Pov Sasuke

Estuve afuera durante unos minutos, necesitaba aclarar mi mente de todo lo que acaban de decirme.

-Hmp, heredero a un trono, combinación entre mago y vampiro, la chica que me gusta es mi prima, toda esta guerra inicio por mi, la familia que creía que era mi familia... resulta que no lo es, ¿qué más?- miraba como el sol se ocultaba en el horizonte -Un momento, esa familia quizá sepa algo, ¿cómo hago para llegar hasta allá...? Se supone que no debo de irme de aquí, y está muy lejos... tengo que ir demasiado rápido... rápido... ¡Naruto!-

Entré nuevamente en la casa, buscando a Naruto, él es el único que puede llevarme hasta aquel pueblo en solo minutos. Él estaba caminando por uno de los pasillos solo, eso era perfecto.

-¡Naruto!- él volvió a verme

-¿Sasuke? ¿Qué ocurre?-

-Necesito... tu ayuda- mi respiración era agitada, había corrido para poder encontrarlo rápido -¿Podrías llevarme al pueblo en el cual crecí hasta mis 7 años?-

-¡¿Qué?! ¡¡Está como a 300 kilómetros de aquí!!-

-Lo sé pero... quiero ir allí para averiguar más sobre mi- él pareció cambiar de opinión

-Si por tu culpa me dejan con 8 o 7 colas, me las pagarás- le sonreí y él a mi -Vámonos ya, ya que se supone que el principito no tiene que salir de aquí-

-Idiota...-

Sin que nadie se percatara, Naruto y yo salimos de la mansión. No teníamos que durar mucho tiempo. Naruto se puso de rodillas en el suelo y apoyó sus manos, poco a poco su cuerpo se fue transformando en un zorro.

-Sube- lo escuché decir en mi mente, a veces el molesto escuchar su voz en mi mente

-¿Subir? ¿Estas seguro?-

-Vamos, no cualquiera tiene el privilegio de montar a un zorro de nueve colas- la transformación de Naruto no era de tamaño normal, era un zorro que me llegaba por debajo del hombro, él se agachó un poco y yo me subí -Agárrate duro-

Empezó a correr a una velocidad increíble, si fuera humano... no la soportaría.

-¡Naruto, ¿por qué tu pelaje es blanco?! ¿No se supone que el dorado?- como íbamos tan rápido, no podía hablar bajo, si no, él no me escucharía

-El pelaje de los zorros depende de la estación del año, ahora estamos en invierno... por eso es blanco-

Nunca se lo he admitido a este idiota, pero los zorros son una de las criaturas más grandiosas que hay, con solo ver uno te quedas embobado contemplando su pelaje y sus marcas.

(Estado actual de Naruto)

Después de unos 20 minutos de él estar corriendo, llegamos al pueblo. Bajé de su lomo y empecé a caminar hacia el pueblo.

-Te veré aquí mismo...- le dije

-Bien... descansaré un poco- escuché sus grandes pisadas correr en dirección contraria

Me adentré en el pueblo, era muy humilde, justo como lo recordaba. Los habitantes me miraban curiosamente. La casa en la cual yo vivía debía de estar cerca de un pozo. Caminé y caminé hasta llegar a la casa, toqué la puerta con suavidad y ésta se abrió dejando ver a una mujer algo canosa.

-¿Eres tu... Sasuke?-

-S-si... ¿puedo pasar?-

-Claro hijo, pasa- ella se hizo a un lado de la puerta y yo entré

Al entrar fue como llegar a casa, aunque en el fondo sabía que no lo era.

-Vaya que has crecido bastante, recuerdo cuando solo eras un niño, siempre corrías de aquí para allá, nunca te quedabas quieto- ella se sentó en un sillón

-Bueno, yo vine porque...-

-Tu padre hace 18 años vino a verme a mi y a mi esposo, nos explicó tu situación y el porqué te estaban dejando aquí-

-¿Enserio ya lo sabe?- ella asintió -¿No tiene miedo de mi... ni nada por el estilo?- todos los habitantes de éste pueblo tienen pavor a los demonios

-Para nada, para mi siempre serás como el hijo que nunca tuve, al igual que tu hermano. Debo admitir que me asusté mucho cuando vi llegar a nada y nada menos que es mismísimo rey de los demonios a mi humilde hogar. Mi esposo y yo estábamos aterrados, pero mientras él nos explicaba la situación entendí que no hablaba con el rey, simplemente era un padre preocupado por sus dos hijos-

-¿Qué... puede decirme de eso?-

-Si estas aquí es porque ya conoces tu historia, ¿verdad?- asentí -Bien, ya es un avance, ya que la historia puede ser confusa de explicar-

-¿Dónde... está Itachi?-

-Tu hermano sólo tenía 12 años cuando se fue de aquí contigo, me dijo que este pueblo ya no sería seguro para ninguno de los dos, él solo estaba interesado en protegerte a ti. Antes de irse, me dijo que tu volverías algún día y que querrías respuestas. Cuando tu hermano tenía 15 años, regresó, y el mismo día de su llegada, el pueblo fue atacado por una mujer gigante con cola de serpiente. Se dice que es una de las criaturas más tenebrosas para los demonios, eso me lo dijo tu padre, tu hermano intentó defender el pueblo... ya que sabía que esa mujer había venido... para buscarte a ti, en su intento por salvar el pueblo... murió...-

-Itachi...-

-Pero antes de morir, tu hermano dio todo lo que su cuerpo le permitía y logró sacar a esa mujer de aquí-

-Tenía la esperanza de poder verlo...- miré el techo -Aún no entiendo porque todos me buscan a mi, ¡todo sucede por mi culpa!-

-Tu padre también me explicó eso, él era un hombre muy sabio. Te buscan porque quiere matarte-

-¿Matarme? ¿Para qué?-

-Para que no puedas volver a construir el reino que una vez existió, ya que si lo haces... todo terminará para ellos. ¡Debes reclamar ese trono!-

-Wo wo wo, yo no sería capaz de reclamar ningún trono, ¡con costo llegue aquí y para eso tuve que pedir ayuda! Además, ese reino está dividido en dos, es mejor que se mantenga así-

-Al contrario, debes volver a unir ambas partes-

-A veces solo quisiera irme... es imposible que yo haga eso-

-Si te vas... todo estará perdido, sin ti... tus amigos no podrán hacer nada, todos estarían en peligro- en lo primero que pensé fue en _______, no quiero que algo le suceda -Toma...- me extendió algo envuelto en una manta

-¿Qué es...?-

-Abrelo... era de tu padre- me sonrió, lo desenvolví y era una espada -¿Una espada...?-

-Por lo que él me explicó, con esta espada podrás matar a cualquier demonio con solo atravesarlo, tienes que ir y... ¡atravesar a esa maldita sirena!-

-¿Sabes sobre esa sirena...?-

-Claro que lo sé... ella vino aquí un día buscandote, le dijimos que no estabas aquí y no nos creyó... ella- vi que salían lágrimas de sus ojos -Ella mató a mi esposo-

-¡¿Matarlo?!- ese hombre era como mi padre -Ha llegado muy lejos... saldaré cuentas con ella tarde o temprano-