Taehyung caminaba detrás de Jimin tratando de seguirle el paso. La verdad, es que estaba asustado, pues sabía que el gobernante no había tenido un buen día, y que para rematar el tenía que darle una noticia para nada grata.

Jimin empujó las dos puertas de la sala de recibimiento y entró, seguido de Taehyung, quien cerró las puertas con delicadeza.

- Esos idiotas van a hacer que pierda la cabeza, me tienen harto. - Jimin se sirvió un vaso con agua del estante cerca del ventanal.

Taehyung suspiró y cruzó sus manos por detrás. - Ya los conoces, no dejes que te dañen el humor. Sabemos que aquella regla no se va abolir solo porque unos cuantos así lo quieran, no tienen justificaciones sólidas.

- Tienen un as bajo la manga, yo lo sé, solo están esperando el momento adecuado. - Jimin apretó el vaso de vidrio, hasta el punto de ocasionarle algunas rupturas. Se dio cuenta y lo dejó en el estante, para después volver a ver a Taehyung. - Pero no lo voy a permitir, yo soy la última palabra.

Taehyung asintió. - Por supuesto, claro, tu eres el gobernante, y sea lo que sea que tramen nadie puede ir en contra de tus órdenes.

Jimin apartó su cabello hacia atrás, y pasó la lengua por sus colmillos. Estos le latian desde la encía a causa de su estrés y falta de alimentación, pero ahora lo último que quería era beber.

- Y bien, ¿tienes algo más que decirme?

- Uh...si, si tengo. - Taehyung se acercó un poco más hacia el ventanal. - Uhnn...

- Habla ya, sabes que odio el suspenso.

- Si, lo siento. Sucede que, tus padres estuvieron aquí en la mañana. - Taehyung hablaba con sigilo, pendiente de cada expresión de Jimin.

- ¿Y? - respondió con indiferencia.

- Bueno, querían hablar contigo pero como les dije que no estabas ellos me dejaron el recado a mi.

- Maldita sea ve al grano Taehyung. - Jimin lo miró enojado. No estaba para aguantar las largas de Taehyung.

- Ellos se van a ir de viaje por una semana debido a su aniversario de bodas y tu hermano se va a quedar esa semana aquí contigo. - habló rápidamente y sin tapujos, atento a la reacción de este.

- ¿Qué estás diciendo? - preguntó Jimin en baja voz.

- Eso es lo que me dijeron. Tu hermano va a estar aquí mañana en la mañana.

Las venas negras de su sien y sus manos brotaron debido al enojo que lo invadía. Taehyung tragó grueso y retrocedió por inercia.

- Yo no he aceptado que él pise esta casa.

- Lo sé, lo sé, eso les dije, que tu tenías que aprobar aquella decisión de su parte, pero ya ves...

Jimin no lo dejó terminar, y salió como alma que lleva el diablo de aquella sala, mientras marcaba un contacto en su celular.

Taehyung dejó salir el aire que contenía y secó el sudor de su frente.

- Ay Dios mío, vi mi vida pasar.

La llamada demoró solo unos segundos en ser contestada, pero la paciencia de Jimin estaba al límite. Sus dedos estaban más pálidos de lo normal al apretar en demasía su celular.

- Hola, buenas noches Jimin - contestó Sakura, su madre.

- Buenas noches, madre - contestó con los dientes apretados. Estaba seguro que su madre sabía su estado en este momento. - Ya me comentó Taehyung su visita en la tarde.

- Ah que bueno, de hecho estaba esperando tu llamada - la voz de Sakura era tan serena y calmada que, irritaba más a Jimin. - te escucho, hijo.

- Él no va a quedarse aquí. No me interesa si mi padre y tu se van de viaje o quieren tiempo a solas, no es mi problema. Además, él ni siquiera me conoce ni yo tampoco.

Sakura se quedó en silencio unos segundos. - Primero, él ya sabe de tu existencia. - Jimin alzó una ceja, intrigado. - Tu padre y yo le hablamos acerca de su hermano mayor hace medio mes, así que puedes estar tranquilo. Segundo, Yoongi puede quedarse solo en casa todo el tiempo que sea necesario... - Jimin iba a refutar, pero Sakura no lo dejó. - ...pero, él mismo fue el que nos pidió si podía pasar esa semana contigo.

- ¿Qué? Eso es imposible madre. Sabe de mi existencia, pero sigo siendo un desconocido.

- Por eso mismo. Yoongi desea conocer a su hermano mayor. Nosotros no le íbamos a negar eso.

- No pueden tomar esa decisión sin mí consentimiento.

- Es tu hermano menor Jimin, independientemente de tu pensar o lo que seas, no es cualquier persona, es tu hermano, tu sangre.

Jimin reviró los ojos ante aquellas palabras.

- Madre, está área no es para Yoongi, él no encaja aquí, así como yo no encajo con ustedes. No va a venir aquí y punto final.

- No discutiré ese tema otra vez contigo Jimin. Y si, eres el gobernante de esa área, pero yo sigo siendo tu madre, y si digo que Yoongi irá a pasar una semana contigo, así va a ser y punto final. Que tengas buenas noches, Jimin, Yoongi estará allí mañana temprano.

Sakura colgó la llamada.

Jimin lanzó el celular a la pared, este quebrandose de un solo golpe.

Inhaló y exhaló varias veces, tratando de no dejarse llevar del todo por su lado bestial. De verdad que lo intentaba, pero las situaciones que lo rodeaban no ayudaban para nada.

Ya tenía mucho estrés por sus responsabilidades y cargas como gobernante del área de shifters no cambiaformas, y ahora otro peso se sumaba a sus hombros por lo de su hermano menor.

La última vez que había visto y sabido de Yoongi, este era tan solo un bebé de un año, y él un niño de 8 años. Por ende, cuando dejo la casa de sus padres unos meses después para irse a vivir con su abuelo materno, no volvió a saber de Yoongi. Es más, muchas veces se olvidaba de su existencia.

Las pocas veces que hablaba con sus padres, estos le hicieron ver que Yoongi ni siquiera sabía que tenía un hermano mayor, pues no tenía ningún recuerdo de él. Algo que a Jimin le era irrelevante.

Jimin suspiró viendo los restos de su celular, y fue hacia el baño, donde se quedó viendo unos segundos en el espejo. Su apariencia se veía muy cansada.

Él era diferente a sus padres y a su hermano menor. Sakura era una cambia formas, y su padre Taemin un híbrido felino. En cambio él, era un vampiro, como su difunto abuelo materno.

Jamás se sintió cómodo viviendo en el área de cambiaformas, pues diariamente era marginado por los demás niños, por eso a los 8 años fue a vivir con su abuelo al área de shifters no cambiaformas, y aquella fue la mejor decisión que pudo tomar.

Jimin no simpatizaba con los cambiaformas e híbridos, por razones de su infancia y por motivos del presente. Motivos por los cuales como gobernante, no permitía los tratos innecesarios entre las dos áreas.

Por eso, no quería tener a Yoongi en su casa ni cerca de él. Este era un híbrido felino como su padre. Su hermano menor formaba parte de ese mundo al cual Jimin quería mantener lejos de él.

Jamás podrían encajar o siquiera tratar de formar un superficial parentesco, por más que compartieran sangre.