Le livre
Los ruidos de los perros ladrando a lo lejos, en eco de otros tiempos; despertaron a los muchachos de su sueño y de pronto una calma sacudió un lugar...
Extrañados por aquellos ladridos desesperados y aterradores y con una especie de "calma y silencio" se miraban sorprendidos.
La extraña calma trajo consigo los ruidos de los muebles de la habitación sacudiéndose con fuerza, como una especie de terremoto que sacudía la cama con fuerza y los tres se levantaron mirándose perplejos, ya que solo fueron pocos segundos que fueron eternos por la fuerza y la impresión de este acto, pero no sabían si había sido verdad o aquellas alucinaciones que siempre los atacaban como pesadillas sin estar dormidos.
— ¿ Qué fue eso? Preguntó la pelirroja se levantó y se acercó para ver por la ventana, viendo el horizonte que divisaba el mar con el cielo, pero sorprendida vio como el cielo empezó volverse rojo como si la sangre lo tiñera con rapidez.
— Chicos deben de ver esto. — Les señalo. Sara y Briam se acercaron y observaron como el cielo se teñía de color rojo haciendo que la luna dejará ese color blanquecino y se inyectará de un rojo sangre carmesí.
— Mierda...¿ Esto es un eclipse?— le preguntó Sara sorprendida mientras se limpiaba los lentes para divisar mejor la situación.
— Esto se va a poner feo... —dijo briam, Odette miraba inquieta todo, por un momento una voz la sacudió de aquella realidad.
— "En el libro... ya sabes... el final" le susurraba una voz débil y femenina a su oído y recordó con rapidez ese pasaje.
— Esto lo lei en el libro, es cuando el cielo toca el infierno.
— Esto es un eclipse — respondió Briam escéptico.
— No, no es eso... las puertas están abiertas.— se quejó preocupada, esa voz le había dicho la verdad, buscándola en su alrededor y no la encontró, a diferencia de las otras esta parecía querer ayudarla o guiarla, no tenía idea, pero con el presentimiento de ayuda dentro de ella;evitó sentise aterrada y Sara la miró sin entender.
— ¿ Hablas del libro?
— Si este. — respondió yendo hacía el bolso que estaba debajo de la cama y se dio cuenta que no estaba. — Esto estaba aquí, ¿alguien lo tomaría o estaba en otro lado?— se preguntaba buscándolo y Sara la miraba sin comprender y buscó alguna respuesta en su compañero que simplemente negaba confuso con la mirada, aquél silencio se rompió cuando El teléfono de Briam sonó y fue a verlo en su cama
— Chicas, tengo que irme, Rodrigo no encuentra a Linda y teme que algo le vaya ocurrido.— dijo luego de leer el mensaje de texto y corriendo a buscar sus cosas.
— ¿Linda?
— Si... eso del libro o lo que sea me lo dicen luego.—
Acercándose a Odette le dio un beso y cuando iba a darle un beso a Sara esta le extendió la mano. Dejándolas solas, Sara miro a Odette llena de preocupación.
— Explícamelo todo.‐ exigió y la pelirroja trago en seco ¿Cómo debía comenzar? Pensó y se sentó para ordenar sus ideas.
....
Omitiendo quién le había dicho sobre el libro, la pelirroja le contó todo a Sara mientras buscaban el libro sin éxito alguno, deteniéndose y mirando la habitación Sara exhalando agotada por la información y los sentimientos que la ahogaban.
— Al libro no le pudieron salir patas e irse. Busca bien.— le reclamó molesta.
— ¿Es posible? – preguntó sorprendida
— No Odette... ¡demonios!...— maldijo golpeando la pared. Odette miró la pequeña bolita de cristal que siempre aparecía frente a ella y sonrió.
— Eso se lo dio tú madre a la mía. Para protegerla, y siento que me ha protegido desde que llegué.
— Yo también tengo uno... me lo dio al nacer — dijo enseñando la pulsera en su mano.
— ¿Eso significaba? Jamás me había dado cuenta. Esto me ha ayudado demasiado... ¿ Qué más haría mi madre en este momento?— pensaba curiosa," aparté de coger con cualquier hombre su madre debía tener otro talento," una voz dentro de ella con sus susurros le motivó a ir al armario, corriendo y detrás Sara mirándola sin comprender a donde ella iba, la pelirroja se detuvo frente al retrato de su madre.
Mirando el retrato y observando los detalles en éste y en el fondo vio en el mostrador una gaveta medio abierta mostrando unos papeles.
— ¡Mierda!, la respuesta estuvo ante mi..— gritó emocionada — Sara dame tus lentes.
— ¿ Qué ?
— Que me los des. — le exigió con la mano extendida y colocándolo encima de la pintura observó aquellas letras que no distinguía — esto es... "destruir el libro" —dijo emocionada al ver las letras borrosas distorsionadas y ella miro sorprendida el retrato sin encontrar nada en este.
— ¿Destruir el libro? ¿ De que hablas Odette?
— Si... vamos, se donde pintaron este retrato, en el viejo estudio de la ala norte, allí encontraremos todo. No tenemos tiempo.
Saliendo corriendo al estudio sentían como el clima se ponía mas pesado a su alrededor, Sara miraba llena de preocupación a Odette, que quién hacía un momento sus ojos grises habían cambiado de color a un ámbar casi que le recordaba el rojo de sus cabellos, al final del corredor , se detuvieron frente a una puerta de madera gruesa,intentando abrirla, ansiosa Odette golpeó el pomo sin éxito alguno.
— ¿ y ahora? Le preguntó Sara.
— Vamos a tumbar esta mierda.— Dijo golpeando su cuerpo contra la puerta Sara giro los ojos y la pelirroja insistió, ambas golpearon la puerta hasta lograr abrirse, sorprendida Sara no creía como habían logrado abrir semejante puerta tan gruesa. Entrando miraron el sitio clausurado con sabanas blancas en su mobiliario.
— Papá trabajaba aquí, debería estar en estas cajas — respondió mientras abría cada una, mientras buscaban hasta que una de las cajas se cayó detrás ellas.
— Mira Odette.— la llamó la muchacha señalando los libros y hojas sueltas, Odette las tomó y sonrió.
— Es la letra de mamá...mira — señaló y sonrió mientras revisaba, donde había cientos de escritos y recortes de periódicos, ella había hecho la misma investigación que Sara y los muchachos, pero en el fondo encontró un árbol genealógico que no le dio importancia, lo que si era lo que necesitaba...
— "Ritus exorcismus..." no me imaginaba que mamá creyó en esto en algún momento... No éramos algo así como "creyentes".— Dijo sonriendo leyendo las anotaciones de su madre, se dio cuenta que quien tuviera el libro tendría el poder de dominar el mal, y el demonio protector del libro sería uno con el portador hasta consumir su alma... buscaban el alma de una Bruja que aceptara sus poderes y con esto sería libre de la maldición para llevar el caos, pero si destruían ese libro, con el amor podían hacerlo y liberarse de esa marca.
Ellos no habían elegido el libro, el libro los eligió a ellos para jugar con su vida hasta enloquecerlos y así .
— Así como a nosotros... — dijo preocupada Odette
— Y a nuestros hijos si esto continúa...— La pelirroja miró sonrojada a Sara, ya que nunca se había detenido a pensar en hijos, y por lo visto ya Sara si quería un hijo...
— Esto fue una maldición que las mujeres que asesinaron en el lago dejaron en este lugar... Y gracias a la energía pagana donde fundaron el pueblo, por un demonio antiguo, lograron tener éxito. Mi madre busco la forma de destruirlo, pero... ella no quiso que nosotros sufriéramos... tenemos que destruirlo usando unas reliquias.
— ¿Reliquias? ¿Cómo que reliquias?
— Si, aquí ella escribió reliquias, no se hacer como un altar o algo — dijo dudosa rascándose el cuello, teléfono sonó interrumpiéndolas y Sara vio el mensaje que estaba escrito y sonrió por al menos tener una buena noticia.
— Ya sabemos dónde esta el libro ¿Vamos a hacer lo que tu dices de "destruir el libro"?
— Si lo encontramos... debemos hacerlo, cuando la luna toque el cielo puede que sea demasiado tarde.
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