
Capítulo 1
Este libro se lo dedico al enano de mi hermano, ese metro noventa no es nada comparado con la grandeza que tienes en tu corazón Juanki, ¡Te quiero muchísimo! Este libro va dedicado con mucho cariño para ti.
Hamphire, Inglaterra 1871
Ya era una mujer de veintisiete años y estaba más que solterona.
Su hermano el duque de Westhampton, había dado una lista de posibles candidatos aristócratas de buena procedencia y con un título pero ella los había rechazado a todos.
Tener una larga cabellera negra, la piel "bronceada", los ojos negros, unos grandes pechos y ser la hermana del hombre más poderoso de Inglaterra después de la reina le importaba un bledo, ya que eso no tapaba lo que ella era: Una anormal. Dios la había bendecido con todas esas cualidades pero la había maldecido sintiendo atracción por las mujeres.
—Intentaré ser feliz —le había dicho a Aitasis en el baile que se realizó en su honor hace un año atrás en Westhampton Terrace en Hampshire.
Aitasis se acercó a ella y la abrasó —Yo sé que así va a ser
Georgia le devolvió el abrazo. Antes solo tenía una amiga y era su propia hermana, pero ahora Becky y Aitasis también lo eran; pero Aitasis era la única que sabía sus inclinaciones hacia las mujeres. A pesar de que Aitasis no la comprendía, no se molestaba en hacerlo y solo la apoyaba; ni siquiera Uriel que era su hermano favorito, podía contarle lo que sentía en ese momento.
A parte de tener su sangre mezclada era diferente a las demás mujeres. Sus ojos se llenaron de lágrimas en ese momento.
De repente sintió que alguien ajeno a ellas se acercaba, ésta persona en cuestión hizo sonar su garganta. Georgia miró en esa dirección allí se encontraba Lady Catherine, su hermoso vestido color lila era de terciopelo y de mangas largas; unos brillantes adornaban la parte superior de su corpiño y su cabello castaño claro estaba recogido en un moño que lo envolvía una trenza delgada. ¿Cómo hacía para no verla hermosa?
Aitasis le tiró una mirada asesina acompañada de una sonrisa hipócrita.
—En hora buena Lady Catherine, debe estar muy feliz por su reciente compromiso —le dijo
Ésta le sonrió —Así es mi lady, muchas gracias
En ese momento apareció Uriel e hizo una mueca —Que pena con ustedes bellas damas pero voy a robarles a la hermosa ya que ha estado ignorándome toda la noche
Ésta le rodó los ojos —¿Vamos Georgia? —le preguntó Aitasis
Ésta iba a responder pero Lady Catherine se le adelantó—Sino es mucha molestia me gustaría hablar con usted Lady Georgia
Ésta asintió —Está bien
—Muy bién —dijo Uriel —Nosotros nos marchamos
Aitasis le tiró una última mirada a Lady Catherine y luego se fue.
Georgia se acomodó un mechón de cabello —¿Viniste a que te felicitara?—Catherine dio un paso hacia a ella y Georgia retrocedió—No des ni un paso más por favor
—Georgia entiéndeme, tenía que hacerlo. Mi madre me estaba presionando de muchas formas, estaba furiosa porque tú hermano se casó con esa
Georgia alzó las cejas—¿"Esa"? Te recuerdo que "esa" fue la que nos vio besándonos y no abrió la boca; "esa" tiene su nombre y aparte de ser mí cuñada es como si fuese mi hermana
—Como sea, entonces mi madre arregló un matrimonio por conveniencia con el conde de Addington ¿Y qué podía hacer? Soy hija única y mi único pecado es haber nacido mujer —A ésta se le llenaron los ojos de lágrimas—No me alejes de ti, por favor...
—¿Pretendes que sea como... tú amante?
—¡Georgia yo no amo a ese hombre! —Le gritó ésta —Yo te quiero a ti...
Georgia negó con la cabeza—De igual forma es infidelidad y aunque es difícil de creer, tengo principios. Es mejor que no nos volvamos a ver.
—Cerebro de paja ¿Estás allí?—la voz de su hermana menor la sacó de sus recuerdos. Georgia se encontraba tocando el piano en la sala de música de Westhampton Terrace. No era una experta tocando el piano pero se sabía de memoria unas cuantas melodías.
Iuola alzó las cejas mientras se terminaba de hacer su trenza—Que melodía más triste tocabas
—¿Ah sí? No me di cuenta
Iuola entrecerró los ojos. Tomó una horquilla y amarró su trenza—Desde hace meses has estado... rara.
Georgia la miró—Extraño a Marsias y a Uriel
Iuola asintió—La casa se siente muy sola. Hoy llegó el correo, Becky dice que Wilfer ha estado muy tranquilo y Erling incontrolable
Georgia sonrió—Nada nuevo
—Ai dice que Uriel está demasiado acosador y que el clima en Escocia ya está más cálido
—Tener cuatro meses de embarazo no debe ser nada fácil y menos si se trata Ai
—Ni que lo diga. La última carta es la de Wolf, dice que quiere que viajemos a Londres
Georgia rodó los ojos—¿Y para qué?
—Dice que las sesiones se tardarán un poco más y como mi institutriz está allá dice que viajemos mañana a primera hora
—No quiero ir a Londres
—Te aseguro que Wolf no nos está preguntando, además allá podrás visitar a tú amiga la condesa de Addington
A Georgia se le puso la piel de gallina, había estado ignorando las cartas de ésta y evitando Londres a toda costa porque ella residía allá.
Georgia se puso de pie —Ella ya no es mi amiga
Iuola alzó las cejas—¿Ah no? Tenía entendido que mantenían correspondencia
—Ya no —le dijo Georgia mientras se dirigía a la puerta.
—¿Y eso por qué?—le preguntó Iuola mientras la seguía. Georgia la ignoró y se fue.
***
Georgia se encontraba en su habitación de Westhampton House en Londres.
Siempre mantenía correspondencia con sus cuñadas y sus hermanos; procuraba una vez cada mes, con Uriel la estancia era más larga puesto que este vivían en Escocia. Iuola y ella iban solas a visitarlos, rara vez Wolfram iba con ellas.
A pesar de que sus hermanos no la tuvieron tan fácil pudieron encontrar el amor y eran muy felices. Georgia metió la carta de Aitasis en un sobre y lo selló; a continuación se dirigió a la puerta a tocar la campana y una criada apareció de inmediato.
—Lleva esto a la oficina de correos—le ordenó Georgia
—Si mi lady—ésta recibió la cartas —Mi lady, Su excelencia solicita verla en su biblioteca de inmediato
Georgia rodó los ojos —Está bien, puedes retirarte
Ésta hizo una reverencia—Con permiso
Georgia cerró la puerta de su habitación y bajó las escaleras hasta el primer piso en dirección a la biblioteca.
Georgia dio dos toques a la puerta y entró; su hermano tenía muchos papeles en el escritorio, mojó la pluma en el tintero y siguió escribiendo.
Georgia se acercó a él—Hola Wolf
Este colocó la pluma en el tintero —Hola
—¿Me solicitabas?
Wolfram ordenó unos papeles—Hoy los vizcondes de Sídney acompañado de un baile, iremos juntos
—No gracias Wolf, no me interesa
Wolfram la traspasó con la mirada—¿Por qué estás esquivando los bailes?
—Me cansé de ellos
Wolfram se llevó el monóculo al ojo—No tardaremos mucho, hablaré con Sídney y luego nos iremos
Georgia suspiró y se cruzó de brazos—Está bien ¿puedo irme?
Wolfram soltó el monóculo, se puso de pie y caminó en dirección a ella. Georgia miró hacia a un lado.
—¿Está bien? —le preguntó su hermano
Georgia lo miró desafiante—¿Por qué no lo estaría?
—Haz estado actuando extraño
Wolfram rara vez las mimaba y siempre procuraba mantener las distancias. Pero últimamente con la llegada de ambas cuñadas estaba un poco más dócil.
Este tomó un mechón de cabelló de Georgia y se lo colocó detrás de oreja.
—No me pasa nada Wolf, solo estoy... en esos días
Wolfram asintió —Bién
Georgia suspiró—Me voy—y al decir esto salió de la estancia
Cada vez que se encontraba con Catherine, solo pensaba que no podía traicionar a Wolfram de esa manera, no después de lo que él había hecho por ellas.
Georgia bajó las escaleras deprisa y se dirigió a la sala de música donde Iuola recibía sus clases de piano. Georgia abrió la puerta y miró a la institutriz de su hermana.
—Retírese—ordenó ésta
Ésta asintió—Si mi lady—y al decir esto se fue
Iuola dejo de tocar y la miró—¿Qué quieres?
Georgia se acercó a ella—Iuo creo que me estoy volviendo loca
—Ah ¿Crees?
Georgia le tiró una mirada asesina—No estoy de humor para tus bromas
Ésta se encogió de hombros—¿Y cuándo lo estás?
Georgia la ignoró—El punto es...—ésta suspiró—Olvídalo
Iuola la miró con cara de pocos amigos—Escucha Georgia pienso que deberías reconsiderarlo y volver a estar en el mercado matrimonial
Georgia la miró con los ojos abiertos—¿Qué? ¿Te has vuelto loca?
—Sé que ya tienes veintisiete años pero eres la hermana de un duque, estoy segura de que tendrás muchos pretendientes. Además eres hermosa hermana, lo único malo es tu peculiar personalidad
—No voy a ser feliz Iuola, prefiero quedarme con Wolf
—No todos los matrimonios por conveniencia son malos, existe la posibilidad de que te enamores de tú esposo después de casarte
—No pienso arriesgarme
—Georgiana...
—¡No me llames así!—le gritó ésta
Iuola echó chispas por los ojos—Es tú nombre quieras o no. No entiendo por qué no te gusta
—No me gusta y punto
Iuola suspiró—Haz lo que quieras, es tú vida
—Tienes razón, es mi vida. La viviré como yo quiera
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