Nuevamente esa leve sensación de cosquilleo en su interior, seguida de una comezón inexplicable en su inexistente garganta; aunque eso no era nada para él.

Decidió ignorar ese asunto y enfocarse en continuar su malteada con la mirada fija en aquel chico que se encontraba sentado del lado opuesto de la mesa, dibujaba con cierto afán en uno de sus cuadernos tan distraído en su labor sin siquiera percatarse del modo en que el contrario le contemplaba, embelesado por la belleza de su amigo que, al menos para él, era inigualable.

Pensarlo de ese modo era tonto, ridículo es más; para todos los que conocieran a ese par, era notablemente evidente el afecto de Lust hacia Ink, para ello tan sólo bastaba ver un momento la expresión boba del esqueleto de Underlust al tener cerca al pintor. Más obvio no podía ser, aunque para alguien tan despistado como Ink… quizás no era suficiente.

Terminó su bebida, pero su compañero aún no despegaba la vista del papel aún trazando el boceto de un nuevo universo que alguien intentaba crear, era impresionante cómo toda su atención estaba enfocada en sus dibujos y el cómo ignoraba olímpicamente a Lust.

Por segunda vez en el día, esa comezón se hizo presente, esta vez con más intensidad que incluso llegó a toser. Se excusó a lo que su acompañante sólo asintió sin prestarle mucha atención en realidad, pero así era él, Lust ya estaba más que acostumbrado a eso.

Tuvo suerte de llegar al baño para revisar con el espejo del lugar si había algo en su boca que le causase tal malestar. Y en efecto, algo pequeño se encontraba ahí, por lo que el esqueleto ya harto de sentir esa molestia, decidió retirarla con cuidado de no causarse arcadas… bueno, ¿a quién engañaba? No tenía reflejo de vómito desde hace años. Sacar aquel objeto extraño no fue tarea difícil pero, al ver de lo que se trataba, hizo una leve mueca ante su descubrimiento.

Un pétalo.

Un simple pétalo de un tono morado oscuro estaba ahora entre sus dedos, lleno de su propia baba. Le causaba curiosidad saber cómo había llegado eso ahí pero al mismo tiempo prefería que fuera un misterio pues bien él mismo pudo habérselo comido durante su última borrachera.

Sin embargo, ahora sus pensamientos se vieron interrumpidos al sentir unas terribles ganas de vomitar. No pudo con las náuseas y corrió al primer retrete que vio, sólo para encerrarse y sin tiempo que perder, botar todo… inconscientemente abrió sus cuencas, y cómo hubiera deseado no haberlo hecho. Había llenado la mitad del retrete con un puñado de pétalos del mismo color que antes.

(｡’▽’｡)♡

Drabble que primeramente iba a ser un fanfic, pero al final me arrepentí de seguirla y quedó... así.

Espero les guste uvu