08: Hibrido de puma
La fiesta seguía en proceso, todos los clanes felinos se permitían la convivencia unos con otros, las conversaciones eran variadas, y todos permanecían en un ambiente sumamente agradable, Yoongi permanecía apartado de todos, la convivencia no era algo que se le diera a la primera oportunidad, y mucho menos con los suyos, apretó los labios al ver a lo lejos al nuevo líder del clan de las panteras de las nieves, estaba hablando con un par de chicos del clan de los leones, sus ojos ámbar no le enfocaban para nada, pero Yoongi creía que era vigilado constantemente por aquel chico, esperaba estar en lo incorrecto.
En sus manos sostenía un vaso de cristal, en donde una bebida se encontraba, beso de los dioses, así era como la llamaban, Yoongi apenas y le había dado un sorbo, era una bebida de color rosa, tenía leche, esencia de rosas y frutos rojos, para muchos era exquisita, para él no lo era, no cuando dio el primer sorbo y esta le supo demasiado fuerte por el aroma a las rosas, quizás estaba demasiado concentrada para su gusto, soltó un suspiro.
—¿Aburrido? —aquella pregunta lo descoloco de su sitio, miro de su lado derecho y allí encontró a uno de los nuevos líderes, lo veía con una tenue sonrisa en su rostro, sus ojos casi podían perderse en esa sonrisa suya, su cabello castaño oscuro lograba resaltar sus orejas de color café claras, su cola que estaba inmóvil era del mismo color, sólo que en la punta estaba de color negro, Jung Hoseok, ese era el nombre de aquel chico, Yoongi lo recordaba bien.
—Un poco —contesto Yoongi en voz baja antes de volver a mirar su bebida y fruncir un poco su rostro, no le gustaba esa bebida, una pequeña risa se escucho de parte del recién llegado, haciendo que volviera a prestarle atención.
—Parece que eres de los míos —dijo Hoseok—, a mi tampoco me gusta mucho esa cosa —señalo el vaso en manos de Yoongi—, deberías probar la sangre de luna.
—¿Sangre de luna? —pregunto Yoongi extrañado por aquel nombre—. Pero, ¿qué acaso eso no era el cristal de la paz?
—Sí, pero el clan de los leones preparo una bebida en honor a esa joya —soltó un suspiro—, veo que sabes mucho de la historia —Hoseok no quería admitirlo, pero estaba intrigado por aquel felino.
—Mi madre me da siempre libros de la historia de los clanes, estudiar sobre todo lo que acontece dentro de todos ellos es fascinante —la cola de Hoseok se meció un poco, Yoongi lo noto.
Hoseok le dedico una sonrisa al chico de piel pálida, el hibrido de puma siempre había estado interesado en saber la razón por la que siempre mantenían oculto al hijo adoptivo de la familia de linaje puro del clan de los tigres, se había interesado mucho porque estaba enterado de que se trataba de una pantera de las nieves, pero nunca imagino ver a una pantera de las nieves pequeña, porque es así como era Yoongi, apenas estaría por debajo del uno ochenta de estatura que era por debajo del promedio de un macho, más bien Yoongi parecía estar en el promedio de una hembra, lo que se le hacía bastante extraño, en su clan jamás a habido donceles ni nada por el estilo, en los demás se ha dado casos, pero eran escasos.
—Yoongi, Yoongi —la voz de Taehyung hizo que dejase de mirar a Yoongi—, por fin te encuentro —Taehyung dirigió su mirada hacia Hoseok—, ¿tú que estás haciendo aquí?
—Taehyung —hablo Yoongi—, no tienes porque hacer una pregunta tan grosera, estábamos hablando —Hoseok sonrió hacia Yoongi, pero Taehyung en cambio al ver ese gesto no pudo evitar gruñir por lo bajo.
Hoseok no tardo en notar aquello.
—Parece que mi presencia no es bienvenida para él —dijo Hoseok mientras miraba a Taehyung, pero no tardo en apartar la mirada para dirigirla hacia Yoongi—, fue un gusto hablar contigo...
—Yoongi —dijo el de piel más pálida.
—Fue un gusto, Yoon —Taehyung rodo los ojos al escuchar eso, pero Hoseok ignoro aquel gesto, quedándose satisfecho por haber obtenido el nombre de tan lindo hibrido.
En cuanto este se retiró, Taehyung dejo de mirarlo para concentrarse en Yoongi.
—¿Por qué no estabas con nosotros? —pregunto.
—¿Qué?
—Yoongi —canturreo, su cola se movió un poco—, debes de estar siempre con nosotros, mamá siempre te lo ha dicho, no debes andar vagando por allí y... —Taehyung no pudo evitar mirar a los hermosos ojos de aquel chico—, s-sólo —relamió sus labios—, no te alejes, cualquier idiota de aquí podría, ya sabes.
Yoongi era consciente de que ser descubierto sería su sentencia de muerte, pero sabía que no lo descubrirían no tan pronto y esperaba que nunca lo hicieran, soltó un suave suspiro y volvió a mirar el vaso en sus manos, quizás debía de hacer caso a aquel hibrido y tomar aquella bebida que le recomendó, quizás iba a ser mucho más deliciosa que la que tenía en sus manos.
—Se puede saber, ¿qué haces con mi futura pareja a solas? —Yoongi rodo los ojos al escuchar eso, Taehyung miro detrás de él encontrándose con el fastidioso de su hermano quien mantenía el ceño fruncido y sus orejas hacia abajo.
—Te recuerdo que no es tu futura pareja —dijo Taehyung.
—Cómo sea, sólo déjalo en paz —miro hacia Yoongi—, ¿estás bien? Pareces aburrido.
—Estoy aburrido —contesto Yoongi en un suspiro—, aunque es lindo ver todo esto.
—Pero no sólo lo veas, tienes que disfrutarlo —dijo Taehyung—, si quieres podemos pasar a hablar con algunos o bailar, no tardaran en poner música para que bailemos.
—Es la tradición —dijo Jimin—, siempre cada líder del clan tiene que sacar a bailar a alguien.
—¿Tradición? —Yoongi parpadeo un par de veces—. Pero, jamás escuche de esa tradición.
—Hay algunas cosas que no están en los libros, Yoongi —dijo Taehyung—, pero créeme que lo te esta diciendo Jimin es una mentira.
—¡No es mentira!
—¡Claro que lo es!
Se gruñeron entre ellos y Yoongi simplemente se encogió en su sitio, a veces esos dos les gustaba retarse entre gruñidos y más frente a él, Yoongi jamás vio que necesidad tenía de tener que presenciar aquellas escenas en todo momento de su vida, pero bueno, no era como si quisiera tener que interferir entre esos dos, siempre era lo mismo, inclusive consideraba que era una tradición entre ellos como hermanos.
—¡Hey, hey! —y allí estaba su salvación, la mujer de inmediato le dio un suave golpe a ambos chicos para que dejasen de gruñirse—. Dejen los gruñidos para cuando valgan la pena —miro hacia Yoongi—, el pobre Yoongi no tiene porque estar presenciando su instinto salvaje.
Tanto Jimin como Taehyung se regalaron una mala mirada, una que indicaba que esto no se acabaría allí y volvieron a apartarla para dejar de verse, Haneul soltó un largo suspiro, sus hijos a pesar de ser mayores de edad parecían dos niños peleando por su juguete favorito, todos unos cachorros en pleno crecimiento y sin querer compartir, pero Yoongi no se trataba de un juguete, sino de una persona, miro al chico que dejaba de estar encogido en su sitio para colocarse derecho, sonrió hacia él.
—Yoongi, recuerda, si estos dos se empiezan a gruñir, tienes todo mi permiso para darles un golpe en la cabeza para que se calmen, ¿bien?
Yoongi soltó una pequeña risa ante las palabras de su madre adoptiva, cosa que hizo que tanto Taehyung como Jimin lo mirasen enternecidos, amaban verlo feliz.
—Eso haré, mamá.
Sí, lo hará.
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