- ¡¿Qué?! Pero...¡Jimin! ¿Cómo que no vas a venir hoy?

Taehyung estaba a punto de colapsar.

- Hey Taehyung, bajale a tu tono ¿sí? Eres mi amigo pero me debes respeto.

- Si, lo siento - respondió bufando.

- Tengo derecho a hacer lo que quiera y decidir si voy o no a casa.

- Eso no lo niego, tienes razón, pero...está tu hermano aquí, el vino porque quiere conocerte. - la verdad, es que Taehyung había sentido mucha empatía con el omega felino al igual que Eun Chae y uno que otro empleado.

- Te dije que él podía hacer lo que quisiera, después de todo no está en mi casa porque yo quiera. Ahora, no me interrumpas más, adiós.

Taehyung frunció el ceño y negó. Muchas veces quería golpear a su amigo, independientemente de las consecuencias.

Se sentó en el sillón de su cuarto y siguió bebiendo de su copa con sangre.

- Bueno, lo intenté...ha sido un día muy cansado.

Los rayos del sol golpearon su cara y el pelaje alborotado de sus orejas.

Yoongi gruñó un poco molesto, pero fue abriendo sus ojos poco a poco. Entonces se dio cuenta que finalmente se había quedado dormido.

La noche anterior estuvo despierto hasta tarde, esperanzado de que Jimin llegara en cualquier momento, lo cual obviamente no sucedió, y el sueño le había ganado.

Se estiró en la cama, haciendo a un lado las sábanas y se quedó mirando el techo.

El día de ayer, Eun Chae lo llevó a recorrer la casa en su mayoría. Este lugar era muy grande, bonito e impresionante. La casa de su hermano mayor era genial. Deseaba tanto poder también conocer a Jimin de una vez por todas, e ir a conocer más del área.

En eso su celular sonó. Estiró su mano y lo tomó.

- Hola, buenos días mami.

- Buenos días mi niño, ¿cómo estás? ¿Todo bien?

- ¡Si! Muy bien. ¿Y ustedes?

- Estamos en las playas de Busan, la estamos pasando genial, espero que tu también tengas una buena semana, ¿cómo te recibió Jimin?

- Uh..uh...

- ¿Yoongi? ¿Qué sucede?

- Es que...bueno...él no estaba cuando llegué y tampoco pasó la noche aquí, así que aún no lo he conocido - su madre iba a decir algo, pero Yoongi se adelantó. - Pero...él es el gobernante, así que de seguro tuvo mucho que hacer hasta tarde.

- Ajá...ya veo. Bueno, hoy de seguro ya lo has de conocer. Cualquier cosa que suceda, puedes llamarme a mi o a tu padre ¿sí? Sin dudarlo.

- Si mami. Pero tranquila, no nos conocemos pero, es mi hermano mayor, no va a pasar nada malo.

- Ay mi niño, amo tu ingenuidad - rió su madre. - Bien, cuídate mucho, y hablamos más tarde.

- Igualmente mami, y no te preocupes, no es necesario que me estés llamando todos los días, diviértete con papá, yo estaré bien.

Sakura rió. - Así lo haré. Con todo igual te estaré llamado de vez en cuando, y llamaré a Jimin. Te amo mi niño, adiós.

- Adiós mami.

Yoongi se quedó pensativo. ¿Tenía algo de lo que preocuparse con respecto a su hermano? Si fuera así, sus padres no lo habrían dejado venir ¿verdad?.

Negó con la cabeza, y al instante fue interrumpido por el toque de la puerta.

- ¿Si?

- Hola, buenos días Yoongi - era Eun Chae.

Yoongi se levantó de un brinco y fue a abrir.

- Buenos días Eun Chae.

Eun Chae murió de ternura al ver la apariencia peluda de Yoongi. - Venía a decirte que puedes alistarte y bajar para el desayuno.

- Por supuesto, en unos minutos bajo.

Entonces se dio cuenta que de verdad tenía mucha hambre.

En la mesa del desayuno, solo estaban Taehyung, Eun Chae, y él.

Comieron, teniendo una amena conversación de cosas triviales. Eun Chae y Taehyung comían puras cosas secas, mientras que Yoongi bebía de un café con leche junto con dos sándwiches. Según sabía, los vampiros no bebían de nada más que no fuera sangre o agua.

- Todo estuvo muy delicioso - dijo Yoongi, limpiándose sus dedos con la servilleta.

- Me alegra que te sientas más cómodo Yoongi - dijo Taehyung.

- Y déjame decirte que haces muy buen trabajo peinando tus orejas y cola, yo no tendría paciencia para eso - dijo Eun Chae, admirando lo bonitas que se veían las orejas de Yoongi, ahora que estaban bien peinadas y los pelitos de las puntas bien parados. Además, de que desprendían un rico aroma a aceite de argán. - A duras penas me doy tiempo para mi cabello.

Yoongi rió. - Ya estoy acostumbrado a dedicar tiempo a mi pelaje, aunque al principio me costó, y siempre andaba peludo.

- Peludo no te ves nada mal tampoco - dijo Taehyung, haciendo sonrojar a Yoongi.

Segundos después, una de las empleadas fue a abrir la puerta, ya que el gobernante había llegado.

Jimin miró el reloj en su muñeca. Este marcaba las 9:30 am. Ya debían estar terminando el desayuno en su casa.

- Buenos días, señor. - le dio paso la empleada.

- Buenos días - entró, y caminó hasta el salón principal, donde estaba la división de escaleras hacia los diferentes pisos y áreas de la casa.

Iba a ir hacia su habitación, pero escuchó a lo lejos, risas y murmullos que venían del otro lado de la puerta del comedor.

Sus sentidos eran muy amplios, así que se concentró y pudo escuchar las voces de Taehyung, Eun Chae y...una tercera voz desconocida. Debía ser la de su hermano.

Suspiró, dudando hacia donde ir.

- Bien, vamos a acabar con esto de una vez - dijo para si, y caminó decidido hacia el comedor.

Abrió la puerta sin tantos miramientos y entró al salón.

Taehyung y Eun Chae se levantaron de las sillas a penas sintieron la presencia de Jimin. Estos hicieron una leve venia y sonrieron levemente.

Jimin se acercó hacia ellos. - Buenos días. ¿Diafrutaron su desayuno?

- Buenos días, así es. Me alegra que ya estés en casa - dijo Taehyung, mientras miraba de reojo a Yoongi.

Jimin dirigió su mirada hacia el joven híbrido que se estaba levantando de la silla y volteaba para encararlo.

Alzó una ceja totalmente sorprendido e incrédulo. Si le dijeran que el omega híbrido que estaba frente a él era su hermano, jamás lo hubiera creído. Su hermano y él, definitivamente eran dos mundos que no tenían nada que ver.

Jimin pudo notar que Yoongi también lo estaba analizando de pies a cabeza sin ocultar su expresión curiosa y de sorpresa. Aunque él no tenía mucho para analizar, su apariencia no era para nada llamativa como la de Yoongi. Su hermano menor, tenía unas orejas muy grandes, más que las de su padre. No había necesidad de que alguien preguntara que shfiter era, sus orejas y cola gritaban a los cuatro vientos que era un gato montés.

El joven omega se sintió cohibido ante la mirada penetrante y analítica de Jimin, así que comenzó a jugar con sus dedos, sin saber que decir. Había esperado conocer tanto a su hermano desde el día que se enteró, pero ahora, estaba en blanco y muy tímido.

- Bueno, nosotros nos retiramos para que puedan hablar - dijo Eun Chae, tomando a Taehyung del codo.

- Si, si, nos vamos, hablamos después Jimin.

Jimin asintió hacia los dos.

La puerta sonó al ser abierta y cerrada al mismo tiempo, creando un silencio incómodo en el salón.

- Hola, buenos días - Yoongi decidió tomar la iniciativa a pesar de su timidez. - soy Min Yoongi - sonrió - tu hermano menor, es un gusto para mí conocerte.

Jimin se terminó de acercar y asintió. - Soy Park Jimin, tu hermano mayor, mucho gusto.

Extendió su mano, y Yoongi la tomó entusiasmado.

Entonces, Jimin pudo sentir aquella conexión que se tenía entre familiares. Yoongi llevaba su sangre, aunque no pareciera para nada. Tenía curiosidad si Yoongi lo había sentido de la misma manera.

No creyó que podría tener alguna conexión desde ya con Yoongi, eran hermanos si, pero seguían siendo desconocidos.

- Yo, me alegré mucho cuando supe que tenía un hermano, por eso quise que nos podamos conocer - dijo Yoongi emocionado.

Jimin veía las expresiones vivarachas del omega como algo muy empalagoso. Pero no dijo nada sobre aquello.

- Si, así lo escuché de parte de nuestra madre. Cuando me dijo que pediste pasar una semana aquí en esta área también no lo podía creer. La última vez que te vi eras un pequeño bebé de un año.

- Oh...por eso, jamas supe de ti - Yoongi sintió más curiosidad acerca de Jimin.

Jimin suspiró cansado. Había tenido una relajante pero agotadora noche. - Acabo de llegar, iré a tomar una ducha y luego hablaremos más detenidamente ¿te parece?.

Yoongi asintió. - Claro, si. Está bien, te espero hyung.

- Solo, llámame Jimin.

La cola de Yoongi se movió emocionada por haber conocido a su hermano mayor. Jimin se retiró, pero antes le dio una última mirada.

Al salir del comedor, soltó el aire.

Nada de lo que le dijo estaba planeado. Es más, tenía ya previsto que le pediría que se marchara y que no volviera a buscarlo ni insistir en conocerse. Pero por algún motivo no pudo decirle eso.

En realidad, el motivo más evidente para Jimin, era la curiosidad. No por el hecho de querer saber que se sentiría forjar una amistad con su hermano menor, sino más bien por conocer como es que ese omega felino de grandes orejas podía ser su hermano.