Capítulo 11.- Relatos de Hospicio...
I
La leyenda del hada y el halcón;
Los pájaros cantaban y el aire fresco de los puertos soplaba; Dicen que la piedad divina no se acaba, pues el sol ni a los buitres les falta. De modo que, mucho menos a quien no debe nada. Sí, hay que admitirlo, a menudo se cometen injusticias, así es la vida. Y pese a su crueldad os digo, en todos mis años no he conocido criatura sobre la tierra o se arrastre debajo de esta que tarde o temprano, en este mundo o en el otro nunca pague por su cometido.
Dos campanas resonaron a lo lejos del Talvhiot, cuando lady Bryenna yacía arrumbada; los codos apoyaba y en silencio, sus acciones meditaba;
Justo a la mañana siguiente, antes del rozar el alba, mandó a llamar a Sir. Hariell, quien ordenó llamar a Sir. Kenneth, que trajo a lady Leonor, Breda, Kaellen y consigo a Aldair...
-Mi señora, decime ahora qué le diré a mi madre... - Y ante constantes injurias, producto de fuertes acusaciones, Bryenna, de firme semblante, con las piernas cruzadas encima del escritorio, se mantenía como siempre tajante. Y no hubo más que el seco y efímero ruido golpeando con la palma abierta de un exasperado Kaellen al estamparla en la madera. -¡¿Cómo me atreveré a volver a casa de mi padre?! - Fúricas eran las verdosas llamas ardientes de sus ojos que la miraban penetrantes y oscuros los cabellos cayéndole sobre los hombros.
La estoica dama tan sólo le vio por un segundo de soslayo. Una ceja levantó;
-Decidle a vuestra madre que Ingrid murió con honor por la patria. Llevadle a vuestro padre la espada y decidle que su muerte fue vengada...- Sin quitar la vista de Leonor, que, recogiendo ligeramente las cortinas se asomaba por la ventana, y a Sir. Kenneth; de brazos cruzados, arrumbado junto a la chimenea, la espalda apoyaba. Mientras Bryenna, otro prolongado sorbo a su bebida daba. -Yo me encargaré que así sea... - Y con esto, la conversación terminaba.
-¡Ella confió en vosotros y la traicionasteis! - No obstante, luego por varios días sin consuelo llorarla, ahora iracundo despotricaba y más que un agudo resentimiento les guardaba, puesto que con odioso recelo les miraba.
-Tenía que hacerlo, Kaellen. Era la única forma de matarlo. - Le contestó. Acto seguido, sin pudor en mostrar de más, sus botas de la mesa quitó y lentamente las cienes se sobó. Ya se había vuelto de suerte hablarle, sin que al tema llegasen y en acaloradas discusiones acabasen.
-¡Y que no os funcionó! - y sus errores en cara le restregó.
-¡LA HUBIESEIS VENGADO ALLÍ MISMO, SI NO FUERAIS VOS MISMO EL QUE LO ESTROPEÓ! - Le dijo Bryenna, alzando la voz y apretando fuertemente la aza de su tarro de licor, igualmente lo estampó, un poco de líquido se desparramó. Fue así como, sin dejar de observarle, desafiante se paró y frente a frente con él quedó.
Y por más que os sorprenda, ambos, en parte tenían razón, puesto que, entretanto una la mató. El otro, un muro de espinas para salvarla inútilmente intentó. Y ello, a algunos obstaculizó. Es por esto, una de las razones por las que Dark escapó.
-He visto amigos cercanos batiéndose por el honor, anhelando sueños de gloria, muriendo de formas horribles, delirantes y agonizando en la soledad de sus tiendas. Ella lo consiguió... - y dándose vuelta, se alejó y más tan adictivo néctar se sirvió. Esto a Kaellen en gran manera molestó;
-¡¿HONOR?! ¡ERA MI HERMANA! - le grito. - ¡También vuestra amiga! - A Leonor y Kendra la mira volvió. Más no las encontró, porque no sólo una al verlo rehuyó. -¡Jugabais juntas a las muñecas...! ¡Y le disparasteis! - y conteniéndose el llanto, las buscó... Pero no las reconoció. -¡Venga! ¡Lo dicéis como si no fuese nada!
Y cuando para desenvainar su daga oculta se preparó... Fue el chirrido de la puerta abrirse y el inclinarse de Aldair a modo de respetos, junto al umbral saludó. Así como la voz grave de Sir. Hariell que tan familiar le resultó, sin saber que una locura evitó...
-Lady, encontramos esto en los aposentos de Cedrik...- Tranquilamente contó. De esta forma, las botas enlodadas por el viaje se sacudió. No obstante, de barro el piso manchó.
-Son cartas a Melvin y otras al condestable, algunas sin sello ni firma...- No llegó solo, un escudero del Arundel lo acompañó. -Ah...- Nervioso titubeó. -Creo que es mejor que esto lo vea mis misma en privado, mi señora... - Se excusó. Al tiempo, de su bolsa un libro forrado en cuero y joyas sacó, delicadamente en las manos se lo entregó y por donde vino se marchó. Eso sin antes en un susurro suplicarle; -Juradme por los dioses que no dirá a nadie que fui yo...
-Bueno. Supongo que os preguntaréis la verdadera razón por la que cité a todos aquí...
Luego de ello, había dado órdenes estrictas de no ser molestada en sus aposentos por el resto del día... Sin embargo, el pesar de los recuerdos a veces le remordían. Y era ese cálido destello de la lumbre, ardiendo tenue en los cristales de tan curiosa lamparilla, que, en sus ojos azules, vivaz resplandecía. Con detenimiento, absorta leía y releía, y los documentos del escritorio, como quien desesperado busca, traspapelaba y revolvía. Un profundo suspiro evocó de las fauces...
-¡Ah! Si es que os parece saber más y esto no sacia vuestra inquieta curiosidad. Buscad entre las cosas de Cedrik...- Era la reminiscente imagen, aún clara de esos rubios mechones que, al fuego, como el infierno juró que se volvía, así como el retrato de su pálido rostro, dándole súbitamente la espalda antes de irse, jamás olvidaría...
Aunque... Pensándolo mejor, más le hubiera valido nada de esto haber sabido. No obstante, la había prendido. Bien pudo decirse que mala espina, incluso antes de mostrarse tal cual era, halló con ese tipo...
Pero siempre hay algo atrayente, permaneciendo hasta en el más puro, subyacente, y que a uno seduce a indagar, sumergiéndose en lo turbio. Inherente a los mortales, esclavos sometidos a los más primitivos y carnales placeres;
Concupiscencia o víctima de la rabia, ira y la tristeza, o el concejo de malas influencias, acompañó a las repetidas veces que tuvo el fatídico deleite de encontrarle;
Apenas abría la boca y sin decir mucho la confrontaba y reduciendo a silencio sus palabras... De sus propios principios cerca suyo dudaba y de una sola cosa estuvo segura en el fondo de su alma... A veces en forma de nuevas preguntas, pero... ¿No fue esa siempre la historia de la humanidad?
Recapitulando ¿Por qué tendría Cedrik esto entre sus cosas?... A simple vista parecía un cuaderno viejo, mal trecho, pesado y todo amarillento. Tallado de exquisitas flores y decorado con lo que alguna vez fueron brillantes piedrecillas de colores, ahora apagados a causa del desgaste. Sujeto por dos seguros de cuero;
"Hermoso verano. El calor abrasador... Se cosechan rosas."
Recogió así, la primera hoja que se cayó. Y ante la rareza de la corta anotación, seguido de otras más con múltiples tachaduras, un vulgar intento de poema o prosa sospechó, y viniendo de lo que parecía ser un noble, le extrañó. De este modo, pero haciendo caso omiso, la siguiente tomó;
"Un ave enjaulada conoce a otra, pero cuando acerca a la puerta sus alas, esta empieza a picotearla."
-¿Uh...? - Y en apariencia, menos sentido que a lo otro, le encontró. Y como quien se esfuerza por encontrar algo, detenidamente el contenido releyó;
"Cuán grande es vuestro anhelo de alzar el vuelo, sin saber realmente la gran tristeza que os remuerde desde adentro."
A esta le acompañó consigo un garabateado boceto de una de esas aves reales, que según decían... traían muy lejos, de las indias, paseándose junto a las fuentes en los jardines del palacio.
"¿Qué ganáis con esto, bello pájaro? ¿Os consuela acaso el canto que lanza por su sufrimiento? ¿O es saber que alguien agoniza como vos, que os morís por dentro?"
Ella secamente rio... Pues de algún modo, lo comprendió y su dulce voz, sin haberla escuchado nunca pareció que en la cabeza le retumbó...
"Tal vez suene apresurado, a nadie os diga esto, o lo niegue en lo más recóndito del corazón. Pero... Creo que amo a Kenneth desde lo más profundo de mi alma; No sé en qué momento sucedió, pero hace ya días que algo se estremece al verlo muy dentro de mis entrañas. Me ha cautivado con sus modos... Con sus juegos. Me salvó de resbalarme por las escaleras y secó mis lágrimas esa noche en la boda de mi hermana. Y aunque no me alivió en nada... Supe que fue el único que se presentó fuera de la torre a llevarme rosas blancas y preguntó por mi salud y cómo estaba."
-Oh, vaya... - Con desgane suspiraba. -Mirad, más listo habéis salido, que ni yo os conocía esas mañas, cabrón...- De un modo u otro, tampoco es que alguno se hubiese creído lo que ni borrachos alucinarían al metódico, serio y huraño caballero, que con el paso de los días... parecía que más amargado se volvía...A la vez en que Bryana soltaba aquella cómplice, como efímera sonrisa...
"Porque cuando creí que nadie me miraba y sintiéndome tan sola creía que a nadie le importaba, él inesperadamente a mi lado a veces se sentaba y un poco de su ocupado tiempo regala"
-Ay, quién os viera ahora... - Una ceja levantaba... Si tan sólo su señor de Kenow lo escuchara...
"Imposible es para mí no verlo como lo veo... Al asomarme oyendo su regreso, por la ventana, llegando a los establos, hablando con el caballerizo y darle los caballos. Es muy apuesto y virtuoso con el arco, no como yo... que por más que he practicado, nunca pude dar ni de cerca al blanco.
Hoy también me escabullí para verlo encender las luces al final del pasillo. Me siento como una tonta... No sé por qué corrí cuando volteó, afortunadamente es de noche y no supo que fui yo..."
Interiormente no pudo evitar lidiar con el pendiente de como esto a develar las tretas de Cedrik le ayudaba.. y eso la fastidiaba. Dio entonces vuelta a la otra página...
"Me muero de la pena... hoy lo vi desnudándose bajo la ventana de sus aposentos, cuando le seguí entre los arbustos y miré por encima de las enredaderas de olivo como se despojaba de la cota y se desabotonaba la camisola y aflojaba el cinto... Aún puedo recordar el tono rojizo que tornaron sus largos cabellos y como las flamas de las chimeneas parecía que acariciaban su hermoso cuerpo... Estoy roja, creo que lo notó... porque parece que la corinilla de mi cabeza reconoció y disgustado oí como cerraba de un azote las ventanas de par en par... Yo corrí, espero que no se haya enterado..."
La guerrera teniendo fija la imagen en mente, también se ruborizó. Definitivamente no necesitaba saber detalles sobre eso. Fue así como, varias hojas, abarcando hasta antes de la mitad, se saltó;
"Ha pasado casi un año desde la primera vez que le vi, paseando bosques aledaños a la cascada de las grutas, donde crecen largos pastos y brotan narcisos blancos. Y puedo decir que todavía me estremezco al verlo como aquella vez, aún le recuerdo mirarme con sus ojos violetas clavárseme hasta el alma y esa sonrisa burlona, de quien sabe que no tenéis escapatoria...
No tengo a donde ir, ni nadie más a quién acudir, porque...Ay de mí. Aunque no lo vea, siento su aura siempre presente tras de mí, pero cuando volteo... No hay nadie allí. Y en verdad os digo que no es sólo el miedo, sino esa extraña sensación, similar al terror, indescriptible con palabras la que me hace esperarlo, emergiendo de las sombras, cruzando la ventana al anochecer para hablar con él..."
-Pero...¿Qué carajos? - Creo que está de sobra explicaros la inusual impresión que esto a Bryenna, la cual, recargada informalmente al respaldo de la silla, bebía tranquilamente su licor, que provocó. Porque casi en su propio vicio se ahogó. Perdiéndole el hilo, apenas ojeando lo que antes, como los sueños y amoríos de una niña idiota subestimó. Intrigada en resolver el misterio de lo que era o desde cuándo ello empezó... Optó por al menos ojear un poco las páginas anteriores, para averiguar al menos el par de cosas que se perdió...
"Me ha sobrevenido una fiebre con vómitos horribles donde sangro sin cesar, desde ese día en que no he podido dejar de sollozar, pues grande es mi tristeza y sólo me abruman sentimientos de absoluta soledad. No tuve el valor de siquiera mirar cuando ella caminaba delante de mí, hacia él, esperándola en el altar.
No dije nada. Tan sólo corrí lejos, sin temor a que la marquesa me fuera a castigar y mi padre llegase a decepcionar, por causa de mi debilidad. Pero... Es que no pude evitarlo. Porque al verlos, mi corazón no lo soportó más...Vos debisteis ser mío y yo vuestra en el enlace matrimonial. No me apremia que os hayan dado a Meena, al fin y al cabo... ya sabía que todo lo que amo me lo acaba por quitar, ¿Es qué no valió nada la promesa que me hicisteis de niña en esperar a que cumpliese la edad? ¿O es que la idea de los deleites de la corona os acabaron por hechizar y os dejasteis por mi padre manejar?
¡Que me lleven los infernos y me consuma el olvido, si eso me permite vuestras palabras olvidar y ese precioso rostro de mis noches arrancar! Quiero matarme, más no sé si esta agonía antes lo hará..."
Algo de ese escandaloso matrimonio, últimamente típicos en la casa de Offa, objeto de chismes y rumores entre las cortes despertó. No por el hecho mencionado de la elaboración de los preparativos para las nupcias de la menor y el abrupto cambio de parecer en las estrategias políticas del impaciente rey, viendo que la más grande de las princesas acababa de enviudar, antes siquiera del enlace concretar, puesto que su primo Mael, acababa en ese tiempo de fallecer. Esto, obviamente alegró a su señor de Zamora, quien no dudó, apenas pasado el duelo a su hijo, cegados ambos por la ambición, sabiéndose comprometido de Cordelia ofrecer... ¡Bah!, así son las cosas ¿Qué se les puede hacer?
Y mientras tanto, con el paso de las semanas, ya podría decirse, apostaban por el día exacto en que la pobre princesa llegaría de pena a desfallecer. Pues muy poco en realidad para ayudarla se podía de hacer, y si los detalles os apetece conocer, las sanguijuelas no parecían viables más de las que ya le aplicaban los barberos, junto con baños de leche para palidecer... Moretones, empezaron frecuentemente a aparecer y la sangre, aún de pequeñas heridas, incuajable correr. Tenía falta de apetito y se negaba a comer...
La cazadora de demonios titubeó. De momento su lectura pausó cuando esa hoja doblada entre páginas más adelante, acompañadas de una rara pluma, prendida entre hojas de muérdago descubrió;
"Habéis estado en mis pensamientos por cada respirar, desde ese día que os vi asomaros por la ventana, cerca del puerto. No he podido olvidaros y ahora he reunido el valor para escribiros esta humilde carta, así que os pido que nos veamos en los jardines cercanos al puerto del este. Estaré allí esperando vuestro arribo. Llevaré un regalo, para demostrar cuanto deseo nuestro encuentro."
Volviendo al tema, y temiendo algún tipo de malaria, escorbuto o algún mal traído de los puertos le habían puesto bajo consumo de infusiones de canela y manzanilla, cítricos y hierbas amargas, dando comienzo a esos múltiples baños medicinales que tan seguidamente acostumbró hasta mucho después... Los médicos igualmente le recomendaron andar por los vergeles y de vez en cuando sacarla en carruaje a pasearla por las tiendas de los mercaderes en los muelles, para que le diera el aire y la luz del sol, buscando distraerla y hacerla olvidar a ratos su tristeza y depresión...
"Su apariencia es tan afable y de modales tan corteses e impecables, y al mismo tiempo cautivante. Juro que en mis escasos años conocí a un juglar como él. Bello es vuestro rostro, Oh, astuto demonio, que incluso yo al veros de lejos, tras el umbral de la puerta y os escucho tocar la lira, cantando a las flores o a la delicia de trágicos amores, hablando y bromeando con las otras damas de la corte, a ratos se me olvida lo curtido que estáis en el arte del engaño, la asechanza y la barbaridad.
Y que el dulce veneno que soltáis al hablar sólo dice iniquidad. Porque voluble sois, fácil para pasar del cumplido a la ofensa y la gravedad, de la mofa, sorna y de la diversión a una absoluta seriedad.
Veinticinco años, pero el cansancio en vuestros ojos cristalinos me dicen más... Porque sois sabio, y eso sólo se obtiene con la edad;
Siempre dispuesto con la gente a hacer amistad, y es comprensible que las mujeres, incluso los hombres, resistiéndose muy poco en realidad... Se dejen influenciar. A mi sólo queda suspirar...
¿Y de qué os sirve todo eso si os consumen los vestigios de tortuosos recuerdos y aires de vanidad?"
Y pese a que en un comienzo no del todo sus manifiestos comprendió, una pregunta nueva y recurrente en los adentros le intrigó, y era la verdadera razón de por qué esto Cedrick en sus cosas conservó. Y teniendo muy poco que ver o no, aquellas últimas palabras dentro suyo resonaron y justamente a lo que estaba haciendo por esas fechas le recordaron;
Precisamente en aquella agradable y maldita primavera, el iluminado de nuevo había arribado y su regreso, una rabia dormida en Bryenna despertado... Hacía no más de seis años, de los cuales un año y medio bajo arresto. Y los otros tres, humillada, repudiada y avergonzada, relegada a servir al verdugo en las mazmorras, despojada de toda gloria y privilegios de su antiguo cargo... Y mirad cuanto las cosas han cambiado...
Y ante el difuso reflejo del liquido de su tarro, forma tan clara para ella en el atisbo, de soslayo había tomado y era desasosiego, ese sentimiento de melancolía y desprecio cuando al rozar de su melena, sutilmente la horrible marca de quemadura palpado.
Tan sólo tres veces en la vida juntos corto tiempo trabajaron y muchas son las razones por las que tanto repudio entre ambos por mucho tiempo se guardaron, habiéndose acumulado una a una con el paso de los años. Ya fuese por conflictos ideológico, maneras de asimilar y hacer las cosas... Al principio rivalizaron, teniendo antipatía y frialdad en su trato, luego se detestaron... Para después demostrarse un odio abierto y declarado... Dando comienzo a peculiar guerra sin azotes ni espadazos y de todos modos... ¡Oh! ¡¿A quién engaño?!... Nunca, ni un poquito se agradaron...
Es más, os apuesto mil áses de oro y otros mil de plata a que si a ambos en una habitación los hubiesen encerrado.... Hasta de las greñas, cual comadres en pugna se hubiesen agarrado...
Por un lado, Cedrick constantemente hacía indirectas al origen de su familia y esa inmunda ascendencia etiquetándola como salvaje y presunta bastarda, jactándose el mismo de haber dado honra a su respetable y burguesa casta. Ella sin mucho esfuerzo se impacientaba, estas insinuaciones bastante le provocaban y sacando humo por las orejas, hacía ademanes de desenfundando la daga, lista para propinarle más que tremenda bofetada...
Ahora y más recientemente, por quedar embarazada...Nunca lo supo con certeza, pero tampoco es que le hubiese sorprendido que incluso antes de culminar en su juicio y armarse el escándalo, él sabiéndolo de alguna fuente, ya a todos avisado y la noticia como agua regado... De todos modos, tarde o temprano se enterarían, si no es que Bryenna mucho antes... una forma de parirlo en secreto o solucionar el problema encontraría. Sin embargo, de todas y cada una de sus desgracias venideras a Cedrick, teniendo o no razón, culparía;
Porque, desde aquel día... Ese larguirucho mago para sus males siempre abogaría. Mientras, en nombre del antiguo estima y aprecio, con su amigo el príncipe Acthurius de Kenow a la orden de los caballeros clemencia imploraría... No obstante, dicha indulgencia no por mucho le duraría... Pero al menos de la horca, fuertes latigazos y apresada de por vida esa vez le salvaría. Al fin y al cabo, de un ejemplar castigo no le eximiría... Puesto que Cedrick jamás lo permitiría.
Y perdiendo momentáneamente el hilo de donde había quedado, unas cuántas hojas se había adelantado y entre algunas cartas distrayéndose un rato, papeles incriminatorios rebuscado...hallando en el misterioso libro más de lo que creyó, podría haber encontrado;
"Es difícil de describir, era como si su brazo me sujetase y el filo de las garras se incrustarán en mí..., sintiéndolo un calor ardiente extendiéndose y quemando todo dentro mío, sólo que a veces gustaba cortarme, estrujar mi cuello con tal de verme sufrir. No lo suficiente para vivir...pero tampoco para morir. Supongo que así se siente eso que en su lengua llaman Lhitk..."
¿Quién le hubiese dicho que en seis años el infortunio de ella, a Bryenna habría beneficiado tanto? Contradictorios aires de regocijo y júbilo se entremezclaron con su natural rabia y asco en aquel profundo trago en su garganta irritada, y la voz interna se lo reprochaba... Últimamente ya bebía más que antes. Dejo entonces a un lado el tarro por un rato...
"Querida princesa. Escribo en nombre de mi lady, vuestra hermana, quien devuelve el humilde obsequio que le proporciono, junto con la gargantilla de diamantes que la otra vez le regaló, al no serles de su agrado. No desea que le escribáis o intentéis hablarle de nuevo, porque vuestro sólo nombre le ofende y os suplica por el amor que le tenéis, le permitáis convalecer en silencio y agonizar en soledad. Se despide cordialmente deseando que ambas encuentren paz."
Y pese al hecho que esta carta yacía a un costado con el sello real, y a juzgar por las arrugas de maltrato, nunca se llegó a enviar... No obstante, rumores luego no faltaron a cerca de la llegada en las manos de la entristecida Lady Meena, de una muy similar...
Sin embargo, esto a Bryenna llegó por mucho a impresionar, a excepción de la aproximación de su fecha de muerte de dos meses, y uno antes de los comienzos de los preparativos del arreglo matrimonial y de quién firmaba en su lugar...
No pudo evitar acordarse de los misteriosos datos a cerca de la noche en que se suscitó el asesinato... Del cobarde suicidio que, por causa de ello, Sir. Kenneth el doble de palizas tuvo que soportar. Así como tampoco justifica o lo exime del castigo por tremenda irresponsabilidad... Cabe aclarar, prolongando los ratos de ocio invitaron esa misma mañana al entonces recién nombrado caballero a embriagarse a la taberna y celebrar... Fue su sagaz compañero, Mael quien tuvo el precisamente el sincero, repentino y desinteresado impulso de hasta tarde trabajar ofrecerse al puesto relevar...
Convenientemente, horas más tarde... informaron de la desaparición de Kallen, su modista, peluquero y bardo personal. Aunque, cuentan lenguas no muy confiables que, de lejos le vieron, vestido de negro... Presenciando su funeral...
Nunca lo conoció, pero del cómo lo describían... Bastante estirado, nada modesto para su gusto, el sujeto. Y a pesar de su irónico sarcasmo y ese semblante algo socarrón como despectivo al hablar, en tan sólo un par de semanas, por el año y medio de su estancia, paso a volverse entre las jovencitas, y uno que otro caballero, asombrosamente popular...
Y por esos modos, ciertamente... Delicados, y esa preferencia en particular que mostraba en cosas mayoritariamente asociadas con la feminidad, tales como la preocupación por el cabello y aliño personal, el bordado, la costura y el arreglo flora.... ¡Venga! ¡Ponedle falda nada más!
"Oh, blanco cuervo, a veces pienso en la vida y me sobrevienen dolorosos recuerdos cuando por ti convalezco, y dudo a lo que realmente le temo. Pues cuando me pierdo, en vuestro rostro me estremezco. ¿Hasta dónde llega la soberbia y cuál es el precio de la ambición, bella criatura y qué es lo que uno afana sino a vos mismo y el efímero placer que conlleva serviros de engañosos eufemismos? Habéis acertado, querido enemigo. Porque caras bellas veo, el dolor que a cada uno asecha y la pizca de hiel que sus corazones envenena... Y ello, incluso de mí propia sombra me aterra. Lo admito, soy como ellos... y como vos, miento. No somos tan diferentes, es lo que veo... "
Es natural que la influenciable juventud a veces adopte modelos a seguir, ya sea impuestos o guiados por las propias realidades que uno no está excepto de sufrir, Y para la enfermiza princesa, ese hombre tan atrayente y encantador, apenas decíase nueve años mayor y que había hecho y viajado tanto, como visto más cosas de las que a cualquiera en toda su vida alcanzarían; Le contaba oscuros secretos, relataba anécdotas y cuentos, burlándose de los propios miembros de la corte... Bryenna lo comprendió más de lo que en ese instante creyó.
"Me cuenta la historia de un mago de gran renombre y prestigio que su alma a la maestra de las serpientes vendió. Puesto que con el señor oscuro por poder y fama pactó, traicionando a los suyos; Longevidad tiene y sabiduría del prohibido conocimiento no le falta... pero se mejor que nadie que no duerme en las noches y no halla descanso su corazón bajo la luna, ni el sol. Porque a las enseñanzas de sus mentores y sus propios principios a cambio de riquezas prostituyó... Y sólo los rosales saben lo que pasó, pues secretamente les benefició. Nada de esto ya me asombra ni gano nada en decepcionarme o entristecerme por cosas que suceden, si al mirar al horizonte muy pocas cosas son lo que parecen, ahora que mi vida se marchita y palidece, y cuando creí haberlo sufrido todo, haberlo visto todo... el infortunio me sorprende y... "
Debido al tiempo sin abrirse, el daño provocado por los cambios de portador o el hecho de lo endurecidas que estaban algunas hojas, quedando pegadas en el correr de la tinta, extrañas manchas... Presumiblemente, pero no del todo segura si eran de sangre, pequeñas huellas de las saladas y constantes lágrimas, quedando algunas hojas pegadas, varios párrafos de sus vivencias y relatos quedaron parcialmente ilegibles. Le fue, no del todo imposible despegarlas sin tener que maltratarlas.
"Cuán feliz me hubiese hecho al menos ver a esa linda ave volar...Pero no fue así, y el nido quedó otra vez vacío desde la hierba al reverdecer..."
Contradictoriamente, en apariencia... la princesa Cordelia empezaba al mismo tiempo a mejorar y corregir esos vulgares modos de etiqueta que tanto a su tía y nueva madrastra, la marquesa de Mertz avergonzaban y tanto luchó por arreglar, corrigiéndola y abofeteándola con severidad. Porque hablarles a los plebeyos, no era digno de una dama de sangre real.
Complacida se mostró por la... maravillosa influencia de aquella peligrosa amistad en la joven y frágil Cordelia de Offa. Y a juzgar por lo que leía... El chantaje y las amenazas de perder el dedo meñique siempre como estímulo de ánimo, muy a la antigua servían... Bryenna, mejor que nadie, ya lo sabía.
Y sin embargo, recaía; Esa maldita enfermedad la consumía, y de un día para otro recuperada parecía de los vómitos sanguinolentos, las fiebres altísimas y las hemorragias menstruales, no le dolían, pues vivazmente corría y a cabalgar con la flecha y el carcaj a jugar tiro al blanco salía, intentando olvidar la tristeza de dos anteriores abortos inducidos intentaba.
"Le rogué, le dije que no lo haría... Pero me dijo que, de seguirme negando, volvería a tirarme de las escaleras o con una navaja me abriría el vientre para sacármelo el mismo, al menos con el agua del herrero sería rápido y no me dolería..."
Una idea que hasta a la propia crueldad de la guerrera escocía y repudiaba, pues siendo madre, la entendía... Y ciertamente, hasta de algún modo la compadecía... Esto no significa que la justificaría, si al parecer hasta con espectros también fornica.
"Saldrá deforme, me decía. Es una abominación. Me pediste ayuda y la tienes... Es lo mejor para los dos. No seas idiota, hasta te estoy haciendo un gran favor..."
Y por más cruda que parezca, hay que admitirlo... Esta vez no le mentía. Pero esperpento o no, la responsabilidad de encargarse de otro vástago, retrasando sus planes y deformando la belleza de su "amante", no quería.
"Grande es mi suplicio, no más que mi locura por el añoro de sus garras y el beso de sus labios..."
Aún a este punto, hubo varias cosas que Bryenna no entendía, el cómo carajos algo así pasó frente a sus narices durante meses no entendía, ¿De las reincidentes intimidaciones, acosos sexuales y el chantaje de Kallen, nadie siquiera lo sospechó? ¿Enserio?... La idea de posibles cómplices implicados seriamente reconsideró.... Ni quería imaginarse la clase de hechizo, asquerosa brujería o menjurjes, si acaso le dieron para creer que le quería...
"Es el terror de mis noches y el fuego de mis entrañas, mi más desalmado enemigo, como también mi más tierno consuelo."
-Maldición...- Estaba loca, o un conjuro sexual la había obnubilado... Porque explicación lógica a estas sandeces nunca encontraría...
"Salvaje es vuestro corazón y hermoso vuestro mirar,
Insaciable es vuestro deseo, como violento el furor de vuestro ser;
Rojas son las llamas de vuestros ardores en el ímpetu de vuestros arrebatos."
-Los dioses nos han abandonado...- Una de dos... mejor dicho, tres; Follaba muy bien, nunca se la habían follado... O que alguien le dé la receta de ese brebaje, ella quería también un poco...Fue así como repentinamente se levantó, y bebiéndose de golpe el tarro lleno, otro tanto sirvió...
Sin embargo, la madera crujió y una de las ventanas bruscamente, de par en par se abrió. Fue el viento frío que, colándose en la habitación... Los papeles revolvió y por todo el cuarto, algunos de ellos desparramó...
La guerrera, viendo esto, los que pudo, velozmente recogió. Pues temió a los vestigios de la fogata y su agonizante fulgor, por milagro... una hoja, no muy quemada de los bordes rescató... De este modo, el boceto dibujado del asesino de doncellas descubrió... Y palpando los tibios relieves de carbón, al contemplarle en sus facciones taciturnas, la veracidad de los hechos se cuestionó... ¿Será posible que aquel hombre tan salvaje y busco, realmente todo eso maquinó? ¿O es que de alguien más necesitó?
Fuese como fuesen las cosas, si de algo tenía por hecho... Es que tanto Cedrick, como ese cruel hechicero, sabían algo que ella no, incluso del paradero del desaparecido bardo y demás implicados, no dudó...
Bueno, tampoco es que los gajos del oficio no le hubiese mostrado, o una que otra historia no habíase oído de aquellos inmundos, pobres miserables, amantes de la mala vida, la tortura y el suplicio. Y así como los hay crueles e impíos, de vez en cuando... se encuentran contados casos... Tanto humanos, hasta demonios mismos, entregándose voluntariamente a las mórbidas pasiones de sanguinarios y asesinos, formando una rara, pero no menos interesante combinación...
No obstante, sorprende más, viniendo de una dulce joven como ella;
Porque, si llegó a forzarla repetidas veces, más fue la misma princesa quien en un determinado momento llegó a buscarlo y ofrecerse voluntariamente... Soledad, falta de amor o esa profunda tristeza, a suponer...Pues ese gran vacío en el alma, de alguien tan cansada de la vida, era lo que Bryenna alcanzaba a entrever;
"Con cada amanecer, me es más claro comprender el aura de hipocresía que a todos nos envuelve, pues... de frente nos amamos y abrazamos. Decimos ser amigas, pero por detrás nos traicionamos y en secreto planeamos como vengarnos, pues nos envidiamos. Máscaras de belleza superflua cubren los horrores de mi alma. Curiosa es la vida...
Miro en derredor y me doy cuenta de lo que me rodea; Hipocresía, mentiras y calumnias, máscaras de belleza banal y superflua que cubren los horrores y fealdad de la gente. Sería difícil soportar tales afrentas sino fuera por que yo también he empezado a ocultarme tras aquel pesado maquillaje llamada alta sociedad"
Las violentas condiciones que determinaron su despertar sexual y necesidades carnales que ni ella sabía que alguien podía tener, o la conciencia de una ganancia al usarla como medio para dominar, manipulando a otros, pura y llana concupiscencia...Quizás, o todo y nada a la vez... Agregad a esto, la profunda obsesión por infringirse daño, sacándose sangre con sanguijuelas.
" ¿Sí todavía me queda una esperanza? Tan sólo anhelo el día en que pueda decirle a la marquesa lo mucho que la odio..."
Fue así como...Por la ventana se asomó, no obstante... Al mirar la hierba verde y flores de la parra trepando por los muros, mezclándose con capullos y hierbecilla creciente, así como brillante luz de un sol ardiente reflejarse en las ondas de la fuente... Y era la pluma de un ave, fluctuando con el aire, delicada y graciosamente... Invadiendo consigo mismo, vestigios del gran pesar en ella reminiscente...
Y, sin embargo, dorados matices contrastaban a las sombras, entre el tumulto, ajetreo y el ir y venir de las gentes. Medio día era, y tanto el centro como en los mercados, y demás áreas cercanas a la ciudadela estaban hasta el tope, tanto que de vez en cuando, os tocaban codazos y empujones. Infinidad de voces al unísono, inentendibles se escuchaban, Carretas pasaban; Doncellas conversaban y mercaderes, diversos bardos comerciaban, y a veces desde los balcones "agua va", uno que otro gritaba...
Mientras tanto, Asmos tranquilamente, de soslayo se asomaba. Absorta, al objeto de su deseo, subir al carruaje con unas niñas, a la lejanía, seguía con la mirada...
Desconcertante era el brillo de sus ojos, bajo esa maraña de mojados cabellos que a su piel morena se pegaban...
Y a causa de las múltiples laceraciones, y el deplorable estado en cual fue encontrada, feas marcas y reventadas ámpulas, por las quemaduras, aunque no muchas, pequeñas partes de ese hermoso cuerpo adornaban...
Habíase demorado todo el anterior día, hoy y parte de mañana, en recuperarse y estar lista para trabajar, apenas se le cicatrizase la piel desollada, pues... Ni tan gratuita o desinteresadamente, las colegas y su nueva señora le ayudaban. Tampoco es que gustase mucho que el remanente de esas flemas negras, a causa de esos espesos humos venenosos, fuera algo agradable de ver a muchos clientes... no obstante, era bella y la firmeza de su musculosa complexión a los hombres la atención llamaba, deseando experimentar algo nuevo con semejante mujer tan alta...
Y allí estaba ella. Esperando apaciguarle un poco las heridas, sin saber, acelerando un poco más el proceso de regeneración, le fue recomendado darse unos baños medicinales, con palo de rosa y caléndulas doradas... Pasándose en las noches trapos hervidos en agua de sal... También para despojarla de las cenizas y limpiarle todas las sangres.
Solitaria, y sumida en la calidez de las aguas, la tarea de limpiarse continuaba. A la vez que, aburrida, por los ventanales, estirando el cuello, volteaba. Y eran los mechones cayendo por los hombros, dando a los brazos y su espalda.
Y no fue más que, aquella súbita y furtiva de las miradas, cuando oyendo esa voz seca, cortante y directa, seguida del sordo estruendo al patear de la madera, así como el chirrido de las bisagras, abriéndose las puertas;
-Os traigo noticias...
-¡Lifer! ¡¿Qué diablos os pasa?! - Disgustada, siendo esperable, exclamó. -¿Es que acaso, nunca os han dicho que es de mala educación entrar sin avisar a alguien cuando se baña? - y en aquél súbito arranque de pudor, cruzando los brazos... El pecho se cubrió. El rubio, los ojos instintivamente cerró, puesto que, al retorcerse cual culebra, el agua de la tina le salpicó y por el borde al piso desparramó...
-Me dicen que anteayer mataron a una gitana, y curiosamente ...En la noche del gran incendio, se halló otro cuerpo, correspondiente al hijo, y sobrino de un alto concejal... -Ignorando completamente sus palabras, se limitó a observar las flores talladas del decorado y caminar, a pasos lentos en el suelo lizo de pedernal. -¿No os recuerda algo, de casualidad?
-¿Cómo entrasteis aquí? - Molesta, pero de alguna manera, habituada a esas inoportunas intromisiones de su excompañero, ni siquiera a un punto vale la pena perder el tiempo en exaltarse, o enojarse. Tan sólo, curiosamente interrogar...
-No fue tan difícil, aún soléis dejar rastros muy fáciles de encontrar... - Luego de tronarse un poco los tendones y su cuello estirar, el demonio, como si nada, la volvió a mirar...-Tan sólo tuve que echar un ojo, sobornar a uno que otro guardia, y preguntar...- y hasta ella, en parte, a veces añoraba un poco de esa rígida y estoica frialdad. Simplemente veía a Lucifer andar. -¿A qué va todo esto, Asmos?
-Siempre se os dio tan bien eso de arrastraros por el fango. Como en los viejos tiempos... ¿No os llega la nostalgia? ¿Verdad? - Inquirió, con una pizca de veneno en su hablar.
-Al grano... - Y pese al sutil insulto, con toda intención de fastidiar. Directo era, y se mantuvo a interrogar -Supe que robaste pergaminos en Pérgamo, y profanaste una hoja de los registros del Grimorio de Khur-Arknin.
-¡Oh! Que dulce... - Contestó, alentando un poco el ritmo de su voz. -Mira nada más, siempre tan pendiente de mí...- prosiguió. No obstante, el joven, una bolsa de cuero le lanzó. Y a la cabeza de la fémina impactó, y esto la hirió...
- No seáis imbécil...- Bueno, sí. También añoraba desquitarse y escarmentarla un poco.
-¡Zaagh Kahael! - Aturdida por el golpe, y limpiándose la sangre que le escurría desde la frente, le insultó, quel peso del metal su cráneo fisuró. Lifer, fugazmente sonrió;
-No querrás que el agua los estropee, si no os gusta el regalo, podéis devolverlo.
Por un segundo lo dudó, no obstante, fue así como... y sangrando por la nariz, del fondo de la tina, la recogió. Más cuál era la sorpresa, cuando...esculcando, el dedo accidentalmente se pinchó, y sin embargo... Sin palabra alguna, a la criatura volteó...
-¿Os gustan?... - y sabiendo la respuesta, sin escucharla, adivinó. -Los encontré ese día, bajo la nieve, cuando caminaba por el bosque, en los caminos a Thuroth... Me mantuve algo escéptico, lo admito.... Luego lo recordé, no conozco a otra persona en esta parte del mundo que maneje los abanicos, mejor que nadie...- De este modo, tranquilamente hacia Asmos avanzó y en los bordes de la bañera, junto a ella se sentó. La dama, sencilla y socarrona, esa peculiar sonrisa le correspondió;
-Al menos, pudisteis haberlos limpiado un poco... - reprochó, al tiempo en que, las marcas de zarro y óxido, debido al prolongado contacto con el agua y nieve, que n los relieves decorados se formaron, con los dedos rozó...
-¿Sabéis algo? ¡Que os jodan!... -hizo una pausa. -No soy vuestro sirviente...
-Bien pudisteis haberme hecho ese favor...- y entre risillas, como leves quejidos. De las ropas lo jaló, y accidental o no, del pecho, hasta el vientre bajo le tocó. Lucifer, esto le molestó... Puesto que, del dolor de anoche, no del todo se recuperó, y de encima, la apartó.
-Bueno, dejando el tema de vuestras... Alas perdidas... -prosiguió -No tengo tiempo para esto. Ahora me vais a decir, por las buenas, lo que quiero escuchar... - fulminante, desde arriba, seriamente la miró. Y al contemplarse absorta en esos inhóspitos mares azules, todo cuanto pudo comprendió...-¿Qué planeáis? ¿Por qué no os quedasteis en Raz'hug Nakal?
-Cambio de planes, lifer... - Fue así como, torciendo los labios, la demonia, le sonrió. Y sin embargo, la vista a su izquierda desvió...Y por más sabio o inteligente que uno sea, a veces ocurren pequeños... contratiempos, el conjunto de funestas causalidades que la obligaron, modificado un poco sus estrategias de asecho y desestabilización, a posponer su exhaustiva investigación.... Todo iba perfecto, hasta que Dark se inmiscuyó. -Antes tengo pequeños asuntos que atender...- No obstante, al fin y al cabo, terminó sacándole algo de provecho, como táctica para desviar la atención. De este modo, y dándose la vuelta, el espejo sobre la mesita de al lado cogió, y admirando su hermosura, las flores de la tina como un tocado, jugando, a modo de adorno se probó...
El bello joven, sobándose las cienes...Suspiró. Negando con la cabeza, la jaqueca, así como las secuelas del desvelo constante y la malpasada de anoche, le afectó;
-Sólo aquél que no os conoce se sorprende de todo el caos que provocasteis... - Con ella, por poco rato conversó. También sutilmente, sin quererlo le insinuó a cerca de la evidencia recaudada en los escritos del verdugo Orestes y los katarianos, y su relación los rosales y el paradero de Ënkhi, le advirtió.. Y ello, a Asmos... la intriga despertó, pero manteniendo la compostura... atenta le escuchó.
-Además... Digamos que conozco a alguien que se muere por hacerme un favor... - Una torcida mueca, por un instante pareció que en esos esculpidos rasgos se formó. Al tiempo que, viéndose observada... notó como algo en la pupila de su compañero, con la mira fija en la cuenca que formaban sus pechos se desvió... y esto, por dentro la inquietó. -Mi cara está aquí arriba- entre risas, sin ejercer mucha fuerza, a modo de escarmiento, la entrepierna le apretó y tal cual era se mostró...el demonio, contuvo un gruñido de dolor-¿Qué rayos ves?
Aunque en realidad, Lifer tan sólo comparaba en silencio los detalles del cuervo grabado en el medallón, que tan familiar le resultó. Y para antes que las garras le clavara, el rubio rápidamente reaccionó e incrustándole las suyas, a soltarlo la obligó;
-Ni si quiera lo penséis...
-Oh, vamos... Sois aburrido. Por eso ella os dejó, y no sólo conmigo os traicionó. - Y con el girar de la muñeca, del atrape se soltó. Eso no significa que ilesa quedó. El rubio, desdeñoso... La mirada rotó;
-Hymm wech fhënir...- fastidiado, para sí mismo habló. Eso, en la dama, cierta gracia le causó;
-No importa cuánto tiempo pase, es tu ira y la venganza que en vos renace...
-¡Claro, porque me jodes con eso cada maldito día, Asmos! - Exclamó. Ella, sólo rio;
-Lo hago porque a vos os molesta. - hizo una pausa - Y supongo que también me odiáis por lo ocurrido en Karmir, y dejaros morir en Uruk. Puedo entenderlo, veo vuestras ganas de matarme...
-Sois tan miserable que no vale la pena mancharme las manos... Si quisiera mataros ya lo habría hecho antes.
-Oh, vamos... Lifer.. -Cínicamente, con ojos tristes, a modo tierno le observó. -¿No seguiréis enojado conmigo? ¿Verdad?
-Si os place saberlo, no me importa lo que hagáis, a mi sólo me pagaron para matar al brujo... - Dijo, refiriéndose, por supuesto a Dark.
-¿Y no os gustaría al menos relajaros? -Y cuando lifer, en el borde de la tina, se arromó. Asmos, de los hombros y los brazos, el rostro y los cabellos delicadamente le acarició, con sus manos húmedas le mojó. Lucifer, inevitablemente otra vez, a verla volteó;
-Sinceramente, aún después de todos estos años... Ya no estoy seguro de lo que sois. - Y una risa seca, entre dientes le sacó. El demonio, el pelo desordenado se acomodó.
-Soy lo que vos queráis, Lifer... - de la barbilla, con dos dedos lo cogió y sin previo aviso un beso le robó. Este, queriéndolo o no, sucumbió, y correspondiéndole el gesto acabó... No obstante, la empujó. -Al carajo... - sentenció. -Me largo...- Y antes que cruzase, o siquiera a la puerta llegase, la voz de Asmos susurrarle al oído escuchó;
-No me digáis que al menos no os hubiera gustado terminar lo que esa veis se empezó... - Lucifer, negando con la cabeza, sin siquiera voltear a verla, sonrió. Asmos, por su parte, lo abrazó, y lamiéndole la oreja, le magreó...
-Me distéis cicuta con esa intención...- La criatura, los puños fuertemente apretó. Y los dientes castañeó...Su piel, en lugar de sonrojarse como que se decoloró.
-Vamos, por los viejos tiempos...
Un silencio incómodo reino en aquellos segundos, donde gradualmente Lucifer su verdadera forma tomó... Y sólo se escuchó la entrecortada exhalación...
-Sí... ¿Por qué no? - retorico, preguntó. -De todos modos... Ya me debíais veinte onzas de plata desde aquella ocasión...
A ella se volvió, y mientras este el abrigo se quitaba... Asmos, el pantalón le desabotonaba...
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Notas de autor;
-hago referencia al borrador de otra obra "la noche del lamento de las olas", que vendría fungiendo como una "precuela" de esta misma obra.
-Cosas tales como el aborto, llegaron a ser vistas como actos absulutamente abominables en la cultura celta, considerándolo un insulto a la diosa de la fertilidad (contradicctoriamente, no había impedimento en que luego de nacer lo abandonaran asu suerte y muriera de inanición "sea lo que lso dioses quieran")
-En la edad media, hago igualmente referencia al tratamiento con sanguijuelas (del cual llegaron a abusa, ya que llegó la creencia de que el mal estaba en "la sangre", y su lógica era sacarte toda la sangre con el tratamiento de sangujuelas (en algunos casos funcionaba), muchos morían.. sin embargo por los precarios tratamientos). Y una "moda" muy exigente, basado en el ideal de belleza de una piel blanca como la nieve (entre más blanca, más "hermosa" eres.. podría decirse), muchas damas empezaron a darse baños de leche, alguna someterse adietas sumamente estrictas (Lo que actualmente algunos han de concoer como anorexia y bulimia y otros trastornos alimenticios ) o sacarse sangre con sanguijuelas (esto era socialmente común y en algún momento aceptado, ya que entre más blaca eras.. mayor era tu estatus social, dando a msotrar que como ente de la nobleza, no tenías necesidad de trabajar bajo el sol).
-Los síntomas de la "enfermedad" de la princesa, pudieran atribuirse a lo que hoy en día se concoe como episodios de anemia,a tracones y principios de leusemia (y una baja en las defensas pro su "trastorno alimenticio")
_Algo que no aclaré en el capítulo anterior, era que.. El ajenjo, solía usarse para apaciguar los síntomas de la malaria (que llegaba a ser incurable, o se creía muchas veces incurable) y las fiebres altísimas que provocaba (no había antibióticos,¬¬)
-La vida de los verdugos era sumamente dura en la edad mia, por el repudio y rechazo social, muchos solían tomarlos como gente fría, sin corazón y amante de la tortura (y en parte, eran personas habituadas a su trabajo, a torturar gente o a adminsitrar castigos físicos y ejecuciones públicas) y la crueldad...Contradictoriamente, los verdugos apoyaron la implementación de la guillotina, pensada apra una muerte rápida y sin dolor). Se les solía negar el derecho a bauizar a sus hijos en la iglesia, vivían arrumbados a las afueras dle pieblo en sitios inmundos, y se creía que era de maa suerte tocarlos o estrechar sus manos con uno, tampoco podían llegar a tocar los alimentos (o a nadie, mejor dicho), si querían algo.. señalaban con el dedo, se prohibía el contacto físico con uno (solían ser objeto de mucho odio, temor, ya dije repudio. O hasta objeto de ofenzas varias), se les solía discriminar demasiado y en las tabernas o posadas, si es que los admitían.. Los mantenían apartados casi hasta el fondo o en un sitio inmundo. Una vida muy difícil para un trabajo tan exigente.
- en la antiguedad, muchos de las órdenes antiguas de caballeros hacían voto de castidad (no podrían casarse o tener hijos, por lo menos no legítimos)(aunue muy pocos lo cumplían en realidad. Inmagíense ahora, las consecuencias de que una MUJER perteneciente a estas ordnes o castas haya quedado embarazada ¬¬ )
-Las palabras dichas por lifer ;Hymm wech fhënir..., traducidas del idioma demoniaco al españól vendría siendo " Aquí vamos de nuevo.." y las otras;Khur-Arknin. son "Negro/estaca y espina", en la lengua demoniaca, vendría traducirse como "espina/estaca negra". El insulto que le dijo Asmos, corresponde a unos prefijos racistas para denominar (despectivamente) a la raza que pertenece Lifer, cuya traducción vendría siendo "Maldita/despreciable lagartija"
la palabra "lhitk", no tiene traducción, ya que en la lengua demoniaca no existe palabra alguna para denominar "amor", o los tipos de amor. En su lugar usan esta, que puede significar "arder/enloquecer/quemarse.." dependiendo en el contexto en que se use.
-La cicuta, conocida más como el veneno que usaron para matar a Sócrates, altamente amarga y mortal (aunque se ha usado como planta medicinal) para lsos eres huamanos. Al menos ene sta obra, ni los demonios escapan de sus efectos (Como ya he dicho, que sean rsistentes a todo tio de venenos, no los vuelve 100% inmunes) van desde alucinaciones, sumergirte en el sueño hasta que mueres...
_Kaellen, no se confunda con kallen, ambos tienen una pronunciación similar (y se escriben casi igual), ambos nombres significan lo mismo en antiguas lenguas celtas "El portador de las claves" o "el portador de la respuesta"
_El agua del herrero, en la edad media era uno de lso métodos abortivos más conocidos (y el método de la tabla) , desafortunadamente las que la ingerían corrían gran riesgo de morir por intoxicación con plomo.
-Los bardos no sólo fungían como cantantes o encargados del entretenimiento en las cortes, también podían ejercer de historiadores, maestros/institutrices.
Aclaraciones:
Ay, Asmos.. pinchi ofrecida XD
Aquí inaguro con esto, otro arco argumental (como ven.. esta es la parte 1). Quieor agradecer a mi rpimo Henry y mi amiga Pamela TB, por aportarme ideas para lo del diario (con lo mala que soy en la narrativa en primera persona).
Igual modo, agradezco al grupo de folk metal "rata blanca", este capítulo fue nombrado en honor a su canción "la leyenda del hada y el mago"
Y las preguntas prevalecen "¿cuáles serán las verdaderas intenciones de Lucifer?" "qué se trae la pinchi prosti-putigolfa de Asmos?" "Qué pasará con BRyenna y Cedrick?..."
Logrará Lifer algún día superar su fetiche con los baños y vouyerismo? XD....
Eso averíguelo en otro.. "emocionante" capítulo de....SANGRE Y ACERO XD
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