Un pequeño perro ladró cuatro veces a lo lejos, y después le sobrevino nuevamente el incómodo silencio. Era ya muy avanzada la noche cuando Walter Dean a duras penas y andaba, envuelto en la negrura de su capa, avanzando deprisa y con la cabeza gacha bajo los amplios soportales del sagrado recinto. Escondida entre sus ropas una daga portaba y dos cuchillas sujetas al cinto, junto a su amada Ëire, siempre le acompañaban. Y a lo largo del camino, ni siquiera cuando con sigilo se infiltraban, nadie de los escasos, todavía despiertos inquilinos les notó. A excepción de un monje que, en un atisbo de la luz mortecina de esa pequeña llama, tuvo la impresión de haber visto desde la comodidad ofrecida por la ventana de su alcoba, un par de borrosas figuras escabulléndose, por el rabillo del ojo, tras las columnas, entre las ramas, desvanecerse a la distancia.

Y sin embargo, la radiante luna de plata, que encima de las más altas copas se alzaba y en vela, siempre recelosa vigilaba. Misma a la que Fridah, como añorando clemencia, o tal vez purgando calladamente las desgracias, lágrimas secas cual alma en pena, con sus pálidos ojos de vez en cuando miraba, más el divino destello las estrellas le negaban.

Uno se pregunta en ocasiones el por qué la divina providencia puede mostrarse con los suyos tan ingrata, cruel y despiadada. Sin darse cuenta de que es vuestro corto entendimiento y la vanagloriada soberbia la que primero reniega, dándoles la espalda.

No obstante, era el diminuto centello que entre el mar de sombras revoloteaban y como candelas, por la fronda de los atrios, pasando la cuesta, yendo al recodo, escalones arriba, en esa gran casa de las luciérnagas. Decenas, sientas de ellas... vagando sin rumbo, atraídas por el néctar de las flores nocturnas. Cuyos arbustos y enredadera solían fácilmente adherirse con musgo y humedad de la piedra, madera o rodear las fuentes y estatuillas del palacio.

Presurosos avanzaban, y entre la penumbra se mezclaban. El mercenario dio una última mirada a los sitios que quedaban a los lados, tras suyo, contemplando la espesa bruma que impregnaba la plazuela de Avenhrood, a la soledad de los pasillos. Viendo que no había moros en la costa. Apretó con fuerza la empuñadura de su espada, prosiguiendo su camino, volviéndose uno con la noche, sumergiéndose juntos en la inmensa nada....

—Esperad... ¿Os dais cuenta qué todo esto sería completamente innecesario si tan sólo me hubieseis escuchado y entrásemos por la puerta principal? - Una inquisidora fridah, quien caminaba al lado suyo, nuevamente sus acciones a sus oídos, con firmeza sus acciones recriminó.

—Callaos, que estoy rodeando la zona. Buscamos los mejores lugares y puntos ciegos que nos lleven al santuario principal, coger esa cosa y escapar.

—Esto es un monasterio, pudimos pasar como peregrinos o simples viajeros que quieren descansar. Es sólo agua bendita, no un tesoro sagrado, Dark. - Esto le reprochó. Pues mejor que nadie supo que es el trabajo en la misma clase de recinto donde una vez habitó.

—Sé lo que hago, elfa... No atraigáis malas vibras. - Seca y cortante, contestó. Negándose a admitir que esta vez podría haber tenido la razón. Sin embargo, muchas veces las viejas costumbres del oficio de un mercenario habituado más al escondrijo, entrando como ladrón, y ello en ocasiones le nubla el seso a la hora de pensar en algo mejor. —Perderíamos mucho tiempo en inventarles cuentos y en las oraciones.

—Para eso se supone que os di mi velo...Taparía vuestro rostro. – continuó.

—No me contradigáis, mujer. Yo hago las cosas a mi modo. – le gruñó. Acto seguido, Harto de escuchar sus regaños, el paso aceleró y sin siquiera voltear a verla, ahí hablando sola la dejó.

—¡Esperad! -Mas la rubia, a trote vacilante lo alcanzó y de la manga lo tomó. Dark, con un movimiento del tirar de su brazo, del agarre se zafó, y molesto contestó;

—¡A buscar lo que necesito para capturar a MÍ maldita presa! – mordazmente respondió. Eso sin antes haber hecho énfasis en "Mí presa". — ¡Si deseáis quedaros esperando a que alguien os halle y os mate, no es mi problema! - y dándole la espalda, de largo se siguió.

Por sutiles instantes, la dama enmudecida se quedó. Con gran disgusto, se limitó a negar en un gesto intriga y consternación, su encorvada, pero todavía imponente figura, envuelta en ese viejo y rasgado manto negro que traía encima, y le pareció similar escuchar los ahogados gruñidos, quejidos de un alma en pena cuando hace aparición. Y un bajo y extraño sentimiento a Fridah invadió...

Y no fue sino el apresuro de sus pasos, así como el ruido sordo del tacón del calzado. Y aunque un poco torpes, a veces hay algo más tras llegar al borde del cansancio que os da la fuerza para mantener vuestro raudo;

—Dark... - Y así siguió, hasta que finalmente a él otra vez llegó. La vivaz fiereza en la mira del cazador, con los ojos suplicantes de una jadeante Fridah al volverse se encontró. —No me dejéis... -Apenas recuperando el aliento, tiritando de frío, viéndole fijamente le habló. —Confieso que tal vez no entienda del todo como se hacen las cosas aquí como extranjera que soy, acostumbrada a los viajes por carreta más que caminar mucho y tomar el sol. Pero ahora os tengo a vos. Por eso os lo pido, no me dejéis que os necesito... - Tampoco es que a estas horas de la noche le hubiese dejado mucha visibilidad para memorizarse el sendero de vuelta...

—Qué demo.... -Walter sorprendido se quedó cuando esta delicadamente lo tocó y de su mano izquierda le tomó. Dark la miró con sorpresa. Y pese a esa aura de frialdad, no muchas personas hubiesen podido decirle aquello con tanta determinación, cierta calidez y humanidad halló, al sacarlas de contexto, porque esto fácilmente prestó para una distinta y muy vaga interpretación. Los rasgos sonrojó, y una mueca de asco fugazmente dibujó. Y no hubo más que crujido de las ramas, el canto de los grillos irrumpiendo en el silencio abrumador... —Ah... Bueno - El brujo entonces, un paso retrocedió. Pues además de ello, el parecido físico con su propia hermana le recordó... Y eso le perturbó...

Y mientras caminaban por los pasillos en dirección al santuario principal, Fridah experimentó varias veces un extraño sentimiento de morriña, así como el añoro y la remembranza, algo que le conmovía en su corazón cuando el correr de las aguas debajo de aquellas frondosas y gruesas raíces los brazos de un riachuelo o un regato ella escuchó y de soslayo, girando la cabeza, la magnificencia de las construcciones contempló; Una serie de edificios conectados, tal si fueran pequeñas cúpulas que se alzaban entre enormes árboles e inmensas ramificaciones, unidas entre sí por puentes de roca o madera, mismos que emergían de misteriosas galeras en cuevas de la montaña....Muy distinta a la idea de en lo que en Sweoðeod, también conocido vulgarmente como Midgard, pero sí de la infancia, el recuerdo de sus padres y el reino Sindar. Incluso dedujo, y muy poco le sorprendería, que, pudieron haberse inspirado en el diseño de las colonias de elfos, o fuese obra de la intervención de los enanos para la edificación...

Una melancólica sonrisa le adornó brevemente, humedeciendo sus pupilas. No obstante, y tal cual uno se maravilla con la belleza y encanto de la obra divina, que no es más que la propia, inhóspita y salvaje naturaleza, había dejado de prestar atención, sólo hasta cuando se percató que a la lejanía otro destello, rojo como el fuego se encendió y tres siluetas moverse vislumbró. El perro nuevamente ladró. Pero para este punto estos dos ya estaban lo bastante alejados que ninguno lo escuchó. Fridah entonces se apartó del balcón, y junto al mercenario, emprendieron veloz raudo por todo lo que del tramo restó....

Llegaron, pues, atravesando los senderos solitarios a donde el confuso laberinto de galeras subterráneas los llevaron, con gran sigilo, tras las toscas columnas se ocultaron y a la guardia apenas y evitaron. Guiados por la tenue iluminación del alumbrado, logrando salir por uno de los palcos;

Y cuál fue el alivio de sus almas cuando con los fríos vientos de frente les soplaron, y a las estrellas en el cielo, absortos contemplaron...Y era a la distancia, casi al borde del peñasco, donde nace el río Trí sethracha, fuente de vida, protección y sabiduría, que allí se alzaba;

Bella, imponente. Revestida de oro, con flores de plata y a la entrada, esculpidos en mármol dos guardianes eternamente el fuego azulado que tras la diosa iluminaba, de espaldas, sobre el sol y una luna tallada, con arco y flecha, al vacío miraba...

De todo esto, la elfa calladamente reflexionaba, a la vez en que Walter, calladamente la secundaba, cuidándole la espalda. El plan era sencillo, tomaban esa cosa y se largaban... pese a ello, algo para Dark no cuadraba, al tiempo en que directo al templo caminaban. Hacía buen rato que bruscamente sin previo aviso, al menor suspiro se volteaba, desenvainando a medias el filo de su espada. No obstante, allí con ella estaba....

Un mal presagio en el estremecimiento de sus poros se notaba, pues tan hasta la bruma y el aura le pesaba cuando, la quietud del letargo de la noche vislumbraba... Había demasiado silencio. No es sorpresa, hablando sobre recintos dedicados al estudio y purificación del alma. Y era precisamente eso mismo lo que le molestaba...

Ni siquiera el mecido de las ramas, el aullido de los lobos o un canto de cigarra se escuchaba...

Y sin embargo, al entrever en la opacidad de los reflejos, de aquellos difusos como metálicos destellos, la vaga remembranza de tan fatídico recuerdo, una corazonada que tan mal augurio le causaba y a su sangre enturbiaba. Y entonces lo supo...

Justo al otro lado de la abadía, entre la fronda varios contornos, con el viento se mecían y desde ya hacía buen tiempo que los ojos fijos, ya sentía, cuales aves de rapiña.

Y no hubo más que el pasme, así como un grito evocado desde lo más profundo del corazón de Fridah, y de no ser por el brujo, tirándola del vestido, deteniéndola salvó su vida. En verdad os digo que, le habrían sacado hasta las tripas...

Esa flecha siguió de largo, rebotado contra la piedra del pilar, situado tan sólo a una esquina, cayendo a los pies de esta. Una desmesurada angustia no sólo en ella se hizo presente, así como la lluvia de flechas, dadas en respuesta por el saldo de cuentas pendientes. Tomándola consigo, debajo de las escaleras, corriendo como quien en la boca del lobo se mete, tras el muro se escondieron nuevamente;

Eso no significa que ilesos del todo llegasen, o que ni un solo corte o rasguño consigo se llevasen;

—Mierda.. – musitó y a Ëire desenfundó. Fridah, por su parte, presa del miedo, no más que del horror que le ocasionaba el dolor de los recuerdos, lloró. El llanto por las sonrosadas mejillas resbaló... Y el corazón le iba tan fuerte, como el agitar de su respiración. Pero, y a modo de consuelo, en respuesta... una palmada al hombro del mercenario recibió; Y por más duro que pareciera, hay ocasiones donde hasta el más cruel puede mostrar atisbos de compasión...—Quedaos aquí... - dijo. Sabiendo mejor que nadie lo que le habría o no de suceder. Verdad es, hacía ya mucho tiempo que trabajar en equipo no era el mejor de sus fuertes...Entrar, tomar el agua y marcharse, decían... será fácil, decían. Fáciles tenía las bolas.

Adelantándose, se lanzó, pues al combate... viendo disminuido en parte, el flujo de proyectiles incontables; Y no hubo más que profundos rugidos de una ira inconmensurable, similares a los bramidos de una bestia agonizante. No obstante, herido y tambaleante, con el batir de su espada y a base de empujones, derribes y patadas, los ponía a todos en jaque. Y os juro por el cielo que pocas veces, se veían hazañas semejantes;

Y sin embargo, blandengue era su agarre; le habían roto las costillas y vomitaba no sólo sangre. Fridah, entre la bruma de reojo vislumbraba, como tres flechas lo atravesaban, su espalda, debilitado, ya encorvaba, con la melena empapada nuevamente fluidos negros regurgitaba, mismos que de las fisuras le brotaban y de la piel se apoderaban;

—¡Az zeh wech kur yor sheah! – un terror indescriptible la invadió, al tiempo en con esos ojos vacíos, en ella la mira posó, y extrañas palabras macabramente pronunció. Y por más que trató, a Walter no encontró. Titubeante, y asustada retrocedió... Y no hubo más que el retumbo de esa risa demoniaca, así como pútrido olor a azufre que los aires impregnó...

Pero lo que sea que le puedo haber dicho o hecho no importó, puesto que, contra los enemigos acorazados, armados con arcos, flechas, lanzas, aceros y antorchas le rodearon y a la elfa igualmente atacaron;

Mas fueron los gritos de esa dama sollozando, tan tensa en medio de la locura, un viento frío, sus cánticos invocaron que a todos para atrás empujaron y una modesta barrera de hielo formaron, impidiéndoles el paso, y no sólo a ella beneficiaron, debido a que todas las luces apagaron;

—¡Az kif zeh siah lham mräh yor nymeh! –La voz de ultratumba entre risas le susurró, y luego al combate volvió...

Fridah entonces, en pos de un escondite buscó, puesto que a pesar de haberse salvado y el paso de las flechas temporalmente bloqueado, mejor que nadie sabía que no duraría demasiado. La canalización de energía, el recorrer a pie grandes distancia la agotaron, así como las distintas tensiones su alma enturbiaron, y la mente le nublaron.

Y sin embargo, era en los plateados destellos, junto como borrosas figuras reminiscentes de rápidos movimientos, gemidos, gritos de guerra y el chocar de los aceros, apenas distinguibles al revoloteo de esos insectos y su pálido brillo amarillento;

A causa de tan deplorable estado, normal es que la criatura al emerger de las fisuras fuese tomando gradualmente dominio del cuerpo, coagulando lo que podía, obligando a ambos a sobrevivir. No obstante, el rayo de hace un par de horas todavía lo tenía bastante lastimado, y su poder menguado, porque exponerse a la luz le hizo bastante daño.

Pese a ello, luchaba y ágilmente, entre penumbras se deslizaba. Como bestia zarpazos lanzaba, y a diestra y siniestra, contra el que tuviese en frente, se abalanzaba; Con el agache de su espalda, a la cintura del enemigo, haciendo uso de su propio peso empujaba, o bien ...hacia adelante, justo encima de otro los arrojaba. Se daba vuelta, si querían tomarlo desprevenido, los aventaba, o contra estatuas de roca violenta y erráticamente los azotaba, inconscientes quedaban. Más no a todos mataba, gracias al casco y cota que llevaban. Eso no significaba que, del dolor, fracturas de huesos y hematomas se salvaran, debido a los múltiples golpes por el filo del arma. Y aunque la fuerza en gran manera menguara, o a cortarlos no le alcanzara, el metal cuarenta y cuatro libras esa cosa pesaba. Y bien es cierto el dicho, espada sin filo, buen garrote resultaba....

A los últimos cinco, de los veinte que a la vez se enfrentaba, abatidos, en el suelo ahora estaban. Sin embargo, Bryenna dura pelea le daba, porque ni de Uball-Land e Ingrid se olvidaba; Y por más que cansada se hallara, yacía golpeada y a causa del forcejeo. Agregad que de vez en cuando a uno que otro Dark le arrojaba, en la oscuridad chocaban. Le había abollado el escudo y despojado de su lanza. No obstante, azules eran sus ojos y turbio el furor de su mirar, tal como una bestia negándose a escapar, puesto que a su presa se aferraba en capturar... Y puedo deciros que hasta al demonio mismo hizo castañear, y por un momento todo aquello se le hizo tan familiar...

No hubo más en respuesta que un negar de la cabeza, la tétrica risilla en el entrecorte de ese tartamudo y exhausto respirar;

— ¿Ph-hir athe yor iohath? – Y aprovechando la breve pausa, recuperándose los dos, una cosa le preguntó —Yhn, zkeaton mhähret ot soith feroh dayn. ¿Wech yor seo Cork? – continuó. —Afay Borsh, Az yor kyar vym dai.

Y aunque con fluidez la lengua demoniaca nunca del todo comprendió. Ese último insulto perfectamente entendió. Y no fue más que el rugido feroz, iracunda sobre él se lanzó, cayendo en la provocación;

En cuanto a la criatura, esperando de antemano ese tipo de reacción. Más cual fue su sorpresa cuando notó que, oculto con largas faldas, entre largas aperturas del jubón, dos espadas sujetas a la cintura desenfundó y la verdadera pelea empezó...

Fue en ese instante, cuando una parte de Walter en sí volvió y por fugaces instantes, la poca cordura recuperó... Ya que los atisbos de la luz divina y fragmentos de un tenue hechizo, a modo de susurros escuchó. Tres voces, dos masculinas y una femenina a la distancia captó, y esto le debilitó. Y viéndola furiosa, dos pasos tímidamente retrocedió, tratando de hallar, o pensar en rápido algo a su favor, a los lados súbitamente volteó. Y he allí, la cintura se palpó... No teniendo nada mejor a la mano, el odre con cerveza, en último recurso le arrojó;

Aunque visto como un intento desesperado, sin duda buena táctica de distracción. A pesar de que la dama, creyéndolo una honda, con un movimiento ascendente del sable, sobre sus hombros el impacto bloqueó y la trayectoria del objeto desvió. En dos mitades el cuero cortó y al suelo cayó. No obstante, el líquido derramó y este a la cara salpicó. Un ligero gemido, más de sorpresa que de molestia emitió, los párpados fuertemente apretó. Pues le irritó y por sutiles instantes la cegó...

Ello a Dark para hallar una ruta de escape le ayudó...

—¡YA OS VI! – No por mucho tiempo le sirvió, porque a la guerrera todavía más de ira la encendió. Y apenas los ojos un par de veces parpadeó y la vista medianamente recuperó. Por todos lados en vano avizoró. Y mirando a la derecha, su corpulenta y flamética figura, escabullirse en el velo de la noche, a tan sólo un paso largo del pilar en un intento de huida encontró; El mal herido mercenario, a duras penas como pudo se alejaba, a Ëire de bastón usaba;

—Puta madre...- Musitó. Era el hartazgo en sus pupilas, así como el cansancio en la respiración. Por la maraña de cabellos le escurría sangre y sudor. Y entre gruñidos con muecas de dolor. Una sonrisa socarrona le regaló, cuando ella corriendo para matarle se aproximó;

Perdiendo completamente los estribos, en medio del impulso, una de las espadas, pagándole con la misma moneda, buscando degollarlo, o a lo menos derribarlo, le lanzó. Sin embargo, Dark rápidamente reaccionó y tras la columna se arrojó, su vida de pura suerte salvó. Y no hubo más en su rostro que la sorpresa, natural espanto y el alivio de seguir vivo lo invadió, y los orbes, temblando, como platos abrió. Porque, aunque no le dio, la fuerza del impacto gran parte de la roca destruyó, de escombros y polvo desparramó.

Fue entonces cuando igualmente un tenue murmullo, vestigios de esa inentendible oración que Fridah, viéndose sitiada, secretamente llorando entonó, rezando para su salvación, sumergida en el pánico atroz. Y el brujo entendió que no muy lejos suyo se escondió, o por lo menos eso creyó... Y de algún modo refunfuñó, pues nadie le ayudaba cuando reamente lo necesitaba...

Y antes de que Bryenna le tocase, o lo suficiente para cogerle se acercase. Un rayo de momento, tan rápido desde el extremo al otro dividió. Ella abruptamente el paso frenó. Puesto que morir calcinada temió. Por causa de la previa irritación, la luz un poco le lastimó. Con la zurda la cara se cubrió y protegiéndose con el arma, un paso retrasó...

Justo al tiempo en que la dama su mira entreabrió y esa voz en el retumbo se escuchó. Era Melvin, monje del templo y aliado de Cerdrik quien frente a esta apareció. Y con una palma extendida, canturreando cierto hechizo y a modo de amenaza, a contenerse le obligó;

—¡Parad os lo ruego! - exclamó — ¡No en este sagrado recinto! ¡Y decime por los dioses, hija mía. ¿Qué significa esto?!

La guerra obviamente encolerizó y contra todo despotricó, con sucias y groseras palabras le insultó, he importándole un bledo los dioses o los honores y la autoridad otorgada jerárquicamente como su superior, hasta de muerte lo amenazó. Porque mientras discutían, a causa de la interrupción, el asesino de doncellas sigilosamente se escapó...

Grande fue la ira de Bryanna, que el druida endemoniada la creyó, y al perderse en la fiereza de esos ojos como el agua de los mares, le asustó. Era tanta la terquedad y furia de su corazón, que Melvin necesitado se vio en llamar a dos miembros de la escolta personal para que la sujetasen, pues ni con un amarre de espinas, cedió.

Y sin embargo, una apesadumbrada Fridah en medio de la fuga, de lejos vislumbró; Al borde de los palcos la figura de Cedrik, oculto bajo capas negras se asomó. La cabeza descubrió, y como quien disfruta triunfante de tan graciosos espectáculo, otro sorbo al vino dio. El brujo, no por mucho, entre la maleza se adelantó, mientras ella de momento frenó. Y fue ahí que volteándose le notó, alzando ligeramente la copa, sin decir nada... la despidió. Una soberbia sonrisa le regaló...

La rubia damisela aún más palideció, un escalofrío los huesos le caló y aún boquiabierta, el paso aceleró y en la bruma desapareció...

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Notas de autor;

-Hice referencia a las obras de J.R Tolkie, hablando de elementos de las contrucciones élficas (que vivían en los árboles) y a la mítica Lothlorien (Reino gobernado por Galadriel), también muestro cierta referencia al reino de la montaña nublada de los enanos en The Hobbit y al Silmarillion.

-Como ya he mencionado anteriormente, los sindar y los teleri (Elfos del bosque y la sub-variante de los elfos dlebosque, los elfos grises) son igualmente mencionados en las obras de J.R TOlkien.

-Avenhrood es la diosa de la luna y los amaneceres.

- Trí sethracha, en la antigua lengua celta significa "las tres hermanas" o "El río de las tres hermanas", haciendo referencia a la trinidad del dios (o mejor dicho, diosas/diosa) patrono; Matrona/ Morrigan/ Brigit (aunque igual la asocian con Morrigan/Nemain y Badb, tres hermanas, diosas de la guerra) que representan a "La viuda/Guerrera, la madre y la doncella).

-Este capítulo fue un homenaje a Antonio y Carola Perez reverete, escritores de "Las aventuras del capitán Alatriste", otra de mis sagas preferidas.

-¡Az zeh wech kur yor sheah! ,  significa; Me vendré sobre tus víceras. (sí, que asco).  ¡Az kif zeh siah lham mräh yor nymeh!, su traducción de la lengua demoniaca sería  "Será un gusto follarte después". y las frases;

— ¿Ph-hir athe yor iohath?  ="¿cuál estu historia?")

Yhn, zkeaton mhähret ot soith feroh dayn. Afay Borsh, Az yor kyar vym dai= Bello samblante, mirada turbia/amemanzante y ropas/vestiduras de guerra. De casualidad también vienes de Cork? (una región de Irlanda). Maldita puta, estás húmeda en sangre.  (Aquí quiero hacer una pausa explicando la etimología de la palabra "kyar", que puede signficar "mojarse/emaparse", aunque también es usado frecuantemente en contexto sexual. En parte se explica la reacción de Bryenna ) Si desean averiguar algo más a cerca de este idioma, lo encontrarán en mi lista de obras.

-La honda es una de las armas más antiguas conocidas por la humanidad, setrata de una bolsa de cuero con rocas pesadas/pesas que arrojas con la esperanza de romperle el cráneo a tu enemigo XD

-Otro dato que aclaro es que las espadas (mejor dicho el armamento en general), (en espeial las espadas europeas) pesan como entre 10-20kg (44kg es casi 20kg). En la edad media, las armas se mandaban a hacer por encargo a un herrero, era este quien .. casi siempre solía tomarte las medidas de la anchura de los hombros, del largo de tu brazo, de la distancia que tiene hasta los pies... etc...Y te hacía una espada de acuerdo a tu peso y tamaño (también cuenta la ubicacion geográfica y el estilo de pelea que practicabas. Por ejemplo, espadas así.. eran hechas principalmente para combates prolongados y para que duraran mucho. Tengan en cuenta que.. una espada de este tipo. requeriría muah fuerza el tan sólo levantarla o realizar un movimieno con ella. imagínense ahora el dolor que sintió dark y el basto entrenamiento que un guerrero necesita apra portarlas. las katanas, pesan de 5-15kg. Son armas delgadas, debido al estilo de lucha, la hubicación geográfica (un terreno pequeño, que no presta para mucho movimineto) y para combates de corta duración). Tomando esto en cuenta, las espadas de Bryenna y Dark podrían pesar entre 15-20kg (multiplicado porla fuerza del lanzamiento y aceleración... ustedes ya saben como dejó ella el pilar al arrojar su arma). Es por ello que, contario a muchas obras ficticias... no era tan usual (tampoco algo excesivment raro) que un gerrero tomase la espada de otro y/o prestasen sus armas, ya que eran objetos personalizados y hechos a a medida del portador.

Aclaraciones;

Dedicado a mi querido primo Henry, a mi apreciado amigo "enderman".

Este capítulo fue de todos el más corto que he escrito, pido una disculpa por ello. PEro debo decir que ando en trámites de tesis y titulación (Además, estoy trabajando en una oficina, y he viajado mucho este mes, han salido algunos imprevistos.) Espero poder darles una mejor calidad, igual quise agregar ciertos tintes de comedia negra a este capítulo, aligerando un poco la tensión de la batalla, gracias a todos por leer, espero y les haya gustado. bueno... y mientras tanto.. las preguntas prevalecen;

¿Lograrán escapar con vida este par? ¿Qué pasará con Asmos y su sueño de triunfar como bailarina? ¿cuales son las verdaderas intenciones de ceridk y qué reelevancia tienen para la trama? ¿A bryenna se le quitará algún día su síndrome premenstrual?...

¡ESO AVERÍGUELO EN OTRO... "emocionante".. capítulo de Sangre y Acero.. su novela sexharcore favorita XD!