Epílogo
Los dos visitantes miraban a Odette servirles el té con su juego de tazas que parecían de una niña, uno de ellos; el mas joven, parecía fascinado por la pequeña taza de flores rosadas que apenas si su dedo entraba en el aza, ataviada con una bata floreada que cubría su cuerpo pero dejaba ver sus piernas, sentía la mirada del hombre siguiendo cada uno de sus movimientos, sorprendida ya que no sabia como ellos habían llegado a ella y nerviosa por lo que esta visita traería para el pueblo y su rumbo, pero lo que le aterraba era sus amados Sara y Briam.
— Disculpen si esta muy caliente... aún no logro dominar esto—. Dijo nerviosa mientras calentaba la taza, uno de sus poderes era el calor y adoraba practicar aunque muchas veces terminaba con la tina llena de agua hirviendo — al menos hubieran dicho que venían o...
— ¿ No sabes quienes somos? Preguntó el hombre alto y atractivo. Odette le calculaba de apariencia unos 30 años pero no sabía su edad, de cabello hasta los hombros pero con dientes blancos y de apariencia afilada, Odette miró sus uñas largas y negras y sintió un escalofrío en su espalda.
El hombre tomó la taza en sus manos y olfateando el té de hierbas sonrió.
Era obvio lo que era, el olor a sangre que brotaba de sus poros y por mas que lo disfrazara con perfumes finos era como como echarle perfume a la mierda... siempre iba a heder, asi como la maldad brotaba de él, vestido de negro y pálido, con aquellos ojos sin brillo alguno de alguna forma le aterraban.
— Se que tú eres un demonio... pero no se que es... Nunca vi uno— señalo al muchacho que estaba de su lado, aquél muchacho tenía la misma fragancia de muerte en él, pero olía demasiado a humano... tanto que le aterraba.
— Mi hijo,— dijo el hombre, el muchacho sonriendo extendió su mano y Odette la apretó con firmeza, de ojos marrones y delicadas facciones, se veía hermoso al igual que su supuesto "padre".
— Pero eso no responde el motivo por el cual están ustedes dos aquí.. no es muy común —les señalo con una risa nerviosa.
— ¿Tener visitantes de mi "tipo"? Veo que tus visitas son los sacrificios para tratar de manejar la maldición del lugar, bastante "heroico y cursi" para una chica de tu potencial. — se burló lleno de ironía en sus palabras mientras jugaba con el té.
— Si quieres venir a destruir lo que he logrado,... tú ...— le amenazó.
— ¿me vas a amenazar chiquita?— la interrumpió levantándose y parándose frente a ella. — ¿Crees que porque mataste a un demonio pagano de bajo rango que ató su vida a un libro para alimentarse de la energía de este lugar... ¿lo harás? ¿ Vas a matar uno de mi talla? Ya lo intentaron tantas veces... niña— dijo levantándose la camisa y señalando la cicatriz en su costado—. Pero no vengo por eso .— tomándola del cuello la acercó a él — Tu pequeña bruja, crees que eres poderosa... pero necesitas dejar tu legado... — con cariño olfateándola, ella se apartó de su agarre — Ey, no me mires así, déjame presentarnos — miró al muchacho como si fuera un momento musical y Odette esperó la respuesta.
— Soy Ottoniel — respondió el muchacho extendiendo la mano de nuevo, él era un poco mas joven de 20 años, apenas unos 18 años mortales apenas.
— Su madre era una romántica empedernida por un amor del pasado, Y yo soy... — dijo sonriendo haciendo una pausa... —¿ has visto los retratos en tu casa? Incluso en la quema de brujas.... Ya debes saber quien soy...
— Eres lucifer, ¿Lux ....— la pelirroja lo miró y este le coloco su dedo en los labios,¿ Aquél hombre era entonces el pintor de tales cuadros que iban de generaciones en generaciones? Pensó sorprendida.
— ¡No!, equivocada, esa firma ni significa eso, nada satánico ni nada, eres bastante conspiradora con tu mentecita, ya veo porque destruiste a aquel idiota. — esbozó una sonrisa— Eso significa "El Lindo Filósofo" o sea Yo— se señaló y Odette levantó la ceja confundida —Soy Efialtes... rey de los demonios y súcubos...Y creo que has matado a algunos de mis niños después de satisfacer tus bajos deseos, pequeña puta...— le dijo sosteniéndola de las mejillas.
— ¿Estoy en problemas? Lo desafió apartándolo y este sonrió.
— No, me gustan así... por eso traje a mi niño... no lo mates ya que si lo haces te mató a ti,— se detuvo y sonrió — técnicamente tiene sangre humana hasta dentro de unos años y le hace falta tu malicia, tu deseo...—, se burló y el muchacho agachó la cabeza—
— No me digas que... — empezó a reírse — ¿Quieres que me acueste con él y contigo? Tengo tiempo que no me follan dos hombres... creo que desde antes de ser bruja... No esperaba que un demonio hiciera eso — dijo riéndose .
— ¡No...! se quejó asustado el muchacho detrás de ellos y ella lo miró sorprendido.
— Aún es un niño, le da asco esas cosas... — dijo el demonio burlándose — te lo dejare aquí para que lo hagas hombre y lo corrompas con toda esa basura que tienes en la mente.
— ¿Esto es como esos padres que llevan a sus hijos para que los estrenen las prostitutas? Hermano, estas mal.
— ¿De que habla? Le pregunto al muchacho y él se encogió entre hombros
— No hablo de eso, solo digo que lo vas a enseñar y a cuidar.
— ¿Seré niñera de aquel niño?
— Niñera no.. tú tendrás su hijo y mi hijo... necesitó un hijo de tu sangre, esa sangre que tienes de bruja... tus ancestros, antiguos demonios ancestrales y una que otra bruja... tu sangre es buena, aunque la sangre de la madre de mi niño... Era igual buena... La tuya es interesante— respondió seduciéndola con sus palabras.
— ¿acaso quieres un ejercito de demonios que vas a embarazar a todas las brujas de tu camino? — le preguntó ofendida, por lo visto aquel hombre era un cretino.
— Eres chistosa me agradas... Yo te puedo hacer un trato— propuso —tus amores están siendo vigilados no por mi, si no por el olor a sacrificio que aun tienen en ellos... —, antes de que ella lo insultarla el hombre la interrumpió — Yo te hago un trato, tu sales conmigo, tienes mi hijo y yo hablo con un Ángel para que lo protejas.
— ¿Un Ángel? ¿Ahora me dices que los ángeles hablan contigo?— le respondió ofendida por las mentiras que aquél demonio le decía.
— ¿No me crees? Ah claro no le creas al demonio porque soy malo, pero ve... — dijo señalando al muchacho — él es testigo de todo, yo quiero ser bueno, aunque no lo creas yo soy como tu... hago mis tratos y mis intercambios.. ¿Quieres hablar con el Ángel? Lo llamo y ya solo quiero mis dos hijos, los pares y me los das.— Ella miro al muchacho y suspiró.
— ¿Crees que soy un perro para tener tus crías?
— No digo que seas... Pero yo lo llamo y lo confirmas ¿Los demonios no fueron ángeles una vez?
— Esta bien... pero cumple mi parte primero y ya veremos... además no puedes venir así como quieres a obligarme a hacer lo que tu quieras.— señaló aun escéptica.
— Lo sé ... Otto, sal de la habitación — el muchacho se levanto despidiéndose de la pelirroja y se fue.
Ya solos el demonio acercándose beso a la muchacha en su mejilla y la arrojó a la cama, mientras ella miraba sorprendida a su visitante.
— Si no lo sabias... puedo cambiar de forma — sonrió convirtiéndose en la chica peli negra que tanto amaba Odette, con una lagrima en la mejilla la beso ansiando a Sara.
Era un espejismo, no era la misma Sara, con su cuerpo desnudo Odette miró las diferencias de la chica, no eran las mismas características porque el demonio no conocía los rincones de su chica, este se acercó y la beso con pasión, pero no era la misma forma que ella lo hacia, un beso con experiencia que jugaba con su lengua y jugueteaba de una forma distinta con sus dedos sobre los puntos de sus zonas erógenas. Poseyéndola con fuerza haciendo sucumbir en los orgasmos que le producía aquél sujeto, sin aliento y con el corazón desecho reaccionó a su realidad.
Apartándose del cuerpo de aquél demonio, la pelirroja miro el rostro de la chica, autoengaña por aquel disfraz, no había sido perfecto, las diferencias entre ellas era grande, Sara era torpe y tímida y sobretodo siempre que acababan la besaba y la abrazaba mientras su dedo hacía un circulo en su espalda, hundió en su rostro en el pecho de su acompañante y suspiró.
— En el pueblo, el nuevo cura abusó a 10 años antes de huir a este lugar... ¿Quieres desmembrarlo y hacer el amor en su sangre? — propuso.
— Pensaba que no lo ibas a proponer jamás... haces lo que me divierte, sexo y asesinatos... Vamos a pasarla bien — sonrió de forma aterradora dejando ver su verdadera forma.
...
Tres meses desde que aquel demonio había llegado al hotel junto a su hijo, su verdadera forma de aquel hombre según él era la misma con la que descendió del cielo: pálido y alto con cabellos ondulado y rostro perfecto. Si, Odette recordó que aquella belleza correspondía a que alguna vez fue un Ángel del cielo que fue desterrado al infierno por seguir a los rebeldes.
Pero él no molestaba... simplemente ambos se satisfacían por interés, ella lo veía como un polvo seguro que a diferencia de su hijo, este era bastante "distinto" y claro lo necesitaba porque era él único que podía proteger a sus seres queridos y él, por lo visto quería ser un padre...
Un demonio podía engendrar un hijo con un mortal, y Odette pensó que con una bruja debía ser mas fácil... pero él le explicó que no lo era así, esto sucedía bajo muchos intentos... ya que el vientre de las brujas trabajaban de otra forma.
Por lo visto, no solo sería follar, embarazarla y darle al demonio su engendro.
.....
Sentada en el puerto que había construido a orillas del lago, a casi un kilómetro del hotel, descalza jugaba con sus pies con el agua, fumando una mezcla dudosa de unos alucinógenos que había obtenido luego de matar a un distribuidor de drogas, esperaba sentir algo así sean cosquillas, pero no, no le producían nada.
Con la vista perdida miraba el agua con un sentimiento melancólico tratando de recordar como se sentía vivir.
— ¿Con que aquí te escondes?— Preguntó el demonio que se acercaba dejando sus maletín lleno de materiales de dibujos a un lado, yendo al lado de ella; Odette se giró y levantó la ceja — No me mires así, no te seguía, además no deberías consumir porquerías... dijo quitándole el cigarrillo.
— ¡Eres un puto demonio!... tu creaste esto — le respondió intento quitarle el cigarrillo.
— Corrección: los humanos lo hicieron... no es para que nosotros estemos contaminándonos con sus porquerías humanas.— La regaño y ella se dejo caer de espalda.
— No te soporto, estas todo el día regañándome. ¡Entiéndeme!! ¡Ya no quiero estar aquí!!... estoy aburrida, ¿Sabes que es patético? Viví como una mojigata, jamás consumía drogas o bebía...¿ y todo para que?...¿Para terminar matando para salvar a estos malditos egoístas? — se quejó llena de impotencia. Habían pasado 3 meses desde que en el periódico local habían denunciado que la pelirroja no le pago lo suficiente a sus nuevos empleados, aquellos que ella misma había descubierto robando y les dio la oportunidad de irse, la habían denunciado.
— ¿Mojigata? En 7 años mataste a mas de mil de mis súcubos , quien debería quejarse soy yo.—dijo riéndose recordando que aquella niña de rostro infantil cuando era humana había tenido tanta experiencia sexual que su nivel de perversión era casi igual a la de él.
— ¿Y? Igual, fui mojigata... hubiera ido a orgías y drogado como nadie.. ¡oh si!, Pero dije que no, y ahora estoy encerrada en este sitió para mantener feliz a las malditas almas de las brujas paganas de este pueblo, ¿sabes?...esta maldita gente cuando el pueblo esta mal nos echaban la culpa. ¡Aah! Pero ahora esta bien y nos aman, y los malditos saben que en este pueblo muere gente, pero mientras tengan dinero en sus bolsillos son felices.— Se quejo golpeando la madera furiosa.
— Puedes irte si quieres... dejarlo todo, menos a mi, yo quiero mi bebé...— dijo acostándose a su lado.
— Alli esta, la puta codicia.— señalo molesta.
— Oye cálmate, era un chiste...— se defendió — No voy a negar que solo tengo mas de 4000 niños pero ninguno me importa, sólo el idiota de Otto que su madre ni me amo y los que vamos a tener.
— Oh si el premio para padre del año es para el codicioso demonio — respondió sarcástica aplaudiendo lentamente.
— Odette, la codicia del pueblo no es culpa mía. Bueno, aquel demonio pagano se aprovechó de eso y consumió energía por mas de varios años— señalo — Y si, soy un demonio se supone que no soy "bueno" además estoy ligado a la lujuria pero te diré la verdad... — susurrándole a Odette se acercó a su oído — No existe ningún demonio de la codicia, eso es un mal de los humanos solamente, ellos mismos son los que alimentan la codicia en el mundo. No voy a negar que nosotros los incitamos a matar y a cometer pecados si... también puede que hemos incitado algunas guerras, pero tu pequeña bruja si sigues viviendo así los 1000 años que te tocara vivir no serán muy agradables...
— ¿Mil años? — le preguntó sorprendida.
— Si, incluso mas... si no decides ser "La heroína al estilo de una tragedia griega". Yo puedo ver tu muerte y la de cada uno de los descendientes de aquella pareja y siempre estarán malditos... Mientras el mal exista, siempre estaran en peligro.
— Dijiste que el ángel los protegería. — le interrumpió molesta.
— Si, los protegería, me lo debe... pero la maldad te dije, es humana y ellos mientras estén en el mundo puede que un demonio se aproveche... O un humano, así que puedes firmar y estar toda tu vida a mi lado dándome bebes pelirrojos como tú y yo los protejo.— insitio.
— Vaya, el demonio quiere hacer un trato conmigo. ¿Acaso no crees que se lo que ustedes hacen?— le desafío y éste sonrió.
— Lo mismo que tu, juego con la mente de la gente, yo soy un héroe sensible y amable.— aquel muchacho que intentaba sonar como una víctima hizo que Odette estallará de la risa.
— Todo un héroe ególatra, que lindo ¿Qué carajos hiciste para que un angel te debiera todo lo que hagas?
— Me hice el muerto — respondió hundiéndose entre hombros como si no fuera importante — Y si, no me mires así, él quería gloria y fingí que me había desterrado al infierno y destruido. Pero sabes, mi pelirroja; mientras la gente sea lujuriosa siempre existiré, mi pequeña.— Dijo extendiendo su mano — Ven.
Levantándola, Odette sentía una especie de "verdad". Los humanos eran los únicos codiciosos y lo había visto desde que era humana, incluso ella no se escapaba ya que solo quería proteger a como diera lugar a Sara y Briam..
....
Adentrándose en el bosque el hombre acomodó las pinturas y coloco un asiento a un lado con un tronco cercano.
— Siéntate me gusta que me vean pintar, me hace ver mas sexy...— y ella giro los ojos.
— Que ego..— murmuró en voz baja y él sonrió.
— Igual al tuyo bruja.—
Mientras él dibujaba concentrando en el paisaje, ella examinaba sus pinceladas,en verdad tenía talento, la forma en que mezclaba los colores para crear otros, de cierta forma envidiaba ya que ella había estudiado diseño de moda, pero solo para ser popular y porqué amaba comprar.
— ¿ Por que de en vez de andar cogiendo y dejando hijos regados no pintas?— preguntó curiosa y él sonrió.
— ¿Quien dice que no puedo coger y pintar a la vez? Soy un rey y puedo hacer lo que quiera, incluso mira... — en unas pinceladas ella vio su rostro en la pintura.
— Soy yo ‐ dijo sorprendida.
— Si... eres tú y a tu lado..— se dibujó en una silueta oscura.
— ¿ Y eso?— ella preguntó sin comprender.
— Soy yo... la verdad no soy bueno dibujándome a mi mismo, así que solo dibujo una mancha negra —y ella empezó a reírse por la respuesta. — nunca había escuchado tu risa tan seguido, ¿ Te estas enamorando de mi,?
— Calma el ego, esta no es una comedia romántica ‐ respondió molesta.
— ¿Y por que no?
— Veamos somos Una bruja y un demonio qué matan gente, follan y además me dijiste que me acostara con tu hijo, yo solo te uso para mi beneficio así como tu lo haces conmigo.— respondió cortante.
— Pero ha pasado tiempo que no has pedido que use la forma de alguno de tus amigos y... ¿No podemos enamorarnos? — insistió.
— ¿Tan ansioso estas de amor?— se burló y esté quedo en silencio —¿Es enserio? ¿Estabas tan necesitado de afecto tanto que violaste a una pobre niña? Y lo peor que tienes a su hijo y un juego de ser "un padre ejemplar". Tu tienes miles de bebes en el mundo.
— Así no fue la historia,— la interrumpió — Yo solo soy un pobre demonio solitario que solo busca amor y cariño como cierta bruja.
— Descarga tinder y colócalo de descripción.— le respondió sarcástica.
— No me interrumpas— ordenó molesto—. Yo un triste súbito de mi Dios, que llevo su palabra en el mundo, aquél que conoce a "lindos padres" que quieren un hijo sea como sea y no pueden tenerlo ¿ Y que hago yo? Lo cumplo... claro, tienen que darme su alma, así que es 2x1.... Tantos métodos para conseguir un hijo: adoptarlos es una, pero yo me quedo con una ganga. Me quedo con ellos y los arrastró al infierno y otras lo dejo para que destruya el mundo. Yo conocí a mi hija ideal,Melissa era perfecta incluso la salve de su padre abusivo ya que los asesine mas rápido antes de cobrar sus almas y ella pensaba que eran perfectos. Su madre, esa era una puta... en el mal sentido, yo la salve de su tío y de quedarse atrapada en el infierno de los sueños, por excederse de las pastillas para dormir ¿Y como la pago? Se enamoró de otro.
— Pobrecito.— respondió irónica mientras arrugaba el rostro.
— No me vengas con tu sarcasmo Odette, yo me porte bien con ella, la cuidé y la tenía en cama atendiéndola como una reina, la embarace como ella siempre quiso en sus sueños y la aleje de ese flacucho que se moriría en meses. Yo incluso pague un buen psicólogo y me hice pasar por el imbecil para hacerla feliz ¿Y que hizo? A los 4 años se suicidó sin importarle su hijo. —
— Todo un romántico ¿Acaso me piensas secuestrar y obligar a tener tus bastarditos para que acostarte con ellos como una orgia de perversión?— señaló asqueada.
— Odette... no soy tan malo, bueno la secuestre, pero la quería... Yo lleve su Alma al cielo. — su rostro cambió de expresión mas suave y le sonrió — Yo a ti te quiero, y si tu quieres puedo quedarme a tu lado... sin importarme los hijos ni los que vayas a tener con Ottoniel, mil años es mucho tiempo para estar sola. Deja que la gente de este maldito se pudran en su mierda y se feliz... Al menos lo necesitas.
— ¿Y mi casa... yo...
— Tranquila, yo la protejo.— le sonrió con cariño— ¿Has visto a Ottoniel? Ha estado distraído y distante ¿ lo esta haciendo bien? Igual que su padre ¿cierto?
— Bueno...— Odette no continúo para no decirle que a su hijo lo encontró siendo penetrado por el limpiador de piscina, mejor que él lo descubriera solo la clase de hijo que tenía.
— Vamos Odette, no puedes salvar a todos... Nadie puede, es hora que te salves tú de la miseria y de quién te convertirás.
Las palabras del demonio le retumbaban en su mente, ya había empezado a perder lucidez de su estado mental y sentía muchas veces de matarlos a todos por venganza, al igual que la primera bruja en el pueblo que condenó a inocentes y a culpables a perecer por la peste... Él tenía razón, y por lo visto... dejaría que el mal gane esta vez.
Acercándose a él, hundió sus labios en el cuello de aquel hombre, mientras miraba como el miembro perfecto de aquél demonio empezaba a levantarse, introduciendo sus manos en su pantalón jugueteo con este clavándole las uñas hasta hacerlo sangrar, soltando un quejido ahogado el demonio la atrapo con las manos en su cuello y ella sonrió de manera siniestra.
— Quien llevara el control de todo seré yo... Y si me fallas, no será tu miembro que sangrara. Dijo agachándose para saborear la sangre que se vertía en sus manos, la sangre azul que manchaba sus dedos con un sabor a muerte y a fresas, sosteniéndo su cabello atragantándola... Sellaron su promesa.
El fin...
¿O no?
......
Esperaban este final?
Aca explica muchas cosas de la historia Sweet dreams si no la han leido...
Corran a leeerla
¿Esperaban este cameo?
No fue un final que esperaba ya que fue muy raaaarooo.
Demasiado raro al escribirlo pero me gusto.
Me sentía como explicaba en verdad mi visión, ya que no existe maldad en el mundo mas fuerte que la de los mismos humanos ~
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