Capítulo 4: Regalo
Los meses pasaron, 13 para ser exactos, y cada vez me llevaba mejor con Tobirama, él confía en mi como yo en él.
Nos encontraríamos en dos semanas de nuevo, la ultima vez que lo vi el otoño ya estaba por terminar. Cuando lo vea otra vez la nieve cubrirá los árboles de Sakura.
Mientras tanto en casa...
"¡Feliz Cumpleaños querida Kazumi, feliz cumpleaños a ti!", cantaban todos al unísono, mientras aplaudían y gritaban.
Emiko chan, Madara kun e Izuna kun y demás "amigos" vinieron a celebrar mi cumpleaños. No los considero amigos excepto Madara e Izuna, los demás son hijos de los que conforman los altos rangos junto con tou san y el papá de Madara kun, así que supongo que vinieron por obligación.
"Feliz cumpleaños Kazumi chan", escuché que decía Madara kun.
"Gracias Madara kun, es bueno escucharlo de alguien conocido", dije aliviada.
"¿Qué te parece si esperamos a que todos se vayan y Emiko, Izuna, tú y yo podemos hacer algo divertido?", pregunto sonriendo.
"Sería genial", dije feliz.
Gracias a los dioses todos se fueron y Madara nos comento que tenía algo preparado para pasarla bien en mi cumpleaños. Así que nos reunió en el bosque con rumbo a la montaña cubierta de nieve.
"¿Cuánto tiempo más tendremos que caminar?", preguntó Izuna.
"Calma, calma que ya falta poco chicos", dijo Madara sonriendo.
"¿ Al menos podrías decirnos a donde nos dirigimos?" pregunto Emiko cansada.
"Vale chicos dejen que Madara nos lleve a donde tenga que llevarnos", dije contenta.
"Está bien, la sorpresa está justamente detrás de estos arbustos así que cierren sus ojos y prepárense para...", Madara no terminó de hablar cuando nosotros ya nos encontrábamos del otro lado de los arbustos.
"Wow", dije impresionada.
"¿ Y la sorpresa?", pregunto Emiko confundida.
"Miren al frente esta es la sorpresa", dijo Madara irritado.
"¿Ver la aldea y las montañas es la sorpresa?", pregunto Izuna.
"Me parece una vista increíble", dije sin quitar la vista del lugar.
"Excelente pues yo me voy, ¿vienes Emiko?", preguntó Izuna.
"Kazumi, deberíamos irnos ya", sugirió Emiko.
"Bromeas, ustedes váyanse yo me quedaré con Madara a observar un rato más" dije sin seguir quitando la mirada del paisaje.
"Me marcho", dijo Izuna haciendo una seña de despedida mientras caminaba de regreso a la aldea.
"Me voy Kazumi, no tardes", advirtió Emiko.
Izuna y Emiko se fueron y Madara y yo nos quedamos observando el paisaje.
"Espero que te haya gustado tu regalo Kazumi chan", esperé todo el año para poder mostrártelo.
"Es sorprendente Madara, realmente me encanta, muchas gracias", dije sonriéndole.
A lo lejos pude visualizar el camino de arboles de Sakura, gracias a la nieve han perdido su color rosa y solo son un montón de arboles que forman un camino a la afueras de la aldea.
"Quisiera que esto fuera eterno pero tengo que llevarte a casa, nuestros padres no tardan en llegar", dijo Madara levantándose de la nieve y ofreciendo su mano para levantarme.
"Promete que volveremos pronto", dije entusiasmada.
"Por supuesto, volveremos Kazumi chan", dijo seguro.
"Entonces vámonos", dije extendiendo mi mano para tomar la de Madara.
(...)
El día amaneció mas frío que de costumbre aun así eso no impediría mi encuentro con Tobirama.
Durante el transcurso del día realice mi rutina diaria como; entrenar con Madara, asistir a la junta del clan, ser humillada por no tener sharingan, ir a la escuela, y al fin que he terminado me dirijo al río donde Madara y Hashirama se reúnen, obviamente sin ellos ahí, claro.
Llegue a lo que según yo ya era el río pero no pude visualizarlo solo pude ver a Tobirama sentado esperándome.
"¿Llevas mucho tiempo aquí?", pregunté contenta.
"Solo un poco, ¿Te has vuelto a perder Kazumi chan?", preguntó divertido.
"Claro que no, pero es que se me ha perdido el río, debería estar aquí", dije confundida.
"Hablando de río", menciono. "Cierra tus ojos", ordenó.
"¿Para que?", pregunté confundida.
"Anda, solo hazlo", exigió.
Cerré los ojos y sentí como Tobirama me tomaba de las manos, lo cual me hizo sentirme nerviosa, intimidada, pero a la vez me gustaba.
"¿Qué...qué pasa?", pregunté confundida.
"Sígueme", pidió.
Solo pude sentir como Tobirama me dirigía hacia un lado. De repente la superficie del suelo se sintió muy inestable y lisa como si estuviéramos sobre hielo.
"¿Donde estamos?", pregunte asustada y aferrándome mas a él, tenía miedo de caer.
"Abre los ojos" ordenó. "¿Te gusta patinar Kazumi chan?", preguntó sonriendo.
"Nunca he patinado en mi vida", dije asustada.
"No importa solo sostente en mi". "Por cierto...", dijo mientras se acercaba a mi oído. "Feliz Cumpleaños Kazumi chan".
Se acordó, pensé. Definitivamente este es el mejor día de mi vida. "Gracias Tobirama kun", dije sonriendo.
"Se que fue hace dos semanas, pero sabia que aun así debía felicitarte y sorprenderte con algo, y aunque llevamos poco mas de un año de conocernos no sabia si esto era lo indicado, que bueno que cumples en invierno o si no...", se explicó hablando rápido como si estuviera nervioso.
Así que lo interrumpí mientras torpemente me caía gracias a que mis inestables piernas me hicieron resbalar sobre el río congelado.
Tobirama me sostuvo más fuertemente así el golpe no fue tan duro.
"¿Estas bien Kazumi?", preguntó preocupado.
Yo solo asentí y reí por lo ocurrido. A pensar de que fue vergonzoso me sentía feliz por estar a su lado.
"Bueno, la pista es toda nuestra, vamos a recorrerla", dijo sonriendo.
"Hai", dije asintiendo.
Recorrimos un buen tramo del río, el me enseño a patinar y una vez que supe hacerlo lo reté a una carreras. Él también tuvo caídas al igual que yo y solo pudimos limitarnos a reírnos y ayudarnos a levantarnos. Nunca me había divertido tanto. Hicimos figuras en la nieve y jugamos a tirarnos bolas de nieve, donde sospechosamente gane, Tobirama me ha enseñado a arrojar kunais y supe que el nunca fallaría.
"Gracias por este día", dije contenta. "Es el mejor regalo de cumpleaños atrasado que he tenido" dije riendo.
"Pues soy bueno dando regalos atrasados", dijo feliz.
"Te veré dentro de tres meses Kazumi, cuando termine el invierno", dijo triste.
"¿Por qué que ha ocurrido?", pregunte mortificada.
"Nada, es solo que ya estoy iniciando mis misiones con mis hermanos, y esta será lejos de aquí, pero en cuanto regreso lo primero que haré será verte".
"Cuídate Tobirama", dije triste.
"Cuídate Kazumi chan", dijo triste.
Nos retirábamos a nuestros hogares tomando direcciones completamente opuestas. Y antes de que se perdiera entre el bosque voltee para decirle; "Promete que volverás", pedí.
"Volveré", entonces los dos nos perdimos entre el bosque y lo perdí de vista.
(...)
Al llegar a casa tomé una ducha caliente para eliminar el color rojo de mi cabello. Al salir del baño mi hermana empezó un irritante interrogatorio.
"¿Donde estabas?, dejaste la entrada cubierta de nieve, al igual que tu ropa", preguntó:
"Fue por el entrenamiento que tuve con Madara", dije molesta.
"¿Por qué desapareces frecuentemente?", cuestionó.
"Porque al contrario de ti, odio estar encerrada en casa hermana", dije caminando hacia mi cuarto.
"Es peligroso allá afuera", dijo tomando fuertemente mi brazo.
"Es por eso que entreno para defender mi vida", dije soltándome de su agarre.
"Lo haces para estar con Madara", dijo molesta.
"Hermana, no necesito un entrenamiento para estar con Madara, incluso si estuviera encerrada todo el día en casa como tu, yo ya lo tendría a mi lado. Buenas noches", dije cerrando la puerta de mi cuarto en su cara.
Pude escuchar como Emiko azoto la puerta de su cuarto. Tal vez fue cruel lo que le dije pero últimamente se muestra molesta.
Me recosté en mi cama y las palabras de Tobirama sobre verlo dentro de tres meses resuenan en mi cabeza. Ahora tendré que esperar hasta la primavera.
Será un largo invierno, pensé.
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Hasta aquí el capítulo!
Si les gusto por favor comenten y háganmelo saber, si no también.
Si hay una falta de ortografía díganmelo, este capítulo lo escribí en un rato que tuve de inspiración.
Gracias por todo su apoyo, me hace feliz que a muchas les guste la historia. Por ahora tendrá un curso lento y trataré de inspirarme para crear mas momentos románticos 😬😀😁.
Saludos, Brande
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