Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Carpe Diem


Diciembre 21, 1994

En un pueblo olvidado que alguna vez fue hogar de Duques y aristócratas, rodeado de costas llenas de puntiagudas cumbres, no era un pueblo soleado o atractivo, pero por algún motivo los turistas lo amaban.

Amaban aquél pueblo sobrio por algún motivo, era como si estuviera encantado para aquellos turistas que terminaban admirando las costas sin arenas amarillas y con aquel lago de que debía ser agua dulce, que muchas veces era tan salado que todos los animales en este se morían.

Con un hermoso hotel cuyo edificio databa de mas de 300 años y varias empresas de producción de sal.

6 adolescentes alegres jugueteaban por las pocas calles del lugar, entre ellos habían sido amigos o parejas, emparejados a algunos de estos, por sus propios padres, cambiarían el orden de como estaban destinados a casarse. Se conocían desde que nacieron, y a pesar de no ser perfectos como cualquier adolescente, ni sus propios padres entendían ya tal lazo que los unían.

— ¡Detén el automóvil! Señalo la peli negra de ojos pequeños llamada Ligia, y el chico que conducía; Fabián se detuvo y la miró extrañado.

— ¿Qué vamos a hacer en la salina? Le Preguntó Every, un chico con el cabello castaño claro pero con unos ojos profundos de color negro, tenía en sus piernas a otra chica riéndose por las cosquillas que este le hacia con su barba llamada Gegel, calmándose miró a la pelirroja de su lado y esta se hundió entre los hombros

— ¡¡Vamos a jugar con la sal! Gritó ella riéndose.

Estacionando el pequeño automóvil rojo del modelo de los 87, en el medio de la salina los muchachos que estaban en la parte de atrás apretujado, salieron riéndose.

— mas nunca vuelvo a compartir el auto con ustedes, tengo las piernas entumecidas.— se quejo Amanda, la pelirroja de pecas en su rostro mientras estirada las piernas las sacudía como a su vez, sacudía la sal que entraba en sus sandalias y detrás de ella la abrazo un rubio bastante atractivo.

— ¿Vas a decir que no disfrutaste esto? — preguntó besándolo el cuello emocionado, mientras se arreglaba el miembro erecto, lo apretujo contra el trasero de la muchacha y esta sonrió.

— Otro bache y tu pene me rompía el pantalón bromeó y este le beso el cuello.

— En el viaje de regreso vas sin pantalones— ronroneo y ella se sonrojo y mordió sus labios con picardía.

— Vamos tortolitos,— los llamó Gegel, ella se veía mas alta que las dos chicas con lentes y cabello cortado tal como Natalie Portman en aquella película de acción, detrás de ella corrió la pelirroja con el cabello en una coleta alta y mientras le arrojaba bolas de sal como si fuera nieve.

— ¿Ustedes piensan que seguiremos así cuando seamos adultos? Preguntó Haakon, el muchacho que abrazaba a la pelirroja mientras metía sus manos en el suéter de cuadros.

— ¡Yo no quiero mas estar en este pueblo! — se quejo la chica de lentes y Amanda la miró sorprendida.

— Vamos Gegel, no seas pesimista. Estemos juntos... Siempre juntos, incluso después de graduarnos. — dijo la pelirroja y la chica cruzó los brazos y suspiro, ella la abrazó y hundió su rostro en el hombro de la muchacha y la mordió para hacerla reír.

Amanda, la positiva del grupo, tenía toda la vida resuelta desde que nació, su padre tenía el hotel más grande del pueblo, mejor dicho el único en el lugar, que había heredado de su padre junto a un título de ducado y su madre una antigua baronesa, era lo que se decía una noble moderna. 

La chica de cabello negro, Ligia, caminó hacia la arena mezclada con sal, un aspecto blanquecido. Ese lugar solamente era un terreno baldío lleno de sal y de ramas secas. entre unas ramas secas ella vio algo extraño. Alejándose del grupo corrió hacía el montículo y agachándose sus manos se posaron en aquella sobresaliente forma y empezó a escarbar.

Mirando la apariencia de un libro, curiosa lo acarició para quitarle la sal de encima.

— ¡Amanda, chicos.. vengan! Llamó al grupo emocionada. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro