Ink miraba un lienzo frente suyo, totalmente en blanco. Justo en ese momento tenía un bloqueo artístico, mierda, y ya que había prometido un cuadro para uno de sus clientes. Sí, ahora Ink vendía cuadros por conseguir algo de gold para cuidar de su pequeña familia.

No podía concentrarse e incluso entre sus nervios comenzó a mover su pierna de arriba a abajo y viceversa repetidas veces; volteaba a ver sus pinturas y pinceles sin ocurrírsele nada. ¿Dónde estaba su motivación cuando la necesitaba? Comenzaba a frustrarse, lo peor es que la fecha que estableció para entregar la pintura era mañana.

Estaba a nada de rendirse e ir a cancelar, cuando sintió algo rozar lentamente las vértebras de su cuello. Húmedo, cálido...

De inmediato se levantó de golpe de su silla para encarar a Lust quien estaba reposando sus brazos en el respaldo de dicho mueble; tenía la punta de su lengua fuera de su boca lo que claramente le dio la idea a Ink de qué había hecho.

- Bonita pintura, ¿cuánto cobras, mi amor~?

- Lust, no es momento de bromas -se quejó volviendo a sentarse, Lust dio un largo resuello, si el pintor no quería bromear debía ser algo grave lo que le molestaba.

- Vale, vale... ¿Aún nada? -el contrario negó frustrado, aunque relajó su expresión de molestia al llegar su hija, a quien sentó en sus piernas lo que claro hizo sonreír a Lust -Bueno, sé que vas a lograrlo -sonrió acariciando el cráneo del pintor.

- ¡Puedes, papi! -exclamó la niña dejando de lado su biberón, ésa apenas era la única frase que lograba formular más o menos bien, y todo gracias a Lust que muchas veces animaba de ese modo a Ink, dejando de decirlo cuando la niña tomó la maña de repetir lo que escuchaba.

El protector de los AU's dio palmaditas en la cabeza de la menor y la levantó un poco para luego jalar a Lust de milagro consiguiendo que quedara en sus piernas aunque casi se cae y obvio el de pupilas de corazón se quejó por ello... cosa que se arregló con una sesión de cariños leves para que su hija no siguiera aprendiendo cosas raras.

- Nah, lo cancelaré, no es como que vayan a decirle nada al protector de los universos, ¿no? -alardeó más que nada como broma para que Lust hiciera una mueca y le golpeara suavemente el hombro -Hey, todavía que pasaré más tiempo con Prisma y contigo te enojas; ah, Lust, eres todo un caso~

- De haber sabido que te harías tan vago me habría casado con Error al menos para no sorprenderme por ello -se quejó, ahora fue Ink quien se hizo el ofendido.

- Nuuu, sólo querer a papi Ink -la infante hizo un mohín dando señales de que lloraría, por lo que ambos comenzaron a calmarla o al menos intentar, Ink sólo arruinaba todo diciendo que Error tenía buen culo y claro, ofendió a su esposo de paso con ello.

Ink debía recordar no comprometerse a más trabajos cuando no tuviera inspiración y obviamente a nunca faltarle el respeto a Lust o a su cuerpo. Ahora dormía en el sillón y para colmo con una cobija vieja de su pequeña Prisma. Tenía frío, pero él se lo buscó... Ya mañana llevaría a Prisma con Alter para luego volver a casa y contentar a Lust con una buena sesión de sexo... sí, definitivamente eso haría.