito, fue un placer — dijo sobre sus labios.

—El placer fue mío, precioso, tu culo es un sueño— dijo descarado.

—Quién diría que sería lo suficiente soñado para tenerte por completo atrapado.

Jungkook dio una fuerte nalgada en el trasero descubierto de Taehyung, haciéndolo jadear por la acción y sonriendo por aquella respuesta.

—Hace gran parte, es delicioso, pero no lo hace todo, tú por completo eres adictivo, encajas tan bien conmigo que me pareces perfecto, único, me tienes por completo a tus pies.

El menor mordió su labio inferior, sorprendido gratamente por cada cosa que salía de los labios del falso sacerdote, quien en un par de días lo había hecho sentir más importante de lo que se había sentido en años, lo cual era triste su si pensaba más a fondo, pero como Taehyung no tenía tiempo para lamentaciones, no entraría a pensar más de la cuenta.

Desde aquí sería relevante, no importaba que pasó antes, todo quedaba en el olvido con cada palabra o cada halago que recibía de Jungkook, que aun sabiendo que se trataba de un experto en la mentira, por alguna razón lo que iba dirigido a él, se sentía real.

— ¿No vas a cansarte y dejarme, verdad? — dijo apresurado, avergonzándose de inmediato por sus palabras.

—Jamás— respondió de inmediato acariciando su mejilla — soy un gran mentiroso, lo sabes, pero si se trata de ti, puedo reconocer que es la única verdad en mi vida— reconoció — si hay algo real, de lo que nunca deberías dudar es de mis sentimientos hacia ti, me vuelves loco, en muy poco tiempo me tienes a tus pies y estoy seguro de que si esto sigue así, tarde o temprano me volveré loco de amor por ti, debería estar asustado, pero no lo estoy, la idea me resulta encantadora.

—¿Eres de los que se ponen cursis después del sexo?— intentó aligerar la conversación, el rápido latir de su corazón lo estaba desconcertando.

—Contigo lo soy, cada cosa nueva, cada nueva faceta sale a relucir solo porque eres tú, Taehyung, y la verdad no me importa, mientras sea contigo no me asusta, podrías destruirme por completo y aun así seguiría pensando que eres la criatura más perfecta de este nefasto mundo.

Sin decir una palabra, el menor capturó sus labios con urgencia, evitando que unas pequeñas lágrimas cayeran de sus ojos, realmente afectado por sus palabras.

— Eres tonto — dijo al separarse — Pero eres mío, ya no hay vuelta atrás.

—Lo soy, bebé, completamente tuyo, de eso no hay dudas, tampoco hay oportunidad si quiera  de que sea de otra forma, me encanta tal y como es— respondió antes de dejar un casto beso sobre los labios contrarios— Vámonos de aquí, el vuelo sale en un par de horas.

—Espera… ¿Tenías los boletos comprados aun sin tener una respuesta de mi parte?

—Por supuesto.

—¿Y si me hubiera negado?

— El secuestro era una opción — dijo tranquilo.

—¿Has secuestrado a alguien más?— pregunto divertido mientras se bajaba de su regazo y comenzaba a vestirse, viendo que el contrario hacía la misma acción.

—Serías el primero, pero estuve investigando y no es tan difícil, además sé que no pondrías resistencia, vendrías conmigo sin pensarlo ¿Estoy en lo correcto?

—¿Donde más me darían el culo y me follarían como los dioses? no creo que encuentre a alguien más perfecto para jugar al vuelta y vuelta — se burló divertido.

—Que te digo, si el gasto es parejo, es más justo— habló tranquilo antes de poner en marcha el automóvil y seguir con su viaje.

Taehyung rió abiertamente antes de acercarse y dejar un beso en la mejilla del contrario para luego volver a su lugar y ajustar el cinturón de seguridad.

—Debo despedirme de Jimin — dijo tranquilo — Le debo mucho, a él y a Yoongi, no puedo desaparecer así como así, necesitan saber que tal vez no volverán a verme, pero que estoy bien.

— ¿Son tus amigos?

— Jimin es mi mejor amigo y Yoongi es su novio— contó — les debo la vida…

—Hay que visitarlos — dijo sin más.

—Gracias por entender y no preguntar, te contaré todo, sabrás cada detalle de mi vida, te lo prometo.

— Tú también sabrás todo de la mía, no habrá secretos entre nosotros —aseguró.

Recibiendo un asentimiento y una sonrisa de parte de su chico, Jungkook siguió atento al camino, estando cada vez más cerca de la ciudad y sintiéndose ansioso por comenzar una nueva vida junto al que muy pronto sería su novio oficial, justo en el momento en que se lo pidiera de forma correcta, como se lo merecía y como lo haría, un recuerdo que nunca jamás, Taehyung pudiera olvidar.

Capítulo dedicado a Debi_87 , espero que te guste, bella 🌸

Gracias por la espera a quienes siguen está historia 🌸