Ese día cayó la noche con rapidez, con una enorme luna menguante en el cielo de color anaranjado y los sonidos del mar y del lago de fondo. Odette reconocía cada uno de esos olores y sonidos ya que siempre estaban presentes en sus sueños.

Estaba en silencio en la parte delantera del automóvil de Briam, cada uno tenía un peso encima y eso había hecho el viaje mas callado que de costumbre.

Aquella muchacha se bajo con su pequeño bolso lleno de cosas personales para pasar la noche con sus amigos y miró el viejo edificio donde vivía provisionalmente Briam como "soltero".

Alli estaban, Sara, Briam y Odette, en el pequeño departamento sentados mirándose frente a una caja de pizza que ya habían acabado y restos de postres que Odette había traído como muestra de "cortesía" Al dueño de la casa que su abuelo había mandado a llevar para la pijamada con Sara.

Los tres se miraban luego de que Odette contara lo que sucedió en sus sueños y con lo que recordó de la mamá de Linda y el día del entierro de su madre, por su lado Sara, Briam contaron como con Rodrigo habian conseguido una cantidad enorme de información sobre las víctimas que tenían una muerte extraña en el pueblo, asumiendo esto que tenía relación con aquella extraña maldición que Sara insistía que existía.

—¿ Pero es todo por la maldición del pueblo? Si es así como mi abuelo esta vivo y...

— Yo no se, es como si fuera algo invisible ante la gente del pueblo, ve el caso de tu familia... ha estado aquí desde que se fundó el pueblo y jamás se han ido.— le contesto Sara a Odette, era una extraña teoría, pero las fuerzas del mal no se regían de ninguna regla que ella supiera.

— Así como la familia de Rodrigo o la de ligia... — agregó Briam.

— No entiendo— se quejó Odette.

— Ve Odette, no entiendo como las fuerzas del mal o como quieran decirle funcionan, pero cuando te contaminas te contaminas, tal vez tu no estas lo suficiente dañada no tengo idea... o es como cuando llegas a un lugar y te pega el olor a mierda y ... lo sientes al llegar— se explicó Sara y Odette arrugó el rostro.

— Me estas confundiendo.

— Odette... hay algo aquí que se escapa de nuestras manos... tal vez este pueblo tiene un culto satánico o algo. No se dijo— Sara le respondió ansiosa hundiéndose entre hombros.

— Si esa es el problema entonces Vámonos de aquí, nos llevamos al abuelo y...— propuso Odette decidida.

— Es buena idea, ya yo tengo mi vida fuera y según Rodrigo se ira cuando linda termine el colegio de enfermería y...

— Esta decidido, nos iremos los 3.. podemos vivir juntos, existen parejas así...

— ¡Como que nosotros? –briam le interrumpió a Odette mirando a Sara.

— Ya dejen de planear, yo no me voy a ningún lado...— se quejó Sara

— ¿por que no? Le pregunto haciendo puchero.

— Tengo a mi madre aquí...váyanse ustedes y...

— Podemos Traerla vamos Sara...— le dijo Odette abrazándola.

— Solo tengo miedo... miedo de todo esto, no quiero perderte Odette, no quiero perder a mami, no quiero que tú que termines igual que todos en este lugar.— dijo llorando y ella la abrazó consolandola.

— Te lo prometo, no moriré.. le aseguro— y con cariño la beso y poco a poco se fue volviendo mas apasionado.

Frente a ellas Briam las miraba algo incómodo y excitado, aquella muchacha que consolaba a la otra con sus labios y empezaba a sumergir sus manos en su camisa.

— Odette.. gimoteo su nombre apartándose mirando a Briam a un lado.

Y con malicia Odette sonrió y le quitó la camisa, haciéndole al muchacho qué estaba a un lado para que se acercara.

— Cálmate, solo disfruta... te prometo que ninguno morirá, buscaré la forma... confía en mi.— le susurró con dulzura al oído.

Apartándose y besando a Briam mientras acariciaba el pecho de Sara, con su mano sostuvo la mano de Briam y la acarició llevándola como una guía para posarla al torso de Sara, nervioso sintió la calidez del cuerpo de la muchacha que lo miraba sorprendida, Odette se saco el vestido que llevaba quedando desnuda frente a ellos y acercándose a la cama Briam y Sara incitados por la pelirroja que les despojaba la ropa.

— Esto es raro...— susurro Sara mirando a su amigo que cada vez que la tocaba se apartaba nervioso.

— Demasiado... le contestó riéndose Briam Sonrojado y la pelirroja aparto su cabello a un lado en una coleta que se resbalaba por sus movimientos y sonrió.

— ¿No somos vainilla menta y fresa? Somos la mejor combinación — dijo ella sonriendo.

Mientras ambos se besaban, las manos de odette guiaba con picardía a cada uno de sus amigos, perdiendo el nerviosismo que sentía Briam por ver el cuerpo desnudo de Sara al lado de Odette, podía comparar cada una de sus obvias diferencias, pero por mas que la comparara, aquella Sara tenía una sensualidad que le endurecía su miembro, aquellos pequeños pechos pero con pezones que resaltaban de ella, incluso su mano era mas grande que apenas eran la mitad de su Palma, aunque él la acariciaba descubriendo el cuerpo de Sara, ella lo miraba incómoda y sus manos se posaban con timidez en Odette solamente.

Odette disfrutaba ya que tan solo estar entre ellos dos era como si cumplía una extraña fantasía, probar los dos dulces labios de esos chicos al mismo tiempo.

— Tienes bonito cuerpo Sara. —Le dijo Briam con timidez esperando que esto le hiciera sentirse mas cómoda a su lado y ella se sonrió avergonzada, por lo visto si había funcionado, pensó mientras acariciaba sus areolas y jugaba con sus pezones.

— Y también tiene una vagina deliciosa.. pruébala— le propuso Odette sonriendo y él la miro sorprendida.

— ¿Puedo? Le pregunto con la voz temblando y ella Con timidez abrió sus piernas guiada por Odette.

El rostro de Briam se hundió entre las piernas de ella observando el monte de venus y luego acarició los labios de la muchacha, haciendo que se erizara, observando las dos diferencias de la vulva rosada y de labios pequeños y redondeados de Odette y sin rastro de vellos algunos, a Sara que era lo contrario,era lo mas cercano a una vagina normal para el, aquellos labios mayores que estaban cubiertos de pocos vellos cortos y rizados avergonzado por la mirada incitante de la pelirroja.

— ¿Comenzamos? Pregunto sonriendo y Sara la miro sorprendida. Mientras hundía su lengua en sus labios internos en movimientos ritmicos, ayudado de de su dedo acariciando los lados de sus comisuras con lentitud haciendo que poco a poco ella se volviera mas húmeda.

— Es cierto... es bastante... dulce— dijo lleno asombrado, mientras Sara se cubrió el rostro con la sabana para gemir avergonzada.

— Déjame espacio a mi... — le dijo Odette riéndose.

Mientras ambos succionaban y le daban placer a Sara, Briam miraba a la pelirroja a su lado que disfrutaba de ese momento, besándolo y jugando con su miembro a la vez.

Turnándose para darse placer, por los tres se acariciaban, entre ellos la mas pequeña de tamaño y de rostro angelical, era la mente perversa que los guiaba a los dos en la cama.

(...)

Mientras las sabanas se llenaban de aquél sudor y fluidos que los tres chicos compartían, llenándose de sus besos, de placer esa noche cuyos rayos de la luna atravesaban por la pequeña ventana del departamento de soltero de Briam.

Para Odette irse era el camino a sus sueños, pero ahora se había enrollado con eses dos, y algo que había sido comenzado como un simple placer carnal para no aburrirse en el pueblo, se había convertido en una necesidad sentimental y los necesitaría a su lado.

Extrañamente a los dos los quería de la misma forma.

....